"A falta de perdón, deja venir el olvido."

Louis Charles Alfred de Musset



Acuérdate de mí 

"Acuérdate de mí cuando la aurora
abra el Sol el mágico palacio,
cuando la meditabunda, soñadora,
cruce la noche el silencioso espacio,
cuando al placer tu corazón palpite,
cuando la tarde a delirar te invite,
oye una voz que se dirige a ti
diciéndote a través del Océano:

¡Acuérdate de mí!

Acuérdate de mí cuando el destino
te haya para siempre para mi eclipsado,

cuando ya sienta el pobre peregrino
marchito el corazón desesperado,
piensa en mi amor, en nuestro adiós supremo,
que yo sé amar y serte fiel no temo,
y el pecho que una vez latió por ti
mientras palpite clamará doliente:

¡Acuérdate de mí!

Acuérdate de mí cuando ya inerte
mi destrozado corazón sucumba,
cuando la flor piadosa de la muerte
sonría sobre el mármol de mi tumba,
¡ay! ¡Ya no te veré! Pero mi alma
de la alta noche en la solemne calma
como una hermana fiel volverá a ti
y oirás que te murmura dulcemente:

¡Acuérdate de mí!"

Louis Charles Alfred de Musset




“Amar no es obtener, sino renunciar.”

Louis Charles Alfred de Musset


Amigos míos, cuando me muera…

Amigos míos, cuando me muera
plantad un sauce en el cementerio,
amo sus ramas desconsoladas,
su palidez amada es suave
y su sombra será ligera
a la tierra en que dormiré.

Alfred de Musset




“Cuando el corazón es bueno, el dolor es saludable.”

Louis Charles Alfred de Musset


“Desprecia al hombre orgulloso que se avergüence de verter lágrimas.”

Louis Charles Alfred de Musset


“Después de la ociosidad la melancolía es el mejor de los males.”

Louis Charles Alfred de Musset



"Días de trabajo, únicos días en los que he vivido."

Louis Charles Alfred de Musset



"El amor es una especie de perfume."

Louis Charles Alfred de Musset


"El beso es el contacto de dos epidermis y la fusión de dos fantasías."

Louis Charles Alfred de Musset


El hombre es un aprendiz, el dolor es su maestro
y nadie se conoce a sí mismo hasta que ha sufrido.
Así reza está ley tan dura como suprema
que cierne de aciaga fatalidad el vetusto orbe
y a un malhadado precio recibimos el bautismo
de una tristeza que ha de ser comprada.
La mies madurará ante el acuciante rocío;
y para vivir el hombre necesitará del llanto
y su júbilo semejará el embrión de un pétalo roto,
humedecido por la plúmbea lluvia y cubierto de flores.

Alfred de Musset
La noche de octubre



"El cristianismo arruinó emperadores, pero salvó pueblos."

Louis Charles Alfred de Musset



“El hombre es el único que envejece; todo lo demás rejuvenece en torno suyo cada día.”

Louis Charles Alfred de Musset



"El hombre es un aprendiz y el dolor es su maestro; ninguno se conoce a fondo hasta que ha sufrido."

Louis Charles Alfred de Musset



“El mal existe, pero no sin el bien, como la sombra existe, pero no sin la luz.”

Louis Charles Alfred de Musset



"El olvido, ese viejo remedio de la miseria humana."

Louis Charles Alfred de Musset


“El olvido llega al corazón como a los ojos el sueño.”


Louis Charles Alfred de Musset


El poeta

¡Oh Musa! ¿Qué me importa la muerte o la vida?
¡Quiero amar y de amor palidecer!
¡Tan sólo por un beso yo daría
la idea que sienta en mi cerebro arder!

¡Quiero, por mi mejilla enflaquecida
de la pasión las lágrimas sentir!
¡Quiero gozar la inexplicable dicha
de, por amar con frenesí, sufrir!

Quiero contar que herido de un engaño
juró no amar mi corazón jamás…
Y ahora es el juramento que hago
no vivir un instante, sin amar…

Corazón desbordado de amargura,
¡despójate de orgullo y de desdén!
Rasga ya la mortaja que te enluta,
vuelve a la vida y al amor también.

Después de haber sufrido -es el destino-
¡ay! es, preciso sin cesar sufrir;
después de haber amado ¡ay! es preciso,
¡amar… y siempre amar… hasta morir!

Alfred de Musset



"El único idioma universal es el beso."

Louis Charles Alfred de Musset




"Estoy seguro de que en la cabeza de este hombre hay multitud de ideas que me son desconocidas. Todo lo que los hombres se dicen es parecido, pero dentro ¡cuántas cosas bellas tienen! Cada hombre es un mundo ignorado que nace y muere en silencio. ¡Qué soledad la de los cuerpos humanos!"

Louis Charles Alfred de Musset


Impromptu. En respuesta a la pregunta: ¿Qué es la poesía?

Ahuyentar los recuerdos, fijar el pensamiento,
sobre un bello eje de oro mantenerlo oscilante,
inquieto e inseguro, mas sin embargo quedo,
acaso eternizar el sueño de un instante.
Amar lo puro y lo bello y buscar su armonía;
escuchar en el alma el eco del talento;
cantar, reír, llorar, solo, al azar, sin guía;
de un suspiro o una sonrisa, de una voz o mirada,
hacer obra exquisita, pletórica de gracia,
de una lágrima perla: esa es la pasión
del poeta en la tierra, su vida y su ambición.

Louis Charles Alfred de Musset



“La cura de su melancolía está
En las melodías y la belleza.”

Louis Charles Alfred de Musset



"La imaginación abre a veces unas alas grandes como el cielo en una cárcel grande como la mano."

Louis Charles Alfred de Musset



"La mujer que no está enamorada se aburre siempre, en su casa, en los salones y en el teatro."

Louis Charles Alfred de Musset



"La mujer se parece a la sombra propia: si la sigues, huye; si la huyes, sigue."

Louis Charles Alfred de Musset


"La palabra «amor» y la palabra «amante» acudían sin cesar a mi imaginación con un sentido inexplicable. Acabé por hallarme como sola, aislada, perdida en la tierra. Olvidé que tenía padres, amigos. Sentí un vacío espantoso.
Al fin me levanté, mirando con tristeza en derredor.
Me quedé un rato pensativa, con la cabeza melancólicamente desmayada, las manos juntas, los brazos abatidos. Y luego, contemplándome, examinándome, palpándome, me pregunté si todo aquello no tenía un designio, no era para un fin… Instintivamente advertía que me faltaba algo que no sabía yo precisar, pero que buscaba y quería con toda el alma.
Debía de tener aire de extraviada, porque a veces reía insensatamente; se abrían mis brazos, como para estrechar un ser imaginario; llegaba hasta a estrujarle. Me tocaba mis carnes, me acariciaba; necesitaba imprescindiblemente algo tangible, un cuerpo que coger, que apretar. En mi alucinación me abrazaba a mí misma, creyendo juntarme a otro.
A través de las vidrieras se divisaban a lo lejos los árboles y el césped, y sentí el ansia de correr a revolcarme por la tierra o de perderme por el aire entre las hojas. Miraba el cielo y habría querido volar por los espacios, fundirme en el azul, desvanecerme en los celajes, en las nubes, en el horizonte."

Alfred de Musset
Gamiani


“La política es una fina tela de araña en la cual bregan muchas pobres moscas mutiladas.”

Louis Charles Alfred de Musset



"La vida es un ensueño, el amor su sueño. Y habrás vivido si has amado."

Louis Charles Alfred de Musset


"Lo malo del amigo es que nos dice las cosas desagradables a la cara; el enemigo las dice a nuestras espaldas y como no nos enteramos, nada ocurre."

Louis Charles Alfred de Musset


"Lo más ofensivo que pueda lanzarte a la cara tu peor enemigo no se compara con lo que tus amigos más íntimos hablan de ti a tus espaldas."

Louis Charles Alfred de Musset



"Lo realmente importante no es llegar a la cima; sino saber mantenerse en ella."

Louis Charles Alfred de Musset



“Lo único que me queda en el mundo es haber llorado alguna vez.”

Louis Charles Alfred de Musset


"Los epítetos más insultantes que vuestro peor enemigo os lanza a la cara, no son nada comparados con los que vuestros amigos más íntimos os aplican a espaldas vuestras."

Louis Charles Alfred de Musset



“Los grandes artistas no tienen país.”


Louis Charles Alfred de Musset




“Más obliga y más puede un rostro bello que un hombre armado.”

Louis Charles Alfred de Musset


"Mi vaso no es muy grande, pero yo bebo en mi vaso."

Alfred de Musset


"Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama."

Louis Charles Alfred de Musset



"No hay auténtico genio sin paciencia."

Louis Charles Alfred de Musset


“No hay nada tan rápido como un sentimiento de antipatía.”

Louis Charles Alfred de Musset


"Pero la juventud no se resignaba. Es indudable que se dan en el hombre dos potencias ocultas que luchan hasta la muerte. Una de ellas, clarividente y fría, se agarra a la realidad, la calibra, la sopesa y juzga el pasado. La otra está sedienta de porvenir y se lanza hacia lo desconocido. cuando la pasión arrastra al hombre, la razón le sigue llorando y advirtiéndole del peligro; pero, en cuanto aquél se ha detenido ante la voz de la razón, en cuanto se dice: "Es cierto, soy un loco, ¿dónde iba?", la pasión le grita: "¿Y yo, voy entonces a morir?.
(...)
Un sentimiento de inexpresable malestar empezó, pues, a fermentar en todos los jóvenes corazones. Condenados a la inacción por los soberanos del orbe, entregados a patrones de toda especie, a la ociosidad y al tedio, los jóvenes vieron cómo se retiraban sus espumeantes olas contra las cuales habían dispuesto sus brazos. Todos aquellos gladiadores frotados con aceites sentían, en el fondo de su alma, una insoportable miseria. Los más adinerados optaron por el libertinaje. Quienes disfrutaban de una mediocre fortuna, tomaron estado resignándose al traje talar o a la espada. Los más pobres se lanzaron al entusiasmo en frío, a las grandes frases, al horrible mar de la acción sin norte. De este modo los jóvenes hallaban una forma de emplear la fuerza inactiva en la afectación del despecho. Burlarse de la gloria, de la religión, del amor, del mundo entero, constituye un no flaco consuelo para quienes no saben qué hacer. De ese modo se burla uno de sí mismo y, a la vez, se da la razón al espolearse. Aparte de que es dulce creerse desgraciado, cuando no se está sino vacío e irritado."

Alfred de Musset
La confesión de un hijo del siglo


"Pese a la opinión de la criada, no podía por menos de creer que iba a descubrir algún misterio.
«¡Quién sabe! —pensaba—. Acaso espera a alguien. ¡Bonito papel haría yo si llegase a venir un tercero!»
La marquesa abrió el libro al azar, volvió a cerrarlo y pareció reflexionar. Valentín creyó advertir que miraba hacia la alacena. Por la rendija de la puerta seguía todos sus movimientos, cuando tuvo una extraña idea. ¿Habría hablado la criada? ¿Sabría la marquesa que estaba él allí?
Ésa es, diréis vos, una idea disparatada, y sobre todo muy poco verosímil. ¿Cómo suponer que después de su carta, advertida la marquesa de la presencia de Valentín, no lo hubiera hecho poner en la puerta, o no lo hubiera puesto ella misma, por lo menos?
Empiezo por deciros, señora, que yo he hecho la misma reflexión que vos; pero debo añadir, para tranquilidad de mi conciencia, que bajo ningún pretexto he de intentar poner en claro estas cosas. Hay quienes siempre lo creen todo posible y quienes jamás creen posible nada; el deber de un historiador es relatar, dejando que cada cual se divierta en pensar lo que quiera.
Todo cuanto puedo decir es que, evidentemente, la declaración de Valentín había disgustado a madame de Parnes; que probablemente no había vuelto a ocuparse de él; que, según toda apariencia, le creía ausente; que, aun más probablemente, habría comido bien, y que venía a echar la siesta al pabellón; pero es lo cierto que comenzó por extender una pierna sobre el canapé y luego la otra; que reclinó la cabeza en un almohadón, cerrando los ojos dulcemente, y que después de esto me parece difícil no creer que se durmiera.
Sintió deseos Valentín de probar a hacerse pasar por un sueño, como dice Valmont. Empujó la puerta de la alacena, y un chirrido le hizo estremecerse; la marquesa abrió los ojos, se incorporó y miró alrededor. Como supondréis, Valentín no se movió. Y no habiendo vuelto a oír ni a ver nada, madame de Parnes se durmió de nuevo. Valentín avanzó de puntillas, y palpitante el corazón, sin casi respirar, llegó como Roberto el Diablo hasta la adormecida Isabela.
No es corriente reflexionar en tales circunstancias. Jamás madame de Parnes estuvo tan bella; sus entreabiertos labios parecían más rojos; un más vivo color pintaba sus mejillas, y su respiración dulce y pausada movía suavemente su seno alabastrino, cubierto de una blonda sutil. No más bello, del mármol de Carrara, saliera el Ángel de la Noche bajo el cincel de Miguel Ángel. Es bien cierto que, aun ofendida, una mujer tan bella, sorprendida así, debe perdonar el deseo que inspira. Sin embargo, un ligero movimiento de la marquesa detuvo a Valentín. ¿Dormía? A su pesar, esta duda le acobardaba."

Alfred de Musset
Las dos amantes


"Quien quiere a su madre no puede ser malo."

Louis Charles Alfred de Musset


"Se cree en la sangre que corre, y se duda de las lágrimas."


Louis Charles Alfred de Musset



“Se puede amar sin sufrir cuando se ama sin enrojecer.”

Louis Charles Alfred de Musset


“Si no puedes llegar a la generosidad del perdón, refúgiate en el olvido.”


Louis Charles Alfred de Musset


“Sólo lo hermoso es cierto, nada es cierto sin belleza.”

Louis Charles Alfred de Musset


Tristeza

"He perdido mi fuerza y mi vida,
Y mis amigos y mi alegría;
He perdido hasta el orgullo
Que hacía creer en mi genio.
Cuando conocí la Verdad,
Creí que era una amiga;
Cuando la he comprendido y sentido,
Ya estaba asqueado de ella.
Y sin embargo ella es eterna,
Y aquellos que se han despreocupado de ella
En este bajo mundo lo han ignorado todo.
Dios habla, es necesario que se le responda.
El único bien que me queda en el mundo
Es haber llorado algunas veces."


Louis Charles Alfred de Musset



"Un cura joven hace los mejores sermones."

Louis Charles Alfred de Musset



"Un pueblo desgraciado hace los grandes artistas."

Louis Charles Alfred de Musset


"Una lágrima es más elocuente que cualquier palabra. Una lágrima tiene sumo valor: es la hermana de la sonrisa."

Louis Charles Alfred de Musset


“Yo no le hago la guerra a la nostalgia: después del ocio, es el mejor de los males.”

Louis Charles Alfred de Musset