"A menudo el sepulturero encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd." 

Alphonse de Lamartine


“Ahí está la naturaleza que te invita y te ama; arrójate en su seno que te ofrece siempre abierto; cuando todo cambia para ti, la naturaleza sigue siendo la misma; el sol es siempre el mismo al salir cada día para ti.”

Alphonse de Lamartine


"Allí bailan con frecuencia solas o con sus hermanas; una toca la guitarra, otra agita sobre su cabeza una pandereta rodeada de cascabeles de cobre. Esos dos instrumentos, el uno quejumbroso y ligero, el otro monótono y sordo, armonizan maravillosamente para reflejar casi sin arte las dos notas alternativas del corazón del hombre: la tristeza y la alegría. Se los oye durante las noches de verano en casi todas las terrazas de las islas o del campo de Nápoles, incluso en las barcas. Este concierto aéreo, que persigue al oído de lugar en lugar, desde el mar hasta las montañas, se parece al zumbido de un insecto más, que el calor hace nacer y vibrar bajo el bello cielo. ¡Ese pobre insecto es el hombre, que canta algunos días ante Dios su juventud y sus amores y después se calla para toda la eternidad! Nunca he podido escuchar esas notas difundidas por el aire desde lo alto de los astricos sin pararme y sentir que se me oprime el corazón listo para estallar de alegría interior o de una melancolía más fuerte que yo.
Estas eran también las actitudes, las músicas y las voces sobre la terraza de la casa de Andréa. Graziella tocaba la guitarra, y Beppino, haciendo tamborilear sus dedos de niño sobre la pandereta que antaño había servido para dormirlo en su cuna, acompañaba a su hermana. Aunque los instrumentos fuesen alegres y las actitudes joviales, la música era triste y las notas lentas y extrañas pellizcaban profundamente las fibras adorme­cidas del corazón. Así ocurre con la música allí donde no es un vano recreo del oído, sin un gemido armonioso de pasiones que salen del alma a través de la voz. Todos los acentos son suspiros, todas las notas mezclan llantos con el sonido. Jamás se puede golpear un poco fuerte sobre el corazón del hombre sin que de él salgan lágrimas: ¡tan llena de tristeza está, en el fondo, la naturaleza, y de tal modo lo que la conmueve hace subir heces a nuestros labios y nubes a nuestros ojos...!"

Alphonse de Lamartine
Graziella



  
“Con la ceniza de los muertos se construye la patria.” 

Alphonse de Lamartine 




“Corazón aquietado como el alma en silencio; oigo apenas el ruido muy lejano del mundo como un eco remoto que se ahogó en la distancia y que traen los vientos al oído inseguro.”
Alphonse de Lamartine



“Cuando el amor ha sido una comedia, forzosamente el matrimonio tiene que derivar en drama.”

Alphonse de Lamartine



“Cuando la hoja del bosque cae sobre los prados, cuando el viento nocturno la arrebata a los valles, yo quisiera también ser esa hoja caída: ¡Arrastradme como ella, aquilones, borrascas!”

Alphonse de Lamartine



"Demos al mendigo el pan que nos pide, al huérfano un hogar, al preso la libertad."

Alfonso de Lamartine


"Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de sí mismo es una lágrima."

Alphonse de Lamartine



“Dios no es más que una palabra para explicar el mundo.”

Alphonse de Lamartine




“El Destino tiene a menudo cosas caprichosas, nos da casi siempre lo que nunca se nos hubiera ocurrido pedirle.”

Alphonse de Lamartine 



"El hombre es un dios caído que se acuerda de los cielos."

Alphonse de Lamartine


El lago

Así siempre empujados hacia nuevas orillas,
en la noche sin fin que no tiene retorno,
¿no podremos jamás en el mar de los tiempos
echar ancla algún día?

Lago, apenas el año ya concluye su curso
y muy cerca del agua donde yo le di cita,
mira, vengo a sentarme solo sobre esta piedra
donde ayer se sentaba.

Tú bramabas así bajo estas mismas rocas,
te rompías con furia en su herido costado;
así el viento arrojaba tus oleajes de espuma
a sus pies adorados.

Una tarde, ¿te acuerdas?, en silencio bogaba
entre el agua y los cielos a lo lejos se oía
solamente el rumor de los remos golpeando
tu armonioso cristal.

De repente una música que ignoraba la tierra
despertó de la orilla encantada los ecos;
prestó oídos el agua y la voz tan amada
pronunció estas palabras:

«Tiempo, no vueles más. Que las horas propicias
interrumpan su curso.
¡Oh, dejadnos gozar de las breves delicias
de este día tan bello!

Todos los desdichados aquí abajo os imploran:
sed para ellos muy raudas.
Con los días quitadles el mal que les consume;
olvidad al feliz.

Mas en vano yo pido unos instantes más,
ya que el tiempo me huye.
A esta noche repito: "Sé más lenta", y la aurora
ya disipa la noche.

¡Oh, sí, amémonos, pues, y gocemos del tiempo
fugitivo, de prisa!
Para el hombre no hay puerto, no hay orillas del tiempo,
fluye mientras pasamos.»

Tiempo adusto, ¿es posible que estas horas divinas
en que amor nos ofrece sin medida la dicha
de nosotros se alejen con la misma presteza
que los días de llanto?

¿No podremos jamás conservar ni su huella?
¿Para siempre pasados? ¿Por completo perdidos?
Lo que el tiempo nos dio, lo que el tiempo ha borrado,
¿no lo va a devolver?

Alphonse de Lamartine





“El pasado y el porvenir, esas dos mitades de la vida, una de las cuales dice jamás, y la otra siempre.”

Alphonse de Lamartine



“El pensamiento del hombre, sea poeta, orador, naturalista, político, historiador, es siempre el pensamiento del hombre, o sea, la emanación de un ser falible y limitado.”

Alphonse de Lamartine 



“El valor es la primera de las elocuencias, es la elocuencia del carácter.”

Alphonse de Lamartine



"En todos sus sueños más bellos, el hombre no ha sabido jamás inventar nada más bello que la naturaleza."

Alphonse de Lamartine 



“Encerrado en su naturaleza e infinito, en sus necesidades, el hombre no es sino un dios caído que se acuerda del cielo.”

Alphonse de Lamartine



“Hay una mujer al principio de todas las grandes cosas.”

Alphonse de Lamartine



"La abnegación no cambia de valor porque cambie de causa."

Alphonse de Lamartine


"La abundancia ya no existe en nuestra mesa, pero qué importa si el entusiasmo no falta en nuestras fiestas cívicas y tampoco el coraje en los corazones de nuestros soldados?"

Alphonse de Lamartine
Historia de los Girondinos


“La brutalidad contra un animal es crueldad hacia la humanidad, lo único que cambia es la víctima.”

Alphonse de Lamartine



"La causalidad nos da casi siempre lo que nunca se nos hubiera ocurrido pedir."

Alphonse de Lamartine 



"La crítica es la fuerza del imponente."

Alphonse de Lamartine



“La experiencia es el único profeta de los hombres sabios.”

Alphonse de Lamartine




“La flor muere entregando sus perfumes al céfiro; a la vida y al sol, éstos son mis adioses; ahora muero y mi alma cuando expiro se exhala como un triste sonido lleno de melodía.”

Alphonse de Lamartine



"La guerra no es más que un asesinato en masa, y el asesinato no es progreso."

Alphonse de Lamartine



“La mejor poesía escrita es aquella que no se escribe.”

Alphonse de Lamartine




"La nobleza del plebeyo consiste en no avergonzarse del nombre de su padre."

Alphonse de Lamartine



"La vida es un misterio y no un delirio."

Alphonse de Lamartine 



“Las democracias observan más cuidadosamente las manos que las mentes de quiénes las gobiernan.”

Alphonse de Lamartine



"Lo más generoso que hay en el corazón del hombre es la piedad."

Alphonse de Lamartine



“Los poetas y los héroes son de la misma raza, el último hace lo que el primero concibe.”

Alphonse de Lamartine



“No hay peores tiranos que los esclavos, ni hombres más soberbios que los nacidos de la nada.”

Alphonse de Lamartine 



“¿No podremos jamás en el mar de los tiempos echar ancla algún día?”

Alphonse de Lamartine 



“Nuestro crimen es ser hombres y querer conocer.”

Alphonse de Lamartine 



“Olvido, viejo remedio de la miseria humana.”

Alphonse de Lamartine 



“Ríos, montes y bosques, soledades amadas, sólo un ser está ausente y todo es un desierto.”

Alphonse de Lamartine



“Siempre hay una mujer en el origen de las grandes cosas.”

Alphonse de Lamartine 



“Sólo el egoísmo tiene patria. ¡La fraternidad no la tiene!”

Alphonse de Lamartine




"Suprimid a Dios y se habrá hecho la noche en el alma humana."

Alphonse de Lamartine




“Todo nace, todo pasa y todo llega al término desconocido de su destino: la onda arrastrándose en el océano, la hoja fugitiva a merced del viento, la aurora perdiéndose en la noche y el hombre en la muerte.”

Alphonse de Lamartine 


Tristeza

"Devuélvame, decía, a la afortunada orilla
donde Nápoles reflexiona en un mar de azul
sus palacios, sus laderas, sus astros sin nube,
donde el naranjo florece bajo un cielo siempre puro.
¿ Que tarda? ¡ Vayámonos! Todavía quiero ver de nuevo
Vesubio encendido saliente del pecho de las aguas;
quiero de sus alturas ver levantarse la aurora;
Quiero, guiando del que adoro,
volver a bajar, soñando, de estas risueñas laderas;
Soy en los rodeos de este golfo tranquilo;
regresemos sobre estos bordes a nuestros pasos tan conocidos,
a los jardines de Cintia, a la tumba de Virgilio,
cerca de los pedazos dispersos del templo de Venus:
Allí, bajo los naranjos, bajo la vid florida,
cuyo pámpano flexible en el myrte se casa,
y trenza en tu cabeza una bóveda de flores,
al ruido dulce de la ola o del viento que murmura,
sólo con nuestro amor, sólo con la naturaleza,
la vida y la luz tendrán más dulzuras.

De mis días pasados la antorcha se consume,
se apaga por grados al soplo de la desgracia,
O, si lanza a veces una luz débil,
es cuando tu memoria en mi pecho lo vuelve a encender;
no sé si los dioses me permitirán por fin
terminar aquí abajo mi día penoso.
Mi horizonte se limita, y mi ojo incierto
atrévete a extenderlo apenas más allá de un año.
Pero si hay que perecer por la mañana,
si hace falta, sobre una tierra a la felicidad destinada,
dejar escapar de mi mano
esta copa que el destino
parecía tener para mí de rosas coronada,
les pido a los dioses sólo guiar mis pasos
hasta los bordes que embellece tu memoria querida,
de saludar de lejos estos afortunados climas,
y de morir a los lugares donde probé la vida."

Alphonse de Lamartine 





"Un pueblo sin alma es solamente una multitud."

Alphonse de Lamartine 



“Un solo ser nos falta y todo está despoblado.”

Alphonse de Lamartine




“Una conciencia sin Dios es como una corte sin juez.”

Alphonse de Lamartine



“…yo quisiera también ser esa hoja caída:
¡Arrastradme como ella, aquilones, borrascas!”

Alphonse de Lamartine





“Yo soy de la opinión de los que son perseguidos.”

Alphonse de Lamartine