“¡A quien no se salva por sí sólo, nadie lo puede salvar!”

Cesare Pavese


“A un padre siempre hay que ayudarlo. Hace falta enseñarle que la vida es difícil. Si después, como es justo, llegas donde él quería, debes convencerlo de que estaba equivocado y que lo hiciste por su bien.”

Cesare Pavese


"A veces una mujer encuentra los restos de un barco hecho pedazos y decide hacer con ellos un hombre sano. En ocasiones lo consigue. Otras veces una mujer conoce a un hombre sano y decide hacerlo pedazos. Siempre lo consigue."


Cesare Pavese


“Amor es deseo de conocimiento.”

Cesare Pavese



“Busca en el hombre pobre las virtudes del rico (exquisitez, sentimientos delicados, sociabilidad, etc.) y en el rico las virtudes del pobre (seriedad, pragmatismo sencillo, bondad laboriosa, etc.).”

Cesare Pavese



“Cada cual tiene la filosofía de sus propias actitudes.”

Cesare Pavese


Celos

1
Uno se sienta de frente y se vacían los primeros vasos
lentamente, contemplando fijamente al rival con adversa mirada.
Después se espera el borboteo del vino. Se mira al vacío,
Bromeando. Si tiemblan todavía los músculos,
también le tiemblan al rival. Hay que esforzarse
para no beber de un trago y embriagarse de golpe.

Allende el bosque, se oye el bailable y se ven faroles
bamboleantes -sólo han quedado mujeres
en el entarimado. El bofetón asestado a la rubia
congregó a todo el mundo para regodearse con el lance.
Los rivales notaban en la boca un gusto de rabia
y de sangre; ahora notan el gusto del vino.
Para liarse a golpes, es preciso estar solos,
como para hacer el amor, pero siempre está la noche.

En el entarimado, los faroles de papel y las mujeres
no están quietos con el aire fresco. La rubia, nerviosa,
se sienta e intenta reír, pero se imagina un prado
en que los dos contienden y se desangran.
Les ha oído vocear más allá de la vegetación.
Melancólica, sobre el entarimado, una pareja de mujeres
pasea en círculo; alguna que otra rodea a la rubia
y se informan acerca de si en verdad le duele la cara.

Para liarse a golpes es preciso estar solos.
Entre los compañeros siempre hay alguno que charla
y es objeto de bromas. La porfía del vino
ni siquiera es un desahogo: uno nota la rabia
borboteando en el eructo y quemando el gaznate.
El rival, más sosegado, ase el vaso
y lo apura sin interrupción. Ha trasegado un litro
y acomete el segundo. El calor de la sangre,
al igual que una estufa, seca pronto los vasos.
Los compañeros en derredor tienen rostros lívidos
y oscilantes, las voces apenas se oyen.
Se busca el vaso y no está. Por esta noche
-incluso venciendo- la rubia regresa sola a casa.

2
El viejo tiene la tierra durante el día y, de noche,
tiene una mujer que es suya -que hasta ayer fue suya.
Le gustaba desnudarla, como quien abre la tierra,
y mirarla largo tiempo, boca arriba en la sombra,
esperando. La mujer sonreía con sus ojos cerrados.

Se ha sentado el viejo esta noche al borde
de su campo desnudo, pero no escruta la mancha
del seto lejano, no extiende su mano
para arrancar la hierba. Contempla entre los surcos
un pensamiento candente. La tierra revela
si alguien ha colocado sus manos sobre ella y la ha violado:
lo revela incluso en la oscuridad. Más no hay mujer viviente
que conserve el vestigio del abrazo del hombre.

El viejo ha advertido que la mujer sonríe
únicamente con los ojos cerrados, esperando supina,
y comprende de pronto que sobre su joven cuerpo
pasa, en sueños, el abrazo de otro recuerdo.
El viejo ya no contempla el campo en la sombra.
Se ha arrodillado, estrechando la tierra
como si fuese una mujer que supiera hablar.
Pero la mujer, tendida en la sombra, no habla.

Allí donde está tendida, con los ojos cerrados, la mujer no habla
ni sonríe, esta noche, desde la boca torcida
al hombro lívido. Revela en su cuerpo,
finalmente, el abrazo de un hombre: el único
que podría dejarle huella y que le ha borrado la sonrisa.

Cesare Pavese


"Ciertas acciones triviales o indiferentes que me producirían un malestar absoluto —hacer la cama cuando me quedo en casa por la mañana, gastar mucho para obsequiar a alguien que se lo espera, lavarme con mucho jabón, etcétera—, me producen un horror instintivo, y para cometerlas —cuando pienso en ellas— tengo que hacer un gran esfuerzo. Ésta es la huella de una educación infligida con dureza a una índole de por sí sensibilísima y tímida. Es el resto de los terrores de tanta infancia mía. ¡Y pensar que los míos no eran malos ni extremados! Pero, entonces, ¿Cómo han debido evolucionar los verdaderamente maltratados?
Para mí es extraño, y siempre un asombro, el darme cuenta de pronto de que puedo hacer ciertas cosas tranquilamente, que nadie me lo prohíbe o deduces que no está prohibido disfrutar lo que se hace en vez de hacerlo secamente. He aquí explicada mi capacidad poética: encontrándose en un estado de endurecimiento, sentir la voluptuosidad de fundirse, de ablandarse —voluptuosidad que durará mucho tiempo, hasta que haya volatilizado todo ese escollo de mi infancia.
[...]
La mejor defensa contra un amor es repetirse, hasta el bourrage que esta pasión es una tontería, que no vale la pena, etcétera. Pero la tendencia de un amor es precisamente hacernos creer que se trata de un gran acontecimiento, y su belleza consiste precisamente en la ininterrumpida conciencia de que algo extraordinario, inaudito, nos está sucediendo."

Cesare Pavese
El oficio de vivir




“Con amor o con odio, pero siempre con violencia.”

Cesare Pavese


Creación

Estoy vivo y he sorprendido las estrellas en el alba.
Mi compañera continúa durmiendo y lo ignora.
Mis compañeros duermen todos. La clara jornada
se me revela más limpia que los rostros aletargados.

A distancia, pasa un viejo, camino del trabajo
o a gozar la mañana. No somos distintos,
idéntica claridad respiramos los dos
y fumamos tranquilos para engañar el hambre.
También el cuerpo del viejo debería ser sano
y vibrante -ante la mañana, debería estar desnudo.

Esta mañana la vida se desliza por el agua
y el sol: alrededor está el fulgor del agua
siempre joven; los cuerpos de todos quedarán al
descubierto.
Estarán el sol radiante y la rudeza del mar abierto
y la tosca fatiga que debilita bajo el sol,
y la inmovilidad. Estará la compañera
-un secreto de cuerpos. Cada cual hará sentir su
voz.
No hay voz que quiebre el silencio del agua
bajo el alba. Y ni siquiera nada que se estremezca
bajo el cielo. Sólo una tibieza que diluye las estrellas.
Estremece sentir la mañana que vibre,
virgen, como si nadie estuviese despierto.

Cesare Pavese


"Cuando somos jóvenes lamentamos no tener una mujer, cuando nos hacemos mayores lamentamos no tener a la mujer."

Cesare Pavese


“… Dónde tú estás, luz, está la mañana.
Eras la vida y las cosas…”


Cesare Pavese



“El amor es la religión a mejor precio.”

Cesare Pavese



“El amor tiene la virtud de desnudar no a los dos amantes uno frente al otro, sino a cada uno delante de sí.”

Cesare Pavese



"El arte de vivir es el arte de aprender a creer en las mentiras."

Cesare Pavese



“El dolor es una cosa bestial y feroz, trivial y gratuita, natural como el aire.”

Cesare Pavese


“El futuro vendrá de un largo dolor y un largo silencio.”

Cesare Pavese



"El medio de no cambiar es no pensar."

Cesare Pavese


“… El recuerdo será la llama
que todavía ayer mordía en los ojos apagados.”


Cesare Pavese




“En general está por norma dispuesto a sacrificarse quien de otro modo no sabe darle un sentido a su vida.”

Cesare Pavese



“En la inquietud y en el esfuerzo de escribir, lo que sostiene es la certeza de que en la página queda algo de no dicho.”

Cesare Pavese


“… En la luz inmóvil del día lejano
se ha quebrado el recuerdo…”


Cesare Pavese



Encuentro

Estas duras colinas que han hecho mi cuerpo
y lo mueven a tantos recuerdos, me han abierto al prodigio
de ella, que no sabe que la vivo y no logro entenderla.

La encontré, una noche: una mancha más clara
bajo las estrellas ambiguas, entre la niebla del verano.
Estaba alrededor la percepción de estas colinas
más profunda de la sombra, y de repente sonó
como salida de esas colinas, una voz más clara
y áspera a la vez, una voz de tiempos perdidos.

A veces la veo, y me vive delante
definida, inmutable, como un recuerdo.
Nunca he podido aferrarla: su realidad
cada vez se me escapa y me lleva lejos.
Si es hermosa, no lo sé. Entre las mujeres es tan joven:
me sorprende, al pensarla, un recuerdo remoto
de la infancia vivida entre estas colinas,
tan joven es. Es como la mañana. Me muestra en los ojos
todos los cielos lejanos de aquellas mañanas remotas.
Y tiene en los ojos un propósito firme: la luz más clara
que jamás haya tenido el alba sobre estas colinas.

La he creado desde el fondo de todas las cosas
que me son más queridas, y no logro entenderla.

Cesare Pavese


"Era junio, y pensar en quienes estaban en la cárcel daba pena. ¿Por qué ellos y no nosotros? No sé por qué, me había convencido de que les pegaban por la noche. Podía irme por todas aquellas calles, pasar la noche con Gina, regresar a casa de madrugada, no conseguía quitarme de la cabeza a aquellos otros en prisión. Cuanto más fresco hacía y más gente alegre había por la calle —a lo largo del Tíber, en los jardines, delante de los cafés— tanto más sufría. Cuando daba una vuelta en bicicleta por la tarde me iba a las afueras, buscaba los barrios más alejados y tranquilos; no podía resistir en los cruces del centro donde hacía calor y había mucho ruido de automóviles y gente, y el asfalto estaba brillante y apestaba. La plaza Venecia estaba cerca, y sentía aquella peste y aquella voz. Se sentía mirando los edificios y los periódicos. La llevaban encima los transeúntes. Doblaba la esquina y aquellas callejas del centro eran letrinas. ¿Desde hacía cuánto tiempo meaban allí los romanos? Había pasado por la Lungara para ver la cárcel. Y también allí aquel olor que se cocía al sol.
Busqué a Giulianella en la trattoria pero no estaba. No sabía dónde vivía, ni quería saberlo. Encontré a Fabrizio que me dijo que era mejor esperar. Giulianella iba a la cárcel a llevar cosas, y seguro que la seguían. Era mejor no dejarse ver.
Todo esto quitaba las ganas de reír. No quedaba nadie. Salvo Gina y la Marina. Dejé de salir en bicicleta y permanecía en la tienda. Y, después de todo, la vieja Marina no fastidiaba. Ella atendía a las dos hijas de Dorina, con la abuela. También Gina había entendido que yo estaba hecho a mi manera, y dejaba que fuera y viniera y ella se ocupaba del negocio. No cambió nada en mis cuentas a porcentaje. Lo había intentado al día siguiente, me quería mantener. Pero lo hizo con tanta cortedad que me reí por una vez."

Cesare Pavese
El camarada



“Era un juego liviano pensar que un día
la caricia del alba emergería de nuevo…”


Cesare Pavese





“Eres como una tierra
que nadie ha pronunciado,
Tú no esperas nada
salvo la palabra…”


Cesare Pavese




“… Eres la gran fatiga
y la noche que sacia…”


Cesare Pavese






“Es fácil ser buenos cuando no estamos enamorados.”

Cesare Pavese



“Es hermoso escribir porque reúne las dos alegrías: hablar uno solo y hablarle a la multitud.”

Cesare Pavese



“Es pecado lo que inflige remordimiento.”

Cesare Pavese



“Es preciso observar bien esto: en nuestros tiempos el suicidio es un modo de desaparecer, se comete tímidamente, silenciosamente, chatamente. No es ya un hacer, es un padecer.”

Cesare Pavese



“Escribir poesía es como hacer el amor: nunca se sabrá si la propia alegría es compartida.”

Cesare Pavese


“Esta lluvia que cae en plazas y calles,
en el cuartel y en la colina, es un derroche absoluto…”


Cesare Pavese





“Hasta sacrificarse o renunciar es un problema de astucia.”

Cesare Pavese


"Hay algo más triste que envejecer, y es seguir siendo niño."

Cesare Pavese


“Hay una cosa más triste que fallar en los propios ideales: haberlos realizado.”

Cesare Pavese


“He aquí la prueba de que todo en ti es orgullo. Ahora que has reconquistado el permiso de telefonearle y escribirle, no sólo no lo haces, sino que siquiera sientes la necesidad ardiente de hacerlo.”

Cesare Pavese



“La dificultad de cometer suicidio está en esto: es un acto de ambición que se puede cometer sólo cuando se haya superado toda ambición.”

Cesare Pavese



“¡La fuerza de la indiferencia! Es la que permitió a las piedras perdurar inmutables durante millones de años.”

Cesare Pavese



“La he creado del fondo de todas las cosas que me son más queridas, y no llego a entenderla.”

Cesare Pavese


“La lección es siempre una sola: lanzarse de cabeza y saber aguantar el castigo. Es mejor sufrir por haberse atrevido a obrar en serio, que no haberse atrevido.”

Cesare Pavese


"La mucha luz como la mucha sombra: no deja ver."

Cesare Pavese


“La ofensa más atroz que se puede inferir al hombre es negarle que sufra.”

Cesare Pavese


"La riqueza de la vida permanece en los recuerdos que no hemos olvidado."

Cesare Pavese


"La tarea es justificarnos; y justificarnos es celebrar un rito siempre."

Cesare Pavese


“… La tierra revela
si alguien ha colocado sus manos sobre ella y la ha violado:
lo revela incluso en la oscuridad. Mas no hay mujer viviente
que conserve el vestigio del abrazo del hombre…”


Cesare Pavese





“La única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante. Cuando falta esa sensación uno quisiera morir.”

Cesare Pavese


"La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento."

Cesare Pavese


“Las cosas se descubren a través de los recuerdos que de ellas se tienen. Recordar una cosa significa verla por primera vez.”

Cesare Pavese



“Las generaciones no envejecen. Todo joven de cualquier época y civilización tiene las mismas posibilidades de siempre.”

Cesare Pavese


“Los hombres que tienen una tormentosa vida interior y que no buscan desahogo en sus palabras o en sus escritos, son simplemente hombres que no tienen una tormentosa vida interior.”

Cesare Pavese



“Los problemas que agitan a una generación se extinguen para la generación sucesiva no porque hayan sido resueltos sino porque el interés general los deroga.”

Cesare Pavese


“Los suicidas son homicidas tímidos.”

Cesare Pavese


“Los viajes son una brutalidad. Le obligan a uno a confiar en extraños y a perder de vista toda la comodidad familiar de la casa y de los amigos. Se está en continuo desequilibrio. Nada le pertenece a uno salvo las cosas esenciales: el aire, el descanso, los sueños, el mar, el cielo y todo tiende hacia lo eterno o a lo que imaginamos de la eternidad.”

Cesare Pavese


"Llegar hasta el confín resulta sencillo, pero volver de allí es totalmente atroz."

Cesare Pavese



Mañana

La ventana entornada recuadra un rostro
sobre el campo del mar. Los lindos cabellos
acompañan el tierno ritmo del mar.

No hay recuerdos en este rostro.
Sólo una sombra huidiza, como de nubes.
La sombra es húmeda y dulce como la arena
de una intacta caverna, bajo el crepúsculo.
No hay recuerdos. Sólo un susurro
que es la voz del mar convertida en recuerdo.

En el crepúsculo, el agua mullida del alba,
que se impregna de luz, alumbra el rostro.
Cada día es un milagro intemporal,
bajo el sol: lo impregnan una luz salobre
y un sabor a vívido marisco.

No existe recuerdo en este rostro.
No hay palabra que lo contenga
o vincule con cosas pasadas. Ayer,
se desvaneció de la angosta ventana,
tal como se desvanecerá dentro de poco, sin tristeza
ni humanas palabras, sobre el campo del mar.

Cesare Pavese



"Nadie nos dijo que veníamos a gozar de esta vida."

Cesare Pavese


“Ninguna mujer contrae matrimonio por interés: todas tienen la astucia, antes de casarse con un millonario, de enamorarse de él.”

Cesare Pavese



“Niños o Adultos nacemos, no nos hacemos. Y ahora consuélate.”

Cesare Pavese


“No hay venganza más bella que aquella que infringen los otros a tu enemigo. Tiene hasta la virtud de dejarte la parte del generoso.”

Cesare Pavese


"No recordamos días, recordamos momentos."

Cesare Pavese


“No se desea poseer a una mujer, se desea poseerla nosotros solos.”

Cesare Pavese


“No tenemos más que esta virtud: comenzar
cada día la vida -ante la tierra,
bajo un cielo que calla-, esperando un despertar…”


Cesare Pavese




Nocturno

La colina es nocturna, en el cielo claro.
Donde se encuadra tu cabeza, que apenas mueve
y acompaña aquel cielo. Eres como una nube
vista entre las ramas. Te ríe en los ojos
la extrañeza de un cielo que no es el tuyo.

La colina de tierra y de hojas cierra
con la masa negra tu vivo mirar,
tu boca tiene el pliegue de una dulce cueva
entre las costas lejanas. Pareces jugar
a la colina grande y a la claridad del cielo:
para gustarme repites el fondo antiguo
y lo vuelves más puro.

Sin embargo, vives en otro lugar.
Tu tierna sangre se ha hecho en otro lugar.
Las palabras que dices no se corresponden
con la tristeza nuda de este cielo.
Tú no eres más que una nube dulcísima, blanca
enredada una noche entre las ramas antiguas.

Cesare Pavese


“Oh, amada esperanza, aquel día sabremos, también, que eres la vida y eres la nada.”

Cesare Pavese


“Pero la grande, la tremenda verdad es ésta: sufrir no sirve de nada.”

Cesare Pavese


"¿Qué es la vida eterna si no aceptar el instante que viene y el instante que se va?"

Cesare Pavese


“Quien toma partido por el choque
ha catado la muerte
y la lleva en la sangre…”


Cesare Pavese





“Quien tiene una pasión dominante, odia en función de ella al género humano, porque todos le parecen, con relación a su pasión, rivales o, al menos, resistencias.”

Cesare Pavese


“Sabemos utilizar la estrategia amorosa sólo cuando no estamos enamorados.”

Cesare Pavese



“Serás amado el día en que podrás mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esto para afirmar su fuerza.”

Cesare Pavese



“Si el sexo no fuese la cosa más importante de la vida, el Génesis no empezaría por ahí.”

Cesare Pavese



“Si es cierto que nos acostumbramos al dolor, ¿cómo es que con el paso de los años sufrimos cada vez más?”

Cesare Pavese

Sueño

¿Aún ríe tu cuerpo con la intensa caricia
de la mano o del aire y en ocasiones reencuentra
en el aire otros cuerpos? Muchos de ellos retornan
con un temblor de la sangre, con una nada. También
el cuerpo
que se tendió a tu flanco te busca en esta nada.

Era un juego liviano pensar que un día
la caricia del alba emergería de nuevo
cual inesperado recuerdo en la nada. Tu cuerpo
despertaría una mañana, enamorado
de su propia tibieza, bajo el alba desierta.
Un intenso recuerdo te atravesaría
y una intensa sonrisa. ¿No regresa aquel alba?

Aquella fresca caricia se habría apretado a tu cuerpo
en el aire, en la íntima sangre,
y habrías sabido que el tibio instante
respondía en el alba a un temblor distinto,
un temblor de la nada. Lo habrías sabido
igual que, un día lejano, supiste que un cuerpo
se tendía a tu lado.
Dormías con ligereza
bajo un aire risueño de efímeros cuerpos,
enamorada de una nada. Y la intensa sonrisa
te atravesó abriéndote los ojos asombrados.
¿Nunca más regresó, de la nada, aquel alba?

Cesare Pavese


“¿Te asombras de que otros pasen junto a ti y no sepan, cuando tú pasas junto a tantos y no sabes, no te interesa, cuál es su pena, su cáncer secreto?”

Cesare Pavese



“Tienen sentido del humor quienes tienen sentido práctico.”

Cesare Pavese



Tienes rostro de piedra esculpida

"Tienes rostro de piedra esculpida,
sangre de tierra dura,
viniste del mar.
Todo lo acoges y escudriñas
y rechazas
como el mar. En el corazón
tienes silencio, tienes palabras
engullidas. Eres oscura.
para ti el alba es silencio.

Y eres como las voces
de la tierra  —el choque
del cubo en el pozo,
la canción del fuego,
la caída de una manzana;
las palabras resignadas
y tenebrosas sobre los umbrales,
el grito del niño—  las cosas
que nunca pasan.
Tú no cambias. Eres oscura.

Eres la bodega cerrada
con la tierra removida,
donde el niño entró
una vez, descalzo,
y que siempre recuerda.
Eres la habitación oscura
en la que se vuelve a pensar siempre,
como en el patio antiguo
donde nacía el alba."


Cesare Pavese





“Todo lujo hay que pagárselo. Todo es lujo; empezando por estar en el mundo.”

Cesare Pavese



“Todo poeta se ha angustiado, se ha asombrado y ha gozado.”

Cesare Pavese



"Todo suicidio es un homicidio tímido."

Cesare Pavese



“Todos los "afectos más sagrados" no son más que una perezosa costumbre.”

Cesare Pavese


"Todos los pecados tienen su origen en el complejo de inferioridad, que otras veces se llama ambición".

Cesare Pavese


Trabajar cansa
(fragmento)

Estas colinas duras que han formado mi cuerpo
y lo sacuden con tantos recuerdos, me han abierto el prodigio
de aquella que no sabe que la vivo y no llego a entenderla.

Me la encontré una noche: una mancha más clara
bajo las inciertas estrellas, en la oscuridad del verano.
Percibíase en torno la fragancia de estas colinas
más profunda que la sombra y de repente sonó
como si saliera de estas colinas, una voz más limpia
y áspera, a la vez, una voz de tiempos perdidos.

Alguna vez la veo, y se pone ante mí
definida, inmutable, como un recuerdo.
Nunca he podido asirla: su realidad
cada vez se me escapa y me lleva más lejos.
Si es bella, no lo sé. Es joven entre las otras:
me sorprende, al imaginarla, un lejano recuerdo
de mi infancia vivida entre estas colinas,
tan joven es. Semeja la mañana. Me muestra en los ojos
todos los cielos lejanos de aquellas mañanas remotas.
Y tiene en los ojos un firme propósito: la luz más limpia
que jamás tuvo el alba sobre estas colinas.

La he creado del fondo de todas las cosas
que me son más queridas, y no llego a entenderla. 

Cesare Pavese



"Tú eres como un tierra
que ninguno nunca ha dicho."

Cesare Pavese


“Uno no se mata por el amor de una mujer. Uno se mata porque un amor, cualquier amor, nos revela nuestra desnudez, nuestra miseria, nuestro desamparo, la nada.”

Cesare Pavese




"¿Vale la pena estar solo, para estar siempre más solo?"

Cesare Pavese
Trabajar cansa



“Veamos si incluso de esto se puede sacar una lección de técnica.”

Cesare Pavese


Vendrá la muerte y tendrá tus ojos…


"Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
-esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo-. Tus ojos
serán una vana palabra,
un grito acallado, un silencio.

Así los ves cada mañana
cuando sola sobre ti misma te inclinas
en el espejo. Oh querida esperanza,
también ese día sabremos nosotros
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como abandonar un vicio,
como contemplar en el espejo
el resurgir de un rostro muerto,
como escuchar unos labios cerrados.

Mudos, descenderemos en el remolino."

Cesare Pavese


"Vio a Guido por última vez la noche antes de que él se marchara al pueblo y se dio cuenta de que hacer el amor era como una muerte y se sintió tan atontada que cuando Guido apartó la cortina para mirarla, ella se cubrió la cara con las manos. Cuando llegó Rodrigues dejó que hablaran ellos dos y comprendió qué significaba no estar casados, y no poder estar juntos noche y día. Bajó la escalera aturdida y estaba convencida de que ella no era ella, de que todo el mundo se daba cuenta. “Por eso está prohibido hacer el amor -pensaba-, por eso.” Se preguntaba si Amelia y Rosa habían pasado por lo mismo. Veía su imagen al pasar por delante de los escaparates, caminaba como borracha y le parecía que aquella imagen reflejada en los cristales no era la suya, sino la sombra de otra. Se decía que ahora sabía por qué las actrices tienen siempre aquellos ojos tan extraviados, pero no debía ser eso lo que las dejaba encintas, porque las actrices no tienen nunca niños."

Cesare Pavese
El bello verano


“…volverá a casa, atolondrado y derrengado,
pero saboreará por lo menos en el cuerpo saciado
la dulzura del sueño sobre el lecho desierto…”


Cesare Pavese




“… Volverás a encontrar las nubes
y el cañizal, y las voces
como una sombra de luna…”


Cesare Pavese