“Afectos y bellezas he perdido que serán intensos recuerdos cuando la edad ciegue mis ojos.”

Samuel Taylor Coleridge


Baladas líricas

"Y el viento que llegaba rugía con más ruido,

las velas suspiraban como un campo de espigas,
y de una sola nube negra caía lluvia.
La Luna era tan sólo un leve filo.

La densa nube negra se partió, y todavía

la Luna estaba al lado:
como aguas disparadas desde lo alto de un risco,
sin abrir desgarrón, descendió el rayo,
un río ancho y abrupto.

Ese ruidoso viento nunca llegó hasta el barco,

¡y sin embargo, ahora el barco iba adelante!
Bajo el rayo y la Luna
los muertos emitieron un gemido.

Gimieron, se movieron, se incorporaron todos,

sin hablar ni mover
los ojos: era extraño incluso en sueños,
haber visto esos muertos levantarse.

El timonel guió el barco en movimiento,

pero no sopló brisa;
los marineros fueron a las jarcias de nuevo,
como era su costumbre,
levantaron sus miembros como útiles sin vida:
como tripulación espectral allí estábamos.

El cadáver del hijo de mi hermano,

con sus rodillas junto a las mías, se irguió;
el cadáver y yo tirábamos del mismo
cable, pero sin que él dijera nada.

«¡Te tengo miedo, anciano Marinero!»

¡Puedes estar tranquilo, Invitado a la Boda!
No era que aquellas almas, que con dolor huyeron,
volvieran a sus cuerpos,
sino un tropel de espíritus benditos.

Pues cuando amaneció, con los brazos caídos,

alrededor del mástil se agolparon:
lentamente salieron de sus bocas sonidos
dulces y de sus cuerpos se marcharon."
Samuel Taylor Coleridge
(sobre holandés errante)

"Como aquél que en un sendero solitario

camina temeroso y espantado
y habiéndose girado una vez
continúa, y no vuelve a girar su cabeza
porque sabe que un terrible diablo
anda pisándole los talones."

Samuel Taylor Coleridge


“Con mástiles torcidos y proa sumergida, como el perseguido a gritos y a golpes aun pisa la sombra de su enemigo y hacia adelante dobla su cabeza, el barco iba rápido, fuerte rugía el estrépito y hacia el ojo del sur escapábamos.”

Samuel Taylor Coleridge




"Considero la imaginación primaria como el poder vivo y el principal agente de toda percepción humana, y como repetición en la mente finita del acto eterno de la creación en el infinito YO SOY."

Samuel Taylor Coleridge




"Desde entonces, y a una hora incierta,
esta agonía regresa
y hasta que no cuente mi cuento fantasmal
arderá este corazón que hay dentro de mí".

Samuel Taylor Coleridge
La rima del marinero antiguo



El arpa eólica

¡Mi Sara pensativa! Reclinada
tu cabeza en mi brazo, es dulce estar
junto a nuestra cabaña recubierta
de jazmín y de mirto (los emblemas
de la inocencia y del amor reunidos)
y ver los montes rebosar la luz
de la tarde, reunirse lentamente
y mostrar el lucero refulgente
como la sabiduría. ¡Qué hermoso
el aroma del campo y qué callado
el mundo! El murmullo del mar lejano
nos habla del silencio.

Y esa humilde
arpa -óyela- en su lejano estuche,
acariciada por la simple brisa
cual tímida doncella ante el amante
es tan dulce reproche que me invita
a repetir la falta. Ya sus cuerdas,
suavemente tañidas, nos ofrecen
oleadas de notas que recuerdan
el embrujo sonoro que los elfos
pronuncian por la tarde, cuando viajan
con la brisa que llega de las hadas,
donde la música ronda las flores
salvajes como aves del paraíso
¡flotando en su ala indómita, sin pausa!
¡La vida dentro y fuera de nosotros,
que anima el movimiento y es su alma,
luz en sonido, sonido en la luz,
ritmo en el pensamiento y alegría
en todo! Cómo no amarlo todo
en un mundo tan pleno, donde canta
la brisa y el aire aquietado es música
dormida en ese tácito instrumento.

Así, mi amor, mientras al mediodía
paseo por las próximas colinas
con ojos entornados y contemplo
la danza de la luz como diamantes,
medito sosegado en el sosiego;
cruzan por mi cerebro, así indolente,
pensamientos que él mismo no convoca
y revuelos de ociosas fantasías
diversas y salvajes cual tormentas
que crecen y se agitan sobre el arpa.
Y ¿no serán los seres animados
arpas dispuestas de diverso modo
que se hacen pensamiento cuando sopla,
viva y vasta, una brisa intelectual,
de cada una el alma, Dios de todas?
Pero tus ojos serios me suponen
un sereno reproche, amada, y esos
borrosos pensamientos no rechazas
y me haces caminar en humildad
con Dios. ¡Hija del Cristo y de su estirpe!
Con sagrada razón has despreciado
conceptos de una mente aún corrupta,
pompas que brillan, se levantan, rompen
con el rumor de una filosofía
vana, ¡pues nunca podré hablar sin culpa
de Él, Incomprensible! Salvo cuando
con temor y con fe interior alabo
a aquel cuya piedad es salvación
para mí, miserable, pecador
e insensato. ¡Aquel que me dio paz
y a ti y esta cabaña, amada mía!

Samuel Taylor Coleridge



"El cielo profundo es, de entre todas las impresiones visuales, la que más se asemeja a un sentimiento."

Samuel Taylor Coleridge



“El matrimonio más feliz que yo podría imaginar sería el de un sordo con una ciega.”

Samuel Taylor Coleridge


El recuerdo

… El heno removido y los primeros frutos,
el heno removido y las mieses de un campo
dicen: se fue el estío. La digital, muy alta,
esparce campanillas de púrpura en el viento,
o cuando se remonta, rozándola, una alondra
o se posa un pinzón en su tallo. El rosal
(en vano predilecto de amores complacidos)
yérguese al modo de una belleza de otros tiempos,
con las espinas, pero se fueron ya las rosas.
Ni logro hallar, en mi paseo solitario,
junto a fuentes o arroyos o en húmedo camino,
la flor azul que brilla, mirando, en la ribera
y es gema de esperanza: el dulce nomeolvides.
Mas no han de marchitarse las flores que Emelina,
con dedos delicados, en la nevada seda
trazó (bien sabe ella que son mis predilectas),
ni, más querido aún, su cabello de ámbar.

Samuel Taylor Coleridge


"El sensual y el rebelde sin razón alguna
esclavos son de su propia voluntad. En loco juego
rompen sus grilletes, y llevan el nombre
libertad grabado en una cadena más pesada."

Samuel Taylor Coleridge


“El único y verdadero espíritu de tolerancia consiste en tolerar conscientemente la mutua intolerancia.”

Samuel Taylor Coleridge



"En cada fisonomía humana hay una historia y una profecía."

Samuel Taylor Coleridge


“En la naturaleza no hay nada melancólico.”

Samuel Taylor Coleridge


"Es la alegría lo que convierte una percepción en sentimiento, y esto es lo que se pierde con la pérdida del poder modelador de la imaginación."

Samuel Taylor Coleridge



“Grandeza y bondad no son medios sino fines.”

Samuel Taylor Coleridge



Hay una mente, una mente omnipresente...

"Hay una mente, una mente omnipresente

y omnífica. Su nombre sagrado es el Amor.
¡Oh verdad de sublime grandeza! Quien se nutre
sacia con ella su alma constante, escapa
con una bendición de este ínfimo mundo.

Es lo más alto del hombre,

nuestra meridiana majestad, sabernos
partes de una maravillosa totalidad.
Esto hermana al hombre y asienta
su caridad y su conducta. Pero es Dios,
difundiéndose en todo, quien hace todo una unidad.
Y ésta es la peor superstición: desear algo
que no sea Él mismo, suprema realidad (...)"

Samuel Taylor Coleridge

Versión de Gabriel Insuasti


“He aquí un buen criterio para medir al genio: observad si progresa o sólo da vueltas sobre sí mismo.”

Samuel Taylor Coleridge


Helada a medianoche

La helada cumple su secreto oficio
sin ayuda del viento. Un búho deja
su chillido en la noche -escucha- inmensa.
Todos descansan ya y me entrego a esa
soledad que propicia el desvarío.
Tan sólo queda junto a mí, en su cuna,
el reposado sueño de mi hijo.
¡Es tan tranquilo! Tanto que perturba
el pensamiento con su extremo y raro
silencio. ¡Mar, colina y arboleda,
junto a este pueblo! ¡Mar, colina y bosque
con los hechos diarios de la vida,
inaudibles cual sueños! La azul llama
se aquieta en el hogar y ya no tiembla;
sólo esa cinta interrumpe la calma,
agitándose aún sobre la verja.
Su meneo en la calma de esta escena
le da una semejanza con mi vida,
la toma una amistosa forma cuyo
endeble flamear hace un juguete
del pensamiento y es interpretada
a su modo por el alma, que busca
en cada cosa espejo de sí misma(…)

Samuel Taylor Coleridge




Kubla Khan

"En Xanadú, Kubla Khan

mandó que levantaran su cúpula señera:
allí donde discurre Alfa, el río sagrado,
por cavernas que nunca ha sondeado el hombre,
hacia una mar que el sol no alcanza nunca.
Dos veces cinco millas de tierra muy feraz
ciñeron de altas torres y murallas:
y había allí jardines con brillo de arroyuelos,
donde, abundoso, el árbol de incienso florecía,
y bosques viejos como las colinas
cercando los rincones de verde soleado.
¡Oh sima de misterio, que se abría
bajo la verde loma, cruzando entre los cedros!
Era un lugar salvaje, tan sacro y hechizado
como el que frecuentara, bajo menguante luna,
una mujer, gimiendo de amor por un espíritu.
Y del abismo hirviente y con fragores
sin fin, cual si la tierra jadeara,
hízose que brotara un agua caudalosa,
entre cuyo manar veloz e intermitente
se enlazaban fragmentos enormes, a manera
de granizo o de mieses que el trillador separa:
y en medio de las rocas danzantes, para siempre,
lanzóse el sacro río.
Cinco millas de sierpe, como en un laberinto,
siguió el sagrado río por valles y collados,
3
hacia aquellas cavernas que no ha medido el hombre,
y hundióse con fragor en una mar sin vida:
y en medio del estruendo, oyó Kubla, lejanas,
las voces de otros tiempos, augurio de la guerra.
La sombra de la cúpula deliciosa flotaba
encima de las ondas,
y allí se oía aquel rumor mezclado
del agua y las cavernas.
¡Oh, singular, maravillosa fábrica:
sobre heladas cavernas la cúpula de sol!
Un día, en mis ensueños,
una joven con un salterio aparecía
llegaba de Abisinia esa doncella
y pulsaba el salterio;
cantando las montañas de Aboré.
Si revivir lograra en mis entrañas
su música y su canto,
tal fuera mi delicia,
que con la melodía potente y sostenida
alzaría en el aire aquella cúpula,
la cúpula de sol y las cuevas de hielo.
Y cuantos me escucharan las verían
y todos clamarían: ¡Deteneos!
¡Ved sus ojos de llama y su cabello loco!
Tres círculos trazad en torno suyo
y los ojos cerrad con miedo sacro,
pues se nutrió con néctar de las flores
y la leche probó del Paraíso."

Samuel Taylor Coleridge




“La brisa buena sopló, la espuma blanca voló, el surco seguía libre detrás; éramos lo primero que alguna vez irrumpía dentro de ese mar silencioso.”

Samuel Taylor Coleridge


“La fantasía no es otra cosa que un modo de memoria emancipado del orden del tiempo.”

Samuel Taylor Coleridge



La sombra de este tilo, mi cárcel

                                                     A Charles Lamb, de la Casa de la India, Londres

Ya se han ido y aquí debo quedarme,
a la sombra del tilo que es mi cárcel.
Afectos y bellezas he perdido
que serán intensos recuerdos cuando
la edad ciegue mis ojos. Mientras tanto
mis amigos, que acaso nunca encuentre
de nuevo por los campos y colinas,
se pasean alegres, tal vez llegan
a ese valle boscoso, estrecho y hondo
del que yo les hablé y que sólo alcanza
el sol del mediodía; o a ese tronco
que se arquea entre rocas como un puente
y ampara al fresno sin ramas y oscuro
cuyas escasas hojas amarillas
no agita la tormenta pero airea
la cascada. Y allí contemplarán
mis amigos el verde de las hierbas
desgarbadas -¡fantástico lugar!-
que se comban y lloran bajo el borde
de esa arcilla morada.

            Ya aparecen
bajo el cielo abierto y de nuevo ven
la ondeada y magnífica extensión
de campos y colinas, y el mar
quizá con un navío cuyas velas
alegran el azul entre dos islas
de penumbra violácea. ¡Y caminan
alegres todos, pero tal vez más
mi bienaventurado Charles !Pues muchos años
has anhelado la naturaleza,
recluso en la ciudad, sobrellevando
con alma triste y paciente el dolor,
el mal y la calamidad (...)

Samuel Taylor Coleridge



“Los invitados se encuentran; la fiesta comienza: puedes oír el feliz clamor.”

Samuel Taylor Coleridge



"Los milagros no son las pruebas, pero sí los resultados necesarios de la revelación."

Samuel Taylor Coleridge


Monodia sobre la muerte de Chatterton

Fuera de aquí, pensamientos oscuros, no más se demorará mi alma
en alegrías que fueron. No más soportará el pesar
la vergüenza y angustia del perverso día,
sabiamente olvidadizo. Por sobre las olas del océano
sublime de esperanza busco el valle con la choza
donde la Virtud serena puede perderse con paso descuidado
y, danzando al ritmo del roundelay lunar,
las mágicas Pasiones tejen un sagrado hechizo.

¡Oh Chatterton! Si todavía vivieras,
seguramente izarías la vela al viento
y amarías conducir el tintineante tronco con nosotros
sobre el valle no parcelado de la serena Libertad.
Y nosotros, en la sobria velada, nos amontonaríamos junto a ti,
suspendidos en éxtasis de tu majestuosa canción,
y recibiríamos con sonrisas a la Poesía de ojos jóvenes,
todos hábilmente enmascarados, como canosa ancianidad.

¡Ay, vanas fantasías, la volátil progenie
del dolor autosatisfecho en su ensueño!
Y sin embargo yo querría seguir el dulce sueño
donde Susquehana vierte su indócil flujo
y, en alguna colina cuya falda ceñuda de bosques
ondula sobre los murmullos de su marea ya más calma,
erigir para ti un solemne Cenotafio,
dulce arpista de la música que el tiempo amortaja.
Y allí, tristemente calmado por el viento de fúnebre canto,
meditaré sobre los dolorosos males que dejé atrás."

Samuel Taylor Coleridge




"No es posible que para un ser infinitamente superior, todo el universo sea como una sola llanura, que las distancias entre los planetas sean apenas como los poros de un grano de arena y que los espacios entre un sistema y otro no sean mayores que los intervalos entre un grano y el contiguo."

Samuel Taylor Coleridge


“No existe nada más contagioso que el entusiasmo.”

Samuel Taylor Coleridge


"No hay espíritu perfectamente conformado si le falta el sentido del humor."

Samuel Taylor Coleridge



"No tengo inconveniente en definir la razón, con Jacobi, con mi amigo Helvetius, como un órgano que guarda la misma relación con su objeto espiritual, lo universal, lo eterno, lo necesario, que el ojo con los fenómenos materiales y contingentes. Pero debo añadir a continuación que es un órgano que se identifica con sus objetos apropiados. Así, Dios, el alma, las verdades eternas, etc., son objetos de la razón; pero son también razón… Todo lo que es conocimiento consciente de sí es razón». Más adelante distingue entre «sentido externo y ojos de la mente, que son la razón»; y en la página siguiente, entre la mente y su objeto; o, como decimos nosotros, Espíritu y Cuerpo celestial; «razonar (o razonar en este sentido secundario) no consiste en las ideas o en su claridad, sino simplemente —cuando están en la mente— en ver si coinciden unas con otras o no."

Samuel Taylor Coleridge
El amigo
Tomada del libro Una visión de William Butler Yeats, página 252




“¡Oh sueño de felicidad! ¿Es esto en verdad La torre del faro que veo? ¿Es ésta la colina? ¿Es ésta la iglesia? ¿Es éste mi propio país, el mío?”

Samuel Taylor Coleridge


"¡Oh sueño! ¡Oh dulce sueño, siempre
de polo a polo bendecido!
A María, la Reina, gracias
que Ella del cielo bajar hizo
el suave sueño hasta mi alma."

Samuel Taylor Coleridge





“Para la mayoría de los hombres, la experiencia es como las luces de popa de un barco, que iluminan sólo el camino que queda a la espalda.”

Samuel Taylor Coleridge 




"Reza mejor quien más ama a todas las cosas grandes y pequeñas; porque el querido dios que nos ama, él hizo y ama a todas."

Samuel Taylor Coleridge



"Si al menos tuviera dos pequeñas alas
y fuese como ave de vistoso plumaje,
a ti volaría, ¡ oh mi bien amada!
Pero son fútiles pensamientos;
¡anclado estoy!
Más en mi sueño a ti llego,
contigo estoy siempre,
el mundo entero nos pertenece,
pero ¡oh! cuando despierto,
¿dónde me encuentro?
¡Siempre, siempre solo!
No perduran los sueños ni por mandato de un rey,
pero me encanta despertar al alborear el día
aun cuando mi sueño se desvanezca
pues mientras haya penumbra,
entrecierro los ojos y sigo soñando."

Samuel Taylor Coleridge


"Si un hombre atravesara el Paraíso en un sueño, y le dieran una flor como prueba de que había estado ahí, y si al despertar encontrara esa flor en su mano… ¿entonces, qué?"

Samuel Taylor Coleridge


“Sin una brisa, sin una ola, ¡permanece con la quilla alzada!”

Samuel Taylor Coleridge


"Sostengo que la imaginación primigenia es el poder vivo y el primer agente de toda percepción humana, y es una repetición en la mente finita del eterno acto de creación en el infinito yo soy..."

Samuel Taylor Coleridge



“Todo el que ha estado enamorado sabe que la pasión es más fuerte y el apetito más débil durante la ausencia del ser amado, y que con su presencia ocurre al contrario.”

Samuel Taylor Coleridge


"¿Usted usa rapé? Quizá esa sea la causa final de que exista la nariz humana."


Samuel Taylor Coleridge

Citado por Antonio Escohotado en el libro Historia general de las drogas, página 490




“Veloz, veloz volaba el barco, pero navegaba suave también: dulce, dulce soplaba la brisa, en mí solo soplaba.”

Samuel Taylor Coleridge


"¿Y si durmieras? ¿Y si en tu sueño, soñaras?
¿Y si soñaras que ibas al cielo y allí recogías una extraña
y hermosa flor?
¿Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano?
¿Ah, entonces qué?"

Samuel Taylor Coleridge