A Leonor

Tu cabellera es negra como el ala
del misterio; tan negra como un lóbrego
jamás, como un adiós, como un «¡quién sabe!»
Pero hay algo más negro aún: ¡tus ojos!

Tus ojos son dos magos pensativos,
dos esfinges que duermen en la sombra,
dos enigmas muy bellos… Pero hay algo,
pero hay algo más bello aún: tu boca.

Tu boca, ¡oh sí!; tu boca, hecha divinamente
para el amor, para la cálida
comunión del amor, tu boca joven;
pero hay algo mejor aún: ¡tu alma!

Tu alma recogida, silenciosa,
de piedades tan hondas como el piélago,
de ternuras tan hondas…
Pero hay algo,
pero hay algo más hondo aún: ¡tu ensueño!

Amado Nervo 



A Kempis

Ha muchos años que busco el yermo,
ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo,
¡y es por el libro que tu escribiste!

¡Oh Kempis, antes de leerte amaba
la luz, las vegas, el mar Océano;
mas tú dijiste que todo acaba,
que todo muere, que todo es vano!

Antes, llevado de mis antojos,
besé los labios que al beso invitan,
las rubias trenzas, los grande ojos,
¡sin acordarme que se marchitan!

Mas como afirman doctores graves,
que tú, maestro, citas y nombras,
que el hombre pasa como las naves,
como las nubes, como las sombras...,

huyo de todo terreno lazo,
ningún cariño mi mente alegra,
y con tu libro bajo del brazo
voy recorriendo la noche negra...

¡Oh Kempis, Kempis, asceta yermo,
pálido asceta, qué mal me hiciste!
¡Ha muchos años que estoy enfermo,
y es por el libro que tú escribiste!

Amado Nervo 




A una francesa

El mal, que en sus recursos es proficuo,
jamás en vil parodia tuvo empachos:
Mefistófeles es un cristo oblicuo
que lleva retorcidos los mostachos.

Y tú, que eres unciosa como un ruego
y sin mácula y simple como un nardo,
tienes trágica crin dorada a fuego
y amarillas pupilas de leopardo.

Amado Nervo 



"Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas. No te preocupes de la finalidad de tu amor."

Amado Nervo 


"Anhelaba siempre complacerme. Iba yo vestida como una princesa (si es que las princesas van bien vestidas, que suelen no irlo). Mas cada nuevo atavío era para él ocasión de tormento.
—Qué bella estás —me decía—, vas a gustar mucho…
Y una sonrisa amarga plegaba sus labios.
A medida que pasaban los años, el alma de aquel hombre se iba obscureciendo y encapotando. Y era una gran alma, te lo aseguro, una gran alma, pero enlobreguecida por la enfermedad infame… En vano extremaba yo mis solicitudes, mis ternuras, mis protestas, que no hacían más que aumentar su suspicacia. En la calle iba yo siempre con los ojos bajos o distraídos, sin osar clavarlos en ninguna parte. En casa, jamás recibía visitas… Todo inútil: los celos aumentaban, se volvían obsesores…
Aquel hombre enloquecía, enloquecía de amor, de un amor desconfiado, temeroso…, del más genuino amor, ¡qué es en suma el que tiene miedo de perder al bien amado!
Estaba enfermo de una neurastenia horrible. Cada día se levantaba más pálido, más sombrío.
¿Eran los celos un efecto de su enfermedad, según yo creo?
¿Era, por el contrario su enfermedad el resultado de sus celos? No lo sé, pero aquella vida admirable (admirable, sí, porque había en ella mil cosas excelentes) se iba extinguiendo.
Me convertí en enfermera. No salía más de casa. Él, por su parte, se negaba a tomar un alimento que yo no le diera, a aceptar los servicios de una de esas expertísimas ayudantas americanas, que por cinco dólares diarios, cuidan «técnicamente» a los enfermos y saben más medicina que muchos médicos. Todo había de hacérselo yo…
¿Creerás acaso que para mí aquello era una prueba? Sí, era una gran prueba, mas no por los cambios de carácter del enfermo, no por mis desvelos, no por mi reclusión, no por mi faena de todos los minutos; era una gran prueba porque le amaba, le amaba con un amor inmenso, ¡cómo se ama la primera vez!
Ni sus desconfianzas, ni su suspicacia, me herían; no podían herirme, porque eran amor; no eran más que amor, un amor loco, insensato, desapoderado, delirante, como deben ser los grandes amores."

Amado Nervo
El diamante de la inquietud



"Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta aquellos que creas más exteriores y materiales."

Amado Nervo 


“Cada amigo es el eslabón de una cadena. El hombre de sociedad es el más grande esclavo moderno.”

Amado Nervo 


Cobardía

Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza!
¡Qué rubios cabellos de trigo garzul!
¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza
de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul…!
Pasó con su madre. Volvió la cabeza:
¡me clavó muy hondo su mirar azul!

Quedé como en éxtasis…
Con febril premura,
«¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par.
…Pero tuve miedo de amar con locura,
de abrir mis heridas, que suelen sangrar,
¡y no obstante toda mi sed de ternura,
cerrando los ojos, la deje pasar!

Amado Nervo 



“Con la mitad de un periódico hice un buque de papel y en la fuente de mi casa va navegando muy bien. Mi hermana con su abanico sopla que sopla sobre él. ¡Muy buen viaje, muy buen viaje, buquecito de papel!”

Amado Nervo



¿Cuál es la más sublime sorpresa? La del que encuentra a Dios dentro de sí mismo.

Amado Nervo
Plenitud, pág. 51



“Cuando advierto mi inutilidad en el mundo, pienso en aquella tremenda frase de Shakespeare acerca de King Lear, viejo, enfermo y loco: “Ya no hacía más que usurpar a la vida”.”

Amado Nervo


“Cuando ya no tenemos nada empezamos a comprender que nada nos hace falta.”

Amado Nervo



"Desciende al nivel de tu interlocutor, para no humillarle o desorientarle."

Amado Nervo


"Después de unas cuantas voces
de amor, de dolor, de miedo,
que lanzamos en la vida,
nos reconquista el Silencio.

¡El gran silencio, que fue
antes de los vanos ecos
de este mundo, y que será
cuando cesen todos ellos!

¡Un Silencio sin fronteras
más que inmóvil, más que muerto,
definitivo reposo,
en cuyo inmutable seno
ya no se desgranará
el collar de los momentos
ilusorios y fugaces,
porque ya no habrá más Tiempo!

¡Descanso de la Energía,
que en sí misma recogiendo
su vibración creadora,
reabsorberá el universo!"


Amado Nervo



“Dime amigo, ¿la vida es triste o soy triste yo?”

Amado Nervo


“Dios mío, yo te ofrezco mi dolor: ¡Es todo lo que puedo ofrecerte! Tú me diste un amor, un solo amor, ¡un gran amor! Me lo robó la muerte...y no me queda más que mi dolor. Acéptalo, Señor; ¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!”

Amado Nervo


“El alma es un vaso que sólo se llena con eternidad.”

Amado Nervo


El amor nuevo

Todo amor nuevo que aparece
nos ilumina la existencia,
nos la perfuma y enflorece.

En la más densa oscuridad
toda mujer es refulgencia
y todo amor es claridad.
Para curar la pertinaz
pena, en las almas escondida,
un nuevo amor es eficaz;
porque se posa en nuestro mal
sin lastimar nunca la herida,
como un destello en un cristal.

Como un ensueño en una cuna,
como se posa en la rüina
la piedad del rayo de la luna.
como un encanto en un hastío,
como en la punta de una espina
una gotita de rocío…

¿Que también sabe hacer sufrir?
¿Que también sabe hacer llorar?
¿Que también sabe hacer morir?

-Es que tú no supiste amar…

Amado Nervo



"El amor verdadero hace milagros, porque el amor mismo es ya el mayor milagro."

Amado Nervo


“El cuerpo no es más que un medio de volverse temporalmente visible. Todo nacimiento es una aparición.”

Amado Nervo


“El día es de los hombres; mas la noche, de los dioses, decían los antiguos.”

Amado Nervo 


“El hombre desde que nace hasta que muere, es una máquina de romper juguetes.”

Amado Nervo


"El hombre que mira las estrellas es una parte de las estrellas; el hombre que mira el cielo es una parte del cielo. Allí donde puede penetrar nuestra insistente mirada va con ella una prolongación esencial de nuestro ser".

Amado Nervo



“El hombre va y ha ido siempre tras de lo nuevo.”

Amado Nervo



“El miedo es más injusto que la ira.”

Amado Nervo


“El miedo no es más que un deseo al revés.”

Amado Nervo


El primer beso

Yo ya me despedía…. y palpitante
cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.

Salí a la calle alborozadamente
mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.
Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aún más te sonreí… Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
-«Perdóneme, Señor esta alegría.»

Amado Nervo



“El primer signo seguro de vejez es empezar a encontrar el ayer mejor que el hoy.”

Amado Nervo



“El proverbio persa dijo: “No hieras a la mujer ni con el pétalo de una rosa”. Yo te digo: “No la hieras ni con el pensamiento.”

Amado Nervo




“El que no quiere andar con los hombres tiene que habérselas con los fantasmas interiores, que intentarán devorarle en la soledad. Pero si los vence, es un dios.”

Amado Nervo 



“El que quiere, perdona más.”

Amado Nervo



"El que sabe callar siempre es el más fuerte."

Amado Nervo


“El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad es la paz interior.”

Amado Nervo


“En los ojos de una bella hay más de un misterio; hay dos: el dulce misterio de ella y el gran misterio de Dios.”

Amado Nervo


En paz

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, 
porque nunca me diste ni esperanza fallida, 
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino 
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, 
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: 
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: 
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas; 
mas no me prometiste tan sólo noches buenas; 
y en cambio tuve algunas santamente serenas…

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. 
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo


“En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser para encontrar algún odio: nadie puede herirme ya sino de piedad y amor. Todos son yo, yo soy todos, ¡oh Cristo!”

Amado Nervo


"Es mentira el Dinero
y el Amor es mentira:
Si los vences, conquistas
el bien sumo:
¡la Paz!"



Amado Nervo


"Es para mí una cosa inexplicable por qué se siente uno capaz de ser bueno al sentirse amado."

Amado Nervo



“Esperanza, nodriza de los tristes.”

Amado Nervo



“Esta es mi riqueza. Es toda para ti.”

Amado Nervo
Plenitud, pág. 1



“Estamos continuamente ligados a la vida universal y la simple vibración de la antena de un insecto repercute en las infinidades del cosmos.”

Amado Nervo



“Hay algo tan necesario como el pan de cada día: la paz de cada día, sin la cual el mismo pan es amargo.”

Amado Nervo



"Hay más amor en mi duda que en tu tibia afirmación."

Amado Nervo



“- He sufrido, como todos, y he amado.
– ¿Mucho?

-Lo suficiente para ser perdonado…”

Amado Nervo




“La ausencia es un ingrediente que devuelve al amor el gusto que la costumbre le hizo perder.”

Amado Nervo


“¡La belleza sólo es, pues, espejismo!”

Amado Nervo



"La caridad de los ricos no es más que la forma del remordimiento".

Amado Nervo


“La condición por excelencia de la felicidad es no pensar en ella.”

Amado Nervo


“La conciencia del ridículo suele ser más molesta que la conciencia del pecado.”

Amado Nervo



"La conquista de almas es la conquista por excelencia; diariamente debes levantarte con el propósito de conquistar a todos aquellos de tus hermanos con quienes el destino te ponga en contacto."

Amado Nervo


"La cordura y el genio son novios, pero jamás han podido casarse."

Amado Nervo



“La cortesía es el más exquisito perfume de la vida, y tiene tal nobleza y generosidad que todos la podemos dar, aún aquellos que nada poseen en el mundo.”

Amado Nervo



"La felicidad es como las neblinas ligeras: cuando estamos dentro de ella, no le vemos."

Amado Nervo


“La fortuna es como la policía: siempre llega tarde.”

Amado Nervo


“La gente cortesana suele ser dura con sus inferiores, porque instintivamente ejerce represalias de las humillaciones perpetuas a que se ve sometida en los palacios.”

Amado Nervo


“La libertad suele ir vestida de harapos; pero aun así, es muy bella, más bella que todas las libreas de oro y plata.”

Amado Nervo



“La mayor parte de los fracasos nos vienen por querer adelantar la hora de los éxitos.”

Amado Nervo



"La muerte es el mayor de los bienes, tal vez el único bien."

Amado Nervo



"La tristeza es un don del cielo; el pesimismo es una enfermedad del espíritu."

Amado Nervo


“La verdadera grandeza, no necesita la humillación del resto.”

Amado Nervo


“La vida es un relámpago entre dos largas noches.”

Amado Nervo 


"La vida no es como un arca inmensa llena de posibilidades. Es más bien como un enorme río lleno de posibilidades."

Amado Nervo



“Las almas superiores no tienen miedo más que de una cosa: de cometer una injusticia.”

Amado Nervo


“Las condecoraciones han sido creadas para dar relieve a las medianías. A los grandes ingenios les estorban. Es absurdo, pues, que un hombre de valer se lamente por no poseer lo que es distintivo especial de la mediocridad.”

Amado Nervo


"Las lunas de mayo si se los preguntas,

 te dirán que vieron nuestras sombras juntas."



Amado Nervo
Fragmento de Ingenua


"Lo que nos hace sufrir nunca es una tontería, puesto que nos hace sufrir."

Amado Nervo



“Lo que te acontezca es lo único que debe acontecerte, y el universo entero no aplastará sin razón a la más pequeña hormiga.”

Amado Nervo
Plenitud, pág. 14



"Los coléricos tienen su alma en las manos de los otros. No importa quién puede agitarlos, atormentarlos, enloquecerlos".

Amado Nervo



"Los honores, las categorías oficiales, las condecoraciones, los tratamientos han sido hechos para dar relieve a las medianías. A los grandes ingenios les estorban y los vuelven antipáticos. Es absurdo, pues, que un hombre de valer se queje de no poseer lo que es distintivo especial de la mediocridad infatuada."

Amado Nervo



“Los ojos de una mujer alcanzan su expresión suprema en una mirada tierna.”

Amado Nervo



Mi secreto

¿Mi secreto? ¡Es tan triste! Estoy perdido
de amores por un ser desaparecido,
por un alma liberta,
que diez años fue mía, y que se ha ido...
¿Mi secreto? Te lo diré al oído:
¡Estoy enamorado de una muerta!

¿Comprendes -tú que buscas los visibles
transportes, las reales, las tangibles
caricias de la hembra, que se plasma
a todos tus deseos invencibles-
ese imposible de los imposibles
de adorar a un fantasma?

¡Pues tal mi vida es y tal ha sido
y será!
Si por mí sólo ha latido
su noble corazón, hoy mudo y yerto,
¿he de mostrarme desagradecido
y olvidarla, no más porque ha partido
y dejarla, no más porque se ha muerto?

Amado Nervo



“Muchas veces, en muchos casos, es una gran piedad no dar esperanzas.”

Amado Nervo


"No dejes que se bifurque tu voluntad: un solo camino. Al final de ese camino, un solo amor."

Amado Nervo


"No es aventurado esperarlo todo. No le cuesta más trabajo a esa corriente formidable de la vida, en que están las causas y los efectos, llenar un ánfora grande que un ánfora pequeña."

Amado Nervo


“No hay reposo más grande que el de no esperar nada.”

Amado Nervo


"No os fieis de quienes dicen que no creen en nada; o son unos pobres de espíritu, o seres incapaces de una sola noble acción."

Amado Nervo


“No turbes, pues, mi paz con tus discursos, amigo: mucho sabes; pero mi sueño sabe más... ¡Aléjate! No quiero gloria ni heredad ninguna: yo lo que tengo, amigo, es un profundo deseo de dormir.”

Amado Nervo


"Nuestra conciencia no está, como nuestros sentidos, construida según la visión del mundo de tres dimensiones, sino que, al contrario, nos descubre esa "cuarta dimensión", que no es en suma otra cosa que el complemento necesario de una comprensión total del universo entero (...) El poeta, que es un artista supremo, (...) vive horas en un mundo de cuatro dimensiones. El éxtasis poético, semejante a todos los éxtasis, no es más que un acceso a una dimensión nueva... (...) El "alma" del hombre, no sería más que la prolongación nuestra en una dimensión desconocida."


Amado Nervo



“Oír con paciencia es a veces mayor caridad que dar. Muchos infelices se van más encantados de la atención con que escuchamos el relato de sus penas, que de nuestro óbolo.”

Amado Nervo


“Pastores y pastoras, abierto está el edén. ¿No oís voces sonoras? Jesús nació en Belén”

Amado Nervo


Por esa puerta

Por esa puerta huyó diciendo :«¡nunca!»
Por esa puerta ha de volver un día ...
Al cerrar esa puerta dejo trunca
la hebra de oro de la esperanza mía.
Por esa puerta ha de volver un día.

Cada vez que el impulso de la brisa,
como una mano débil indecisa,
levemente sacude la vidriera,
palpita más aprisa, más aprisa,
mi corazón cobarde que la espera.

Desde mi mesa de trabajo veo
la puerta con que sueñan mis antojos
y acecha agazapando mi deseo
en el trémulo fondo de mis ojos.

¿Por cuánto tiempo, solitario, esquivo,
he de aguardar con la mirada incierta
a que Dios me devuelva compasivo
a la mujer que huyó por esa puerta?

¿Cuándo habrán de temblar esos cristales
empujados por sus manos ducales,
y, con su beso ha de llegar a ellas,
cual me llega en las noches invernales
el ósculo piadoso de una estrella?
¡Oh Señor!, ya la pálida está alerta;
¡oh Señor, cae la tarde ya en mi vía
y se congela mi esperanza yerta!
¡Oh, Señor, haz que se abra al fin la puerta
y entre por ella la adorada mía!...
¡Por esa puerta ha de volver un día!

Amado Nervo


“¿Por qué aguardas con impaciencia las cosas? Si son inútiles para tu vida, inútil es también aguardarlas. Si son necesarias, ellas vendrán y vendrán a tiempo.”

Amado Nervo



"... Porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas, cuando planté rosales coseché siempre rosas".

Amado Nervo



“Procura tener amigos fríos y enemigos apasionados, porque el enemigo apasionado contribuye, con su notoria injusticia, a tu engrandecimiento, mientras que el amigo demasiado afectuoso te perjudicará con su celo.”

Amado Nervo



“¡Qué importan males o bienes! Para mí todos son bienes. El rosal no tiene espinas: para mí sólo da rosas. ¿Rosas de Pasión? ¡Qué importa! Rosas de celeste esencia, purpúreas como la sangre que vertiste por nosotros, ¡oh Cristo!”

Amado Nervo



"¿Quién no sabe que en México seguimos al pie de la letra el precepto bíblico de alabar a los muertos? a los vivos los elogiamos cuando pueden darnos algo."

Amado Nervo 



"Quienes piden lógica a la vida, se olvidan de que es un sueño; los sueños no tienen lógica: esperemos a despertar."

Amado Nervo 


“¿Quieres contribuir a la liberación del mundo? Pues comienza por libertar a cada hombre de su preocupación, de su aprehensión, de su prejuicio. No hay dos seres humanos que lleven igual cadena... Nosotros mismos nos vamos forjando a diario, perseverantemente, nuestros grillos .., Si bien lo pensamos, nada puede esclavizarnos, ni este cuerpo mismo; porque este cuerpo no es prisión: es arma, es instrumento, es agente.”

Amado Nervo
Plenitud, pág. 7



“Quizá uno de los más temibles pensamientos, el más temible acaso antes de morir, sea éste: he vivido en vano.”

Amado Nervo


"Resígnate a no haber podido hacer una cosa, más nunca a no haberlo intentado, si vale la pena de intentarlo."

Amado Nervo


Ruptura tardía

"Ya no más en las noches, en las noches glaciales
Que agitaban los rizos de azabache en tu nuca,
Soñaremos unidos en los viejos sitiales;

Ya no más en las tardes frías, quietas y grises,
Pediremos mercedes a la Virgen caduca,
La de manto de plata salpicado de lises.

¡Ay!, es fuerza que ocultes ese rostro marmóreo:
Vida y luz, en un claustro de penumbras austeras
Donde pesa en las almas todo el hielo hiperbóreo.

Nos amábamos mucho; mas tu amor me perdía;
¡Nos queríamos tanto…! Mas así me perdieras,
Y rompimos el lazo que al placer nos unía.

¡Es preciso! Muramos a las dichas humanas;
¡Seguiré mi camino, muy penoso y muy tardo,
Sin besar tus pupilas, tus pupilas arcanas!

Plegue a Dios cuando menos que algún día, señora,
Muerto ya, te visite, como Pedro Abelardo
Visitó, ya cadáver, a Eloísa la Priora."


Amado Nervo



"Salía el rápido para San Sebastián a las nueve. Tomó un billete y esperó en el café de la estación, ensimismado en su dolor.
-¡No volvería más! ¡No volvería más!
Pero la desmañanada empezaba a hacer su efecto. Los nervios en tensión tanto tiempo, relajaban sus resortes sutiles. Un desaliento infinito le comía el alma.
Y la vocecita irónica de adentro le cuchicheaba: «¡Imbécil! ¡Imbécil!, toda tu desesperación es pura lectura, prejuicio; idea preconcebida. ¡El hombre es el único animal dramático del Universo!».
¿Por qué has amasado con pensamientos, con palabras inútiles toda esa arquitectura de tragedia, sin tomarte antes el trabajo de ver si los materiales eran hechos consumados y no imaginarios? Si se tiene un temperamento para desesperarse, se desespera uno ante la verdad, no ante las apariencias. Y lo mejor sería no desesperarse ante nada. La desesperación siempre es absurda y ridícula.
Mira a esos hombres, a esas mujeres que entran afanosamente a la estación a coger el tren. Cada uno hila su tragedia: acaso tan terrible o más que la tuya. Hay quien es actor en una tragedia infinitamente más grave: la del hambre. Detenle y pregúntale qué haría si sospechase que le engañaba su mujer. Verás cómo se te ríe en las barbas. ¡Qué le importa a él eso! A él le importa el pan de los hijos y va a conquistarlo virilmente en la lucha.
A ti, en cambio, la vida te dio todos sus dones, y porque una chiquilla más o menos coqueta te hace sospechar de su fidelidad, crees que el cosmos se desquicia y que las leyes del Universo están en conflicto. ¿De qué demonios te sirve tu filosofía? Anteanoche leías apenas en un libro estas líneas admirables: «Procura siempre la acción sin la reacción. La acción es agradable. Todo el dolor está en la reacción. El niño pone su mano en la llama: esto es placer; pero su sistema reacciona y viene el dolor de la quemadura. Podemos detener estas reacciones y entonces ya no temeremos nada. Vigila tú cerebro y no le dejes registrar el pasado. Se espectador y no reacciones nunca. Solo esto puede darte la felicidad. Los momentos más dichosos son aquellos en que nos olvidamos de nosotros mismos».
Contigo la vida ha sido espléndida, y al primer guijarro del camino tropiezas, y tropieza contigo toda tu sabiduría."

Amado Nervo
Una mentira





"Si eres orgulloso, conviene que ames la soledad; los orgullosos siempre se quedan solos."

Amado Nervo


"Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran?"

Amado Nervo


"Si Napoleón no hubiese vacilado una hora en Waterloo, no habría sido ven­cido.
Un solo instante de vacilación en los Momentos solemnes de la vida tiene reso­nancias formidables.
El doctor vaciló ese instante, cuando Alda le conjuraba a que buscase un cuer­po en que encarnarla, y las consecuen­cias fueron fatales.
Hay que decirlo, aun cuando el lector pierda la ilusión por el héroe: Rafael Antiga era un filósofo, lo peor que se puede ser en este mundo.
La naturaleza, que bien pudo darle una verruga o un lobanillo, tuvo a bien do­tarle de una bien calibrada cavidad craneana, repleta de sesos de calidad, y ahí estuvo el mal.
De otra suerte, el doctor habría poseído una noción exacta de la existencia; ha­bría sido un hombre práctico; habría esquivado las relaciones con Andrés —el desequilibrado más genial que se haya visto en México— y Alda no estaría don­de estaba, ocupándole sin pagar renta, la mitad del cerebro.
Pero Dios ordenó las cosas de distin­to modo, y Rafael, que pudo ser un hombre de provecho para la humanidad, aba­rrotero, calicot, prestamista, licenciado, empleado, clubman o algo por el estilo, desde muy temprano se engolfó en los li­bros, se vistió de teorías, viajó por Uto­pía, y cuando estaba al borde del abismo, Andrés le hundió en él, como Miguel a Satán.
Andrés y Rafael fueron condiscípulos. Como eran los únicos cerebros destorren­tados en la escuela, se comprendieron luego.
Andrés era pobre y Rafael era rico.
Andrés era poeta y Rafael era filósofo.
Andrés era rubio y Rafael era moreno.
¿Sorprenderá a alguien que se hayan amado?
Sin Rafael, Andrés se hubiera quedado por algún tiempo en la sombra; pero Rafael le hizo surgir a la luz. Le editó un libro que se intitulaba El poema eterno, y el cual fue traducido al francés, al in­glés y al alemán, y se vendió en todas partes y en todas partes fue conocido, me­nos en México, donde sirvió de hipódro­mo a las moscas en los escaparates de Bouret, de Budin y de Buxó, las tres bes de donde, como de tres pares de argollas, se hace la pobre esperanza de lucro de nuestros autores.
No contento con esto, Rafael editó un segundo libro de Andrés: El reino inte­rior, novela simbolista que Beston publicó —according to the Spanish edition— es­tereotipada y en tomos muy feos, pero que circularon por todo el orbe.
Pronto Andrés escribió en español como escribe Armando Palacio Valdés: para dar pretexto a que lo tradujeran al inglés y al francés.
Los yanquis le pagaban a peso de oro —American gold— sus cuentos, sus nove­las, sus artículos, y fue célebre sin que México, que estaba muy ocupado en las obras del Desagüe, se diese cuenta de ello.
Dice Bourget, tomándolo de no sé dón­de, que por raro que sea un amor verda­dero, es más rara aún una verdadera amis­tad."

Amado Nervo
El donador de almas


"Si nunca has tenido un gran éxito, no sabes lo que vales; el éxito es la piedra de toque de los caracteres."

Amado Nervo



"Si una espina me hiere, me aparto de la espina... pero no la aborrezco."

Amado Nervo



“Si vivir sólo es soñar, hagamos el bien soñado.”

Amado Nervo



“Siempre que haya un vacío en tu vida, llénalo de amor.”

Amado Nervo



"Siempre son dignos de recibo los bienes en los que creemos firmemente."

Amado Nervo



“Te odio con el odio de la ilusión marchita.”

Amado Nervo



"Todas las cosas llegan, le hacen a uno daño y se van."

Amado Nervo



“Todo es ilusión, hasta la muerte misma, que es la ilusión por excelencia, la última ilusión de la vida, como el horizonte sensible es la última ilusión de la vista.”

Amado Nervo



“Todo hombre es como un cheque en blanco firmado por Dios. Nosotros mismos escribimos en él la cifra de su valor con nuestro merecimiento.”

Amado Nervo


“Todo hombre es el centro del universo. El universo como el espacio, según la célebre definición, tiene su centro en cada alma, y su circunferencia no está en ninguna.”

Amado Nervo


"Todo hombre que te busca, va a pedirte algo. El rico aburrido, la amenidad de tu conversación; el pobre, tu dinero; el triste, un consuelo; el débil, un estímulo; el que lucha, una ayuda moral. Todo hombre va a pedirte algo, ¡Y tú osas impacientarte! ¡Y tú osas pensar: "qué fastidio"! ¡Infeliz! La Ley escondida que reparte misteriosamente las excelencias, se ha dignado otorgarte el privilegio de los privilegios, el bien de los bienes, la prerrogativa de las prerrogativas: ¡Dar! ¡Tú puedes Dar!"

Amado Nervo



"Todos los milagros son así, repentinos. El milagro -dijo un pensador- no es más que la aparición súbita de una realidad escondida."

Amado Nervo


“Tuve miedo de amar con locura, de abrir mis heridas, que suelen sangrar, ¡y no obstante toda mi sed de ternura, cerrando los ojos, la dejé pasar!”

Amado Nervo


"Vale más errar creyendo, que errar dudando."

Amado Nervo
Plenitud, pág. 42



“Veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las hieles o la miel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas.”

Amado Nervo



“¿Versos autobiográficos? Ahí están mis canciones, allí están mis poemas: yo, como las naciones venturosas, y a ejemplo de la mujer honrada, no tengo historia: nunca me ha sucedido nada, ¡oh, noble amiga ignota!, que pudiera contarte.”

Amado Nervo



"Visión que en sueños el poeta mira,

el ángel bello de la virtud,
ser misterioso que amor inspira
eso eres tú."

Amado Nervo



“Voy a darte una pequeña receta, vulgar e ingenua, para que te tranquilices de todo temor, de toda inquietud: En cuanto un recelo, un miedo, una aprensión quieran turbar los cristales de tu alma, repite dentro de ti estas palabras: "BUENO, ¡Y QUÉ!".”

Amado Nervo
Plenitud, pág. 27


"Y hay más amor en mi duda que en tu tibia afirmación."

Amado Nervo


“Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor; ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustia sin que yo me angustie y llore; ya mi corazón es lámpara fiel de todas las vigilias, ¡oh Cristo!”

Amado Nervo


“Yo afirmo que la inteligencia ha echado a perder el amor como echa a perder tantas cosas... El “te conviene” o “no te conviene” ha sido el destructor encarnizado de toda felicidad entre los hombres que viven socialmente.”

Amado Nervo



“Yo defino el temor: una autosugestión más o menos voluntaria de inferioridad.”

Amado Nervo


“Yo he vivido porque he soñado mucho.”

Amado Nervo


“Yo no te digo que no haya más dolores que alegrías: lo que te digo es que los dolores nos hacen crecer de tal manera y nos dan un concepto tan alto del Universo, que después de sufridos, no los cambiaríamos por todas las alegrías de la tierra.
        Yo no te digo que no haya hombres malos y mezquinos: lo que te digo es que son hombres inferiores, hombres que no comprenden todavía, almas subalternas a quienes debemos elevar, seres oscuros que no saben dónde está la luz y con los cuales una caridad lúcida, paciente, blanda, todo lo puede.
        Yo no te digo que la riqueza sea un mal: lo que te digo es que quien vive, simplemente, en divorcio total de las vanidades, siente que le nacen alas.
        Yo no te digo que el amor no haga daño: lo que te digo es que estoy resuelto a amar mientras viva, a amar siempre, siempre... siempre.”

Amado Nervo
Plenitud, pág. 13