Aries tiene la testa; Taurus, el cuello;
Géminis, ¡oh, gemelos!, tenéis los brazos;
Tú, Leo, los hombros; Cáncer, el pecho
es tuyo; y a ti, Virgo, te doy el vientre;
para Libra, las nalgas; pero el deseo
de las partes pudendas atiza Escorpión;
de los muslos tiene todo el gobierno
Sagitario; y envuelve con vendas dobles
Capricornio entretanto, raro himeneo,
las rodillas. Las piernas abiertas baña
Acuario; y Piscis es de los pies cortejo.
Manilius
Astronomicon


ARIES

Del grado cero a los 30º del Zodíaco

Elemento: fuego
Cuadruplicidad: cardinal
Polaridad: positivo
Regente: Marte
Exaltación del Sol
Exilio de Venus
Caída de Saturno

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El inicio de la primavera. Las espigas de trigo aparecen en los campos, los brotes en los árboles.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL La naturaleza aparece condicionada por un gran impulso hacia la vida, por profundos fermentos fecundadores (Plutón) que se manifiestan en orgullo viril (Marte). El esfuerzo realizado por cada brote para irrumpir a la superficie abriendo la tierra o la corteza de la rama requiere agresividad y audacia (Marte), desprecio del peligro favorecido por la inconsciencia y por la falta de reflexión (caída de Saturno), escasa inclinación hacia el refinamiento y hacia las comodidades (exilio de Venus), intensa fe en el propio Yo (exaltación del Sol).



Aries es el comienzo del ciclo del Sol a través del zodíaco. Por extensión, se lo considera el inicio de todos los ciclos planetarios. Por eso, más que cualquier otro signo, simboliza los comienzos.
        Es primitivo más en el sentido de “ser el primero” que de “tosco” o "burdo". Pero es rudimentario en la medida en que es un signo de energía primaria, indómita, que todavía no tiene dirección alguna ni una clara aplicación. Es una energía del impulso del ego, que expresa "quiero llegar a ser lo que soy", pero que todavía no es lo que podría ser. Es un signo voluntarioso, pero su voluntad todavía no está estabilizada. Su intención puede cambiar rápidamente: sea lo que fuere lo que quiera, es importante ahora, pero es probable que mañana desee alguna otra cosa.
        Aries es una fuerte energía yang en busca de algo que fertilizar, de algo que pueda manifestar su fuerza en un nivel concreto. Para encontrarlo, debe aprender a adaptarse a la presencia, las presiones y las necesidades de otra persona. Este es el reto fundamental, y no es frecuente que Aries responda a él. Para este signo es más fácil resguardar su individualidad en el aislamiento, retrocediendo ante la confrontación y la recíproca adaptación con el otro. Por eso puede ser asocial, e incluso antisocial.
        Cuando se relaciona con los demás, a Aries le gusta ser el líder. Pero lo que en realidad le interesa no es dominar a los otros, sino simplemente poder hacer lo que quiere sin que los demás le planteen exigencias.
        Su deseo de ser quien es en sus propios términos significa también que necesita mucho menos respaldo social que otros signos, un rasgo que lo capacita para ser el que sienta precedentes, el que abre caminos. Siempre que los demás estén dispuestos a dejarle hacer lo que quiere, a Aries no le preocupa demasiado su aprobación.
        En realidad, su naturaleza de fuego lo capacita para actuar sin preocuparse mucho de que la acción sea razonable, prudente, oportuna, práctica o al menos eficaz, mientras sea una adecuada expresión de sí mismo. Como no tiene que ser práctico, Aries puede vivir y trabajar en un alto nivel de abstracción, pero ésta debe reflejar sus necesidades y deseos personales.
        En cuanto signo de fuego, para Aries es más fácil sacar la energía hacia afuera que absorberla: con frecuencia es mejor conversador que oyente. En cuanto "signo seco", con poca agua en su estructura, no se le dan bien las demostraciones de emoción, salvo cuando se trata de mostrar entusiasmo, de hacerse valer y en ocasiones de encolerizarse. Su cólera es de corta duración: una vez que la energía se ha expresado, asunto concluido. Alimentar resentimientos no pertenece a la naturaleza del signo.
        Frecuentemente se impaciencia y le faltan persistencia y resistencia. Su estilo es más bien el de dar golpes frecuentes y ligeros que el de llevar a cabo un ataque firme y sostenido. Sin embargo, su nivel de energía puede ser suficientemente alto para conseguir el mismo impacto que un esfuerzo más sostenido.
        Uno de los efectos secundarios más bellos de la necesidad ariana de ser fiel a Sí mismo es su mala disposición a comprometerse en falsedades o engaños, no tanto por que tenga objeciones morales contra el engaño como porque su necesidad de fidelidad a sí mismo no cuadra con los falseamientos.


LA RELACION DE ARIES CON MARTE: Marte es el regente tradicional de Aries, y esta correspondencia es una de las más exactas entre signo y regente. Ambos símbolos se relacionan con la afirmación primaria de la energía del ego1 la proclamación ante el universo entero de que Aries será lo que es y de que se resistirá a los intentos de los demás de cambiar su naturaleza. Ni el signo ni su regente están especialmente enterados de los contextos sociales, y ambos funcionan mejor solos. Son fogosos y tercos. La principal diferencia entre ellos es la que hay entre un planeta y un signo. Y también hay una diferencia de grado. Marte, como símbolo de autoafirmación, es mucho más poderoso, pero esto es válido para cada caso en que un planeta es similar a un signo.
        Que haya quien asigne a Plutón la regencia de Aries no es tan extraño como pueda parecer. Este planeta como indicador de transformaciones importantes y como índice de preocupación por el poder, tiene más relación con Escorpio. Pero en la medida en que se relaciona con el renacimiento, tiene lógicamente una afinidad con Aries, el signo de la primavera y del renacer de la naturaleza. Por otra parte, el simbolismo de Plutón y el de Aries son demasiado diferentes para que se pueda considerar a Plutón como regente de este signo.


EL EFECTO DE ARIES SOBRE LOS PLANETAS: Cualquier planeta emplazado en Aries actúa de manera más decisiva, rápida y orientada hacia el propio ego que lo habitual. Esto puede ser un problema para planetas que no están especialmente orientados hacia el ego, como Venus, la Luna o Neptuno. Estos planetas se expresarán en Aries de manera un poco tensa, porque no pueden resolver fácilmente el conflicto entre sus inclinaciones naturales y las del signo. Venus, en particular, una energía planetaria que significa el contacto interpersonal, estará en conflicto entre su anhelo de llevarse bien con los demás y el deseo ariano de hacer las cosas a su manera.
        Los planetas en Aries pierden parte de la resistencia que pueden tener. Aunque es probable que actúen haciéndose valer, cuando se enfrenten a un desafío puede ser que no sean capaces de aguantar un conflicto prolongado.







TAURO

De los 30º a los 60º del Zodíaco

Elemento: tierra
Cuadruplicidad: fijo
Polaridad: negativo
Regente: Venus
Exaltación de Júpiter
Exilio de Marte y de Plutón
Caída de Mercurio

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El período primaveral de la reproducción.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL La naturaleza está condicionada por la necesidad de procrear (Venus). Su ritmo se hace más lento, porque la actividad frenética y la agresividad serían más dañosas que útiles en esta fase del ciclo vegetativo (exilio de Marte). La vida del individuo pierde su importancia absoluta, egocéntrica, y se transforma en vehículo de una nueva vida (exilio de Plutón). Se atenúa paralelamente la agudeza crítico-intelectiva que limitaría una serena comunión con la naturaleza (caída de Mercurio). Aumenta en cambio la adaptación optimista que permite al Yo proyectarse en el ambiente natural explotándolo para asegurar el futuro de sus propias criaturas (exaltación de Júpiter).



Tauro es la fase siguiente en el ciclo. Su función es proporcionar un recipiente que contenga las energías arianas de tal modo que puedan manifestarse. Aries, la energía solar de comienzos de la primavera, entibia a Tauro, la tierra, para que de ella pueda brotar la vida.
        Tauro, como la Luna, simboliza un recipiente o matriz para la manifestación de la energía. Y también como ella1 ha sido víctima de la reverencia con que nuestra cultura saluda lo activo y de su actitud denigradora de lo pasivo, cuyo papel realmente no comprende. La matriz pasiva es, no obstante, muy valiosa, porque sin ella la energía de Aries jamás llegaría a ser nada. El recipiente que representa Tauro proporciona el medio gracias al cual la energía simbolizada por Aries puede manifestarse en el plano físico. Y como el continente es necesario para la manifestación del contenido, es tan valioso como lo que contiene. No se puede hacer ninguna distinción de valor.
        Cualquier medio en el que se manifieste la energía afecta a la naturaleza de ésta, y por ello adquiere un potencial creativo propio. La energía para la creación puede provenir de otra fuente, pero el estilo y la naturaleza de la creatividad se generan en aquello que la recibe.
        Tauro es el remedio de casi todas las deficiencias de Aries, a cuyas irregulares energías confiere estabilidad1 constancia y persistencia. Puede limitar y concentrar las energías arianas abstractas de Aries al ámbito de los efectos reales y experimentales.
        Además, mientras que Aries es fogoso y rudo, Tauro es refrescante y suave (aunque de los signos de tierra sea, con mucho, el más cálido; pensemos una vez más en la tierra que se calienta en primavera). El fogoso Aries es un poco estéril; en cambio Tauro, la tierra fecundada, trae la fertilidad. Tauro es terrenal en el sentido popular de la palabra: disfruta del mundo físico. No lo ve ni como un escenario donde él ha de actuar ni como un instrumento. Más bien quiere formar parte de él, estar comprometido con él, y especialmente, tener la vivencia de la maravilla del mundo físico.
        Al igual que Aries, no es especialmente social. Aunque carece del agresivo individualismo ariano. Tauro se siente bien cuando está solo, relacionándose con el mundo a su manera. No tiene especial necesidad de aplauso.
        En cambio, disfruta con el sexo opuesto, ya que por medio de él puede tener la vivencia de la sexualidad física. Aunque se suele considerar a Escorpio como el signo de orientación más definidamente sexual, es Tauro, el sensualista, el que más se ajusta a esa imagen.
        En el zodiaco, Aries y Tauro forman la primera pareja de signos positivo-negativo, y aunque contrasten, al ponerlos juntos forman un todo. Juntos son el cuerpo viviente, animado por el fuego de Aries y configurado por la tierra de Tauro. De todas maneras, es un cuerpo todavía sin conciencia de su relación con los demás: necesita desarrollar su conciencia, y este proceso se completará en los restantes signos del zodiaco.

LA RELACION DE TAURO CON VENUS Y LA TIERRA: Yo no considero que Venus sea el mejor regente para Tauro. Es fácil ver cómo se llegó a esta conclusión, pero creo que es hora de cambiar nuestro punto de vista.
        En las mitologías antiguas, las diosas del amor sexual eran diosas de la Tierra, que presidían además la fertilidad de la naturaleza. El simbolismo de las diosas sexuales se mezclaba con el de las diosas maternales, y no se establecía una distinción clara entre los diferentes aspectos de lo femenino. En la astrología moderna, sin embargo, Venus ha asumido el simbolismo del amor, la creatividad y el arte; y aunque evidentemente sea una energía favorable a la fertilidad y a la agricultura, no parece que sus principales intereses sean éstos.
        De entrada, parece que no tengamos ningún planeta con un simbolismo que pueda corresponder claramente a Tauro, y sin embargo lo tenemos: el único planeta cuyo simbolismo en el nivel planetario coincide perfectamente con el de Tauro en el nivel de los signos es la Tierra. El más terrestre de todos los signos de tierra es Tauro. Todo lo que asociamos con las diosas de la Tierra, todo lo que se relaciona con adjetivos como "terrenal", pertenece a Tauro. La Tierra tiene mucho en común con Venus, pero jamás podría ser el indicador del amor romántico, que es demasiado irreal, no lo suficientemente sensual, y está demasiado alejado de los asuntos del mundo cotidiano para que una persona de Tierra lo considere importante.
        Puesto que el horóscopo está centrado en la Tierra, ¿de qué manera podemos localizar a la Tierra en la carta como un punto con una longitud y una latitud definidas? He aquí una sugerencia. Aun cuando por razones astronómicas tratamos el horóscopo como si fuera geocéntrico (como si estuviera centrado en el centro de la Tierra), en realidad es topocéntrico (está centrado en un punto de la superficie de la Tierra). La línea que nos conecta a nosotros' que estarnos en la superficie, con el centro de la Tierra va directamente hacia abajo. Si proyectamos esa línea sobre la eclíptica, de tal modo que podamos expresar su posición en los términos del zodiaco, la longitud de la línea que va del topocentro al geocentro es el Imum Coeli del horóscopo, la cúspide de la casa cuatro.
        En realidad, la Tierra jamás ha estado ausente del horóscopo, porque las casas representan nuestra relación con el planeta en el que vivimos. La Tierra ocupa la mitad de la carta, desde el Ascendente en el este pasando por el Medio Cielo hasta el descendente en el oeste. Si su orbe se extiende a 180º, ¿cómo podría no afectarnos tremendamente?
        El Imum Coeli o cúspide de la cuarta casa es el foco de esta relación, y su correspondencia simbólica con la Tierra no es mala. De acuerdo con la tradición, la casa cuatro representa los bienes inmuebles, nuestra tierra, nuestro hogar y a quien nos dio nacimiento. No sé si ésta es la respuesta al problema de la regencia de Tauro, pero es una idea que vale la pena considerar.
        La cúspide de la cuarta casa simboliza tantos asuntos terrenales como lunares, y quizá la similitud entre estos campos de la experiencia pueda explicar la razón de la tradición según la cual la Luna está exaltada en Tauro. Es obvio que hay una afinidad entre el simbolismo de la Tierra y el de la Luna, pero también hay una diferencia importante. La Luna se relaciona con la seguridad emocional y el sentimiento de pertenencia, mientras que la Tierra tiene Más que ver con la seguridad práctica y física, con la posesión afectiva de lo que necesitamos para sobrevivir con comodidad. En este aspecto, Tauro es más como la Tierra que como la Luna.


EL EFECTO DE TAURO SOBRE LOS PLANETAS: Como el más terrestre de los signos de Tierra, y el más fijo de los signos fijos, Tauro es el signo más lento del zodiaco. Pero no se ha de equiparar lentitud con torpeza. El resultado final de la actividad de los planetas en Tauro puede ser tan inteligente, preciso, claro y penetrante como en cualquier otro signo, pero se llega a él de manera cuidadosa, metódica y con gran atención a la seguridad de que el trabajo tenga importancia práctica. Toda acción planetaria en Tauro se hace más lenta y se orienta hacia objetivos prácticos.
        Los únicos planetas que realmente pueden resentirse por esto son aquellos en los que la rapidez en la acción es intrínseca.
        Entre los más afectados se cuentan Mercurio y Urano. Mercurio en Tauro puede experimentarse como una desventaja, porque la mayoría de la gente espera que las energías mercurianas sean rápidas, y Mercurio en Tauro no lo es. Si se le da la ocasión de funcionar a su propio ritmo, sin embargo, este planeta es exactamente tan eficaz aquí como en cualquier otro signo.
        Urano en Tauro es difícil, porque el carácter revolucionario, rebelde e instantáneo de este planeta no se adecua a la naturaleza lenta y gradual del signo. Un signo como Géminis permite que Urano libere sus energías en una serie de breves descargas que impiden un estallido, pero la naturaleza de la tierra se resiste a la electricidad de Urano de tal manera que cuando la energía se libera, lo hace bajo la forma de una tremenda explosión.
        Se considera que Marte en Tauro también es difícil, porque el ritmo naturalmente lento de este signo tiende a hacer que la energía marciana quede retenida en vez de liberarse. Esto hace que la energía se acumule de tal manera que cuando estalla puede ser destructiva. Pero si el nativo no se lo provoca insistentemente, es probable que su energía nunca estalle. Por el lado positivo, Marte en Tauro puede tener una gran firmeza y mucha persistencia una vez que se pone en marcha. 





GEMINIS

De los 60º a los 90º del Zodíaco

Elemento: aire
Cuadruplicidad: mutable
Polaridad: positivo
Regente: Mercurio
Exaltación de Plutón
Exilio de Júpiter y de Neptuno

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El apogeo de la primavera, los frutos amargos.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL La naturaleza, ya fecundada, se concede una pausa en el esplendor de la explosión primaveral. El impulso creativo se concentra en el descubrimiento complaciente y casi narcisista del propio Yo (exaltación de Plutón), que se manifiesta en los frutos amargos. El contacto con la realidad circundante estimula una curiosidad inteligente y crítica (Mercurio). Es la adolescencia del mundo nuevo, intelectualmente inquieta, pero físicamente ligada al ambiente natal; aún no es dueña de los grandes espacios ni se preocupa por alcanzarlos (exilio de Neptuno), pues está comprometida en una movilidad mental que le impide soportar el conformismo (exilio de Júpiter).



Géminis es el miembro positivo de la segunda pareja de signos. En Aries y Tauro teníamos la construcción y la animación del cuerpo físico; en Géminis y Cáncer tenemos la evolución de los aspectos mental y emocional del individuo. Géminis representa la parte mental.
        Es quizás el más mutable de todos los signos mutables, porque la mutabilidad es inherente al aire. Como el viento, la naturaleza de Géminis consiste en moverse rápidamente de un lugar a otro, abarcando todo lo que encuentra, pero quizá con demasiada rapidez para obtener una impresión profunda de algo. Géminis -que precede a Cáncer, el primer signo de agua- no tiene todavía conciencia de que hay otros aspectos de la realidad más profundos y que no son inmediatamente accesibles mediante la lógica y el análisis racional. Es un signo que entiende con rapidez, pero no comprende empáticamente. Aprende deprisa, pero no cultiva ese profundo sentimiento de comprensión del mundo que permite a algunas personas vivir hábilmente sin que en realidad tengan que pensar.
        La forma que tiene Géminis de compensar esto es su mezcla de rapidez y curiosidad. Es el primer signo que se interesa por las relaciones de los diversos elementos que hay en su entorno. No es que las evalúe, ni que le preocupe especialmente su propia relación con ellas. Simplemente, quiere saber qué pasa ahí fuera. En este aspecto, Géminis, el tercer signo, se relaciona a menudo con la casa tres. Y la relación es muy estrecha. Sin embargo, yo cuestiono seriamente la idea de que Géminis tenga algo que ver con hermanos y hermanas, e incluso que la constelación Géminis represente unos gemelos (por cierto que actualmente esta constelación ocupa el signo de Cáncer).
        Se trata de un signo generalmente muy sociable que disfruta estando con gente. Tiene un nivel de energía bastante alto, que a otras personas les resulta estimulante, aunque no es tan elevado como para dejar exhaustos a los que son de temperamento más lento. Géminis puede hacer que incluso el más trivial de los contactos sociales resulte interesante, pero tiende a resistirse cuando se trata de conexiones más profundas. Considera que un apego intenso es algo que limita, y siente que esta clase de vínculos interfiere en su necesidad de vagabundear sin trabas en busca de experiencia.
        Como es mutable, Géminis tiende, como el viento, a rodear los obstáculos en vez de encararlos de frente. Si se ve sometido a una presión muy fuerte, simplemente cambiará. La coherencia y la constancia pueden ser difíciles para este signo, que pierde interés con rapidez.
        Un aspecto de Géminis que no se ha destacado en la bibliografía astrológica es que se trata de un signo que disfruta con los juegos y los trucos. Le encantan los juegos de cartas y los de mesa de orientación mental; también le gustan los juegos en el sentido de complicadas maniobras sociales. Las tretas de Géminis no tienen intención de engañar ni de tergiversar; son más bien actividades mentales en las que este signo se complace. Lamentablemente, su falta de empatía y de verdadera comprensión de los sentimientos puede ser causa de que lastime a los demás sin la menor intención de hacerlo.


LA RELACION DE GEMINIS CON MERCURIO: Hay quienes afirman que Mercurio rige a Virgo, y que "otra cosa" rige a Géminis, pero yo no creo que sea así. En mi opinión, la coincidencia entre Mercurio y Géminis es más o menos la más exacta que se pueda encontrar en una pareja planeta-signo. Ambos representan el mismo impulso hacia la búsqueda intelectual que intenta establecer conexiones entre el yo y su entorno, necesarias para establecer vínculos comunes con los demás y una relación con el medio en general. Tanto el signo como el planeta son predominantemente mentales y muy cambiantes. A ambos les interesa más descubrir una idea que encontrarle un uso práctico. Las personas con un Mercurio fuerte suelen parecerse a las que tienen al Sol en Géminis. Así como Géminis es el perfecto signo de aire, Mercurio es el perfecto planeta de aire. También es característico de este planeta el gusto por los juegos y las tretas.


EL EFECTO DE GEMINIS SOBRE LOS PLANETAS: En la mayoría de los aspectos Géminis es el opuesto de Tauro. Tiende a activar la energía de los planetas y hace que trabajen en un nivel más abstracto. Los planetas que Géminis afecta de manera más negativa son los relacionados con el sentimiento, la emoción y la sensibilidad, como la Luna y Neptuno. Venus suele ser voluble en Géminis, pero por lo demás no se ve gravemente afectado. No parece que los planetas de acción lenta, como Saturno, resulten seriamente afectados por el signo pero funcionan con un nivel de energía más elevado.
        Es probable que una persona con algunos planetas en Géminis ame la libertad, y es posible que le falte persistencia. A modo de compensación de la frecuente carencia de profundidad en el conocimiento, típica de su signo, los geminianos abarcan con mucha rapidez una gran cantidad de campos




CANCER

De los 90º a los 120º del Zodíaco

Elemento: agua
Cuadruplicidad: cardinal
Polaridad: negativo
Regente: la Luna
Exaltación de Venus
Exilio de Urano y de Saturno
Caída de Marte

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL Los frutos maduros.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL La maduración de los frutos concluye la primera fase del ciclo vegetativo, y la naturaleza satisfecha asume un carácter receptivo-pasivo que expresa al máximo las características femeninas (Luna-Venus). La cosecha es inminente, la hoz del segador segará la vida de las mieses; a la espera de esta muerte el pensamiento se vuelve, nostálgico, hacia el pasado, mientras se apagan los impulsos agresivos (caída de Marte) y se atenúan la fuerza de decisión (exilio de Urano) y el rigor racional (exilio de Saturno). En esta lánguida agonía del mundo vegetal se intensifican los valores afectivos que, con su continuidad, podrán garantizar una nueva felicidad.



Cáncer completa la evolución del individuo como tal con el despliegue de las facultades emocionales. Y lo hace volviéndolo a poner en contacto con su propia fuente, con sus raíces, con el origen de todo ser.
        Cáncer no es meramente sentimiento sino que es el sentimiento de formar parte de algo. Así como Géminis es la conciencia intelectual de la relación, Cáncer es la conciencia emocional, que puede ser incipiente, no estar formulada y ser demasiado profunda para que pueda hallar una expresión simple y racional. Particularmente, Cáncer es la conciencia de la relación con el pasado: con la infancia, con la familia (especialmente con la madre), con la comunidad e incluso con la tierra natal. No es, en cambio, la conciencia de la propia relación con otros individuos en general, ya que esta función pertenece a los signos de aire.
        Como sus necesidades son tan fundamentales, la interferencia en su satisfacción puede tener efectos particularmente malos para Cáncer que simboliza la necesidad emocional, de sentir que su existencia encontrará apoyo en el entorno y de sentirse afectivamente nutrido por quienes lo rodean. Si estos aspectos de la energía funcionan de manera adecuada, Cáncer simboliza también la necesidad de apoyar y de nutrir afectivamente a los demás, de brindarles lo que él ya ha recibido. Pero si sus necesidades no se ven satisfechas, es frecuente que el nativo se quede atrapado en pautas de comportamiento infantiles que lo llevan a aferrarse y a ser emocionalmente posesivo por miedo a perder a los seres que ama. Su amor, entonces, puede ser sofocante. Además, es posible que las posesiones materiales se conviertan en símbolos de seguridad emocional para las personas con problemas cancerianos, que se rodearán de cosas en un esfuerzo por obtener de los objetos físicos el apoyo emocional que realmente necesitan (esto es similar a tener la Luna en la casa dos). Los rasgos que en ocasiones han dado mala reputación a Cáncer no son propios del signo; aparecen sólo cuando sus necesidades vitales no se han visto satisfechas.
        Por el lado positivo, Cáncer simboliza pautas esenciales para el bien social. En todos los grupos debe haber personas que apoyen a los demás, les brinden afecto se ocupen de los necesitados y tranquilicen a los inseguros. Si Cáncer no se manifestara todo sería puramente funcional, racional, frío; todo estaría muerto. En realidad, la desintegración actual de la familia y la creciente dependencia del Estado para que se ocupe de los jóvenes, los viejos y los enfermos, representan una tendencia a la destrucción de estos elementos cancerianos tan necesarios para la cohesión social. La necesidad de raíces y de comunidad de Cáncer choca con la necesidad geminiana de moverse, tener experiencias y ser libre: lo que actualmente predomina en nuestra cultura. Se ha de señalar que, astrológicamente hablando, en el desarrollo del individuo, Géminis representa una función más primitiva que Cáncer.


LA RELACION DE CANCER CON LA LUNA: Se trata de otra relación muy próxima entre el signo y su regente. Junto con la Luna y la cuarta casa, Cáncer forma parte del conjunto de símbolos de la madre. Tanto el signo como el planeta se relacionan con el concepto de “nutrición afectiva o emocional”, con el sentimiento de pertenencia, con la idea de provenir de alguna parte y de algo. Tanto a Cáncer como a la Luna los afecta fuertemente todo lo relativo a la seguridad emocional, y ambos pueden ser infantiles en su manera de expresar sus necesidades cuando éstas se ven frustradas, especialmente si la seguridad emocional fue una carencia temprana en la vida.
        La principal diferencia es que la Luna es un planeta y Cáncer un signo. Además, la Luna es uno de los cuerpos que más fuertemente influyen en la carta individual, mientras que Cáncer forma parte de un conjunto de relaciones generales que pueden o no afectar intensamente a un individuo. Por ejemplo, tener a Saturno en Cáncer indica que uno ha nacido en un período de debilidad general del principio de nutrición afectiva, pero tener a Saturno en conjunción con la Luna es una manifestación personal muy fuerte relativa a la experiencia individual de nutrición afectiva.


EL EFECTO DE CANCER SOBRE LOS PLANETAS: Los planetas con los que Cáncer está mejor son los intensamente emocionales, como la Luna, Venus y posiblemente Neptuno y Plutón (aunque la combinación de Plutón con el grupo de símbolos maternales puede conferir tanta intensidad a este planeta como para generar dificultades). Júpiter se ve favorecido en Cáncer, no porque tenga un carácter emocional, sino porque comparte con este signo un sentimiento de protección y el deseo de apoyar a quienes todavía están creciendo.
        Los planetas de aire como Mercurio y Urano lo tienen más difícil en Cáncer: el agua, que es personal y subjetiva, interfiere en la claridad de la observación mental y el desapego en el juicio característicos del aire.
        Con frecuencia, las fuertes energías del ego de Marte tienen dificultades en el ámbito de la experiencia canceriana (las relaciones con el hogar, la madre y la familia), que debe estar relativamente libre de ese tipo de tensiones. De modo similar, Saturno crea dificultades en Cáncer porque pone barreras en ese mismo ámbito, que debería contarse entre los pocos en donde las energías emocionales pueden fluir libremente y sin obstáculos. Uno no tendría que sentirse forzado a actuar con un alto grado de excelencia para conseguir que su familia lo acepte. En el ámbito familiar nadie tendría que sentirse constantemente juzgado por los demás ni exigido a ser aquello que no es. Saturno en Cáncer puede implicar este tipo de problema, pero el largo tiempo que este planeta permanece en un signo hace que por lo común sus efectos sean más bien generacionales que personales. 




LEO

De los 120º a los 150º del Zodíaco

Elemento: fuego
Cuadruplicidad: fijo
Polaridad: positivo
Regente: el Sol
Exilio de Saturno y Urano
Caída de Neptuno

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL La cosecha.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL El ciclo primaveral-estival está en su apogeo, alcanza su plena madurez (Sol). El trigo que se acumula en la eras es símbolo de prosperidad y de bienestar, consiente la generosidad y la magnificencia (Sol), excluye el cálculo y la cautela (exilio de Saturno). La gran seguridad en sí mismo lleva a una visión exultante del presente como resumen emblemático del pasado y del futuro, y a una visión confiada del Yo, núcleo monolítico perfecto y libre de cambios (caída de Neptuno). Se deja de lado y se desprecia la técnica, la evaluación cuidadosa de las circunstancias y el cálculo del riesgo (exilio de Urano).


Es por el orgullo por donde han comenzado todos nuestros males.

Libro de Tobias




Con Leo, la estructura básica del individuo se completa. Esto se ve claramente en el hecho de que se trata de un signo de desarrollo del ego y de la confianza en sí mismo, con una fuerte necesidad de expresarse y de que lo admiren, e intransigente en cuanto a su integridad personal.
        Muchos problemas con los que ya se enfrentó Aries reaparecen en Leo, pero con importantes diferencias. Mientras que Aries es un signo lleno de potencialidades que intenta vigorosamente realizar, Leo es un signo en el que el potencial ya se ha realizado. Aries dice: "Quiero llegar a ser lo que yo soy"; Leo dice simplemente: "Yo soy".
        Leo representa el ente completo en su estructura básica, pero el individuo sigue estando socialmente incompleto; todavía tiene que ocuparse de su relación con los demás. Es como el niño que acaba de lograr algo nuevo y que no es feliz mientras los adultos que lo rodean no se den cuenta. Aunque a lo largo de la historia todos los seres humanos hayan logrado eso mismo, para el niño el logro es nuevo y fascinante. Esta es la psicología básica del principio leonino (aunque naturalmente, la mayoría de los Leo adultos ya han dejado de ser tan primitivos al respecto).
        Sin embargo, Leo siente una auténtica fascinación por sí mismo, y desea que los demás estén igualmente fascinados por él. Pero esta pauta sólo aflora, en forma de egotismo o de comportamiento exhibicionista, en las personalidades fuertemente leoninas pero de un modo anormal. En la mayoría de los Leo adultos aparece como un deseo de impresionar y una necesidad de reconocimiento personal y de control del propio destino. El deseo de impresionar implica, por lo común, el anhelo de ser de verdad así, es decir, de ser una persona realmente importante y no sólo de parecerlo. Leo, como Aries y por las mismas razones, es un signo sincero.
        La metáfora que expresa la madurez de Leo es la del rey o el Sol. Este signo desea ser una fuente de energía, el abastecedor no solamente de sus propios logros sino también de los ajenos. Así como el Sol hace que los planetas brillen porque reflejan su luz, la personalidad Leo desea ser un centro de luz, y de atención, para que los demás puedan calentarse con ella y reflejar su esplendor.
        Todo lo que antecede tiene un potencial de arrogancia, y esta característica es el defecto más común de los Leo. Sin embargo, la personalidad leonina es relativamente simple, con necesidades claramente definidas. Si éstas se ven satisfechas, se puede contar con que Leo se comporte enérgicamente y con respeto.
        Hay otras diferencias importantes entre Aries y Leo. En primer lugar, este último signo es fijo, mientras que Aries es cardinal; por lo tanto, al contrario que éste, Leo es persistente e incluso puede ser obstinado.
        En segundo lugar, la conciencia social de los dos signos es muy distinta. A Aries le gusta que lo dejen solo, en libertad de hacer lo que quiera. Cuando toma conciencia de sus interacciones, es con un matiz en gran parte competitivo. En cambio Leo comienza a tener conciencia de los demás como parte regular de su ambiente. Sin embargo, sólo está dispuesto a tratar con ellos en la medida en que le permitan ocupar el centro del escenario. Todavía estamos en el primer tercio del zodíaco; el individuo aun' se busca a sí mismo en relación consigo mismo. Sólo cuando lleguemos a Virgo descubrirá que es preciso tener en consideración la realidad externa, y habrá que llegar a Libra para que se dé cuenta plenamente de la necesidad de llevarse bien con los demás. La autoexpresión sigue siendo el principal objetivo de Leo, y cuanto más perfectamente pueda ser él mismo, y más sienta que lo aceptan como es, mejor se siente.
        La única forma en que Leo depende realmente de los demás es que necesita muchísimo su reconocimiento, De ahí, a diferencia de Aries, no pueda florecer en el vacío, y que a pesar de su necesidad de autoexpresión pueda ser coaccionado por los demás: lo único que tienen que hacer para conseguirlo es no expresarle su aprobación Pero sentirse coaccionado es dañino para Leo, que sabe que sólo siendo quien es puede ser eficaz.
        Por más infantiles que puedan parecer ciertos aspectos de este signo, Leo está fundamentalmente en lo cierto con respecto a sus necesidades, y cuando consigue lo que necesita -es decir, cuando se le permite ser total, completa y auténticamente él mismo-, es uno de los tipos humanos más admirables.


LA RELACION DE LEO CON EL SOL: Aunque se trata de una correspondencia bastante buena entre un signo y su regente, hay una diferencia importante entre Leo y el Sol. Leo, debido a su posición en el zodíaco, representa una etapa temprana en la evolución del individuo. El Sol es una energía que no es ni primitiva ni avanzada.
        Además, y de forma mucho más fundamental que Leo, el Sol es el impulso que lleva a cada individuo a ser lo que es, un impulso hacia la autoexpresión personal y la autenticidad. A medida que se mueve a través de los signos va asumiendo el estilo de cada uno.
        Muchos astrólogos equiparan a Leo, el Sol y la quinta casa. Aún cuando un signo y una casa no sean lo mismo, entre Leo y la quinta hay afinidades. Pero equipararlos totalmente es imposible. Los niños, y en especial el hecho de tener hijos, está entre las cosas que simboliza la quinta casa; sin embargo, de acuerdo con la tradición, Leo es un signo estéril, es decir, desfavorable en este sentido. Solía suponerse que Leo en la cúspide de la casa cinco era un signo especialmente malo para una mujer que deseara tener hijos. Esta antigua idea puede o no estar justificada, pero de hecho indica que la equipar acción, en todos los aspectos, de Leo con la quinta casa es una idea relativamente nueva y que cuenta con poca base de tradición.

EL EFECTO DE LEO SOBRE LOS PLANETAS: Como todos los signos fijos, Leo tiene una influencia estabilizadora. Tiende a hacer que las energías de los planetas emplazados dentro de su ámbito funcionen de manera constante e inexorable: no se puede esperar que una persona fuertemente leonina abandone con facilidad.
Sin embargo Leo, signo fijo de fuego, no es lento y calmoso corno Tauro, signo fijo de tierra.
        Debido a la fuerte orientación de Leo hacia el ego, es más probable que los planetas emplazados en este signo estén preferentemente al servicio de sí mismos (siempre que no sean, como Neptuno, incapaces de tomar esa dirección) Seguramente los problemas relacionados con los planetas en Leo pertenezca a ámbitos en los que interviene el orgullo o el sentimiento de autoestima. Por ejemplo, Mercurio en Leo indica que el nativo expresa con energía su juicio o parecer, que se enorgullece de su capacidad mental o (en el peor de los casos) que no es capaz de ver más que su propio punto de vista. La persona con Saturno en Leo puede sentirse muy orgullosa de ser disciplinada, cuidadosa y honrada. Y así sucesivamente. 




VIRGO

Desde los 150º a los 180º del Zodíaco

Elemento: tierra
Cuadruplicidad: mutable
Polaridad: negativo
Regente: Mercurio y diversos asteroides
Exaltación de Urano
Exilio de Júpiter y de Neptuno
Caída de la Luna

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL La conservación de la cosecha.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL A la euforia de la siega le sigue una evaluación atenta y sagaz de la cosecha (Mercurio) y se plantea el problema de su conservación en el tiempo; esta conservación se confía a la habilidad técnica (Urano) y a la capacidad de ahorro y de autocontrol, enemiga de todo tipo de inclinación hedonista (exilio de Júpiter). La naturaleza alcanza el máximo de su aridez (caída de la Luna) y se encierra en un inmovilismo contrario a cualquier aventura (exilio de Neptuno).



Pocos signos adyacentes hay que sean tan diferentes como Leo y Virgo. Y sin embargo, como en todas las parejas positivo-negativo, el segundo signo es un cumplimiento y un complemento del que lo precede. Virgo representa el individuo completo, no -como Leo- alzándose solo y vanagloriándose de sí mismo, sino más bien enfrentándose tanto al universo físico como al social y procurando ponerse de acuerdo con ellos. Virgo aborda el universo físico como un obstáculo al que debe adaptarse, un marco de referencia por medio del cual puede aprender a ser eficaz, y una realidad a la que es preciso servir. De la misma manera encara el universo social. De la arrogancia del Leo negativo pasamos a la sumisión del Virgo negativo. Del intento de ser autosuficientes en Leo pasamos al de ser totalmente eficientes en Virgo, que justifica su existencia en función de su eficacia para moverse en el mundo de la mejor manera posible. El énfasis en la individualidad total ha desaparecido.
        Virgo es un tipo astrológico que necesita poco reconocimiento social de la calidad de su trabajo: su sentimiento de logro se basa en la seguridad de haber hecho bien su tarea. Al enfrentarse a la realidad del universo exterior, tanto físico como social. Virgo ha adquirido por lo menos cierto grado de cautela y quizá se muestre incluso algo temeroso frente aquello con lo que tiene que tratar. Es casi como si fuera el resultado del egotismo y la exuberancia infantil de Leo tras haberse enfrentado con su primera derrota grave: una vez escarmentado, se vuelve cuidadoso. Y aunque el nativo de Virgo no necesite que los demás reconozcan la calidad de su trabajo, no está del todo seguro de sí mismo como individuo, y por lo tanto no es muy capaz de resistirse a presiones externas. Con respecto a su comportamiento, cuando está sometido a presión social Virgo puede ser uno de los signos más conformistas del zodíaco. No necesita que lo traten como a la realeza, pero sí que los demás lo acepten por lo que es.
        No quiero decir que todos los Virgo sean tímidos, inseguros o conformistas. Simplemente trato de situar a este signo en el esquema del desarrollo de la personalidad que describe el zodíaco. Virgo es el individualismo de Leo atemperado por el enfrentamiento con las necesidades y obligaciones externas, y es tan capaz como cualquier otro signo de ser fuerte y tener éxito. Virgo influye en la manera de alcanzar el éxito, no en el éxito en sí.
        Este signo no dispone de una abundante confianza en sí mismo para seguir adelante, ni intentará jamas engañar a nadie haciéndole creer que es lo que no es. Procura hacer una evaluación realista de sí mismos, y en todo caso pecará por humildad. Es tan honrado como Leo y está igualmente mal dispuesto a comprometerse en falsedades o engaños. Virgo intenta concretar sus logros dominando los instrumentos que le ofrece el mando y creando una relación de orden y confianza con su entorno.
        Aunque su enfrentamiento con el mundo físico lo escarmiente, no lo destruirá. En realidad, se esfuerza por alcanzar lo que algunos Leo están convencidos de poseer: la perfección. La autocrítica y el autoanálisis son las claves de la perfección, y Virgo puede ser despiadado al juzgarse a sí mismo cuando fracasa (y a veces también lo es cuando fracasan los demás).
        Aquí tenemos la clave de Virgo como signo mutable. A diferencia de Tauro que la mayoría de las veces se enfrenta con el mundo tal como es, Virgo intenta cambiarse y, en última instancia, cambiar al mundo. Quizá las personas de este signo no disfruten haciendo público su trabajo, pero el éxito en el logro de cambios es importante para ellas.
        A Virgo no le interesa ser jefe, pero necesita sentirse eficaz. Sin embargo, el mundo físico no es un lugar del todo fiable: incluso con el mejor de los planes, las cosas pueden salir mal, y esto molesta y preocupa a Virgo más que a la mayoría de los signos. Así, en un esfuerzo por llegar a controlar la situación no dejando que nada se le escape, tiende a concentrarse en los detalles. Esto hace que sea un signo bueno para el análisis, pero no tanto para obtener una visión general. Es posible que los árboles no le dejen ver el bosque.
        Su preocupación por el orden también puede ser causa de que Virgo se vuelva sumamente pulcro en sus hábitos personales, pero si no puede conseguir un orden perfecto, es probable que renuncie totalmente a él. Por lo demás, el signo es moderado en la mayoría de las cosas.
        Virgo tiene normas estéticas muy exigentes. Es el signo de la artesanía, en la que la función va unida a la forma de tal modo que se completan mutuamente y no se quitan nada la una a la otra. Pero Virgo no es especialmente paciente con la belleza que no es funcional; dad su condición de signo práctico, cree que todo debería servir para algún propósito.


LA RELACION DE VIRGO CON MERCURIO Y LOS ASTEROIDES: Mercurio es el regente tradicional de Virgo, pero los astrólogos actuales se sienten cada vez más incómodos con esta atribución. En mi opinión, Virgo y Mercurio constituyen una de las peores adecuaciones entre signo y regente. Mercurio es de aire, mientras que Virgo es de tierra. A Mercurio le encanta la abstracción; Virgo es práctico. Es verdad que ambos son mutables, y que Virgo tiene efectivamente fuertes intereses intelectuales, pero éstos se encaminan en buena medida hacia el objetivo de ser eficaz, mientras que los de Mercurio son un fin en sí mismos. El gusto por los juegos de Mercurio falta en Virgo, que es un signo muy serio. A Mercurio no le preocupa especialmente el deber, mientras que a Virgo sí.
        La astróloga Eleanor Bach ha sugerido que los regentes de Virgo son los cuatro asteroides. La idea es tentadora, porque la mujer que sostiene la espiga de trigo, a quien se representa en la constelación de Virgo, es en realidad la diosa Ceres, que es también el nombre de uno de los asteroides mayores. Y los efectos astrológicos de Vesta, los más claramente observables de los cuatro asteroides, son muy característicos de Virgo. Tanto Vesta como Virgo tienen una fuerte relación con el deber y la responsabilidad, en especial con los deberes de la casa y el hogar. Ambos tienen fuerte conexiones con el trabajo y la eficiencia. Ninguno de los dos símbolos tiene una buena conexión con las diversiones: Vesta se parece mucho a Saturno en su actitud reservada y seria, y naturalmente, es una diosa virgen.
        Asignar a Virgo los otros dos asteroides mayores, Palas y Juno, ya no es tan obvio. Zipporah Dobyns, que ha estudiado mucho los asteroides, se los asigna a Libra (junto con Venus) por razones que veremos en la sección dedicada a este signo. Pero en Palas se observa un intelectualismo combativo y crítico que a mí me parece más característico de Virgo que de Libra. Y Juno, por lo menos en su condición de diosa de las artes domésticas y las responsabilidades de la casa, también tiene mucho de Virgo.
        Yo me inclino a asignar los cuatro asteroides principales a Virgo, aunque se puede defender la tesis (tanto de Eleanor Bach como de Zipporah Dobyns) de asignar Ceres a Tauro o a Cáncer, en la medida en que la diosa es un símbolo de la Madre Tierra. Es obvio que con todos los planetas y asteroides nuevos que se han descubierto desde la antigüedad hasta hoy, el orden de las regencias, tan pulcro antaño, está ahora gravemente alterado.


EL EFECTO DE VIRGO SOBRE LOS PLANETAS: El principal efecto de este signo sobre los planetas es que los hace funcionar con más precisión y cuidado. Los planetas con energías exuberantes y explosivas (como Marte y Urano) no se encuentran tan bien en Virgo como aquellos (Saturno, por ejemplo) cuya naturaleza es constante y cautelosa. Sea o no Mercurio el regente de Virgo, su emplazamiento en este signo es favorable. A Venus no parece irle bien en Virgo desde un punto de vista sexual, porque este signo, como su nombre indica, tiende a ser sexualmente modesto. Pero Venus en Virgo tiene mas éxito en el terreno creativo, especialmente en la artesanía.
        Como le interesa tener un trato eficiente con el universo físico, Virgo puede mostrarse cambiante cuando percibe nuevas contingencias a las que hay que enfrentarse. Además, su falta de confianza en sí mismo puede ser causa de que cambie de acuerdo con las presiones a que se ve sometido. Por consiguiente, el hecho de tener unos cuantos planetas en Virgo tenderá a aumentar tanto la mutabilidad como la terrenalidad del horóscopo. 





LIBRA

De los 180º a los 210º del Zodíaco

Elemento: aire
Cuadruplicidad: cardinal
Polaridad: positivo
Regente: Venus y diversos asteroides
Exaltación de Saturno
Exilio de Marte y de Plutón
Caída del Sol

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL la preparación para la siembra

SIMBOLOGIA ESTACIONAL Se apaga el Sol (en caída) al comienzo del ciclo invernal y la madre Tierra se prepara para la fecundación que la llevará al ciclo primaveral. Libra tiene el deber de elegir la mejor semilla para asegurar la cosecha futura, y el mejor terreno para plantarla; ello exige una gran seguridad en el gusto (Venus) y un rigor impecable en la eliminación de todo aquello que podría comprometer el próximo ciclo vegetativo (exaltación de Saturno). El criterio lúcido de elección y el profundo sentido de la justicia no toleran ímpetus (exilio de Marte) ni impulsos generosos (caída del Sol). Aún materialmente estéril (exilio de Marte y de Plutón), la naturaleza se prepara moralmente para una nueva vida eliminando todo resto del pasado.


Su fuerza mayor es el arte de servirse de los otros dándoles la impresión de que les prestas un servicio.
André Gide



Con Libra entramos en la segunda mitad del zodíaco. En la primera, los signos trazan la formación del individuo, partiendo de la primera afirmación de la individualidad en Aries para llegar al individuo completo en Leo y concluir en Virgo con la primera toma de conciencia de una necesidad externa a la que debe someterse de alguna manera la desenfrenada individualidad.
        En la segunda mitad del zodíaco el individuo aprende a relacionarse con la realidad y el orden social que lo trascienden y a integrarse en ellos. Esta mitad del ciclo va desde Libra (que significa la primera y la más simple de las relaciones interpersonales, la confrontación íntima de dos personas) hasta Piscis (donde el individuo socialmente integrado se enfrenta con algo que trasciende la sociedad y la realidad tal como normalmente se las concibe: la unidad mística del universo).
        Hasta cierto punto, cada signo de la segunda mitad es un paralelo de su signo opuesto en la primera mitad, y lleva a la práctica en un nivel social aquello que comenzó su signo opuesto en un nivel personal. Pero no debemos dejarnos entusiasmar por esta idea. Cada signo posee además' una individualidad propia que en muchos casos no da la impresión de que se derive del hecho de ser el complemento social de su signo opuesto.
        Así sucede con Libra. Aunque es el signo donde el individuo se acomoda por primera vez a otro en una relación de persona a persona, también es un signo de evolución estética con un fuerte amor por la belleza y la armonía. Tampoco es tan inmaduro con respecto a la integración social del individuo como lo es Aries con respecto a la formación del individuo. Tenemos que recordar que Aries es el primer signo de fuego' mientras que Libra es el segundo signo de aire. Así pues, en el ciclo de evolución del aire, Libra está más lejos que Aries en el ciclo del fuego. Libra es hábil para tratar con los demás tiene un conocimiento muy desarrollado del arte de desenvolverse bien, y con frecuencia es capaz de salirse con la suya mientras da la impresión de estar cediendo. Se nota a menudo que es el signo de Venus, la diosa de la dulzura y la belleza, pero no se muestra con tanta frecuencia como un signo cardinal y positivo. Es un maestro cuando se trata de tomar la iniciativa de tal manera que los demás no se den cuenta de que alguien la ha tomado.
        Al ser el signo de la más sencilla de todas las relaciones, la que se establece entre dos personas, a Libra le resulta difícil concebir otras maneras de relacionarse. Ve las cosas en forma de polaridad: yo frente a ti, esta persona frente a aquélla, nosotros frente a ellos. Y con mucha frecuencia, el "frente a" se puede sustituir por "junto con". La idea central es que Libra no puede concebirse en un vacío. El yo sólo evoluciona en contacto con otro yo. Libra necesita a alguien con quien mantener un diálogo. Pero no por ello tiene la necesidad de someterse a otra persona; es más, incluso puede ser dominante.
        Como le hace falta el contacto con los demás para llegar a comprenderse y a realizarse, tiende siempre a mantener una relación de intimidad. Tan pronto como una se acaba, otra comienza. Las personas de Libra pueden valer para las profesiones en donde son básicos el contacto y el asesoramiento de persona a persona, como el derecho, la psicología y cualquier otro dominio en el que se actúe como consultor. Sin embargo, estas profesiones también requieren fuertes indicaciones provenientes de otras partes de la carta.
        Libra completa un proceso que se inició en Virgo, en donde uno toma conciencia de las necesidades externas e intenta acomodarse a ellas, mediante una actitud de servicio. En Libra, el individuo se enfrenta al otro como un igual. La clave es la interdependencia, más bien que un servicio unilateral; la igualdad en lugar de la sumisión.
        El aspecto más venusiano de Libra es su interés por la belleza y el arte. Este signo no indica necesariamente capacidad artística, pero parece que los Libra tienen más necesidad del arte que otras personas. Les gusta la belleza, y es posible que no sepan apreciar un arte que sea tormentoso, intensamente personal, dramático y emocional si estas características tienen primacía sobre la belleza. Si no ha aprendido a manejarse con el contenido emocional del arte, Libra puede quedarse simplemente en el gusto de lo bonito. Es un signo de aire, y por consiguiente, en todos sus encuentros con el mundo, tanto en el arte como en las relaciones a tiene dificultad para enfrentarse con los sentimientos intensos.


LA RELACION DE LIBRA CON VENUS Y LOS ASTEROIDES: Ya hemos estudiado los problemas que plantea en intento de relacionar a Venus con Tauro. Si bien yo prefiero a este planeta como regente de Libra, debo reconocer por lo menos una dificultad. Venus es un planeta claramente negativo, yin, mientras que Libra es un signo positivo, yang. En este sentido, Venus parece más adecuado para Tauro, un signo negativo, yin. Pero no es nada excepcional que un signo tenga un regente diferente en polaridad: pocos astrólogos dudarían al asignar a Saturno la regencia de Capricornio, y sin embargo aquí tenemos un planeta claramente masculino (aunque sea el más yin de los planetas yang) asignado a un signo femenino (aunque con toda probabilidad sea el más yang de los signos yin) Todo esto significa que no se puede identificar completamente a los signos con los planetas que los rigen.
        Así como Capricornio es un signo negativo sumamente yang a también Libra es un signo positivo sumamente yin. En realidad estos dos signos desentonan tanto con sus supuestas polaridades que llegan a poner en tela de juicio el concepto mismo de polaridad. Sin embargo, yo creo que éste es válido. Lo que pasa es que la polaridad se refiere a un atributo bastante específico del signo, y no a la suma de todos sus atributos.
        Como ya he dicho, Zipporah Dobyns asigna los asteroides Palas y Juno a Libra. La diosa Palas Atenea es una luchadora y podría representar a este signo, cuyas confrontaciones íntimas de persona a persona asumen la forma de peleas. Pero yo no he visto a muchos Libra que obren de esta manera, salvo los que tienen una fuerte influencia de Marte o de Plutón, y sospecho que en ellos las características de Libra han sido anuladas.
        El caso de Juno es mejor, ya que entre otras cosas esta diosa era la patrona del matrimonio y de las esposas. El matrimonio es decididamente una relación de Libra, pero la diosa Juno no encarna algunos de los rasgos de este signo, tales como el amor a la belleza, el arte y la armonía. Tradicionalmente signo de paz, Libra no casa bien con la naturaleza astuta de Juno (o, para el caso, con la agresividad de Palas Atenea). Pero los argumentos tomados de la mitología son peligrosos si no los avala la experiencia. Por eso se ha de permitir que su resolución se derive de la observación de los efectos astrológicos.


EL EFECTO DE LIBRA SOBRE LOS PLANETAS: Es obvio que los planetas en Libra incrementan las características aéreas y cardinales de una carta. Además, este signo es más favorable para los planetas orientados hacia las relaciones y que son de naturaleza generalmente pacífica. Libra funciona peor con los planetas individualistas, como Marte, que en este emplazamiento no sabe si andar en solitario y vivir a su manera o si intentar entenderse con los demás al estilo de Libra. Indica alguien que probablemente establecerá relaciones personales de intimidad de tipo combativo.
        Aunque es bastante extraño que Libra sea el signo tradicional de la exaltación de Saturno, en ello hay algo apropiado. Saturno no es, por supuesto, un planeta muy predispuesto a las relaciones, pero tampoco es tan individualista. Su papel consiste en recordarle a uno su conexión con el mundo social en sentido amplio. Saturno se relaciona con Libra en la medida en que representa las obligaciones y los deberes en una relación. Hace desaparecer los aspectos frívolos de Libra, y deja los serios.
        Los tránsitos de Neptuno (1941-1956), Urano (1968-1975) y Plutón (1970-1984) por Libra parecen simbolizar los cambios que se han ido produciendo en nuestro concepto del matrimonio. Neptuno creó una idealización casi irrealizable de la relación de pareja al tiempo que eliminaba muchas de las restricciones sociales asociadas con ella. La generación que tiene a Neptuno en Libra es la responsable de la difundida aceptación social de la convivencia extra-matrimonial, así como de la creciente respetabilidad de las relaciones homosexuales. Urano y Plutón han estado en Libra durante la época adulta de los nacidos con Neptuno en este signo, y esto describe bien la realización de lo que se anunció durante el tránsito de Neptuno por Libra. Urano, que simboliza la revolución, y Plutón, que simboliza la ruptura, apuntan a las crecientes cifras de divorcio y a la tendencia a contraer varios matrimonios. Claramente, de estos tránsitos está surgiendo una nueva visión de las relaciones humanas.
        En general, los planetas en Libra encaminan los problemas relacionados con ellos hacia las relaciones y la armonía con los demás. Al mismo tiempo, tienden a funcionar de una manera más ligera y no tan seria como en otros signos (especialmente en Escorpio, el signo siguiente).





ESCORPIO

De los 210º a los 240º del Zodíaco

Elemento: agua
Cuadruplicidad: fijo
Polaridad: negativo
Regente: Plutón (tradicionalmente, Marte)
Exaltación de mercurio
Exilio de Venus
Caída de Júpiter

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL La siembra.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL La siembra corresponde a una sepultura, y reuniendo aquí, una vez más, a Marte y a Plutón, regentes de la agresividad vital, el Zodíaco parece indicarnos que la muerte lleva en sí una nueva vida o que, inversamente, una nueva vida pasa a través de la muerte. Sepulta bajo los terrones, la semilla inicia una aventura emocionante y terrible, cumple el primer paso en el largo camino que la llevará a la explosión primaveral. La supervivencia está asegurada por la agresividad (Marte), por un desafío preparado para el riesgo (Marte y Mercurio), por una voluntad vital pronta a meterse en las situaciones más impensadas (Plutón), por un instinto lúcido de autodefensa que excluye la afectividad pura (exilio de Venus), por un desprecio de las tradiciones y del bienestar que consiente un auténtico y verdadero "traspaso" a condiciones de vida extremadamente duras (caída de Júpiter).



Escorpio es uno de los signos peor entendidos del zodiaco, y uno de los que tienen peor reputación. Por más que tenga que ver con asuntos muy serios, no se merece la mayoría de las cosas negativas que se han dicho de él. Y en realidad, puede ser muy positivo.
        En cuanto a la polaridad con su signo opuesto, parece que Escorpio tuviera muy poco que ver con Tauro. En cierto sentido, es más bien una prefiguración de Piscis. Representa el primer enfrentamiento del ego con la muerte. Completa el proceso que se inició en Libra, donde el individuo entraba en un diálogo con otra persona, pero ambos seguían siendo entidades aparte. En Escorpio los dos se funden en uno en el nivel emocional, y esta es la primera forma de muerte del ego.
        Aunque lo dicho sitúe a Escorpio en el esquema de los signos, no constituye su esencia, que es la transformación, una transformación inherentemente mística. No es el misticismo cristiano, que es sobre todo espiritual, ascético y negador del propio yo, sino un misticismo que ve el poder de la transformación operando en la realidad cotidiana. En vez de negar el universo físico para trascenderlo, Escorpio se sumergirá en su condición física e incluso se anegará en ella para así trascendería.
        Es el primer signo que tiene conciencia de las alturas y los abismos del universo. Como siente la naturaleza relativa de todas las cosas, declarará sin restricciones que no hay diferencia entre el bien y el mal, y el resultado será que se lo interprete mal. Escorpio ve la vida como una serie de muertes y resurrecciones, y en vez de empeñarse en evitar estas vivencias, se precipita de cabeza en ellas para experimentar la revivificación que producen.
        En un nivel ordinario, esto se manifiesta como la vocación de Escorpio por vivir intensamente. Nada se ha de hacer de forma superficial. Es mejor tener una vivencia completa de algo que una superficial de muchas cosas. Es obvio que es un signo dramático, al cual le fascina la emoción, aunque tome la forma del dolor provocado por sus propias vivencias. Para Escorpio es mejor sentirse mal que no sentir nada.
        Además, le encantan los misterios. Disfruta excavando en las profundidades de un problema o de una persona para ver qué sucede dentro. Como consecuencia, se asocia a este signo con la investigación, la indagación y la psicoterapia, y con la última por dos razones: ahondar en lo psíquico y tener la oportunidad de ayudar a los demás a transformarse interiormente.
        Ya sea con ánimo critico o por envidia, se dice con frecuencia que Escorpio es un signo sumamente sexual. Pero si uno se refiere al simple placer del sexo, Escorpio no va necesariamente por esa vía. Más aún, es capaz de privarse completamente de actividad sexual, y sin embargo, hay una relación entre este signo y la sexualidad. No es la búsqueda del placer lo que lleva a Escorpio a lo sexual, sino la búsqueda de trascendencia. El orgasmo ofrece una de las pocas experiencias de muerte del ego y trascendencia del yo accesibles al ser humano común y corriente. Y también es una de las pocas experiencias en las que se tiene la vivencia simultánea de la muerte y la suprema gratificación del ego, algo característico de Escorpio, que no siente tanto como los otros signos la necesidad de establecer una separación entre las dos. Para un escorpiano, por más atractiva y sexualmente atrayente que sea su pareja en otros aspectos, el amor que no contiene elementos dramáticos y de intensidad emocional no durará.
        Aunque este retrato es fundamentalmente fiel a la naturaleza del signo, no es una imagen del todo exacta del Escorpio típico. Más que la mayoría de los otros nativos, los de Escorpio tienden a tener un aspecto común y corriente, y es fácil pasarlos por alto... mientras no haya una confrontación. Entonces uno descubre que, a muy corta distancia de Tauro, Escorpio es el segundo signo más fijo del zodíaco, y es el único signo de agua que se avendrá a pelear. En realidad gozará incluso con la pelea, porque es otra manera de disfrutar de una experiencia cumbre. La guerra continua existiendo en parte porque permite que la gente viva al máximo de sus capacidades, algo que al Escorpio le gusta especialmente. Como buen signo de agua es sensible y es fácil que lo hieran, pero a diferencia de Cáncer y Piscis, cuando se siente herido peleará, a menudo con fiereza.
        La dificultad más destacada de Escorpio con los demás está en la altura y la profundidad de su entendimiento. Las emociones que siente suelen ser sumamente primitivas y no se prestan a la comunicación verbal ni al análisis intelectual. Además, gran parte de su conocimiento no es fácil de comunicar porque va más allá de la comprensión de la mayoría de la gente. Con frecuencia, cuando Escorpio trata de comunicar lo que ve, entiende o siente, los demás lo interpretan muy mal, de modo que tienden a guardar silencio porque el malentendido resultante en este caso es mejor que el que se origina en un fracaso de la comunicación. Los Escorpios poco seguros de sí mismos pueden reaccionar ante las malas interpretaciones culpándose y llegando a la conclusión de que interiormente, algo anda muy mal en ellos. Bajo la carga de un sentimiento de decadencia y corrupción internas, no se dan cuenta de que los “malos” pensamientos que ellos albergan también los tienen muy a menudo los demás, aunque no tan intensamente. De ahí la fama de reserva de este signo.
        Todo esto puede dar como resultado que Escorpio parezca meditando e inmerso en sí mismo. Como se trata de un signo fijo, en él ni los sentimientos positivos ni los negativos se extinguen rápidamente, y por ello muchos astrólogos lo han descrito como un signo vengativo, que cultiva durante mucho tiempo sus resentimientos. Pero también es lento para enojarse. Si no lo hieren repetidas veces o no lo hacen objeto de insistentes insultos, Escorpio no es más vengativo ni más rencoroso que cualquier otro signo.


LA RELACION DE ESCORPIO CON PLUTON Y MARTE: Escorpio y Plutón están en buena armonía. Ambos son símbolos de muerte y resurrección, y de transformaciones importantes en general. Y los dos tienen que ver con los tipos de transformación que se producen por obra de los procesos inherentes a todo aquello que se transforma. Ambos son símbolos de introversión, y se los encuentra en personas a quienes les interesa su estado interior y que sienten intensamente las experiencias internas.
        La principal diferencia entre estos dos símbolos es de grado. Plutón, un símbolo planetario, es mucho más intenso, y de esta intensidad obtiene una mayor conexión con el poder. Es mucho más probable que un plutoniano desee el poder, y no un Escorpio. Pero en ambos casos, sea cual fuere el poder que pueda obtener, el nativo está en peligro, a menos que sólo lo use en beneficio de algo más grande y que lo trascienda.
        Marte era el regente tradicional de Escorpio antes de que se descubriera a Plutón, pero esta es una de las peores afinidades entre signo y regente. Marte es fogoso, extravertido y abierto, Escorpio es sutil y reservado. Ambos símbolos indican agresividad, pero la de Marte es una confrontación directa, mientras que probablemente la de Escorpio será tortuosa. Marte libera rápidamente su energía, y Escorpio lo hace con lentitud o de una forma explosiva.
        Pero además parece que desde la antigüedad haya habido algún cambio en el significado de Escorpio. En los textos antiguos, especialmente en el Astronomicon de Manilio, se describe a Escorpio como más marciano de lo que es ahora. No es necesario que aceptemos el zodiaco sideral para darnos cuenta de que los signos tropicales pueden cambiar lentamente de significado a lo largo del tiempo. Lo único que necesitamos es reconocer que las diferentes culturas ven los símbolos de distinta manera. Escorpio es ahora mucho más plutoniano que marciano.


EL EFECTO DE ESCORPIO SOBRE LOS PLANETAS: Cualquier planeta en Escorpio puede convertirse en agente de la transformación del individuo. En este signo, los planetas operan con intensidad, generalmente con intensidad emocional. Los planetas de aire, como Mercurio no funcionan bien en Escorpio, porque el carácter emocional del signo impide que haya el desapego necesario para su funcionamiento. Por otro lado, la tendencia escorpiana a personalizar todas sus vivencias funciona mal con los planetas sociales. Así Venus en Escorpio, sin tener problemas graves, de todos modos es menos capaz de mantener el desapego o la objetividad en las relaciones en que pueda comprometerse.
        De la Luna se dice a menudo que esta gravemente debilitada en Escorpio, pero yo no me inclino a coincidir con tal idea. En esta posición, puede ser difícil de entender para los demás, pero por lo menos está en contacto con sus propios sentimientos. Y ciertamente no es una Luna que se incline a reprimir las emociones.
        Varios planetas en Escorpio aumentarán tanto el carácter emocional como la obstinación en la carta. Tal vez el nativo no comunique los problemas asociados con estos planetas con tanta claridad como los demás desearían, pero generalmente él los ve tal como son. 





SAGITARIO

De los 240º a los 270º del Zodíaco

Elemento: fuego
Cuadruplicidad: mutable
Polaridad: positivo
Regente: Júpiter
Exilio de Mercurio
Caída de Plutón

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El comienzo de la germinación.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL La semilla comienza a adaptarse al ambiente circundante, los terrones que la cubren ya no son una tumba, sino que se transforman en el vientre materno, refugio cómodo y protector (Júpiter), mundo estimulante que acoge el milagro de la metamorfosis (Neptuno). La primera manifestación vital de la semilla en germinación es el movimiento inquieto de las células; a partir de ellas se desarrollará la planta futura (Neptuno); la tensión se concentra en la actividad física, mientras pasa a un segundo orden la actividad intelectual (exilio de Mercurio). La adaptación al ambiente representa también una toma de posición, un asentamiento que acompaña a la inquietud neptuniana de un deseo de estabilidad (Júpiter, caída de Plutón).



Con Sagitario entramos en la etapa del desarrollo simbolizada por los cuatro últimos signos. Como usted recordará, los signos que van de Aries a Cáncer se relacionan con la evolución del individuo como tal, y los que van de Leo a Escorpio, con la evolución del individuo frente a los demás en las relaciones personales.
        Los cuatro últimos signos describen la integración del individuo en la sociedad como un todo. Aquí el término "sociedad" tiene un significado mucho más abstracto que en el segundo grupo de signos. El individuo se relaciona no sólo con las personas a quienes conoce, sino también con la trama misma del orden social, de la que no siempre es posible tener una vivencia personal.
        El concepto clave de Sagitario es el del individuo que se enfrenta con un contexto social y aprende a entenderlo y a expresar en él su voluntad. Es el más avanzado de los signos de fuego, y la expresión de la voluntad en él debe trascender la expresión puramente personal de sí mismo. Sin embargo, por ser el primero de los cuatro signos sociales, es el más ambivalente en su relación con el orden social. Valora la libertad personal y la expresión de sí mismo tanto como cualquier otro signo de fuego, y por lo tanto puede tener problemas para adaptarse a las restricciones del orden social en sentido amplio. Sin embargo, es un signo incapaz de eludir su relación con la sociedad, y por eso busca un papel social que le permita expresarse al máximo y al mismo tiempo hacer algo socialmente útil. Sagitario está asociado con el idealismo, con las personas que no pueden aceptar el orden establecido y quieren reformar la sociedad. Pero, ambivalente como es, simboliza también a aquellos que actúan como portavoces del orden social y lo mantienen intacto.
        En cualquiera de los dos casos, la relación del individuo con la sociedad es bastante abstracta. A Sagitario le interesan más los principios y las pautas generales que los detalles de su puesta en práctica. Recuerde la relación de Aries con Tauro, en la que Aries funciona como la voluntad abstracta e incorpórea que recibe su cuerpo físico en Tauro, el signo de tierra. Sólo mediante el encuentro con el principio de tierra puede manifestarse la voluntad de Aries. De modo similar, Sagitario enuncia los principios de cohesión social aunque él mismo sea ambivalente respecto de su relación con la sociedad, y luego Capricornio busca la manera de llevar a la práctica tales principios.
        Como a otros dos signos mutables, en la bibliografía más antigua a Sagitario se lo solía considerar un signo dual. La dualidad no es un concepto especialmente fecundo para explicar a Géminis o a Piscis; lo es más con Sagitario, que se siente ambivalente con respecto a su emplazamiento en el esquema del zodíaco, y por eso hay dos tipos distintos de sagitarianos. (En los viejos libros se asociaba a estos tipos con la primera y la segunda mitad del signo, pero yo no considero fiable esta asociación).
        El primer tipo es una personalidad clásica del signo de fuego, amante de la libertad. Este signo está ávido de espacio para moverse y de libertad para expresarse. Generalmente es exuberante y simpático, pero no del todo fiable cuando se trata de mantener acuerdos. Tampoco es demasiado coherente, sino sumamente mutable. Aunque este signo va mucho más allá que Libra, se resiste a atarse en sus relaciones, y no porque prefiera estar sólo, sino porque desea ser libre de relacionarse con quien sea, donde sea, sin límites impuestos por la convención social. Le encanta encontrarse con experiencias nuevas y no se siente especialmente atado a la tradición.
        El segundo tipo de Sagitario se integra con éxito en el orden social y le preocupa la trama de este orden. Tiene necesidad de estudiarlo todo en el mundo para poder relacionar cada parte con todas las demás. Así, es probable que le atraigan las ciencias, la filosofía, la religión o cualquier otra disciplina que revele la recíproca conexión de todas las cosas. Le interesa la sabiduría, y la prefiere al mero conocimiento: una idea es buena sólo en la medida en que ayuda a entender el mundo y nos permite vivir con más eficacia en él. Pero (y esto es válido para ambos tipos de Sagitario), es probable que sus ideas sigan siendo abstractas. Ninguno de los dos tipos disfruta trabándose en lucha con los detalles que implica llevar a la práctica lo que entiende, pero el segundo está más dispuesto a hacerlo. Aunque este tipo es también muy mutable, en la medida que se adapta a la adversidad en lugar de enfrentarse con ella, es mucho más coherente que el otro.
        Ambos tipos disfrutan de los viajes, a los que ven como una forma de expandir la conciencia, y a la vez como una liberación de las restricciones de la vida cotidiana. También ambos son idealistas, pero al segundo le resulta más fácil separar lo real de lo ideal.
        No hay manera de saber a partir del horóscopo con qué tipo estamos tratando, porque en realidad son dos fases en el desarrollo de un tipo único. El Sagitario de la primera clase puede evolucionar hasta convertirse en el segundo si las influencias ambientales lo permiten. Un Saturno fuerte puede ser causa de que el primero se convierta tempranamente en el segundo.


LA RELACION DE SAGITARIO CON JUPITER: Lo que es válido para Júpiter suele serlo también para Sagitario. Los dos se interesan por la integración social, por el punto de vista holista, por el derecho, la filosofía y la religión. Ambos simbolizan al individuo que intenta salir de sí mismo para enfrentarse al ancho mundo.
        Pero hay diferencias: Sagitario es mucho más cambiante que Júpiter, más amante de la libertad y más irresponsable, y es menos probable que simbolice la adquisición de bienes materiales. Además, como es un signo (y por lo tanto un símbolo menos poderoso que un planeta), no es tan probable que caiga en excesos ni que sea un indicador de derroche, desmesura o arrogancia.
        Otra diferencia importante es que Júpiter tiene un aspecto de cuidado y protección mucho más fuerte que Sagitario. Este último, un signo de fuego, está demasiado pendiente de su libertad individual y de su propia expresión como para que realmente se sienta feliz asumiendo la responsabilidad de cuidar y proteger a otras personas.
EL EFECTO DE SAGITARIO SOBRE LOS PLANETAS: Los planetas en Sagitario incrementan la cantidad general de mutabilidad y fuego en una carta, e indican un deseo de libertad. Sagitario se lleva muy bien con Marte, Urano y el Sol, que actúan con rapidez, son enérgicos y no se resisten al cambio. Mercurio, que tradicionalmente está en detrimento en Sagitario, no parece estar tan mal allí; su principal dificultad es que pierde la capacidad de obrar con precisión y de ocuparse del detalle.
        Evidentemente, Sagitario tiene cierta incompatibilidad con Saturno. Hace que éste intente interesarse por ideas amplias y globales, que de todas maneras siguen generándose en el minucioso y detallado enfoque saturniano. Pero esto no es un problema grave a menos que Saturno ocupe un lugar muy destacado en la carta.
        Los planetas con un fuerte componente emocional quizá no tengan dificultades en Sagitario, pero no operan de manera totalmente acorde con su naturaleza. Venus, por ejemplo, se muestra renuente a establecer relaciones vinculantes. No es que no se interese por lo sexual, pero tiende a preferir la amistad a un vinculo sexual más convencional. La Luna funciona bastante bien, pero no parece mucho una Luna: por ejemplo, no hay tanto gusto por la tradición ni el mismo contacto con las propias raíces.
        Neptuno que está en Sagitario cuando escribo esto (1980), ha estimulado más allá de todo límite el aspecto idealista del signo. En coincidencia casi exacta con su llegada a Sagitario, en 1970, se inició el florecimiento de gurus y cultos  característicos de esa década.





CAPRICORNIO

De los 270º a los 300º del Zodíaco

Elemento: tierra
Cuadruplicidad: cardinal
Polaridad: negativo
Regente: Saturno
Exaltación de Marte
Exilio de la Luna
Caída de Venus

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El letargo invernal.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL La semilla enterrada afronta el período, más difícil, cuando todo parece aliarse en contra suyo. La lucha por defenderse del hielo mortal, enemigo de la vida, debe ser conducida con la ayuda de la razón (Saturno), regida por la fuerza de decisión práctica (Urano) y por una agresividad concentrada en la autodefensa (Marte) sin concesiones a la piedad ni al sentimentalismo (exilio de la Luna). La dureza afectiva, la indiferencia a la alegría de los contactos humanos y la consiguiente misantropía son indispensables para regir el peso de una soledad impuesta por la naturaleza (caída de Venus).



Capricornio tiene poco de la ambivalencia de Sagitario. De orientación muy social, se siente totalmente cómodo en un contexto definido por su entorno social. Aunque de polaridad negativa, está lejos de ser pasivo. Puede permitir que el mundo exterior defina sus criterios referentes a lo que es y no es real, importante y aceptable, y una vez que ha aceptado estas definiciones y que se ha enorgullecido incluso de aceptarlas, se dedica con entusiasmo a jugar la partida de acuerdo con esas reglas.
        Para comprender de verdad a Capricornio es necesario comprender el conjunto de los símbolos que, en el horóscopo, representan al padre, y del cual este signo forma parte. Capricornio está sometido en grado sumo a la influencia de figuras de autoridad y a la de quienes pretenden tener un conocimiento universalmente aplicable (es decir, objetivamente real). Tiende a poner bastante poco énfasis en su punto de vista subjetivo. Sin embargo, y aquí hay una manifiesta contradicción, evita las abstracciones que no es posible llevar a la experiencia. A Capricornio le interesa tener una idea objetiva de la verdad, pero que al mismo tiempo se pueda experimentar. De este modo llega a una idea de la verdad a la que confiere una realidad absoluta.
        Y la verdad debe ser operativa, lo cual significa que Capricornio, además de aceptar lo que la sociedad considera real, se dispone a ser eficaz en forma práctica. La eficacia es algo que los capricornianos desean sobre cualquier otra cosa. La idea de depender de los demás y de no estar bajo su propio control les aterroriza. Prefieren ser ellos quienes controlen, aunque generalmente tienen demasiado sentido de la responsabilidad para enloquecerse por el poder.
        Capricornio desea emplear las normas que le han enseñado sobre el mundo exterior lo mejor que pueda para erigir un monumento a su propia existencia. Quiere poder decir al mundo: "Yo hice eso, yo lo construí". Y lo que construya debe ser importante no sólo para él, sino también para el mundo cuyas normas ha intentado dominar.
        No sólo durante la juventud está Capricornio particularmente sometido a la autoridad en la determinación de sus opiniones sobre la realidad; más adelante se convierte en la encarnación misma de esa autoridad. De nuevo tenemos la asociación entre Capricornio y el arquetipo paterno: la energía que dice al niño que no sólo debe estar interesado en su propia vida, sino que también debe llegar a entenderse con lo que existe fuera y más allá de él. Así como Cáncer es el signo que manifiesta el sistema de apoyo del niño. Capricornio es el signo que manifiesta la energía que lo empuja a salir del hogar y aventurarse en el mundo.
        Tanto Sagitario como Capricornio pueden adoptar el papel de representantes del orden social, pero difieren en la forma de hacerlo. A Sagitario le interesan los principios unificadores de la sociedad y las teorías de la integración social. Es frecuente que desee entender sin otra meta que la expansión de su propia conciencia (por más que no le fascinen, como a Géminis, las ideas solamente en cuanto tales). A Capricornio a en cambio, no le interesan tanto los principios como su supuesta práctica. Quiere saber lo que es “realmente real” a no lo que es teóricamente verdad. Le importan más los detalles del orden social que su carácter general.
        Podríamos considerar que Sagitario es el filósofo académico del orden social y Capricornio el hombre de negocios. Una vez más, el signo de tierra que lo sigue facilita la manifestación en el plano físico de los principios del signo de fuego.
        Es obvio que Sagitario y Capricornio deberían formar equipo. Sin embargo, su psicología es tan diferente que les cuesta llevarse bien. A Sagitario le molesta lo que para él es el tosco materialismo de Capricornio, y a éste le molesta la tendencia de Sagitario a perderse en aéreas abstracciones evitando la responsabilidad de tratar con el mundo "real." Sin embargo, cuando consiguen llevarse bien, la combinación del entendimiento de Sagitario con la efectividad práctica de Capricornio es verdaderamente impresionante.
        El único problema grave de Capricornio es que está tan empeñado en ser eficaz en el mundo "real" que no le resulta fácil jugar. Para él, una actividad sólo es justificable si es importante. Esto lo lleva a ser exageradamente serio y a racionalizar. Puede haber algo que Capricornio haga con verdadero placer, pero si sólo es placentero no le basta. Tiene que estar seguro de que, además de placentero es socialmente importante. Por lo tanto -tal es su razonamiento- él tiene más derecho a lo que le proporciona placer del que tienen otros a sus diversiones menos "importantes". A Capricornio le gusta darse palmaditas en la espalda por "cumplir con su deber" cuando en realidad sólo está haciendo algo que le gusta. Con frecuencia, identifica el juego con el trabajo.
        A pesar de su naturaleza seria, este signo ha producido una abundante cosecha de humoristas. El humor es generalmente de un tipo seco y autocrítico más bien que juguetón, y esta es probablemente la manera que tiene Capricornio de mantener un sano equilibrio ante su tendencia a buscar lo importante.


LA RELACION DE CAPRICORNIO CON SATURNO: Son muy similares. Ambos pugnan por alcanzar logros materiales, y muestran un intenso interés por el reconocimiento social. Los dos son símbolos de abnegación y de la postergación de gratificaciones inmediatas en favor de necesidades a largo plazo. Ambos están fuertemente conectados con el padre y con todos los símbolos de autoridad y control, y son muy disciplinados. Pero, en general, Capricornio se parece más a un Saturno positivo: no es tan represivo como el planeta.
        En realidad, las principales diferencias entre Capricornio y Saturno son de fuerza y de grado. Es decir que si Saturno está en aspecto con un planeta, el efecto es mucho más poderoso que si este planeta está en Capricornio. Estar en Capricornio casi nunca significa una negación grave de la energía de un planeta en la forma en que puede significarlo estar en aspecto con Saturno. Capricornio sólo puede convertirse en una influencia tan difícil como la de Saturno en una carta con una pesada carga de tierra y con los signos y planetas de fuego inactivos.
EL EFECTO DE CAPRICORNIO SOBRE LOS PLANETAS: Los planetas en Capricornio tienden a incrementar la orientación del nativo hacia la realidad y pueden limitar su capacidad para salirse del punto de vista social en el que lo educaron. Por ello, en este signo funcionan mejor los planetas que no se interesan especialmente por la libertad y la innovación. Para Urano, es probable que no sea Capricornio el mejor de los emplazamientos, ni tampoco para Júpiter, aunque he observado que esta última combinación no es tan tensa como Saturno en Sagitario. Es frecuente que a Júpiter le encante prestar atención al logro de una importante posición social.
        Algunas autoridades en la materia opinan que Júpiter en Capricornio puede significar problemas con el padre. Pero yo no creo que Júpiter, que permanece un año en cada signo, pueda echar a perder todo un año de relaciones de los hijos con sus padres por el simple hecho de estar en Capricornio. Por supuesto que la relación padre-hijo puede tensarse si Júpiter en Capricornio es dominante también en otros aspectos. Mi propia sensación es que se trata de una de esas discusiones tan sutiles que no es posible zanjarlas.
        De Marte se dice que está en exaltación en Capricornio. Esto no es del todo coherente, ya que nadie podría esperar que la combinación de las energías marcianas con las saturnianas de Capricornio fuera fácil. Sin embargo parece que en este signo la energía de Marte se aparta de su estrecha orientación hacia el ego y recibe una base social más amplia, de modo que es más probable que los demás respeten sus intenciones.
        Los planetas sumamente emocionales no funcionan bien en Capricornio, porque este signo tiende a reprimir la emoción en aras de la disciplina. La Luna se encuentra aquí en una situación particularmente difícil, porque Capricornio no le permitirá que disfrute dependiendo de los demás, un modo de relación que en algún momento de la vida es absolutamente esencial para la Luna.
        Tampoco es el mejor lugar para Venus, porque es probable que sus criterios emocionales a la hora de elegir se encuentren subordinados a criterios prácticos. Venus en Capricornio puede indicar también una atracción por las personas mayores, que pueden servir tanto de figuras de autoridad como de amantes o como un sustituto paterno.
        Sean cuales fueren las inclinaciones normales de un planeta, en Capricornio se ven sometidas a consideraciones prácticas y deben ponerse al servicio de la necesidad de eficiencia del signo. Si esto no se consigue, su forma de funcionar es ambigua y por lo tanto tensa. ¡Cómo debe ser, pues Neptuno en Capricornio! 




ACUARIO

De los 300º a los 330º del Zodíaco

Elemento: aire
Cuadruplicidad: fijo
Polaridad: positivo
Regente Urano (tradicionalmente, Saturno)
Exaltación de Neptuno
Exilio del Sol

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL El desarrollo de la raíces.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL La metamorfosis de la semilla, embrionaria en sagitario, se retoma aquí con máximo impulso (exaltación de Neptuno), se vuelve definida y evidente. Las raíces que se hunden en la tierra están guiadas por la razón (Saturno), acompañada por un instinto seguro de adaptación cotidiana a las circunstancias (Urano). La semilla ya se ha transformado en una pequeña planta de individualidad precisa y al mismo tiempo disponible, dúctil, alejada de cierto rigor orgulloso y de una afirmación demasiado neta de la personalidad, que podrían comprometer la supervivencia (exilio del Sol). La forma se adapta al tiempo en lugar de intentar dominarlo (exaltación de Neptuno).



Con Acuario entramos en el último par de signos, que completa la evolución del individuo arquetípico. En Aries empezamos por la afirmación más puramente individualista del yo. Tras haber ido construyendo los diversos aspectos del yo, y luego socializándolos, llegamos a Acuario, donde la socialización se completa.
        Acuario es el signo del individuo como unidad cooperativa del grupo. Es un signo en el que al menos teóricamente el ego individual y sus necesidades se subordinan a las de la unidad social más amplia de la que el individuo forma parte. Digo teóricamente porque lo que en realidad sucede suele ser muy diferente.
        Es verdad que Acuario está en su elemento formando parte de alguna clase de grupo social, así como Libra lo está formando parte de una pareja. Los acuarianos son gregarios y disfrutan con las interacciones sociales. Valoran las amistades y respetan lo que se puede lograr mediante el esfuerzo del grupo. Es como si para ellos ninguna actividad tuviera sentido si no posee una dimensión social. Pero así como Libra tiende a ser la persona dominante en una relación, Acuario tiende a ser el miembro dominante en un grupo. Como los nativos de Libra, los de Acuario necesitan la interacción social para definirse, pero son individuos fuertes y con tendencia a dominar.
        Para poder entender a Acuario, hay que recordar que su signo opuesto es Leo, el signo del individuo completo, fuerte y que confía en sí mismo y en sus propias fuerzas. El ego está totalmente desarrollado, incluso en exceso. Acuario es el signo de la completa socialización del ego, un ego tan fuerte como el de Leo, pero mientras que éste deriva su sentimiento del yo de una conciencia exclusiva de sí mismo, la conciencia de sí que tiene Acuario proviene del grupo, cuyos intereses identifica como propios, Leo dice: "Yo soy grande y magnífico en mi mismo", y Acuario dice: "Yo no soy nada más que la encarnación de lo que quiere la sociedad". Dicho de otra manera, cuando Leo es egotista lo es abiertamente; en cuanto a Acuario, es más probable que sea un egotista encubierto. Esto no quiere decir que todos los nativos de este signo sean egotistas, sino simplemente que los acuarianos derivan su sentimiento del yo de una identificación con algo exterior a ellos mismos.
        Paradójicamente, este signo de orientación social puede producir pensadores radicales o innovadores que parecen sumamente individualistas y autosuficientes, y que dan la impresión de no necesitar para nada la aprobación de la sociedad. Pero de hecho, aun cuando el radical o el reformador acuariano no necesite estar vinculado con la sociedad como un todo, necesita siempre algún tipo de grupo con el cual identificarse. Generalmente, ese grupo se considera, como encarnación de la sociedad, más válido que el orden social vigente. Además, la mayoría de los ideales radicales de Acuario tienen consecuencias sociales. Este signo no se conforma simplemente con perfeccionarse; su deseo es perfeccionar a toda la sociedad. Ama intensamente la libertad, pero se trata de la libertad de cambiar la sociedad entera para que se convierta en lo que él piensa que debe ser. No es feliz dejando que los demás sean libres si la idea de libertad de ellos difiere de la suya. Después de todo, es un signo fijo, y por más radicales (o, para el caso, por más convencionales) que sean sus ideas, una vez que ha llegado a ellas no es fácil que las cambie.
        Uno de los verdaderos problemas de Acuario proviene a la vez de su orientación social y de su condición de signo de aire. Los acuarianos tienden a tener fuertes ideales sociales respecto de cómo debe ser la gente, pero no se relacionan fácilmente con los demás como individuos, salvo quizás en la medida en que éstos encarnen problemas sociales. Acuario es el signo del humanitario que ama a toda a toda la humanidad, pero a ningún ser humano individual. Por ser un signo de aire, no se encuentra especialmente cómodo en el dar y recibir emocional que implica una relación personal de intimidad. Los acuarianos se sienten más a gusto con la amistad que con el amor.
        Me he detenido en los aspectos problemáticos de Acuario para contrarrestar la propaganda en la bibliografía astrológica más reciente sobre la inminencia (o la presencia, según a quién leamos) de la Era de Acuario, en la cual todos los males sociales de la Era de Piscis se repararán milagrosamente. Si la era que se avecina es realmente acuariana, puede ser una época en la cual se arranquen despiadadamente y de raíz las consideraciones individuales, los vínculos de amor emocional y los lazos de la tradición, en favor de diversos órdenes utópicos concebidos por completo en la mente y donde no tengan nada que ver el corazón.
        Sin embargo, Acuario posee muchos puntos fuertes. Al ser un signo de aire, tiene una visión de las cosas desapegada e imparcial. Se preocupa auténticamente por el bien de todos, y no sólo por el propio. Es un signo idealista, con un fuerte compromiso con sus creencias. Además, está excepcionalmente libre de restricciones impuestas por el pasado y por la tradición (un atributo que tiene sus lados buenos y malos).
        El principal fallo de Acuario es que se compromete con la sociedad, algo que de hecho no es más real que el individuo. En realidad, es menos real: la sociedad no es sino un grupo organizado de individuos. Y el nivel de organización existente no es aún lo bastante complejo para que alguna sociedad llegue a tener una existencia orgánica propia. Es decir que una sociedad no es un ente viviente, de la misma manera que lo es un individuo. Si considerarnos la sociedad como una entidad válida necesaria para el mantenimiento de la vida humana, la identificación del acuariano con alguna forma de orden social es válida. Pero si la vemos como una entidad abstracta sin ninguna existencia orgánica real, esta identificación es dañina. Corresponderá a Piscis lograr la verdadera y universalmente válida identificación con algo que va mas allá del yo.


LA RELACION DE ACUARIO CON URANO Y SATURNO: En mi opinión, Acuario y Urano constituyen uno de los peores paralelos entre signo y regente. Urano trasciende lo social y el ego. Sumamente individualista, llega incluso a ser antisocial en muchas ocasiones. Más auténtico amante de la libertad que Acuario, está más dispuesto a conceder libertad a las ideas diferentes de los demás. Y mientras que Acuario es fijo, Urano es inestable y mutable, y necesita de un cambio constante.
        Hay, sin embargo, ciertas similitudes. Tanto Acuario como Urano son de aire, aunque yo creo que el planeta tiene también algo de fuego. Ambos se inclinan hacia las ideas radicales e innovadoras. Los dos tienden a ser despiadados e insensibles en su persecución de lo correcto, y ninguno es un símbolo especialmente emocional ni cálido.
        Hay también un lado saturniano en Acuario. Saturno, su regente tradicional, es mucho más fijo que Urano. De una manera que en éste no se da. Saturno está más orientado hacia la sociedad, por oposición al individuo. Igual que Acuario y Urano, no se entiende bien con las emociones. Pero Saturno es por lo demás muy terreno, y no se complace en las abstracciones en la misma medida que Acuario y Urano. Parece como si el simbolismo acuariano reflejara una mezcla de Saturno y Urano, en vez de ser un reflejo del uno o el otro.


EL EFECTO DE ACUARIO SOBRE LOS PLANETAS: Este signo es más benéfico para las energías planetarias que son de aire y/o tienen una orientación social. El aéreo Mercurio y el socialmente orientado Júpiter están emplazados en Acuario, así como Saturno, por las razones que ya he expuesto.
        Aunque el Sol está tradicionalmente en detrimento o exilio en Acuario, no parece que se encuentre aquí con ningún problema grave, aunque por supuesto no se le permite una expresión centrada de si mismo. Lo mismo vale para Marte, que aunque no está especialmente mal emplazado en Acuario, si tiene en este signo una expresión más social que en otros emplazamientos.
        Los planetas emocionales como Venus y la Luna tienen más dificultades en Acuario. Venus tiende en este caso a la camaradería más que al amor, y la Luna se ve presa de una pugna entre su emotividad natural, su apego al pasado y a lo que es familiar, y la sequedad emocional del signo. Una Luna en Acuario puede o no estar perturbada, pero no es casi nunca una Luna típica. 




PISCIS

De los 330º a los 360º del Zodíaco

Elemento: agua
Cuadruplicidad: mutable
Polaridad: negativo
Regente: Neptuno (tradicionalmente, Júpiter)
Exaltación de la Luna
Exilio de Mercurio
Caída de Urano

CORRESPONDENCIA ESTACIONAL La última fase de la vida subterránea.

SIMBOLOGIA ESTACIONAL La pequeña planta nacida de la semilla ha completado su formación, y la voluntad de metamorfosis que aún la impulsa (Neptuno), a partir de ahora se relaciona con la adaptación a la vida en la superficie. La protección del vientre terrestre es materialmente insignificante, pero simbólicamente importantísima: en este punto zodiacal se presenta en efecto el trauma de la separación de la madre (exaltación de la Luna). La sensibilidad se agudiza al máximo (Luna y Neptuno) para captar cualquier amenaza exterior, y en el mecanismo de defensa del individuo la sensibilidad sustituye a la técnica y a la percepción intelectual (exilio de mercurio, caída de Urano). El hedonismo asume formas algo blandas de autocomplacencia (Júpiter, Neptuno, Luna) y se orienta hacia la búsqueda de protección afectiva.



Con Piscis se completa el ciclo: el individuo arquetípico ha llegado a la etapa final de su evolución. Esto, sin embargo, no se ve con claridad en las descripciones tradicionales del signo. Así como hemos insistido en algunos de los aspectos más negativos de Acuario para equilibrar el material excesivamente acrítico que se ha escrito sobre él, con Piscis debemos hacer lo opuesto. He observado que, de todos los tipos del zodiaco, con la excepción posible de Virgo, los Piscis son los que tienen la peor imagen de su signo. Esto se debe a los escritos astrológicos, y no a los fallos intrínsecos de las personas de este signo.
        El problema no reside en que sea un signo débil, insulso o falto de energía, sino en que simboliza la etapa más difícil de la evolución humana, la trascendencia del yo. En este aspecto, Piscis continúa el proceso que se inició en Acuario, pero con una diferencia.
        En Acuario el yo está sumergido en -o, dicho con más precisión, identificado con- el grupo social, lo que con frecuencia da como resultado un ego envanecido que se disfraza de humilde. Y, tal como he señalado al hablar de Acuario, es cuestionable que el grupo social al que uno pertenece sea una entidad superior a uno mismo.
        Piscis no se subordina a un grupo social, sino al universo mismo y a lo que lo mueve, Sea lo que fuere lo que uno sienta sobre Dios, hay algo que hace que el universo (en latín, lo "convertido en uno") sea una Unidad. El ego -nacido, evolucionado, completado y socializado a lo largo de los demás signos- se entrega ahora, en Piscis, a algo superior. Los sistemas personales de la realidad , las ideas personales del bien y del mal, han de subordinarse ahora a Lo Que Es. En el lenguaje del misticismo, Piscis simboliza la entrega del alma a Dios. Sin embargo, son pocos los individuos que lo logran. Es algo difícil de realizar a medias, y una entrega incompleta de sí mismo puede llevar al desastre.
        Hay otro aspecto de Piscis que es preciso entender: es a la vez un final y un comienzo. El zodíaco no es un circulo, sino una hélice, de modo que cada vez que uno lo rodea ha cambiado además de nivel. Piscis es la última fase de cada giro de la hélice, pero es también la fase que precede a Aries. En cuanto tal, representa la etapa previa al nacimiento de un ser nuevo. De hecho Piscis, al término de un ciclo que indica una entrega del yo maduro, es un preludio del renacimiento en un nivel superior en el próximo encuentro con Aries. Por eso se lo puede considerar tanto como el estado de conciencia que precede al ego como el que le sigue.
        En la estructura del ego se genera la naturaleza del sistema de realidad de cada cual. Así podemos ver que Piscis es un Signo que o bien todavía no ha llegado a desarrollar un sistema de la realidad, o acaba de trascenderlo (esto es lo que condiciona el carácter altamente imaginativo del signo).
        El símbolo de Piscis son dos peces que nadan en direcciones opuestas, y como sucede con Sagitario y Géminis, a Piscis se lo considera tradicionalmente como un signo dual. En él hay dos tipos de nativos: el avanzado (Piscis en la última etapa de la evolución del ego o yo arquetípico) y el primitivo (Piscis como simplemente la etapa previa a un nuevo comienzo en Aries).
        En ninguno de los dos tipos se encuentra un ego tan fuertemente definido como en otros signos. Por lo tanto, es menor el deseo de hacerse valer, de ser algo en particular. Ambos tipos de Piscis son sumamente receptivos. En el tipo primitivo esto conduce a la pasividad y la inacción, y a una actitud de víctima porque el nativo no está dispuesto a asumir responsabilidades. En el tipo avanzado, es causa de un deseo de conocer la verdad en un nivel espiritual profundo, e incluso de sacrificarse por ella. Se trata de una manifestación del mártir, en el verdadero sentido de la palabra, en cuanto opuesto a la víctima.
        Como ya he dicho, o bien el sistema de la realidad no está fuertemente desarrollado en el tipo primitivo, o bien el nativo se desprende de él en el tipo avanzado, y esto le da la capacidad de contactar con realidades alternativas, de ver aspectos del ser que otras personas consideran imposibles. El tipo primitivo suele quedarse simplemente en la confusión.
        Ambos tipos pueden atisbar cosas invisibles para la mayoría. Piscis esta conectado con la capacidad psíquica (aunque se necesita mucho más que una fuerte influencia de este signo para que alguien tenga dotes psíquicas, y tampoco es necesario ser un Piscis si las otras indicaciones son fuertes). En la mayoría de la gente de este signo, la tendencia psíquica se expresa como una sensibilidad ante las personas que los rodean, que les permite captar con facilidad energías e impresiones. Como Piscis tiende a tener la vivencia de estas energías como si fueran propias, cuando son muy negativas ambos tipos tienden a debilitarse.
        Para ninguno de los dos las cosas son tan claramente distintas unas de otras como podrían serlo para otro signo. Las categorías están debilitadas. El Piscis avanzado ve en el universo mucha más unidad que la que otros pueden percibir de forma inmediata, mientras que, también en este aspecto, el tipo primitivo sólo llega a sentirse confundido.
        Atrapado en un mundo donde todavía no esta del todo dispuesto a entrar, es probable que el tipo primitivo busque cobijo en la fantasía, e incluso el tipo avanzado se refugia con frecuencia en un mundo privado en el que muy pocos son admitidos. El aire de lejanía de muchos Piscis es, en realidad, la consecuencia de su hipersensibilidad.
        Debido a su carencia de énfasis en el ego, es frecuente que el tipo Piscis se sienta atraído por los servicios sociales, como cuidar a los enfermos físicos o mentales, o de otras personas que necesitan que se las atienda. Esto puede parecer similar al idealismo social de Acuario, pero en Piscis no se da la identificación del yo con el grupo que puede dar como resultado un envanecimiento encubierto del ego. En Piscis el yo está más auténticamente subordinado.
        Pero hay un peligro en la clase de servicio de este signo. Un Piscis primitivo puede tratar de fortalecer un ego vacilante ocupándose de quienes a él le parecen menos afortunados. El problema está en que, para mantener su posición de primacía, estos nativos tienen que asegurarse de que las personas a quienes están “ayudando” jamás mejoren. Esta clase perniciosa de egotismo encubierto es también un peligro con Neptuno.
        La mayoría de estos nativos no son tipos primitivos ni avanzados, sino mezclas en diversos grados. Un individuo puede ser sensible y compasivo, y sin embargo, al mismo tiempo, la víctima de las energías negativas de su entorno, o tener conciencia de las posibilidades infinitas que hay en el universo y, no obstante, sentirse al mismo tiempo confundido por ellas. Ya sea que se considere a los Piscis como seres que entran en el mundo o que salen de él, en todo caso nunca están completamente aquí. Deben llegar a entenderse con los sistemas convencionales de la realidad cuando de hecho ellos pueden tener algo superior: este es el dilema central del signo.


LA RELACION DE PISCIS CON NEPTUNO Y JUPITER: La conexión entre Piscis y Neptuno es fuerte. Ambos son símbolos de trascendencia del ego y de unión con el infinito. Los dos confieren además mucha sensibilidad e imaginación. Y en ambos, la imaginación puede pecar por exceso y convertirse en ilusión y engaño. Incluso los conflictos asociados con Neptuno se encuentran en Piscis. Ambos se relacionan con el sacrificio y la condición de víctima; los dos significan con frecuencia la carencia de un ego fuerte; ambos son muy acuáticos, con todo lo que ello implica.
        No es fácil ver a Júpiter como regente de Piscis. Allí donde tanto Neptuno como Piscis ponen fuertemente el acento sobre la fe, Júpiter quiere conocimiento. Donde Neptuno y Piscis tienden a retraerse y a ser pasivos, Júpiter suele hacerse valer e incluso ser arrogante. Quizá la principal relación sea que Júpiter, como Piscis y Neptuno, tiene una dimensión religiosa. Esto se deriva directamente de la asociación jupiteriana con la integración, con la relación entre las partes y el todo. Pero Júpiter está mucho más asociado con la teología que con la experiencia mística directa: es el sacerdote, más bien que el místico. Por lo tanto, aunque esté bastante bien emplazado en Piscis, tenemos que asignar este signo a Neptuno.


EL EFECTO DE PISCIS SOBRE LOS PLANETAS: El hecho de tener varios planetas en Piscis tiende a reducir la fuerza de la personalidad, junto con incrementar su nivel de empatía y su receptividad ante los demás. Los planetas que son sumamente yin suelen asumir, en Piscis, un carácter soñador y propenso a la fantasía. Esto puede ser muy creativo e imaginativo, pero también puede debilitar el vínculo del individuo con la realidad. La Luna es especialmente vulnerable a este efecto. Venus puede volverse demasiado romántica bajo la influencia de Piscis, pero también es capaz de la forma más desinteresada del amor.
        Los más que se resienten en Piscis son los planetas relacionados con la voluntad y la energía. En este signo, Marte carece de energía, y Piscis no le deja demasiado margen para su obstinación. La gente con el Sol o Marte en Piscis puede dedicarse con éxito a actividades que trascienden el estrecho campo de su individualidad. Así liberarán la energía que podría quedar atrapada en conflictos propios de este signo, como los que he descrito más arriba.
        Saturno, debido a su fuerte -y bastante estrecha- orientación hacia la realidad, tampoco tiene su mejor emplazamiento en Piscis, Júpiter, por otra parte, sea o no regente de este signo, se encuentra a sus anchas en él, porque deja un margen infinito a la necesidad jupiteriana de expansión de la conciencia.