Claramente, el bisturí de la Astrología corta en doble sentido: en una dirección, nos abre más y nos acerca a lo que somos, nos revela el código mágico que nos conecta a un tiempo sin tiempo y a un espacio sin espacio. Es madre y padre, una matriz de identidad que nos alimenta y nos cuida. Pero en otra dirección nos ata, podemos debatiría y negarla pero nunca podemos cambiarla. El estudio y la práctica de la Astrología, así, nos llevan a encontrarnos con el mismo dilema que aparecen en todas las situaciones de nuestra vida: ¿Cómo participar en el mundo sin que este nos domine? ¿Cómo ser coherentes con nosotros mismos y a la vez estar abiertos a poder ser mas que nosotros mismos? Trabajar con la Astrología nos sirve aún mejor si está equilibrada con las demás vías de la experiencia. El corazón no tiene efemérides, no hay una tabla de casas para el alma, y recordar esto cuando estamos haciendo nuestros cálculos permite que nuestra relación con la astrología crezca y cambie, tal y como nosotros, seguramente, haremos.

Jeff Jawer
tomado de la Revista Mercurio-3 nº-16, pág. 80


La Astrología es un sistema que refleja la realidad de nuestras experiencias más directas. Nos dice que nuestros sentidos no están dañados y que hay un orden interno en nosotros. Es una ciencia humana, una que nos sitúa en medio de nuestra vida restableciendo este sentido de pertenencia que es esencial para conservar nuestra salud mental (...) Reclamar este poder de la experiencia humana subjetiva frente a la ciencia objetiva es volver al equilibrio que hoy hemos perdido. La Astrología no es algo viejo y tonto, una superstición o una pseudociencia, es una ciencia auténtica de la experiencia humana, que nunca podrá reducirse a una simple fórmula absoluta. Esta humanidad de la Astrología amenaza al orden sin sangre y sin corazón de la ciencia convencional. Si la astrología es cierta, ningún experimento podrá ser repetido a la perfección porque los cielos están cambiando siempre. Este universo dinámico no encaja fácilmente en el orden científico actual. La idea de los ciclos es algo básico en la experiencia humana, pero no es parte de la educación científica generalizada.
No se trata aquí de creer que la ciencia sea el demonio, simplemente se trata de recordar que la Astrología se apoya en sus propios méritos y que intentar hacerla encajar a la fuerza en el modelo científico actual no es necesariamente una gran idea. No se trata tampoco que tenga que cambiar para encajar en el mundo moderno, si no que el mundo moderno puede beneficiarse al incluir algunas ideas astrológicas en su realidad.

Jeff Jawer
tomado de la revista Mercurio-3, nº-16, pág 81


Dar paso de lo personal a lo arquetípico es uno de los secretos para transformar la Astrología del círculo de la experiencia individual, al camino espiral hacia la evolución de la conciencia.

Jeff Jawer
tomado de la Revista Mercurio-3, nº-l6, pág. 80