“Durante los años en que estuve interesado por las prácticas
religiosas orientales, tuve muchos maestros y aprendí de todos ellos. En ningún
momento me vi forzado a ese tipo de compromiso que los críticos condenan como
adoración exagerada al guru. Sin embargo, aprendí algo que las prácticas
espirituales occidentales suelen eludir. Siempre se puede "aprender"
algo de quien está más avanzado que uno... Hoy en día, la dirección espiritual
se entiende como "un intercambio entre iguales que intenta evidenciar la
presencia del Espíritu en nuestras vidas". Aunque a nosotros nos resulte
difícil reconocerlo, existen personas más avanzadas que nosotros, personas que
pueden ayudarnos a atravesar aquellos parajes desconocidos para nosotros, pero
familiares para ellos. En este sentido, cualquiera que esté más avanzado que
nosotros en un determinado aspecto, puede convertirse en nuestro guru, y en
aquellos otros en los que los avanzados seamos nosotros, nosotros seremos el
guru. No hay nada mágico ni autoritario en todo esto.
... Permanecer con un igual puede
ayudarnos a detectar la presencia del Espíritu en nuestro interior, pero
describir nuestra práctica y consultar nuestras dudas con alguien con más
experiencia y conocimiento que pueda estimularnos y ofrecernos sugerencias
concretas, es todavía mejor.”
Daniel
O´Hanlon