“El Día de Año Nuevo es el cumpleaños de cada hombre.”

Charles Lamb


"El hombre es un animal jugador."

Charles Lamb



“El mayor placer que conozco es hacer sigilosamente una buena acción y dejar que se descubra por accidente.”

Charles Lamb


"El verdadero amor y la fidelidad no pueden desaparecer por un mal uso, como la falsedad y la vacuidad del corazón no dejan de ser lo que son por el buen uso. Esto se ve con toda claridad en el caso del buen conde de Kent, el cual, desterrado por Lear y corriendo el riesgo de perder la vida si era encontrado en Bretaña, decidió quedarse y asumir las consecuencias mientras hubiera una posibilidad de ser útil a su rey y amo. Es un ejemplo de los cambios y disfraces humildes a que la pobre lealtad está obligada a recurrir a veces. Dejando de lado su lujo y grandeza y disfrazado de servidor, este buen conde ofreció sus servicios al rey, el cual, ignorando que era Kent bajo esa vestimenta y encantado por cierta franqueza y hasta rudeza en las respuestas (muy diferente de la adulación lisa y pegajosa de la que con razón estaba harto, pues ya había descubierto, por las acciones de su hija, cuán poco recomendables eran sus consecuencias), llegó rápidamente a un acuerdo. Lear contrató los servicios de Kent, le puso el nombre de Cayo, que era como decía llamarse el hombre, y no sospechó en absoluto de que se trataba de su otrora gran favorito, el brillante y poderoso conde de Kent.
Cayo no tardó en encontrar los medios para mostrar su amor y fidelidad al real amo: pues ese mismo día el mayordomo de Goneril no respetó a Lear, le lanzó miradas insolentes y usó un lenguaje desfachatado, sin duda estimulado por su señora. Cayo, que no soportó escuchar una afrenta tan descarada a su majestad, no se anduvo con contemplaciones, echó una zancadilla al descarado y lo tiró al suelo. Por este acto de amistad, Lear empezó a tenerle cada vez más apego.
Kent no era el único amigo de Lear. Lo era también, a su manera y en la medida en que un personaje tan insignificante puede mostrar su amor, el pobre gracioso o bufón que había pertenecido al palacio de Lear mientras este tuvo palacio, pues en aquella época era costumbre de reyes y personas de alto rango mantener a un bufón (como lo llamaban) para divertirse después de estar ocupados en asuntos importantes. El pobre bufón se aferró, pues, a Lear después de que este perdiera su corona y lo animó con sus ingeniosas frases, si bien no podía evitar a veces mofarse de la imprudencia mostrada por su amo al desprenderse de la corona y darlo todo a sus hijas."

Charles Lamb
Cuentos de Shakespeare

“Generalmente se lee para decir que se ha leído.”

Charles Lamb



“La prisa es del diablo; la paciencia es de Dios.”

Charles Lamb


"Los periódicos siempre excitan la curiosidad; pero nadie los deja sin un sentimiento de desilusión."

Charles Lamb


"Me gusta extraviarme a mí mismo a través de otras mentes. Cuando no estoy pensando, estoy leyendo. Soy incapaz de sentarme y ponerme a pensar. Los libros piensan por mí."

Charles Lamb


"No bastan las metáforas para endulzar el amargo trago de la muerte. Me niego a ser llevado por la marea que suavemente conduce la vida humana a la inmortalidad y me desagrada el inevitable curso del destino. Estoy enamorado de esta verde tierra; del rostro de la ciudad y del rostro de los campos; de las inefables soledades rurales y de la dulce protección de las calles. Levantaría aquí mi tabernáculo. Me gustaría detenerme en la edad que tengo; perpetuarnos, yo y mis amigos; no ser más jóvenes, ni más ricos, ni más apuestos. No quiero caer en la tumba como un fruto maduro. Toda alteración en este mundo mío me desconcierta y me confunde. Mis dioses lares están terriblemente fijos y no se los desarraiga sin sangre. Toda situación nueva me asusta. El sol y el cielo y la brisa y las caminatas solitarias y las vacaciones veraniegas y el verdor de los campos y los deliciosos jugos de las carnes y de los pescados y los amigos y la copa cordial y la luz de las velas y las conversaciones junto al fuego y las inocentes vanidades y las bromas y la ironía misma, ¿todo esto se va con la vida? ¡Y vosotros, mis placeres de medianoche, mis infolios! ¿Habré de renunciar al intenso deleite de abrazaros? ¿Me llegará el conocimiento, si es que me llega, por un incómodo ejercicio de intuición y no ya por esta querida costumbre de la lectura?"

Charles Lamb
Elia
Tomada del libro El libro del cielo y del infierno de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, página 5




"Para tener nobles sentimientos, no es necesario haber nacido noble".

Charles Lamb


"Si la suciedad fuera un triunfo ¿Qué mano levantarías?"

Charles Lamb


“Tenía una madre, pero murió y me abandonó, Falleció prematuramente en un día horroroso - Y ya todos se han ido, los viejos rostros familiares.”

Charles Lamb


“Una carcajada vale por cien gruñidos en cualquier mercado.”

Charles Lamb


“Una risa vale más que cien lamentos en cualquier parte del mundo.”

Charles Lamb