El mundo es un extraño teatro en el que se encuentran momentos en los que las peores piezas obtienen el mayor de los éxitos.

Alexis C. de Tocqueville


“El tiempo, los acontecimientos o la sola acción individual del penamiento consiguen a veces socavar o destruir una opinión, sin que exteriormente nada parezca haber cambiado… Ninguna conspiración se ha formado en contratuya, pero sus seguidores, sin hacer ruido, comienzan uno a uno a abandonarla. Mientras que sus adversarios permanecen mudos, o sólo en secreto se comunican sus pensamientos, ellos mismos permanecen durante un largo período inconscientes de que efectivamente ha tenido lugar una gran revolución.”

Alexis C. de Tocqueville


"En un gran número de hombres encontramos un afán egoísta, mercantil e industrial por los descubrimientos del espíritu, que no hay que confundir con la pasión desinteresada que prende en el corazón de unos pocos; hay un deseo de utilizar los conocimientos y hay un deseo puro de conocer."



Alexis C. de Tocqueville
La democracia en América II, 1, 10, página 41


“En una revolución, como en una novela, la parte más difícil de inventar es el final.”

Alexis C. de Tocqueville


"Hay que acostumbrarse a vivir con los enemigos, ya que no a todos podemos hacerles nuestros amigos."

Alexis C. de Tocqueville



La causa real y determinante que ha hecho perder el poder a los hombres ha sido siempre el haber llegado a ser indignos de ejercerlo.”

Alexis C. de Tocqueville


“La especie de opresión que amenaza a los pueblos democráticos no se parecerá en nada que la haya precedido (…). Quiero imaginar con qué nuevos rasgos podría producirse el despotismo en el mundo: veo una multitud incontable de hombres similares e iguales girando constantemente sobre sí mismos para procurarse pequeños y vulgares placeres, con los que llenan su alma. Cada uno de ellos, aislado, es como extraño al destino de todos los otros: sus hijos y sus amigos particulares conforman para él toda la especia humana; en cuanto al resto de sus conciudadanos, se encuentran a su lado, pero no los ve; los toca y no los siente; sólo existe en sí mismo y para sí mismo y, si bien aún le queda una familia, al menos podemos decir que ya no tiene patria. Por encima de estos se eleva un poder inmenso y tutelar, que se encarga sólo de garantizar su placer y de velar sobre su suerte. Es absoluto, detallado, regular, provisor y suave. Se parecería al poder paterno si, como él, tuviera por objeto preparar a los hombres para la edad viril; pero, por el contrario, sólo quiere fijarlos irrevocablemente en la infancia; quiere que los ciudadanos gocen, mientras que sólo piensen en gozar.”

Alexis C. de Tocqueville




La historia es una galería de cuadros en la que hay pocos originales y muchas copias.”

Alexis C. de Tocqueville


“La idea de los derechos no es otra cosa que la idea de la virtud introducida en el mundo político. Es con la idea de los derechos con la que los hombres han definido lo que eran la licenciosidad y la tiranía (…). No hay grandes hombres sin virtud; sin respeto a los derechos no hay gran pueblo: casi se puede decir que no hay sociedad;  porque ¿qué es una reunión de seres racionales e inteligentes en la que la fuerza es la única relación?”

Alexis C. de Tocqueville



"La opinión común se convierte en una especie de religión cuyo profeta es la mayoría."

Alexis C. de Tocqueville



“Las naciones democráticas se preocupan poco por lo que han sido, pero les persiguen visiones de lo que serán.”

Alexis C. de Tocqueville


"Las sociedades deben juzgarse por su capacidad para hacer que la gente sea feliz."

Alexis C. de Tocqueville



“Lo que acostumbramos a llamar instituciones necesarias, muchas veces son instituciones a las que nos hemos acostumbrado.”

Alexis C. de Tocqueville 


"Los países del mundo son como viajeros en el bosque. Aunque ninguno conoce el destino de los demás, sus caminos les llevan inevitablemente a encontrarse en el centro del bosque."

Alexis C. de Tocqueville 


Los partidos son un mal inherente a los gobiernos libres.

Alexis C. de Tocqueville


"Mas he aquí que las clases se confunden; las barreras alzadas entre los hombres se abaten; se dividen los dominios, se comparte el poder, las luces se difunden y las inteligencias se igualan. El estado social se hace democrático y el imperio de la democracia acaba estableciéndose pacíficamente en las instituciones y en las costumbres. Concibo entonces una sociedad en la que todos, mirando a la ley como obra suya, la amen y se sometan a ella sin esfuerzo; en la que, al considerar la autoridad del gobierno como cosa necesaria y no como divina, el respeto que se otorgue al jefe del Estado no constituya una pasión, sino un sentimiento razonado y tranquilo. Gozando cada uno sus derechos y seguro de conservarlos, se establecería entre todas las clases una confianza viril y una especie de condescendencia recíproca tan distante del orgullo como de la bajeza. Conocedor de sus verdaderos intereses, el pueblo comprendería que para aprovechar los bienes de la sociedad hay que someterse a sus cargas. La asociación libre de ciudadanos vendría a reemplazar entonces al poder individual de los nobles y el Estado se hallaría al abrigo de la tiranía y de la licencia. La nación en su conjunto será menos brillante, menos gloriosa, menos fuerte quizá; pero la mayoría de los ciudadanos gozará de mayor prosperidad y el pueblo se mostrará tranquilo, no porque desespere de mejorar, sino por conciencia del propio bienestar."

Alexis de Tocqueville
La democracia en América


"Más que las ideas, a los hombres los separan los intereses."

Alexis C. de Tocqueville


Para sacar provecho de los bienes de la sociedad es preciso someterse a sus cargas.”

Alexis C. de Tocqueville


"Una nación que no pide más que el orden ya es esclava en el fondo de su corazón."

Alexis C. de Tocqueville


"Veo una muchedumbre innumerable de hombres parecidos e iguales que giran sin reposo sobre ellos mismos para procurarse pequeños y vulgares placeres con los que llenan el alma. Cada uno de ellos, visto por separado, es extraño al destino de todos los demás. […] Por encima de ellos se eleva un poder inmenso y tutelar que se encarga él sólo de asegurar sus goces y de velar por su suerte. Es absoluto, detallado, regular, previsor y dulce. Se parecería a la potestad paterna si, como esta, tuviera por objeto preparar a los hombres para la edad viril; pero no procura, por el contrario, más que fijarles irrevocablemente en la infancia; quiere que los ciudadanos disfruten con tal que no piensen sino en disfrutar. Trabaja de buen grado para su bienestar; pero quisiera ser el único agente y el sólo árbitro, provee a su seguridad, prevé y asegura sus necesidades, facilita sus placeres, conduce sus principales negocios, dirige su industria, regula sus sucesiones, divide sus herencias. ¡Por qué no podría quitarles por completo el trastorno de pensar y el esfuerzo de vivir!"

Alexis C. de Tocqueville
Tomada del libro El rebaño: Cómo Occidente ha sucumbido a la tiranía ideológica de Jano García, página 96