"El principio básico de la Astrología es que el hombre puede escoger, desarrollar sus buenas y constructivas cualidades, en vez de fomentar las malas y destructivas; y elegir sus momentos para actuar y para permanecer inactivo, más que quedarse pasivo ante la aparición de las ocasiones."

Grant Lewi


"El valor de la Astrología para la ciencia del hombre, sus problemas y triunfos, descansa seguramente en el hecho de que proporciona un registro permanente de aquello que rodeaba a la vida en sus comienzos."

Grant Lewi
Astrología para todos


"La astrología es una ciencia que trata con las causas internas y determinantes que se esconden tras la conducta humana."

Grant Lewi


"La profecía es, ni más ni menos, que la proyección hacia el futuro de un conjunto de hechos conocidos para ser desarrollados en una línea determinable. Estos hechos, a causa de su naturaleza, y la dirección que toman, están destinados a alcanzar una meta concreta. La profecía es la indicación anticipada de este final. No hay en ello nada misterioso ni extraño. Los médicos profetizan constantemente sobre el curso de una enfermedad, las posibilidades de recuperación, el tiempo de crisis y cosas similares. La experiencia les ha enseñado que cuando existen ciertas condiciones y síntomas, otras condiciones y síntomas les seguirán hasta llegar a un final determinado. Sus conocimientos les permiten hacer esto, y nuestra falta de los mismos hace que nos maravillemos. Pero, en realidad no tiene nada de maravilloso: Es simplemente lógico e inevitable.
        Profetizar, pues, no es otra cosa que la proyección de la línea de la lógica hacia el futuro. Es la extensión de los acontecimientos a lo largo de la línea en que éstos se van desarrollando, hacia un final que la experiencia hace esperar al profeta... el profeta, sea éste comentarista político, experto militar, emisario diplomático, médico o astrólogo, es sólo un individuo con conocimientos y experiencia que combinando éstos puede proyectar una línea de acción más allá de las fronteras del presente inmediato (...)
        A veces desplegamos una notable visión profética incluso con problemas más enrevesados. Decimos: "Queremos que Ben y Sadie se conozcan; seguro que se gustan mutuamente y quién sabe..." Y cuando se casan, decimos: "Ya te lo decía". Y nos condecoramos nosotros mismos con la Orden de Cupido. Lo que hemos hecho es bastante sencillo: Hemos unido lo que conocemos de Ben y lo que conocemos de Sadie, y hemos proyectado la línea de sus vidas a la luz de ese conocimiento. Esta es la propia esencia de la profecía; y la predicción por medio de la Vitasfera (Grant Lewi llama Vitasfera a la Carta Natal o, como él mismo dice, la Vitasfera es el universo de la vida) no es más místico que eso: Tratamos con cantidades conocidas, siguiendo una línea de actividad conocida, partiendo de una fase conocida; y proyectamos la línea de tales actividades hacia el futuro. Conocemos la naturaleza básica e interna del individuo; conocemos su campo de operaciones en la vida. A medida que seguimos el movimiento de los planetas en la Vitasfera, desde el momento de su nacimiento en adelante, vemos cómo se desarrollan sus tendencias iniciales al contacto con el mundo exterior. Vemos cómo el tiempo influye y cambia sus percepciones; cómo evolucionan sus emociones, y qué experiencias sufre que aceleren, entorpezcan, sensibilicen o desensibilicen a éstas. Vemos su respuesta ante la experiencia, las labores de su originalidad, el flujo de su energía, su lucha por hacerse un lugar en el mundo y defenderse de las incursiones de la sociedad y las circunstancias. Somos testigos del desarrollo, para bien o para mal, de los impulsos primitivos y raciales de su subconsciente; le seguimos en su ascensión y en su descenso, observando en cada ocasión su desarrollo, tal y como está registrado en la Vitasfera inicial. Conocemos a este individuo íntimamente -más de lo que se le puede conocer por cualquier otro medio. Sabemos qué clase de oportuidades buscará y cómo las empleará cuando las consiga. Sabemos qué experiencia aceptará y hará parte integral de sí mismo, y lo que rechazará como inútil para sus peculiares e íntimos propósitos. Sabemos lo que dice que desea, lo que cree que desea y por lo que parece luchar: Pero, lo que es todavía más importante, sabemos lo que realmente quiere- tal vez más de lo que él mismo sabe. No nos dejamos engañar por las apariencias, porque nosotros siempre vemos al hombre tal como es, profundamente, y no miramos la máscara ni la armadura con que se viste, con el propósito de engañarse a sí mismo y a los demás. De este modo, con este conocimiento, podemos proyectar su vida hacia el futuro, por la línea que sabemos que seguirá y así predecir o, si lo prefieres, profetizar.

Grant Lewi
Astrología para todos, pág. 44-45


"Los astrólogos podemos hacer ver a hombres y mujeres que realmente son mejores de lo que ellos se creen, y que pueden conquistar campos más amplios de lo que jamás hayan soñado.
        No podemos convertirles en otras personas, pero podemos ayudarles a descubrir lo que son, y ahorrarles largos años de lucha para encontrarse a sí mismos con el sistema de errores y aciertos utilizado vulgarmente.
        Dentro de sus límites, hombres y mujeres son capaces de variar infinitamente. No podemos hacer que todo el mundo sea importante, ya que los límites de la mayoría, marcados en alguna parte, carecen de grandeza, pero podemos indicar a todos aquellos a lo que pueden aspirar. Podemos animar a las personas a que desarrollen sus capacidades hasta el límite, y decirles cuándo han alcanzado ese límite, más allá del cual todos sus esfuerzos serán meramente inútiles e infructíferos.
        Si cada hombre desarrollase automáticamente hasta el límite sus posibilidades y supiese cuándo parar, no habría necesidad de la Astrología. Lo triste del asunto es que pocos desarrollamos hasta dónde podemos. Dejamos vastas posibilidades intactas, bien por no verlas o por dudar de nuestra capacidad. La Astrología cumple una de sus más útiles funciones animando a hombres y mujeres a que lleguen lo más lejos posible dentro del marco de sus posibilidades.
        También, en el caso de personas muy ambiciosas, la Astrología cumple una función igualmente útil, advirtiéndoles cuándo se están acercando a han alcanzado el punto menguante de retorno: Es decir, ese punto más allá del cual no obtendrán beneficio persistiendo.
        Así expuesto, concluimos: Nosotros no podemos alterar el modelo de vida, redefinir los límites de las habilidades, pero, podemos defiirlos de antemano, dando de este modo a hombres y mujeres una base de trabajo, una dirección y un terreno donde ejercer su voluntad y emplear sus energías. Ninguna fuerza de voluntad puede hacerles traspasar sus límites, que ya están predeterminados por condiciones sobre las que no tienen control alguno. Pero, nada hay que diga que la mayoría de la gente no pueda vivir hasta el límite de su capacidad. Los dioses parecen perfectamente dispuestos a permitir que las personas vivan y mueran, aunque no hayan alcanzado lo mejor que hay en ellas. Y muchas, por desconocimiento de sus habilidades, por falta de confianza en sí mismas, necesitan un empujón y una definición si han de llevar hasta el máximo la felicidad y el éxito. La Astrología no da al individuo un campo sin límites, sino uno donde operar, precisamente definido mediante el análisis de la Vitasfera.
        El estricto constructivista de la doctrina del destino dirá que cada hombre vive hasta sus límites. Así, por definición, haga lo que haga, es su límite. Para esto no existe una respuesta lógica. Nos vemos obligados a parafrasear a Voltaire cuando dijo: "Si no hubiese Dios, sería necesario inventarlo." Del mismo modo, decimos nosotros: "Si no hubiese libre voluntad, sería preciso inventarla y asumir su existencia."
        Pero, nosotros podemos -realmente debemos- inventarla dentro de unos márgenes. El campo de acción del hombre, como individuo, es limitado. No puede transgredir ciertas líneas fronterizas: Hay fronteras más allá de las que el individuo no puede pasar, cualquiera que sea su fuerza de voluntad. Pero, pocos de nosotros llegamos alguna vez a divisar esas fronteras. La mayoría deambulamos por el centro de nuestras posibilidades y nunca, siquiera, exploramos los exteriores.
        Aquí es precisamente donde entra la libre voluntad: Es con ella que podemos acceder a los límites absolutos de nuestras posibilidades. O podemos -sin voluntad, por inercia- relajarnos perezosamente, con muchos apropiados mundos por conquistar y jamás vivir a fondo nuestras propias limitadas posibilidades.
        El valor de la Astrología radica en su capacidad: a) Para fijar nuestros límites y definir nuestra capacidad con el estudio de la Vitasfera, y b) Decirnos cómo lograr lo máximo con el equipo que poseemos, mediante un estudio de las proyecciones de la Vitasfera. Y la Vitasfera es el único índice objetivo de las materias hasta ahora conocidas por el hombre.
        El hombre que se relaja antes de alcanzar sus límites es un fracasado e infeliz; mientras que el hombre que explora los límites de sus capacidades triunfa y es feliz sin tener en cuenta el ámbito en el que pueda estar restringido. En un sentido muy literal lleva una vida plena, y esto significa éxito y felicidad. No son las limitaciones las que desesperan, sino la inacción, el conocimiento de poderes no utilizados, la sensación de haber fracasado en desarrollarlos al máximo. Vencer al destino no es vencer las limitaciones: Eso es imposible. Es el ejercicio de la libre voluntad, la afirmación del yo completo, la expansión total con las herramientas en la mano, en las circunstancias establecidas. La Astrología, mediante la interpretación de la Vitasfera, asiste a los hombres en la consecución máxima, indicándoles las líneas por las que pueden aplicar su voluntad más provechosamente, las metas que han de buscarse y los medios con los que cada uno puede llegar a los linderos de su mundo."

Grant Lewi
Astrología para todos, pág. 49-50-51