La astrología ofrece, en primer lugar, un sistema de personalidades basado en un marco de referencia externo que es, por lo tanto, superior a los sistemas arbitrarios que con tanta abundancia se cran en el campo del estudio de la personalidad, y casi seguramente será el sistema de psicología universal del futuro. Ofrece un patrón sutil de la mente humana (…) que no puede ser manipulado por el sujeto que desea “pasar por bueno” o “pasar por malo”, algo relativamente fácil de hacer en muchas cuestionarios psicológicos. Ofrece comprensión de áreas sobre las que el sujeto a menudo conoce muy poco o nada (…) represiones, valores nunca verbalizados conscientemente, ambivalencias y conflictos proyectados en eventos y relaciones, y nunca afrontados conscientemente. Así mismo, ofrece claves de potenciales y talentos aún inexpresados, de canales naturales para la integración y la sublimación, etc. (…) Permite “combinar” adecuadamente a los individuos: terapeutas con clientes, jefes con empelados, miembros de una pareja, etc. Estoy firmemente convencido de que la psicoterapia del futuro empleará el horóscopo de manera tan rutinaria como ahora empleamos la entrevista y los datos del historial del sujeto.

Zipporah Dobyns

Tomado del libro de Stephen Arroyo Astrología de las relaciones íntimas, pág. 52