Amor, cuando yo muera


"Amor, cuando yo muera no te vistas de viuda,
ni llores sacudiéndote como quien estornuda,
ni sufras «pataletas»
que al vecindario alarmen,
ni para prevenirlas compres gotas del Carmen.

No te sientes al lado de mi cajón mortuorio
usando a tus cuñadas
como reclinatorio;
y cuando alguien, amada, se acerque a darte el pésame,
no te le abras de brazos en actitud de ¡bésame!

Hazte, amada, la sorda cuando algún güelefrito dictamine,
observándome, que he quedado igualito.
Y hazte la que no oye ni comprende ni mira
cuando alguno comente que parece mentira.

Amor, cuando yo muera no te vistas de viuda:
Yo quiero ser un muerto
como los de Neruda;
y por lo tanto, amada, no te enlutes ni llores:
¡Eso es para los muertos esülo Julio Florez!

No se te ocurra, amada, formar la gran «llorona»
cada vez que te anuncien que llegó una corona;
pero tampoco vayas a salir de
indiscreta a curiosear el nombre que üene la tarjeta.

No grites, amada, que te lleve conmigo
y que sin mí te quedas
como en «Tomo y obligo»,
ni vayas a ponerte, con la voz desgarrada,
a divulgar detalles de mi vida privada.

Amor, cuando yo muera no hagas lo que hacen todas;
no copies sus estilos, no repitas sus modas:
Que aunque en nieblas de olvido quede mi nombre extinto,

¡sepa al menos el mundo que fui un muerto distinto!"


Aquiles Nazoa



"Creo en los poderes creadores del pueblo."


Aquiles Nazoa




Fatalismo

"Ruperta, la muchacha que en el Llano
fue durante algún tiempo novia mía,
y que a la capital se vino un día
presa de un paludismo soberano,

ya es una girl de tipo americano
que sabe inglés y mecanografía
y que marcharse a Nueva York ansía
porque detesta lo venezolano. 

Como esos que en el cine gritan: —Juupi!,
tiene un novio Ruperta, y éste en “Rupy”
le transformó su nombre de llanera… 

Y es que en mi patria —raro fatalismo—
lo que destruir no pudo el paludismo

lo corrompió la plaga petrolera."


Aquiles Nazoa




“La estupidez en los pobres pasa casi inadvertida, pero en los ricos resalta mucho.”

Aquiles Nazoa


“La noción de lo que es vivir, me ha llegado muy tarde. Permítanme, queridos deudos, organizadores de mi sepelio, evitarse la ampulosidad del coche fúnebre en el que habéis convenido enviarme al otro mundo como un hediondo paquete y dejadme ir por los propios pasos que marca mi corazón.”

Aquiles Nazoa



“Mi infancia fue pobre pero nunca fue triste.”


Aquiles Nazoa



“Por tus palabras 
y tus ideas 
Bendito seas
oh, Luis Beltrán,
que acabarías 
con nuestras quejas
si tus orejas 
fueran de pan.
Tú te pareces 
a Tío Conejo 
no por lo viejo 
ni en lo guasón
sino en el hecho 
Prieto querido 
de haber salido
tan orejón.
Niños y mozos, 
viejos y viejas,
ricos y pobres 
sin excepción
en el momento 
de nuestras quejas
nos agarramos 
a tus orejas
como a dos tablas 

de salvación.”

Aquiles Nazoa
Poema dedicado a Luis Beltrán Prieto Figueroa