Los signos en los que tenemos más énfasis en nuestro horóscopo nos limitan en tanto en cuanto nos “obligan” a ver la vida de una determinada manera.

Sinesio Madrona Rodenas


La vida no está configurada únicamente por nuestro pasado como quería Freud sino también por nuestro futuro como afirmaba Jung. Y el futuro esencial del ser humano es completarse, crecer, desarrollarse, seguir evolucionando y madurando; es decir a lo que hemos de ser condiciona también lo que somos y experimentamos en el presente. Los hechos que vivimos pueden ser interpretados de dos maneras como consecuencia de las carencias de nuestro pasado o como llamadas del futuro hacia nuestro completamiento como seres humanos (...) En la práctica cada persona enfrentada a un conflicto lo habrá de resolver desde la superación de sus carencias y fijaciones pasadas y con la vista puesta en la integración como meta de su futuro. No sólo se trata, en cada caso, de superar un problema sino de crecer, de unir lo separado, de superar identificaciones que nos impiden ver la otra cara de la realidad particular con la que nos identificamos (...) Ver en nosotros también el opuesto de lo que creemos que somos es dejar de ser únicamente lo que pensamos que somos y, por lo tanto, renunciar a nuestra muleta, a nuestra parcialidad, a nuestra división, a nuestra enfermedad... Renunciar a una parte esencial de nuestro ser, antes de percibir su finalidad, no se produce de otra manera que con dolor y no todo el mundo está dispuesto a sufrir este proceso y más cuando en muchas ocasiones su curso ataca a lo que hemos creído de más sagrado en nosotros hasta ahora. Por ello el yo se defiende con "uñas y dientes" de la posibilidad de la renuncia a su identificación egoica y evade su necesidad de superar su estado para acceder a la unidad esencial del ser. Como dice Wilber sólo cuando Thanatos (necesidad de romper el actual nivel de identificación) supera a Eros (deseo de seguir disfrutando cómodamente del actual nivel de satisfacción); es decir cuando las identificaciones de nuestro yo nos han empobrecido tanto que hemos dejado de vivir y ya no encontramos satisfacción en nuestro estado actual, podemos plantearnos la necesidad y el riesgo ante lo ignoto, derivados del salto al vacío que supone toda transición entre niveles de evolución.

Sinesio Madrona Rodenas
pág. 270-271 El Desarrollo de la Conciencia



El verdadero conocimiento y autoconstrucción de sí mismo tiene que ser realizado sobre la base de cuatro elementos. La interpretación dada por un profesional (psicólogo, tarotólogo, quirólogo, astrólogo...) implica, habitualmente, sólo el elemento aire. La particularidad de este elemento es que nos ofrece mucho conocimiento sobre las cosas, pero sin conexión, las más de las veces, con la verdadera naturaleza o experiencia de las mismas. Produce, por lo tanto, un espejismo de autoconocimiento y una dependencia del intérprete "que sabe más que nosotros". El autoconocimiento tiene que partir del propio interior (agua) y nadie puede hacer este viaje por nosotros. La dependencia de un "intérprete de nuestra vida" es, a todas luces, perjudicial, pues retrasa el que tomemos las riendas de nuestro destino por nosotros mismos.

Sinesio Madrona Rodenas
pág. 345-346 El Desarrollo de la Conciencia



El cliente acude, las más de las veces, al profesional de estas artes (astrología, tarotólogo, etc.) a que "se le resuelva la vida" o "se le desvele el porvenir" sin deseo de tomar conciencia de que el "porvenir" nos lo hacemos nosotros mismos, e incluso con repugnancia ante el sólo esfuerzo que ya supone pensar en ello (...) Centrándonos en el campo de la astrología y la labor del profesional que a ella se dedica, la interpretación de un mapa o el sentido de la enseñanza astral se utiliza con excesiva frecuencia como excusa para no ser, como medio de evasión: "es mi Marte", decimos, y con ello quedamos exonerados de cualquier responsabilidad al respecto en nuestra vida.

Sinesio Madrona Rodenas
pág 336 El Desarrollo de la Conciencia


La astrología es, en su esencia, un estudio de ciclos y ritmos.

Sinesio Madrona Rodenas


En función de las experiencias evolutivas que vivimos a lo largo de nuestro desarrollo, todos hemos pasado o pasaremos por la experiencia de los doce signos, independientemente de que una mayor presencia astral en un sector u otro del Zodíaco, nos haga más importante determinada fase. Es decir, por ejemplo, una persona con énfasis en Sagitario en su horóscopo, tendrá una determinada manera de andar su camino en la vida, unas características personales que resalten sobre otras, etc.; pero esta persona es todo el Zodiaco, vive y ha vivido la experiencia de los doce arquetipos y es en función de ella que le es posible acceder a la Unidad, siempre que su desarrollo no sea interrumpido por los conflictos psicológicos o de otra índole que, todos sabemos, nos acechan a lo largo de la vida. Es decir el ser humano es los doce signos, en su profundo interior. La posición del Sol indica sólo el camino a través del cual se llega a reconocer esa verdad, o también el ego que la entorpece.

Sinesio Madrona Rodenas
pág 21 El Zodíaco Y La Psicología Evolutiva


La astrología es algo mucho más importante que un simple y abusado “sistema predictivo o de adivinación”, o la descripción de doce personalidades representadas por los respectivos signos. Es ante todo un sistema simbólico coherente y con una estructura interna capaz de responder a cualquier requerimiento humano por inconcebible, complejo o sencillo que éste sea. Sus redes semánticas internas, gracias a su complejidad, a su capacidad al mismo tiempo globalizadora y minuciosa, asociacionista y gestáltica, dialéctica y holística etc. permiten no sólo responder a cuantas cuestiones se le puedan plantear; si no también dar coherencia y estructura a una investigación o a un conocimiento procedente de cualquier otro campo del saber humano. Es más, puede funcionar incluso de modo análogo al de la tabla periódica de Mendeleiev, adelantando (gracias al poder semántico del símbolo), vías de solución, significado, orden, respuesta o capacidad de conceptualización en los lugares obscuros o no hollados todavía de cualquier sistema de conocimiento humano. Es, en este sentido semántico universal que está buscando la ciencia, un sistema al mismo tiempo flexible gracias a la riqueza semántica del símbolo -y coherente- debido a su firme estructura interna -; en ambos sentidos comparable a la capacidad combinatoria y estructural de la tabla periódica de los elementos. La ciencia podrá encontrar en él una herramienta conceptual de primerísimo orden, cuando deje de estar cargada por sus prejuicios racionalistas y busque con humildad el saber acumulado de nuestros mayores.

Sinesio Madrona Rodenas
pág. 12-13 El Zodíaco y la Psicología Evolutiva