“A medida que nos alejamos del humor nos acercamos al campo de concentración.”

Eugène Ionesco


"Antaño cada aurora era una victoria. Estábamos plantados ante las puertas del mundo. Di, ¿te acuerdas? El universo era y ya no era, o no era sino un velo transparente y una luz brillaba a su través, una luz gloriosa y deslumbrante que nos llegaba desde todos lados, como proyectada por cien soles. La luz nos penetraba como un calor muy dulce, y nosotros nos sentíamos ligeros, en un mundo ya sin gravedad, felices de existir, y al tiempo asombrados. Eso era el amor."

Eugène Ionesco
Oriflama


"BOMBERO-El resfriado: Mi cuñado tenía, por el lado paterno, un primo carnal uno de cuyos tíos maternos tenía un suegro cuyo abuelo paterno se había casado en segundas nupcias con un joven indígena cuyo hermano había conocido, en uno de sus viajes, a una muchacha de la que se enamoró y con la cual tuvo un hijo que se casó con una farmacéutica intrépida que no era otra que la sobrina de un contramaestre desconocido de la marina británica y cuyo padre adoptivo tenía una tía que hablaba de corrido el español y que era, quizás, una de las nietas de un ingeniero, muerto joven, nieto a su vez de un propietario de viñedos de los que obtenían un vino mediocre, pero que tenía un primo segundo, casero y ayudante, cuyo hijo se había casado con una joven muy guapa, divorciada, cuyo primer marido era hijo de un patriota sincero que había sabido educar en el deseo de hacer fortuna a una de sus hijas, que pudo casarse con un cazador que había conocido a Rothschild y cuyo hermano, después de haber cambiado muchas veces de oficio, se casó y tuvo una hija, cuyo bisabuelo, mezquino, llevaba unas gafas que le había regalado un primo suyo, cuñado de un portugués, hijo natural de un molinero, no demasiado pobre, cuyo hermano de leche tomó por esposa a la hija de un ex médico rural, hermano de leche del hijo de un lechero, hijo natural a su vez de otro médico rural casado tres veces seguidas, cuya tercera mujer...
SR. MARTIN-Conocí a esa tercera mujer, si no me engaño. Comía pollo en un avispero.
EL BOMBERO-No era la misma."

Eugène Ionesco
La cantante calva


"Cuentan sólo las palabras, el resto es charlatanería."

Eugène Ionesco


"Describe un círculo, después acarícialo y se convertirá en un círculo vicioso."

Eugène Ionesco




"Di, ¿te acuerdas? El universo era y ya no era, o no era sino un velo transparente y una luz brillaba a su través, una luz gloriosa y deslumbrante que nos llegaba desde todos lados, como proyectada por cien soles. La luz nos penetraba como un calor muy dulce, y nosotros nos sentíamos ligeros, en un mundo ya sin gravedad, felices de existir, y al tiempo asombrados. Eso era el amor."

Eugène Ionesco
Oriflama


"El arte es inútil, pero el hombre es incapaz de prescindir de lo inútil."

Eugène Ionesco


"El hecho de ser habitados por una nostalgia incomprensible sería, al fin y al cabo, el indicio de que hay un más allá." 

Eugène Ionesco


"El niño no nace para la sociedad aunque la sociedad se apodere de él. Nace para nacer. La obra de arte nace igualmente para nacer, se impone a su autor, exige ser sin tener en cuenta o sin preguntarse si es requerida o no por la sociedad."


Eugène Ionesco
Tomada del libro de Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, página 11


“El teatro es una construcción viva. Arquitectura en movimiento. Un juego en el que antagonismos fundamentales se ponen cara a cara. Una labor: librar al teatro de todas las cadenas de la tradición.” 

Eugène Ionesco


"En la jaula de su planeta, los hombres se mueven en círculo porque han olvidado que se puede mirar al cielo".

Eugène Ionesco


"Jacqueline dirá: Tenga cuidado, señor, con Josette, cuando estén allí arriba. No hay que dejarla asomarse a la ventanilla. Es peligroso. Podría caerse. Podría hacerse un chichón en la frente al caerse sobre el tejado del vecino. O podría quedar colgada de las ramas de un árbol por el fondillo de la braguita. Habría que ir a buscarla con una escalera.»
Josette: No, ya tendré cuidado.
 —Luego, dice papá, cojo la llave, abro la puerta con la llave.
Josette: En el agujero de la puerta.
Papá: Abro la puerta, cierro la puerta, no doy un portazo, cierro suavemente la puerta, entro contigo en el ascensor, aprieto el botón…
Josette: No, soy yo la que aprieta el botón. Tómame en los brazos porque soy muy chiquitina...
Papá: Te tomo en brazos. Aprietas el botón. El ascensor baja, se baja primero para subir mejor luego. Llegamos al entresuelo. Salimos del ascensor.
Encontramos frente a la portería a la Señora Portera, que se dispone a barrer.
Josette: Buenos días, señora.
Papá: Entonces, la portera dice: «Buenos días, señor, buenos días, chatita. Oh, qué bonita está esta mañana con su precioso abriguito, con sus preciosos zapatitos, con sus preciosos guantitos, oh, qué manitas…»
Josette: Y mi sombrero…
La portera dice: ¿Dónde van ustedes? ¿De paseo?
Josette: En avión.
Papá: Entonces, la portera nos dice: «Hay que tener cuidado. No deje usted a su hijita, señor, que se asome por la ventanilla del avión, porque podría caerse…
Josette: Y hacerse daño en el trasero en el tejado del vecino, o hacerse un gran chichón en la frente…
Papá: O en la nariz. Entonces, la portera nos dice: «Que se diviertan». Salimos a la calle. Nos encontramos a la mamá de Michou, pasamos delante del carnicero, con sus cabezas de ternero.
Josette (tapándose los ojos): No quiero ver. Carnicero malo.
Papá: Sí, si el carnicero sigue matando terneros, yo voy a matar al carnicero. Llegamos a la esquina de la calle, cruzamos la calle, cuidado con los «popós».
Cruzamos la otra calle, llegamos a la parada del autobús.
Aquí está el autobús, tomamos el autobús.
Josette: Anda, se para, anda, se para…
Papá: Y ya estamos en el aeródromo. Tomamos el avión, el avión sube. Mira, igual que mi mano. Brr…, Brr..."

Eugène Ionesco
Cuento de papá


"La confusión de mi espíritu era tal que ignoraba si la bicornuidad caracterizaba al rinoceronte de África o al de Asia, si la unicornuidad era endémica del rinoceronte de Asia o del de África, o si, al contrario, la bicornuidad...así iba farfullando mentalmente, mientras Botard seguía fulminando a Dudard con la mirada."

Eugène Ionesco
El rinoceronte



"La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad; es creación y osadía."

Eugène Ionesco



"La memoria es una laguna sedimentada en un pico escarpado y enteramente desierto. Nos esforzamos, desesperados, por evitar los atroces sufrimientos, pero, sofocados, ya no podemos siquiera gritar. El miedo de la tierra se refleja en el horror del corazón. Somos víctimas del deber."

Eugène Ionesco
Una víctima del deber


"La poesía, la necesidad de imaginar, de crear es tan fundamental como lo es respirar. Respirar es vivir y no evadir la vida."

Eugène Ionesco
Tomada del libro de Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, página 10



"La única explicación para el Holocausto Judío está en la demonología."

Eugène Ionesco


“Las ideologías nos separan, los sueños y la angustia nos unen.”

Eugène Ionesco


“Las ideologías son hipócritas todas. Las revoluciones más que las otras, pues inventan una moral del asesinato, una necesidad histórica para apoyarlo.”

Eugène Ionesco



“Lo único cierto de la historia, siempre falsificada, es que todo aquello pasó de otro modo.”

Eugène Ionesco


"Mi corazón sintió una punzada. La noche invadia mi interior y aquel paisaje tan resplandeciente en el que me sentía ya arraigado, que hacía ya parte de mí mismo o bien del que yo era como una parte, se desprendió de pronto, se me volvió exterior completamente; ya no era sino un cuadro con su marco, no era más que un objeto inanimado. Me sentí sólo, exterior a todo, en medio de una claridad de muerte."

Eugène Ionesco
La foto del coronel


"Mirad las personas que corren afanosas por las calles. No miran ni a derecha ni a izquierda, con gesto preocupado, los ojos fijos en el suelo como los perros. Se lanzan hacia adelante, sin mirar ante sí, pues recorren maquinalmente el trayecto, conocido de antemano. En todas las grandes ciudades del mundo es lo mismo. El hombre moderno, universal, es el hombre apurado, no tiene tiempo, es prisionero de la necesidad, no comprende que algo pueda no ser útil; no comprende tampoco que, en el fondo, lo útil puede ser un peso inútil, agobiante. Si no se comprende la utilidad de lo inútil, la inutilidad de lo útil, no se comprende el arte. Y un país en donde no se comprende el arte es un país de esclavos o de robots, un país de gente desdichada, de gente que no ríe ni sonríe, un país sin espíritu; donde no hay humorismo, donde no hay risa, hay cólera y odio...
Porque esta gente atareada, ansiosa, que corre hacia una meta que no es humana o que no es más que un espejismo puede, súbitamente, al sonido de cualquier clarín, al llamado de cualquier loco o demonio, dejarse arrastrar por un fanatismo delirante, una rabia colectiva cualquiera, una histeria popular. Las rinocerontitis más diversas, de derecha y de izquierda, constituyen las amenazas que pesan sobre la humanidad que no tiene tiempo de reflexionar, de recuperar su serenidad o su lucidez […]"

Eugène Ionesco
Tomado del libro de Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, página 60-61



"Mírate a ti mismo con un ojo, y escúchate con el otro."

Eugène Ionesco



"Nadie es dueño de la multitud aunque crea tenerla dominada."

Eugène Ionesco


“No tengo idea de lo que estoy escribiendo hasta que acabo. La creación artística es espontánea.”

Eugène Ionesco

  

"No hay sólo que integrar. También hay que desintegrar. Esto es la vida. Esto es la filosofía. Esto es la ciencia. Esto es el progreso, la civilización."

Eugène Ionesco



“No puedo participar en controversias ni discusiones, porque de antemano sé que no estoy equivocado ni tengo razón.”

Eugène Ionesco


“Nunca desperdiciaré mis sueños por quedarme dormido. Nunca más.”

Eugène Ionesco



“¡Oh, palabras, cuántos crímenes se cometen en vuestro nombre!”

Eugène Ionesco



"Pensar contra la corriente del tiempo es heroico: decirlo una locura."

Eugène Ionesco


“¿Por qué la gente espera siempre que los autores contesten a preguntas? Soy autor porque deseo hacer preguntas. Si tuviera respuestas, sería político.”

Eugène Ionesco



“Puedo contar hasta el infinito.”

Eugène Ionesco


"Sentía el pelo duro, que ya empezaba a encanecer. Me contemplaba a disgusto: la nariz demasiado grande, los ojos de un azul pálido, inexpresivo, el rostro algo abotagado, los cabellos despeinados, demasiado largos, ya que no iba muy a menudo a la peluquería, las orejas demasiado grandes, las arrugas aquí y allá..., nadie era como yo, todo el mundo debía darse cuenta de que no era como los demás. Tal singularidad debía ser molesta. Sin embargo, mi cara no tenía nada de anormal. Era como los demás sin ser como los demás. El carácter insólito de mi persona debía transparentar a través de mi piel. Con todo, nadie me miraba por la calle, la gente no se volvía para mirarme. Pero tal vez sí..., tal vez la portera, la vecina del perrito, mi asistenta, que meneaba la cabeza al mirarme, y también la camarera del restaurante que me trataba de una manera muy particular, medio amistosa, medio despectiva. Con los demás no solía cruzar la mirada. Pero si me miraban lo hacían con una especie de hostilidad. Sí, era eso: todos me manifiestan hostilidad o indiferencia. Pero yo también siento por ellos la misma hostilidad y la misma indiferencia. ¿Qué podían reprocharme? Que no viviera como ellos, que no me resignara a mi destino. Y yo, ¿Qué les reprochaba? Nada. Sobre todo cuando pensaba que en el fondo eran como yo. Eran yo. He aquí por qué los miraba con malos ojos. Porque eran otros sin ser del todo otros. Si hubieran sido realmente distintos de mí, habría podido tomarlos por modelo. Ello me habría confortado. Tenía la sensación de soportar el miedo total y la angustia de millones de seres humanos, el malestar de todos. En otras condiciones, cada uno de ellos viviría la misma angustia, el mismo miedo a la vida, el mismo malestar. Pero la gente no profundiza en su vida. Primero adolescentes, luego adultos, finalmente ancianos, viven en una suerte de inconsciencia o de resignación inconsciente. Se defienden como pueden y cuanto pueden contra ellos mismos. Pero si profundizaran en sus sentimientos, cada uno viviría la angustia y el miedo de millones de seres humanos. Esta angustia está en cada uno de nosotros, lo cual me parece una crueldad cierta de la divinidad: cada uno es a la vez único y todo el mundo, cada uno es lo universal. Con lo fácil que habría sido que la angustia y la desesperación y el pánico hubiesen sido repartidos a partes iguales entre todos los miles de millones de seres humanos. Entonces nuestra angustia habría quedado enormemente reducida. Pero no es así: cada cual arrastra en su muerte al universo entero que se hunde."

Eugène Ionesco
El solitario


"Si es absolutamente necesario que el arte o el teatro sirvan para algo, será para enseñar a la gente que hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que las haya."

Eugène Ionesco


“Si matamos con el consentimiento colectivo, no nos remuerde la conciencia. Las guerras se han inventado para matar con la conciencia limpia.”

Eugène Ionesco


"Si no se comprende la utilidad de lo inútil, la inutilidad de lo útil, no se comprende el arte."

Eugène Ionesco
Tomada del libro de Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, página 9


"Sólo lo efímero tiene valor perdurable."

Eugène Ionesco



“Solo valen las palabras. El resto es charlatanería.”

Eugène Ionesco


“Un médico concienzudo debe morir con el enfermo si no pueden sanar juntos.”

Eugène Ionesco


"Una idea es verdad cuando aún no se ha impuesto."

Eugène Ionesco