"A menudo, lo que nos niega el arte nos lo da gratuitamente el azar."

Esopo


"Aquellos que se alaban a sí mismos delante de los que les conocen se prestan con justicia a la burla".

Esopo


"Bóreas y el Sol disputaban sobre sus poderes, y decidieron conceder la palma al que despojara a un viajero de sus vestidos.
Bóreas empezó de primero, soplando con violencia; y apretó el hombre contra sí sus ropas, Bóreas asaltó entonces con más fuerza; pero el hombre, molesto por el frío, se colocó otro vestido. Bóreas, vencido, se lo entregó al Sol.

Este empezó a iluminar suavemente, y el hombre se despojó de su segundo vestido; luego lentamente le envió el Sol sus rayos más ardientes, hasta que el hombre, no pudiendo resistir más el calor, se quitó sus ropas para ir a bañarse en el río vecino.

Es mucho más poderosa una suave persuación que un acto de violencia.

Los buenos actos siempre son recompensados."

Esopo
Bóreas y el Sol



“Confórmate con tu suerte, es el secreto de la felicidad.”

Esopo


“Compensa estar preparado contra el peligro.”

Esopo


“Complace a todos y no complacerás a nadie.”

Esopo


“Cualquier excusa sirve a un tirano.”

Esopo



"Cuando se necesitan brazos, el socorro en palabras no sirve de nada."

Esopo


El Astrónomo


Este relato nos habla de un hombre estudioso. Aquel que observa y analiza las estrellas, los planetas, las galaxias, cuerpos celestes, y el universo en general. Astrónomo, le hacen llamar.

Este astrónomo tenía el viejo hábito de caminar todas las noches. Paseaba de calle en calle, de lugar en lugar. Bastante retirado de la ciudad, debo decir. Siempre concentrado en su mundo, sin mirar más allá. Una noche, admirando el cielo, cayó en un pozo sin pensar.

Comenzó a lamentarse una y otra vez, pidiendo auxilio sin cesar. A los pocos minutos, pasó un hombre cerca de donde estaba, el cual, oyendo su llamado se acercó de inmediato. Rápidamente se puso al tanto de lo ocurrido, y enseguida le dijo:

-Amigo, veo que deseas observar lo que hay en el cielo, pero… ¿cuántas veces te has detenido a ver lo que hay en la tierra?

Esopo



“El chico grito: ¡El lobo!, ¡el lobo! y los del pueblo subieron a ayudarle...”

Esopo


"El consejo dado a un necio es como perlas arrojadas al muladar."

Esopo


 El león y el mosquito

"Un mosquito se acercó a un león y le dijo:

-No te temo; además, no eres más fuerte que yo. Si crees lo contrario, demuéstramelo. ¿Qué arañas con tus garras y muerdes con tus dientes? ¡Eso también lo hace una mujer defendiéndose de un ladrón! Yo soy más fuerte que tú, y si quieres ahora mismo te desafío a combate.

Y haciendo sonar su zumbido, cayó el mosquito sobre el león, picándolo repetidamente alrededor de la nariz, donde no tiene pelo.

El león empezó a arañarse con sus propias garras, hasta que renunció al combate. El mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido; y sin darse cuenta, de tanta alegría, fue a enredarse en una tela de araña.

Al tiempo que era devorado por la araña, se lamentaba de que él, que luchaba contra los más poderosos venciéndolos, fuese a perecer a manos de un insignificante animal, la araña.

No importa cuán grandes sean tus éxitos, cuida que la dicha no lo arruine todo."

Esopo


“Es fácil ser valiente desde una distancia segura.”

Esopo



“La discordia que divide a los amigos es la mejor arma para los enemigos.”

Esopo


"La injuria que hacemos y la que sufrimos no son pesadas en la misma balanza."

Esopo


"La insignificancia es siempre una garantía de seguridad."

Esopo


La Paloma y la Hormiga


-La gratitud, es un hecho que demuestra amor-.

Aquel día, el sol estaba bastante intenso. Una pequeña hormiga, estuvo a punto de desmayarse de la sed que tenía. Decidió entonces bajar hasta un tranquilo manantial, para hidratarse y reponer sus energías. Se inclinó un poco para tomar; pero, se ha caído sin pensar. La corriente comenzó a arrastrarla. 

– ¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Que alguien me ayude! Dijo la hormiga muy asustada.  

En las alturas, se encontraba una paloma observando lo que allí ocurría. Al ver a la pobre hormiguita en peligro, buscó velozmente cortar una rama con su pico; enseguida, la lanzó. Le angustiaba que la pequeña se pudiera ahogar (y una ayuda no está demás). La hormiga subió a la rama, y la usó como salvavidas hasta lograr llegar a la orilla. 

Al cabo de un rato, la hormiguita escuchó a lo lejos un sonido misterioso. Se trataba de un cazador preparando su arma para disparar a la bondadosa paloma. La hormiga sin dudar, le dio un fuerte mordisco en el tobillo, y al éste gritar… alertó a la paloma para de allí emigrar. La fiel ave, miró a la hormiga con total agradecimiento, y alzó inmediatamente su vuelo hacia otro lugar.

Moraleja: Debemos ser siempre agradecidos. No solo con nuestras palabras, sino con nuestros hechos. 

Esopo




La Rana del pantano y la Rana del camino

-Dos ranas, un pantano y un hermoso camino-.

Escondida en su pantano, distante entre la multitud, habitaba una pequeña rana acostumbrada a su espacio de gran magnitud. Soñadora quizá, muchos lo creerían en su lugar. Después de todo, vale la pena soñar.

Cerca de ella se encontraba otra rana en un charco en el camino. Al verla su vecina, la llamó y pegó un brinco.

– ¡Ven a vivir conmigo! Estarás mejor y segura. No te quedes varada en cualquier lugar, solo por pura premura.

Pero, aunque le repitiera una y otra vez, ella no se quiso mover. Solo le decía:

-No puedo dejar mi casa, me siento bien aquí. Además, estoy satisfecha como puedes ver.

La pobre no hizo caso, y a los días se llevó una gran impresión. Pasó alguien con una carretilla, y enseguida allí la aplastó.

Moraleja: Aprovecha las oportunidades cuando se te presentan. No te conformes quedándote en un mismo rincón solo por costumbre.

Esopo



"La rueda más estropeada del carro es la que hace más ruido."

Esopo



“La tortuga dice que su propio caparazón es el hogar ideal.”

Esopo


“La unión hace la fuerza.”

Esopo


La Zorra y el Cuervo hambriento


-La ambición, nos ciega a veces-.

Un cuervo ansioso y hambriento, estando cerca de una higuera, esperaba el momento oportuno para aprovechar a comer los frutos que de allí cayeran.

Lo más curioso en todo esto, es que faltaba aún un buen tiempo para que los higos maduraran lo suficiente. Pero, el cuervo lleno de ambición y torpeza, tomó la decisión de esperar.  

Al cabo de un rato, una zorra que recorría el lugar, comenzó a observar el escenario extraño que allí se creaba. Le causó impresión ver a esa criatura estática, sin hacer nada en particular.   

– ¿Qué haces frente a este árbol? Preguntó la zorra. 

El cuervo no tardó en responder, y le dijo: 

-Espero que los higos maduren para comerlos.

Al escucharlo, la zorra respondió con gran seguridad: 

-Si es así como dices, creo que estás perdiendo el tiempo. Falta mucho para ello, y no tienes la certeza de que todos lleguen a ese punto. 

Moraleja: Céntrate en objetivos factibles. No te confíes demasiado; especialmente, si requieres solucionar una necesidad.

Esopo



La Zorra y las Uvas

-Si no lo puedes alcanzar, debes igual valorar-.

Este relato comienza así…

Era una tarde calurosa; en donde el cansancio y la sed, parecían ser los protagonistas del día. Una pequeña zorra, tras largas horas de caza, se encontraba sin fuerzas y algo desorientada. 

– ¡Cómo quisiera beber un poco de agua! ¿Dónde podré conseguir? Dijo la zorra algo preocupada. 

A lo lejos, observó un hermoso racimo de uvas; sus ojitos se alegraron al instante. El solo imaginar su sabor dulce, incrementaba su deseo de poder degustarlas. De seguro, se hidrataría con su delicioso jugo. 

Comenzó a saltar cerca al árbol una y otra vez, pero sus esfuerzos resultaban en vano; no lograba alcanzarlas. Al final, la zorra solo se rindió y se sintió todavía más cansada que antes. Sus intentos, no habían tenido resultado. 

No obteniendo lo anhelado, expresó con mucha molestia.  

-Bueno, pensándolo bien… quizá ni estén maduras esas uvas. 

Moraleja: Si algo no puedes obtener, no lo critiques ni menosprecies. Aprecia lo que la vida te regala. 

Esopo



“Las apariencias, a menudo, engañan.”

Esopo


“Las palabras que no van seguidas de hechos, no valen nada.”

Esopo


“Las uvas están verdes.”

Esopo



"Los dioses ayudan a los que se ayudan a sí mismos."

Esopo



"Los Estados que abandonan fácilmente a sus jefes no se dan cuenta que en seguida acaban sometidos por sus enemigos."

Esopo



“Los malvados suponen que ya os hacen bien con no haceros nada malo.”

Esopo


"Los verdaderos amigos se encuentran en las desgracias."

Esopo


"Mejor es morir de una vez que vivir siempre temiendo por la vida."

Esopo


“Ningún acto de amabilidad, no importa si es pequeño, será desperdiciado.”

Esopo


“No debemos confiarnos en aquellos que presumen de generosos con el bien ajeno.”

Esopo


"No solo las plumas bonitas hacen bello a un pájaro."

Esopo


“Nuestro carácter nos hace meternos en problemas, pero es nuestro orgullo el que nos mantiene en ellos.”

Esopo



“Si presumís de ser conocido, todos se reirán a cuenta vuestra.”

Esopo


"Solo los cobardes insultan al Rey muerto."

Esopo


"Un esclavo llamado Androcles tuvo la oportunidad de escapar un día y corrió hacia la foresta.

Y mientras caminaba sin rumbo llegó a donde yacía un león, que gimiendo le suplicó:

-Por favor te ruego que me ayudes, pues tropecé con un espino y una púa se me enterró en la garra y me tiene sangrando y adolorido.

Androcles lo examinó y gentilmente extrajo la espina, lavó y curó la herida.El león lo invitó a su cueva donde compartía con él el alimento.

Pero días después, Androcles y el león fueron encontrados por sus buscadores.Llevado Androcles al emperador fue condenado al redondel a luchar contra los leones.

Una vez en la arena, fue suelto un león, y éste empezó a rugir y buscar el asalto a su víctima. Pero a medida que se le acercó reconoció a su benefactor y se lanzó sobre él pero para lamerlo cariñosamente y posarse en su regazo como una fiel mascota. Sorprendido el emperador por lo sucedido, supo al final la historia y perdonó al esclavo y liberó en la foresta al león.

Los buenos actos siempre son recompensados."

Esopo
Androcles y el león


"Un pastor que cuidaba su rebaño en las costas, veía al mar muy calmado y suave, y planeaba con hacer un viaje de comercio.

Entonces vendió todo su rebaño y lo invirtió en un cargamento de dátiles, y se echó a la mar. Pero vino una fuerte tempestad, y estando en peligro de hundirse la nave, tiro por la borda toda la mercancía, y escasamente escapó con vida en la barca vacía.

No mucho tiempo después cuando alguien pasaba y observaba la ordenada calma del mar, él le interrumpía y le decía:

-De nuevo está el mar deseando dátiles y Por eso luce calmado.

Nunca generalices conclusiones basándote en un solo suceso.

Los buenos actos siempre son recompensados."

Esopo
El pastor y el mar


“Una vez llegada la desgracia, de nada sirve quejarse.”

Esopo



Unidos, nos mantendremos en pie; divididos, nos caeremos.”

Esopo