“Aburrirse en el momento adecuado es signo de inteligencia.”

José Luis López Aranguren


"Al sentido trágico de la vida se le pondrá punto final tan pronto como la economía esté completamente desarrollada, las necesidades de consumo satisfechas y las tensiones de la existencia trivializadas."

José Luis López Aranguren


"Buscamos la felicidad en los bienes externos, en las riquezas, y el consumismo es la forma actual del bien máximo. Pero la figura del "consumidor satisfecho" es ilusoria: el consumidor nunca está satisfecho, es insaciable y, por tanto, no feliz. Podemos buscar la felicidad en el triunfo, en la fama, en los honores. Pero ¿no es todo eso sino pura vanidad, en definitiva nada o casi nada?"

José Luis López Aranguren


"Con frecuencia solemos caer en la trampa de considerar "nuestro", frente a lo nuevo, aquello que tenemos desde hace tiempo aunque, en su origen, nos viniese tan de "fuera", nos fuese tan "extraño" como lo nuevo de ahora."

José Luis López Aranguren



"Cuando se "habla" mucho es que se "hace" poco."

José Luis López Aranguren




"De este modo se haría un reparto de papeles y, digamos, de esferas de influencia: a los jóvenes se les entregaría el desarrollo del erotismo y, libres de toda inquietud, los hombres maduros y razonables tomarían a su cargo, sin intromisiones perturbadoras, el orden político. En definitiva la receta no es tan nueva como a primera vista pudiera parecer: se limita a reemplazar los viejos circenses por el striptease y las demás libertades sexuales públicas que, como aquéllos, ayudan a soportar la privación de la libertad política."

José Luis López Aranguren


"El análisis del lenguaje, como dijo Austin, no es la "última palabra" sino justamente "la primera"."

José Luis López Aranguren


"El clasismo de la castidad femenina está, en la moral burguesa, muy a la vista. Lo que importa es la "defensa social" de nuestras mujeres y nuestras hijas...Al precio de la organización de la prostitución de "las otras"."

José Luis López Aranguren




"El español siempre lo sabe todo. Y si de algo no sabe nada, dice: "de esto ya hablaremos más adelante"."

José Luis López Aranguren



"El hombre debe ser juzgado por la imagen social que proyecta de sí mismo -su respetabilidad- y por la imagen interior en que se contempla -su idealismo-. La moral que acabamos de describir no ha desaparecido aún, ni mucho menos. Pero no es la propia de nuestro tiempo y los jóvenes tienden a apartarse de ella."

José Luis López Aranguren


"El hombre moderno empieza, pues, exigiéndose ser justo y ordenando por sí mismo su propia vida. Pero, en seguida, su sentido activista, su versión, también típicamente moderna, a la realidad intramundana, le llevarán a ordenar el mundo en que vive y en el que reina la injusticia. Pero ¿por qué reina la injusticia en el mundo? El cristianismo primitivo y medieval, implantados en una concepción religiosa de la vida, partían de una afirmación primera: la del pecado original que había introducido el desorden, es decir, la injusticia, en el mundo. Pero el hombre moderno, ya lo hemos dicho, prescinde de esos datos religiosos y solo toma del orden sobrenatural lo que cree posible conocer natural, racionalmente; esto es, la existencia de Dios. Así, pues, si en el mundo reina la injusticia, hay que pedir cuentas de ella al Creador del mundo, a Dios. Hace un instante vimos el tránsito de la exigencia de justificación del hombre ante Dios, a la exigencia de justificación del hombre ante sí mismo. Ahora empieza una tercera fase: la discusión en torno a la justificación de Dios ante el hombre.
El primero en plantear abiertamente la cuestión fue Leibniz en su Teodicea, palabra que significa precisamente «justicia (justificación moral) de Dios». Y lo de menos es que el Creador salga por el momento, como efectivamente sale, justificado. Lo grave es la nueva actitud que este planteamiento revela: la época «pide cuentas a Dios», demanda a juicio a Dios para que demuestre su bondad. Justamente por eso ha sentido la pertinencia, más aún, la necesidad de defenderle.
En la segunda instancia de este pleito, que tuvo lugar dentro del siglo XVIII, iba a recaer una sentencia muy diferente. La Ilustración y, muy concretamente, Voltaire, se vuelven a plantear el problema de la época, el problema de la justificación moral de Dios. El método es empirista -observación de las injusticias del mundo, «escándalo» del terremoto de Lisboa, con sus numerosas víctimas, algunas, muchas si se quiere, culpables, pero sin duda otras muchas inocentes- y racionalista, sin ningún sentido para el misterio. El razonamiento, esquemáticamente expuesto, es este: Dios tiene que ser, por definición, justo, y sin embargo, en el mundo, creación suya, reina la injusticia. ¿Cómo se resuelve esta contradicción? Con la idea de la Providencia parece imposible: Dios procedería como un «loco» o como un malvado. Hay, pues, que renunciar a ella, y así, en virtud de una exigencia moralista, surge el deísmo. Dios creó el mundo, pero no lo gobierna; este es como un aparato de relojería que desde el principio recibió toda su cuerda y ha quedado así, literalmente.) «dejado de la mano de Dios». Para la Ilustración, que ha rechazado toda la dogmática, lo único que permanece del cristianismo es su moral. Jesús fue, simplemente, un gran maestro de moral, un hombre que enseñó a sus hermanos a ser justos y benéficos.
Es ya el pleno moralismo. Pero todavía faltaba dar un paso más para que la gracia, la religión, quedasen expresamente sometidas a la justicia, a la moral y, en realidad, falseadas en su verdadero ser. Este paso lo dio Kant al instaurar el primado de la razón práctica y el imperativo moral, montado categóricamente sobre sí mismo. La existencia de Dios, afirma,
debe ser admitida, no para la moralidad, sino por la moralidad. Dios no tiene otro papel, en su filosofía, que el de garantizador de la moral en el Más Allá, el del garantizador de que la tarea infinita, impuesta desde ahora, fáusticamente, al hombre, tendrá un sentido. Es lo que Kant llamó, la religión dentro de los límites de la simple razón."

José Luis López Aranguren
Ética



“… el lenguaje sirve para los más diversos usos: para charlar, para pedir y para mandar, para saludar, para teorizar y filosofar también, por supuesto, para agradecer y para maldecir, para muchas cosas más, y, entre ellas, para orar, para rezar.”

José Luis L. Aranguren
Talante, juventud y moral, 1975



"El marxismo es una sociología englobante de la economía, y no una teoría económica abstracta, separada, desgajada del resto de la realidad."

José Luis López Aranguren


"El marxismo es esencialmente político, se propone cambiar la estructura político-social de la polis. Esto sólo puede hacerse a través de una revolución (más o menos violenta, más o menos pacífica) para lo cual se necesita contar con una fuerza que no puede ser otra que la del proletariado."

José Luis López Aranguren



"El papel político-social de la juventud para el perfeccionamiento de la comunidad es esencial porque la juventud es, precisamente, la edad del inconformismo, de la exigencia de perfección, del hambre y de la sed de justicia."

José Luis López Aranguren


"El terror engendra terror, presto siempre a convertirse en contraterrorista terror: inacabable dialéctica de la violencia."


José Luis López Aranguren



"En todos los tiempos, en todas las culturas ha sido constante el anhelo del ser humano por alcanzar la felicidad. Todos aspiramos a la felicidad y la buscamos de mil maneras. ¿Lograremos encontrarla?
Buscamos la felicidad en los bienes externos, en las riquezas, y el consumismo es la forma actual del bien máximo. Pero la figura del "consumidor satisfecho" es ilusoria: el consumidor nunca está satisfecho, es insaciable y, por tanto, no feliz. Podemos buscar la felicidad en el triunfo, en la fama, en los honores. Pero ¿no es todo eso sino pura vanidad, en definitiva nada o casi nada? Otro modo de búsqueda de la felicidad es la autocomplacencia: así, el goce del propio placer, el deseo de perfección o la práctica de la virtud. Aspiramos a la felicidad, pero aspirar no es lo mismo que "buscar" y, todavía menos, que "conquistar", ni fuera ni dentro de nosotros mismos. La felicidad es un don, el don de la paz interior, espiritual, de la conciliación o reconciliación con todo y con todos y, para empezar y terminar, con nosotros mismos.
Para recibir el don de la felicidad el talante más adecuado es, pues, el desprendimiento: no estar prendido a nada, desprenderse de todo. La felicidad, como el pájaro libre, no está nunca en mano, sino siempre volando. Pero tal vez, con suerte y quietud por nuestra parte, se pose, por unos instantes, sobre nuestra cabeza."

José Luis López Aranguren
El don de la felicidad



"Frente a la disociación espiritualismo-sexualidad venal del siglo XIX, hoy todos tienden, y desde luego los católicos también, a la plena integración de la sexualidad en el amor, así como a la elevación del nivel cultural femenino, en el sentido de una mayor homogeneidad de instrucción entre la mujer y el hombre. De este modo, partiendo del principio de la igualdad de los sexos, frente a la "doble moral" anterior, se procura también integrar en el amor la comunicación espiritual y la colaboración intelectual de los cónyuges."

José Luis López Aranguren


"La democracia no es un status en el que cómodamente nos podamos instalar, sino una permanente y constante conquista cotidiana." 

José Luis López Aranguren


"La discriminación económica y profesional es determinada mucho más por las sexistas actitudes sociales que por la ley. Ni en igualdad de oportunidades, ni en igualdad de remuneración a trabajo igual, hay, ni con mucho, paridad entre la mujer y el hombre."

José Luis López Aranguren


"La doble moral sexual, una para el hombre y otra para la mujer, se comprende perfectamente desde esta tabla burguesa de valores. Las licencias sexuales masculinas, siempre que no atenten a la respetabilidad social, son permisibles. Pero las de la mujer casada, además de infringir esa moral de la honradez, que es la forma disminuida de la vieja moral hidalga del honor, producen la contaminación de la familia, dañan a su "limpieza": los hijos dejarían de ser la mercancía "legítima" que deben constituir. El matrimonio, por supuesto, es indisoluble, por exigencias de respetabilidad."

José Luis López Aranguren


"La masa -y vivimos, según se nos dice, en una sociedad de masas- continúa necesitando -tal vez más que nunca- el amor como artículo de consumo de primera necesidad."



José Luis López Aranguren



"La moral se esgrime cuando se está en la oposición; la política, cuando se ha obtenido el poder."

José Luis López Aranguren


"La transformación del ímpetu en cálculo, en búsqueda racionalizada del placer, significa, a última hora, una disminución en la violencia del "rapto" sexual. Es verdad que el hombre actual es solicitado eróticamente por todas partes y de modo continuo. Pero esta solicitación, hecha consuetudinariamente, funciona como un refoulement. El precio que el erotismo ha tenido que pagar para convertirse en el mito de nuestro tiempo ha sido la pérdida de su terrible y oscura grandeza."

José Luis López Aranguren



"Las actitudes colectivas y la mentalidad evolucionan y, en ciertos aspectos, hasta se revolucionan."

José Luis López Aranguren



"Lo que hoy es una herejía se suele convertir en la ortodoxia de mañana."

José Luis López Aranguren



"Los valores morales se pierden sepultados por los económicos."

José Luis López Aranguren


"Para recibir el don de la felicidad el talante más adecuado es, pues, el desprendimiento: no estar prendido a nada, desprenderse de todo. La felicidad, como el pájaro libre, no está nunca en mano, sino siempre volando. Pero tal vez, con suerte y quietud por nuestra parte, se pose, por unos instantes, sobre nuestra cabeza."

José Luis López Aranguren




"(...) Pero esta ciencia sexual, cuando se poseía, se ejercitaba primordialmente para el placer del varón. Lo característico de la nueva fase consistiría en la igualdad de los sexos ante el amor y la libertad en el intercambio de "papeles". La actividad y la pasividad, la iniciativa y el consentimiento, el representar el papel de sujeto conquistador y el asumir el role de "objeto" amoroso, no vendría ya predeterminado por la pertenencia a uno u otro sexo."

José Luis López Aranguren


"No tenemos las respuestas pero, aun sin ellas, sólo por buscarlas, nos hacemos ya responsables, y esto es todo y sólo lo que en verdad cuenta, porque esto es todo y sólo lo que de nosotros depende."

José Luis López Aranguren


"Quiero pensar que no me gusta volver atrás porque, aun cuando ya me voy haciendo bastante viejo, todavía prefiero mirar adelante, en la vida y en su autobiografía, los libros."

José Luis López Aranguren


"Querríamos ser buenos pero no los somos, ni llegaremos a serlo; debe de haber una realidad de ultratumba en la que podamos ser plenamente buenos."

José Luis López Aranguren