I

Amor Inmortal, autor de esta gran figura,
nacido de una belleza que nunca se apagará;
¡cómo pudo el hombre parcelar tu glorioso nombre,
y arrojarlo a ese Polvo que tú mismo has hecho,

mientras el Amor Mortal gana todo el honor!
ellos se mueven con maestría, luego al unirse
llevan todo el poder, poseyendo mente y corazón,
(tu artesanía) y no te dejan parte en ninguno.

la Razón gusta de la Belleza, y ésta la hace crecer;
el mundo es suyo, ellas dos juegan en él,
y tú te quedas a un lado; y aunque tu nombre
trabajó en nuestra liberación de la fosa infernal,

¿quién canta tu alabanza? sólo una bufanda o un guante
abrigan nuestras manos, y las hacen escribir del amor.

George Herbert


II

Calor Inmortal, no permitas que tu más grande llama
se acerque tanto a nosotros; esos fuegos
consumirían al mundo, primero has de domarlos,
y prender en nuestros corazones deseos ciertos

que consuman el desenfreno y realicen tu camino.
entonces te jadearán nuestros corazones; entonces
nuestra mente pondrá toda su invención a tu altar,
y allí con himnos enviaremos tu fuego de vuelta:

te verán nuestros ojos, los que ayer vieron polvo,
polvo soplado por la razón hasta enceguecerlos;
recuperarás todos tus bienes naturales,
arrebatados por la traidora voluptuosidad:

por ti las rodillas caerán y las cabezas se alzarán,
en alabanza a aquel que hizo y reparó nuestros ojos.

George Herbert


III

el Amor me hizo pasar, pero mi alma se apartó,
llena de polvo y pecado.
mas el Amor atento, observando mi vaguedad
desde la primera ocasión,
se me acercó más y más, preguntando con dulzura
si algo me faltaba.

"un huésped" respondí, "que merezca estar aquí."
dijo él, "tú lo serás."
"¿yo, el malvado, el ingrato? ah, querido,
yo no puedo ni mirarte."
el amor tomó mi mano y sonriendo contestó,
"¿quién hizo tus ojos sino yo?"

"cierto, Señor, pero yo los he estropeado;
deja que mi vergüenza vaya donde le corresponde."
"¿y acaso no sabes" dijo el amor, "quién quiere cargar tu culpa?"
"¡querido! entonces te serviré."
"sólo debes sentarte" dijo el amor, "y probar mi carne."
y me senté a comer.

George Herbert



“Alcanza más alto el que apunta a la Luna que el que dispara a un árbol.”

George Herbert 


“Ama a tu vecino, pero no derribes vuestra verja.”

George Herbert


"Buenas palabras valen mucho y cuestan poco."

George Herbert


“Casa a tu hijo cuando quieras y a tu hija cuando puedas.”

George Herbert 



"Cuando un amigo nos pide algo, la palabra "mañana" no existe."

George Herbert 


"Cuando un perro se está ahogando, todo el mundo le ofrece beber."

George Herbert



“Cuanto más sube el mono, más muestra la cola.”

George Herbert 



"Debes perder una mosca para pescar una trucha."

George Herbert



"Dios provee a cada pájaro con un alimento, pero no se lo echa al nido."


George Herbert


Dulces días, tan fríos, tan serenos, tan claros,
Nupcias del cielo y la tierra,
El dulce rocío llorará esta noche vuestra caída,
Pues habéis de morir

George Herbert
Tomada del libro Musketaquid de Henry David Thoreau




El amor

El amor me dio la bienvenida: sin embargo mi alma retrocedió,
Culpa del polvo y el pecado.
Pero los rápidos ojos del Amor, observándome crecer como haragán
Desde mi primer entrada interior,
Se acercaba a mí, dulce interrogatorio,
Si me faltaba algo.

Un invitado, le respondí, digno de estar aquí:
El Amor dijo, has estado con él.
¿Yo el malo, malagradecido? Ah mi Adorable,
No puedo mirarte.
El amor tomó mi mano y sonriendo contestó,
¿Quién hizo los ojos sino yo?

La verdad Señor, pero yo los he estropeado: deja que mi vergüenza
Vaya donde merece.
Y no sé tú, dijo el Amor, ¿quién cargó con la culpa?
Mi Adorable, entonces me va a servir.
Debes sentarte, dijo el Amor, y degustar el sabor de mi carne:
Así que me senté y comí.

George Herbert



“El amor y los negocios enseñan la elocuencia.”

George Herbert



"El adulterio es justificable: el alma necesita pocas cosas; el cuerpo, muchas."

George Herbert


“El alma necesita pocas cosas, el cuerpo muchas.”

George Herbert


"El chiste es un motor de insubordinados, tremendamente poderoso. A veces un amigo, a veces el ingeniero."

George Herbert


EL COLLAR

Dejé el tribunal, y lloré , no más.
Lo divulgaré .
¿Qué? ¿siempre suspirare y sufriré ?
Mis arrugas y mi vida son gratuitas, gratuito como el andar,
Libre como el viento, del tamaño de la provisión.
¿Estaré todavía en traje?
¿No he cosechado, pero un remordimiento
me dejo volando y no restaurare
Lo que he perdido con la fruta cordial?
Claro que había vino
Antes que mis suspiros lo secaran: había trigo
Antes de que mis lágrimas lo extinguieran.
¿Es qué sólo yo he perdido el año ?
¿No tengo espacios para coronarlo?
¿Sin flores ni coronas alegres? ¿todo maldito?
¿Todo perdido?
No es así, mi corazón, pero hay fruta,
Y Tú tienes manos.
Recupera toda tu edad con el soplo de un suspiro
Sobre placeres dobles: deja tu fría disputa
Por lo que es y no es conveniente. Renuncia a tu jaula,
A tu collar de arena,
Qué pensamientos insignificantes has tenido, y has hecho
Enviando un buen cable , para hacer cumplir y establecer,
Y que sea tu ley,
Mientras que tú lo has señalado y no lo quisiste ver.
Lejos, tened cuidado:
Lo divulgaré.
Llama a tu jefe muerto allí: para tus miedos.
El que se abstiene
Para satisfacer y servir a su necesidad,
Se merece su carga.
Pero como lo he alabado y madurado más rigurosamente y pródigamente
En cada palabra,
En mis pensamientos oí un llamado, Hijo:
Y yo conteste, Mi Señor.

George Herbert



"El hombre no es una estrella, sino un rápido carbón."

George Herbert


El hombre que observa el cristal
Puede posar sobre él sus ojos,
O, si lo desea, mirar más allá,
Y así espiar a los cielos.

George Herbert


"El que da con una buena posada no se ha alejado de su camino."

George Herbert


"El que ha perdido un ojo conoce el valor del que le queda."

George Herbert


“El que no es bello a los veinte, ni fuerte a los treinta, ni rico a los cuarenta, nunca será ni bello, ni fuerte, ni rico, ni sabio.”

George Herbert



“El que no sabe de nada no duda de nada.” 

George Herbert 




"El que pierde su crédito está muerto para el mundo."

George Herbert



"El que sale de deudas ya comienza a ser rico".

George Herbert


“El que se casa con una viuda que tiene dos hijas se casa con tres ladrones.”

George Herbert


El templo

Un ALTAR roto Señor, tu último siervo,
Hecho de un corazón, y revestido de lágrimas:
Cuyas partes son como tu mano hizo de marco;
Ninguna herramienta de los obreros ha tocado el mismo.
Un solo corazón
Es una piedra,
Como nada más que
Tu poder hizo el corte.
Por lo cual cada parte
De mi duro corazón
Se reúne en este marco,
Para alabar tu Nombre;
Eso, si por casualidad me callaré,
Estas piedras para alabar a ti no pueden cesar.
O dejar que tu sacrificio bendito sea el mío,
Y santifique este altar para ser tuyo.

George Herbert


"En todas las tierras el sol sale al amanecer."

George Herbert


"Es necesario que te acostumbres a estar solo. Salúdate a ti mismo; entiende cómo debes vestir tu alma."

George Herbert


"La civilización es una carrera entre la educación y la catástrofe."

George Herbert



"La corona real no quita el dolor de cabeza."

George Herbert


"La crisis de hoy es el chiste de mañana."

George Herbert


"La indignación moral no es más que envidia con aureola."

George Herbert



"La juventud vive de la esperanza; la vejez del recuerdo."

George Herbert


“La mujer y el espejo están siempre en peligro.”

George Herbert


"La pobreza es ausencia de pecado."

George Herbert


La polea

Cuando Dios hizo al hombre en un primer momento,
Teniendo una copa apoyada en bendiciones;
Déjanos (dijo) volcar en él todo lo que podamos:
Deja que la riqueza del mundo, yazca dispersa,
Contraída en un palmo.

Así la primera fuerza hizo un camino;
Entonces la belleza, la sabiduría, el honor, el placer flotaron:
Cuando casi todo estaba fuera, Dios hizo una estadía,
Percibiendo que el único de todos sus tesoros
Descansa puesto en el fondo.

Porque si yo (dijo)
Le otorgara esta joya también a mi creación,
Él adoraría mis regalos en lugar de a mí,
Y el resto de la naturaleza, no al Dios de la Naturaleza:
Así ambos serian perdedores.

Sin embargo, le permitió mantener el resto,
Pero hay que tenerlos con inquietud de afligirse:
Déjalo ser rico y que se canse, que al menos,
Si la bondad no lo guía, aún la fatiga
Le puede lanzar contra mi pecho.

George Herbert




“Las mujeres ríen cuando pueden y lloran cuando quieren.”

George Herbert


"Mejor que levantar la voz, reforzar el argumento."

George Herbert




"Muéstrame un mentirosa y yo te mostraré un ladrón."

George Herbert



"Nadie es necio siempre; todo el mundo lo es a veces."

George Herbert


Negación

Cuando mi devoción no pudo perforar
tus oídos silenciosos;
entonces mi corazón se rompió, como mis versos:
mi pecho estaba lleno de desorden y miedo.

Mis pensamientos, como un arco quebradizo,
volaron por los cuatro vientos,
cada uno tomó su camino: algunos al placer,
otros a la guerra y el trueno.

Por lo tanto mi alma está fuera de vista,
muda, sin ataduras:
mi espíritu débil, incapaz de mirar de frente,
cuelga descontento, como una flor mordida.

Oh, anima y aclara mi pecho sin corazón,
no postergues el tiempo;
que tus favores concedan mi pedido,
ellos y mi mente pueden repicar,
y sanar mis versos.

George Herbert


“No aconsejes a nadie que se case ni que vaya a la guerra.”

George Herbert



"No es tan fiero el león como lo pintan."

George Herbert



"No frecuentes las malas compañías, no sea que aumentes su número."

George Herbert



“No rías demasiado: el hombre ingenioso es el que menos ríe.”

George Herbert



"No todo resbalón significa una caída."

George Herbert


"Nunca mientas a tu médico, confesor, ni abogado."

George Herbert


Pecado

Señor, con qué prolijidad nos has encerrado!
Primero nos sazonan nuestros padres;
Luego los maestros nos entregan las leyes;
Nos envían amordazados hacia las reglas de la razón,
Los santos mensajeros, los púlpitos y los domingos;
El dolor que espía al pecado,
Las variadas aflicciones,
Angustias de todo tamaño,
Finas redes y engaños para cazarnos,
Biblias abiertas descuidadamente,
Millones de sorpresas;
Bendiciones previas,
Lazos de gratitud,
Melodías de gloria resonando en nuestros oídos;
Afuera, nuestra vergüenza;
Adentro, nuestras conciencias;
Ángeles y perdón,
Eternas esperanzas y temores.
Y sin embargo,
Un íntimo y perverso pecado
Destruye todas estas vallas,
Toda esta celestial edificación.

George Herbert



"Pétreos corazones sangrarán."

George Herbert


“Porque el que necesita para vivir cinco mil libras no es menos pobre que el que necesita cinco.”

George Herbert



"¿Por qué se ha de temer a los cambios? Toda la vida es un cambio. ¿Por qué hemos de temerle?"

George Herbert



“Presta solamente aquello cuya pérdida puedas soportar.”

George Herbert





"Quien tiene casa de vidrio, no debe tirar piedras a otro."

George Herbert


"Sé útil en vida."

George Herbert



"Si quieres destruir a una persona, entonces véncela al ajedrez. Es mucho más seguro que el veneno."

George Herbert



“Siéntate en tu puesto y nadie te hará levantar de él.”

George Herbert


"Tener dinero es fuente de temor; no tenerlo, es fuente de dolor."

George Herbert


"Todo lo que proviene de ti debe ser compartido; nada puede ser tan insignificante que no se purifique y limpie «por el poder de tu amor». El sirviente que no olvida esto diviniza hasta la más aburrida de las tareas ya que, como aquél que barre una habitación siguiendo tu ley, purifica toda acción."

George Herbert
Tomada del libro El arte de ser Dios de Alan Watts, página 109




"Un buen vallado hace buenos vecinos."

George Herbert


“Un necio sabe más en su propia casa que un hombre sabio en la ajena.”

George Herbert


“Un padre vale por cien maestros.”

George Herbert



"Un resbalón no significa una caída."

George Herbert


"Una hora puede hacer feliz a un hombre por el resto de su vida. Debes buscar esa hora."

George Herbert



"Una mujer hermosa, pero pobre, encuentra más amantes que pretendientes."

George Herbert


VÉRTIGO

¡Oh, qué cosa es el hombre! ¡Qué distante del poder, del descanso y la paz establecida! Es por lo menos veinte hombres diferentes en una hora.
Es uno cuando cuenta al cielo entre sus tesoros; pero luego un pensamiento se insinúa, y lo llama cobarde, porque pierde el placer por temor al pecado.
Hoy luchará, irá a las guerras; luego comerá su pan en paz, y reposará tranquilamente. Hoy despreciará las ganancias; luego ahorrará todo el día.
O construirá una casa, que pronto ha de caer, como si soplara un torbellino y derrumbara el edificio; y en parte es verdad, porque así es su mente.
¡Oh, qué aspecto tendría el hombre, si sus vestiduras cambiaran con sus decisiones; si como la piel de un delfín sus ropas concordaran con sus deseos!
Seguramente, si cada uno viera el corazón ajeno, ya no habría comercio, ni ventas ni contratos; todos se dispersarían, y vivirían separados.
Señor, arréglanos, o mejor, constrúyenos; una creación no nos ha bastado. Si no nos creas diariamente, olvidaremos nuestra propia salvación.

George Herbert



"Vivir bien es la mejor venganza."

George Herbert



“Vivir sin amigos: morir sin testigos.”

George Herbert