“Allí digo que si en el tiempo de la infancia no hubiésemos tenido una cosa sagrada para reverenciar, un río, un mar, una montaña, un árbol, no hubiésemos sido poetas. La sacralidad es lo más importante en el ser humano, la sacralidad es un estado, una situación, una pasión por comprender, y sin esto no podemos vivir plenamente.”

Hanni Ossott


Atracción de lo vasto

Ese canto resonante
de Cuerpo
esa expectoración primera
inicialmente contenida
bufido o eructo desarticulado

Ese pujar vocal

Estertor físico del soy que se busca

Y esa primera abolición del ser en la palabra inicial

Ah voz en ahogo
violencia y voluptuosidad cercada
Ah tránsito de ser a mí

Ah gorgojeo
                  rasgadura de garganta
ruido
                  pobladura de lo vasto

Eco
Inserción de lo inmenso en lo breve
Imagen
Consecución
Y esto: lo que puedo decir desde mí mismo
hoy
ahora que he aprendido a articular mi discurso
Esto, para decir:
Oh escena terrible para espectáculo
Oh espantosa contemplación de lo solo
No calma desde esta calma
No suficiente sin sentido desde esta ausencia

Desierto y ruina
                  –y decirlo se torna ridículo–
Ah, mira la contorsión del cuerpo, la siempre en oposición
Pero me contorsiono
y profiero
sólo yo puedo hacerlo
desde lo que me cerca y me abre
Ah canto siempre devuelto
Siempre no nacido todavía o a destiempo
Tajada, sí…

Y muero por lo vasto que cercena
como los dioses mueren por la nada y se levantan
contra ese soy que en extensión cubre

¿Lo signo, lo fijo, lo canto?
lo dilatado ineludible?
Lo canto, lo signo
porque también habita en mí el deseo de su posibilidad
en franca oposición a lo permanente
en rechazo al borde demasiado preciso
y a la costumbre de esta piel
en distancia de mi propio cuerpo
hacia la instauración de lo breve
por atracción a la ausencia
                                 erguido el canto en regreso al soy

Hanni Ossott



Cuerpo: una disolución ante diversas instancias

Todo se desmiembra, ninguna forma es capaz de sostenerse, ningún nombre. Vuelo irreversible hacia la sensación. Piel, trozos de piel. Dispersión. Dislocaciones. Y este sonido inmenso, retenido, denso y frágil.

Continuamente, puerta tras puerta: estancias, estallidos y abandonos. Pero nunca nada inmóvil. Y, continuamente, desaparecen una tras otra cada una de las nomenclaturas. Viento uniforme poseído por la graved~d de los colores. Ellos pesan o se vuelven imponderables. Color despojado de límites: uno en el otro: pasión inmersa en la pasión, sin saberse.
Apenas dormir, volverse escucha de estas fuerzas contrarias. Saberse dormido en la convivencia. Desaparece la tensión de un acto, desaparece también la violencia de rasgaduras en cualquier rostro. Lo uno en lo otro, sin pasado, sin proyectos. La muerte de todos señalada con alegría, a la espera.

Aquí el vocabulario ama lo que se despide porque se está en la retirada continua e inaplazable. Desde este léxico, se ha borrado toda forma que no sea el desplazamiento. Se ha neutralizado toda espera. Aquí nos fundimos en lo que siempre está por deshacerse. Hemos abandonado, a favor de la voluptuosidad, los planos desde donde se mira. Todas las formas de roce reunidas. En este lugar, temerosamente asido por anticipaciones, espacio sin referencias:

se nos duerme, se nos rige.

Cuerpos sumidos a las órdenes de un sitio breve, a disposición de la caída más o menos flexible, desde un árbol o desde cualquiera otra altura, poseídos acaso por el temblor de un fragmento de tierra (uno, que arbitrariamente supo escapar) o por la aparición repentina de un espacio más hondo, de mayores gravitaciones y frente a la presencia de extensas fuerzas, justo allí, pero no por mucho tiempo, porque otra forma contradictoria e imprevisible será capaz de tomarnos hacia su zona, sin mayores explicaciones…
Y aceptaremos.

La gravedad se suelta. Atravieso inmensos sembradíos. Otros están en otros lugares: rocas, paisajes, una ciudad o un rostro que nunca se supo hollar a tiempo. Sin embargo, hemos sido absueltos.

Cuerpos de sensación. Cuerpos de densación. Cielo e infierno eternamente resueltos y en la carne y en el pensamiento continuamente borrados.

Reiteradas tensiones de cuerdas de guitarra, reiterada vibración de sonido, sin pausa, abierto a la espera y al abandono, entre el asombro y el apaciguamiento.

Todo esto, esta capacidad de provocar disoluciones y asimilarlas, también está aquí.
Esta capacidad, detenida y en potencia, en nuestros sólidos cuerpos hechos de resurrecciones y desgarraduras.
Sí, pero no es igual, en los nuestros deja huellas, hiere. Allá se desconoce toda conciencia para ser solo recorrido son conocimiento. Memorandum arbitrario de sucesiones…

¿Dónde allá?

Hanni Ossott




“Desciende, desciende a estos intersticios colma este cántaro riega la flor que innumerable se teje entre mi traje.”

Hanni Ossott


Dios y el poema

Dios
me quedo todo el tiempo posible
                   ante un poema
                   para que salga bien.

                   Es como una oración
                             Una invocación.

Hanni Ossott



“En la vida hay que ser sincero. Mi padre me enseñó que lo más importante es ser verdadero y no meterle gato por liebre a nadie. Conservar lo que uno es, con sus defectos. Y escribir lo que uno es.”

Hanni Ossott



“Entre mis telas se traza el balancín, el columpio, la risa mientras nos lanzamos al viento y los velos se avuelan y los cuerpos se acuerpan.”

Hanni Ossott



FIESTA

Y todo el mundo
destrozado en la fiesta
mintiendo.
De hachazos.
Sin dioses.
En un parloteo inútil.

Hanni Ossott



“Hay una mordida profunda incisiva en el centro de mi sexo por la cual yo me erijo como yo misma y soy, y poseo y dono.”

Hanni Ossott



“La fiesta se ha apagado, las luces del teatro ya no existen, estoy en la nada del circo no queda sino un traje raído cansado descolorido.”

Hanni Ossott



La gente suele ver
                desde sus pequeñas torres
como descienden astros emplumados sobre las cabezas
gira en su normalidad gira hasta reventarse en sus propias leyendas
el sol
                   los soles figurados

y una tarde
                   puedes ver
                   cielos de telas hechas de cielo de nubes pintadas
pájaros portadores de noticias alegres

no olvides a los trenes
ellos llevaron las cartas de antiguos señores
y hablaron con los árboles y con el musgo de los puentes

Hanni Ossott



LA MORDIDA PROFUNDA

Hay una mordida profunda
            incisiva
en el centro de mi sexo
por la cual yo me erijo como yo misma 
    y soy,
    y poseo y dono.
    Regalo mi cuerpo y mi ansia.

Hay una mordida en mí
    que doblega al otro
            lo arrodilla, lo inclina

por esa mordida se abre un vasto mar de vacíos 
    vértigos
    precipitaciones
    abismos
Me cruza una pendiente
me traza un precipicio
                        en el amor...
        y en todas mis secretas junturas
con cuido, con recelo, tú te avienes a mí
                                    y no me sabes.

Hanni Ossott



“La muerte, para mí es quizás un himno.”

Hanni Ossott



“La oscura esfera de lo oscuro ha inundado mi ámbito y se cierra como el beso de dos cúpulas.”

Hanni Ossott



La verja, la espera, la cayena

los pistilos, el pétalo surcado.

La gran soledad en mira de todo lo que va
hombres, figuras, seres

vistos desde la altitud de un balcón

como un martes que pasa a un lunes

todo lento

casi sin pasión.

Hanni Ossott



LAS PASTILLAS
               
 A los médicos psiquiatras

Una pastilla
dos pastillas 
tres pastillas
seis pastillas 
Dayamineral 
Carbonato de Litio 
Haldol 
Neubión 
Oranvit 
Rivotril 2 mg 
¿y el médico?

Deambulando por ahí... ahí como en la Luna 
Sin saber de la verdadera enfermedad

La enfermedad es el vivir
la única
La enfermedad es el cuerpo
y las pastillas no sirven de mucho

Sólo sirve el alma 
haciendo cuerpo
y el cuerpo haciendo alma

¡Fuera el Lexotanil!
            Ciao bambino...

Hanni Ossott



“Lo mío no es una poesía espontánea, que burbujea y sale por inspiración. Para mí escribir es escuchar algo que no se presenta de una manera clara y ver cómo eso -hermoso o terrible- se puede convertir en lenguaje...Y eso viene de muy adentro, porque los dioses, los monstruos, los demonios, habitan en lo profundo, en uno está colocarlos, ponerlos en su puesto...”

Hanni Ossott



MEMORIA

Es mejor
no tener ya más memoria
para el tiempo pasado
las casas, las filigranas, los helechos
el borde, un tejido…

Es mejor

no tener un rostro
para siempre

que atormente e instigue

Es mejor

no escuchar ya una voz

ni oler perfumes ni cuerpos

Mejor este no saber.

Hanni Ossott




“Poesía y muerte se conciernen. Ese saber instalarse frente a lo raro del existir es propio del poeta. Porque por encima de la existencia está la muerte: lo que nos separa. Y el poeta ha aprendido de ella y le otorga su voz. Con filigranas teje su propio sudario y el sudario de los hombres, que no es otra cosa que la pasión por la vida, lo incomprensible.”

Hanni Ossott



“Quiero hablar también de mi ignorancia, pero no sé cuál es el hilo de mi ignorancia, no sé si soy sabia, no sé si soy ignorante, ando por el mundo recibiendo, aportando y nada más.”

Hanni Ossott



“Se fuga el animal, se hunde un diálogo en la noche se entibian las razones el horno se enfría quedan manchas, huellas de la cena.”

Hanni Ossott



Ser

Estoy en una playa sin fin
         mi alma se despliega
               inconsulta
         hacia una rara nada

No sé de mi nombre
           de mi cuerpo
absuelta de todo ser
           de toda obligación
me entrego
           a solas
           al ardor
           me adormezco

Infinita, soy esta arena
           lo que me borra
           lo que quiero ser

Hanni Ossott



"Sobre mi cuerpo, sobre estas estructuras concebidas por manos ingenieras fabricantes de nuevos espacios, han sido muchas las palabras nombradas. La cal y la arena. Luego, el tiempo. Rasgaduras en estos planos que me conforman, en los techos y en mis ventanas. Algunos han dicho de mis ventanas: «Son tristes porque no miran fijamente y quien acude a ellas provoca el sueño».
Ellos atribuyen a mi tiempo sus tiempos y asignaron a mi indiferencia sus pasiones. Hablaron de casas tristes olvidando a sus habitantes…
Los contengo en mis resquicios, en los rincones abandonados y en mis habitaciones solitarias. También provoco sus llantos y soy testigo de esos suicidios.
Ellos le asignan a mis rincones una propiedad que desconozco: la memoria. Sometida a sus arbitrios me vuelvo cruel y desproporcionada. Mi cuerpo se vuelve recuerdo. Sus ojos me miran para hacer permanentes otros ojos, otros habitantes. Les revelo esta apatía y me maravillo de sus poderes de desplazamiento, de sus transformaciones orgullosas. 
Mi ojo está hecho sólo para el silencio, para la apertura hacia la confesión inocente, la que se ha creído sola frente a la dureza de mi cuerpo de cal y cemento."

Hanni Ossott
Espacios para decir lo mismo



“Soy sólo hoy un pedazo de luna el rasgo de una playa el arañazo de un gato el beso de uno que se creía violento y a quien mordí.”

Hanni Ossott




“Sólo sirve el alma haciendo cuerpo y el cuerpo haciendo alma. ¡Fuera el Lexotanil! Ciao bambino...”

Hanni Ossott



“Sudo me acuerpo miro hacia el vértigo y trato de no mirar. Asciendo, asciendo hacia la flor Y cuando allí está la arranco y la guardo en mi bolsillo como esperanza, luego viene el descenso ¿Quién se merece la flor? ¿Qué hombre la merece?”

Hanni Ossott



“Te he buscado para saber quién soy, y yo no sé quién soy.”

Hanni Ossott



“Y los hombres poetas deben ser femeninos. Y las mujeres poetas deben ser masculinas y esta es ley de Dios, ley sagrada.”

Hanni Ossott