"Bond pensó que era la playa más hermosa que había visto en su vida, ocho kilómetros de arenas blancas que descendían con suavidad hasta la rompiente y, detrás, las palmeras marchando en grácil desorden hasta el horizonte. Bajo ellas, las canoas grises se encontraban sobre la arena junto a pequeñas montañas de conchas vacías color rosa, y entre ellas se elevaba el humo de las cabañas con tejado de palmas de los pescadores, en la zona sombreada que mediaba entre las marismas y el mar."

Ian Fleming



“Cuando las posibilidades no están a favor, haz que lo estén.”

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“En el contexto de esta etapa luminosa y brillante, se puso de pie en el sol y sintió que su misión de ser incongruente y remoto y oscuro de su profesional atentaba con la de sus compañeros.”

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"(...) En estas cantidades la adicción se vuelve costosa y la víctima recurre automáticamente al delito para pagar la droga. Que el delito incluya a menudo el ataque físico y el asesinato se debe a una propiedad particular de la droga. Provoca un agudo complejo de persecución en el adicto, que es presa de la ilusión de que la gente quiere matarlo y de que siempre lo están siguiendo con intenciones perjudiciales."

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“En mi profesión -dijo-, cuando me tropiezo con un hombre como ése, tengo otra divisa: "vive y deja morir".”

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“Era un agente secreto y todavía estaba vivo gracias a la minuciosa atención de su profesión a los detalles.”

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"- ¿Es verdad que es usted policía? -No exactamente, pero me dedico a este tipo de asuntos. - ¿Quiere decir que es detective? -Bueno, una especie de detective. - ¡Lo sabía!"

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“Eso había acabado por decidir la línea de acción, la pura codicia de poseerla.”

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“Hay un Libro Bueno acerca de la bondad y cómo ser bueno; pero no existe ningún Libro Malo sobre la maldad y cómo ser malo. El Diablo no tiene profetas que le escriban los diez mandamientos, ni ningún equipo de autores que le redacten su biografía, todo lo ha tenido que hacer por defecto. Todo lo que sabemos acerca de él son los muchos cuentos que nos han explicado nuestros padres y maestros. El Diablo no tiene un libro en el cual podamos aprender la naturaleza del mal en todas sus formas, con parábolas sobre gente mala, proverbios sobre gente mala, folklore sobre gente mala. Lo único que tenemos es el ejemplo viviente de las personas que son menos buenas, o nuestra intuición.”

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“Hoy en día, la historia avanza muy deprisa y los héroes y los villanos intercambian sus papeles constantemente.”

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"Las personas son como islas -dijo-. En realidad nunca se tocan. Por muy próximas que estén, en el fondo se encuentran muy separadas. Incluso los que llevan casados cincuenta años."

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"Los dieciocho hombres, maestros todos de la conspiración, la comunicación secreta, la acción clandestina en sus niveles más refinados y, por encima de todo, del silencio, compartían además una virtud suprema: todos tenían una sólida cobertura. Todos estaban en posesión de un pasaporte válido, con visados al día para los principales países del mundo, y de unos antecedentes inmaculadamente limpios tanto para la Interpol como para las fuerzas policiales de sus respectivos países. Este factor por sí solo, la absoluta limpieza de antecedentes después de toda una vida dedicada al crimen, era el requisito más importante para ser miembro de Spectra."

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"Los largos prolegómenos de cada seducción lo aburrían casi tanto como la posterior complicación del desenredo. Veía algo odioso en el patrón ineludible de cada aventura amorosa. La parábola convencional -el cariño, el roce de las manos, el beso, el beso apasionado, el contacto de los cuerpos, el clímax en la cama, después más cama, después menos cama, después el aburrimiento, las lágrimas y al final la amargura- le resultaba vergonzosa e hipócrita."

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"Matar gente formaba parte de su profesión. Como eso nunca le había gustado, cuando tenía que matar a alguien, lo hacía lo mejor que sabía y luego lo olvidaba. Como agente secreto con el raro prefijo doble 0 -la licencia del Servicio Secreto para matar-, era su deber ser tan frío respecto a la muerte como un cirujano. Si sucedía, sucedía. La compasión era poco profesional; peor aún, era carcomerse el espíritu sin necesidad."

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"No tenía de qué preocuparse porque Bond se enamoró del lugar a primera vista: la terraza que llegaba casi hasta la huella de la marea alta; la casa de dos plantas con alegres toldos color ladrillo sobre las ventanas; y la bahía en forma de media luna de aguas azules y arena dorada. Cuántas veces habría dado lo que hubiese sido por tomar un desvío de la carretera que lo llevara a un rincón perdido como aquél, en el cual pudiera dejar que el mundo siguiera su rumbo y vivir en el mar desde la aurora hasta el atardecer. Y ahora iba a disfrutar de todo aquello durante una semana entera. Y de Vesper. En su mente acarició los días que tenía por delante como si fueran las cuentas de un collar.
Se detuvieron en el patio que había tras la casa. El dueño y su mujer salieron a recibirles.
Monsieur Versoix era un hombre de mediana edad al que le faltaba un brazo, que había perdido luchando con los Franceses Libres en Madagascar. Era amigo del jefe de policía de Royale, que fue quien le recomendó el lugar a Vesper y habló con el dueño por teléfono. En consecuencia, nada iba a ser demasiado para ellos.
Madame Versoix tenía la cena a medio preparar. Se había puesto un delantal y llevaba una cuchara de palo en la mano. Era más joven que su marido, rolliza y guapa, y de mirada cálida. Bond supuso por instinto que no tenían hijos y que entregaban su afecto frustrado a los amigos y a los clientes habituales y, probablemente, a algún que otro animal doméstico. Pensó que quizá llevaban una vida bastante dura y que, en invierno, la posada debía de quedar muy sola entre el mar bravo y el ruido del viento entre los pinos.
El dueño les enseñó las habitaciones.
Vesper tenía una doble, y Bond, la contigua a aquélla, en la esquina de la casa, con una ventana que daba al mar y otra que daba al distante brazo de la bahía. Entre ambas había un cuarto de baño. Todo estaba perfectamente limpio y transmitía una comodidad austera.
El dueño se alegró cuando ambos le expresaron su agrado. Dijo que la cena se serviría a las siete y media y que la patrona estaba preparando langosta a la parrilla con mantequilla derretida. Lamentaba que la posada estuviera tan silenciosa. Era martes y el fin de semana llegaría más gente, pero, de todas formas, la temporada no había sido buena. Antes solían tener muchos ingleses, pero allá arriba eran tiempos difíciles y ahora los ingleses sólo bajaban a pasar el fin de semana en Royale y volvían a casa tras haber perdido su dinero en el casino. Ya no era como en los viejos tiempos. Encogió los hombros con aire filosófico. Claro que ningún día era como su víspera, ni ningún siglo como el siglo anterior, y..."

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Casino Royale



"Notó la mirada de la chica pegada a él. Recobró la sangre fría. El agente secreto tomaba las riendas y su mente empezaba a trabajar con frialdad, buscando pistas, mentiras, dudas."

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“Pero ¿qué podría hacer provechoso aquí, sin ninguna espía hermosa a la que hacer el amor?”

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“Pero soy voraz con la vida. Hago demasiado de todo durante todo el tiempo. De repente, un día me fallará el corazón. El Cangrejo de Hierro me llevará como se llevó a mi padre. Pero yo no le tengo miedo al cangrejo. Al menos habré muerto de una enfermedad honorable. Tal vez, en mi lápida, inscriban: "Este hombre murió a fuerza de vivir demasiado".”

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“Por desgracia, casi todas las formas de ganar mucho dinero precisan un largo tiempo. Cuando se ha ganado el dinero, ya se es demasiado viejo para disfrutarlo.”

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“- ¿Qué vamos a hacer? -preguntó con ansiedad-. ¿De qué va todo esto? -Nos quieren liquidar -respondió Bond con calma-. Así que debemos mantenernos con vida.”

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“Rodéate de seres humanos, querido James. Es más fácil luchar por ellos que por los principios. -Se echó a reír. - Pero no me defraudes y te vuelvas humano. Perderíamos una máquina fantástica.”

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“Se encogió de hombros para librarse del dolor del fracaso..., el dolor del fracaso que es muchísimo más intenso que el placer del éxito.”

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“Sería un placer, que tal si bebemos, pero sobre todo vamos a hablar de los problemas.”

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“Si uno fracasa en las cosas importantes, es porque no tiene grandes ambiciones. La concentración, el interés; eso es lo que importa. Las aptitudes aparecen, las herramientas se forjan por sí solas.”

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"(...) Soy un hombre sin piedad y no habrá tregua alguna. No hay nadie que lleve a cabo un rescate en el último minuto ni tienes la menor posibilidad de escapar. Esto no es un romántico relato de aventuras en que al final el villano cae vencido y el protagonista es condecorado y se casa con la chica. Por desgracia, esas cosas no ocurren en la vida real."

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“Soy un poeta en los hechos, no a menudo en las palabras.”

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“Soy una especie de policía. Me envían desde Londres siempre que sucede algo raro en alguna parte del mundo que no es asunto de nadie.”

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"Todo eso está muy bien -prosiguió Bond-, El héroe mata a dos villanos. Pero cuando el héroe Le Chiffre empieza a matar al villano Bond y el villano Bond sabe que él no es ningún villano, entonces ves la otra cara de la moneda. Héroes y villanos se confunden entre sí."

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“Todos los grandes hombres son maníacos. Están poseídos por una manía que los hace avanzar hacia una meta. Los grandes científicos, los filósofos, los líderes religiosos, todos son maníacos. ¿Qué otra cosa sino la ciega individualidad de un propósito podría dar sentido a su genio y mantenerlos en el camino de su empeño?”

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“Una vez es coincidencia, dos es casualidad y tres es la acción del enemigo.”

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"Va a ser un asesinato sin más, a sangre fría. En mi tierra, se deja que los perros dormidos se queden echados, pero si se levantan y muerden, se les pega un tiro. No se les ofrece un duelo. ¿De acuerdo?"

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“Y las personas con obsesiones -reflexionó Bond- son ciegas ante el peligro. Incluso coqueteaban con él de una manera perversa.”

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