"Ahora estaba seguro de que la segunda guerra mundial había terminado, pero ¿Había comenzado la tercera guerra mundial? Mientras miraba las fotos del desembarco del Día D, el cruce del Rin y la captura de Berlín, sentía que eso era parte de una guerra más pequeña, el ensayo del verdadero conflicto que había comenzado allí, en el Lejano Oriente, con las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki."

J. G. Ballard



"Al cabo de media hora casi todas las mujeres estaban ebrias, una pauta que Laing utilizaba desde hacía tiempo para medir el éxito de una reunión."


J. G. Ballard


"Casi todos los relatos transcurrían en un futuro muy lejano, en el marco de naves espaciales o planetas extraterrestres. Aquellas historias sobre planetas, en las que la mayoría de personajes llevaban uniformes militares, no tardaron en aburrirme."


J. G. Ballard


"Creo en la no existencia del pasado, en la muerte del futuro, y en las infinitas posibilidades del presente."


J. G. Ballard


“Cultive las virtudes romanas: la dignidad, el orgullo, el estoicismo hasta la muerte.”

James Graham Ballard




"Después de haber sido bombardeado implacablemente por la propaganda de la seguridad en las carreteras, haber tenido un accidente real era casi un alivio."

J. G. Ballard


"Después de unos minutos, (...) se vio obligado a admitir que no podía reconocer ninguna constelación. Como todo lo demás desde la guerra, también el cielo estaba cambiando. A pesar del movimiento, los aviones japoneses eran los únicos puntos fijos, un segundo zodíaco sobre la tierra quebrantada."

J. G. Ballard


"Durante un instante se sorprendió lamentando que la búsqueda de sus padres hubiera concluido. Mientras los buscaba, estaba preparado para sentirse hambriento y enfermo; pero ahora que la búsqueda había terminado se sentía entristecido por el recuerdo de todo lo que había vivido, y de lo mucho que haba cambiado. Ahora estaba más cerca de los ruinosos campos de batalla, de ese camión infestado por las moscas, de las nueve patatas dulces que había en un saco debajo del asiento del conductor, e incluso, en cierto sentido, del centro de detención, y estaría siempre más cerca de todo esto que de su casa de la Avenida Amherst."

J. G. Ballard


“El alcohol mata lentamente, pero no tengo prisa.”

J. G. Ballard



"El contacto sexual ya no puede ser considerado una actividad personal y aislada, sino un vector de un complejo de fenómenos públicos que comprenden el diseño de automóviles, la política y la comunicación de masas. La guerra de Vietnam se ha convertido en foco de una amplia gama de impulsos sexuales polimórficos, y a la vez una vía por la cual los Estados Unidos establecieron una relación psico-sexual positiva con el mundo exterior."

J. G. Ballard



“El crimen tiene una historia respetable: el Londres de Shakespeare, la Florencia de los Medici. Nidos de asesinatos, venenos y ejecuciones con garrote. Dime una época en que haya florecido el orgullo cívico y las artes y no hubieran crímenes generalizados.”

J. G. Ballard


“El organismo humano es una exhibición de atrocidades.”

J. G. Ballard


“El suicida no vuelve nunca a la escena del crimen.”

J. G. Ballard


"En cierto modo, estaba realizando mi propia autopsia de todos los chinos muertos que había visto tirados al borde de la carretera cuando iba al colegio."

J. G. Ballard



"En cierto modo la vida en el rascacielos empezaba a parecerse al mundo exterior: la misma crueldad implacable enmascarada por una serie de convenciones corteses."

J. G. Ballard


"En el futuro, la violencia se transformará sin duda en una valiosa forma de cohesión social."

J. G. Ballard


"En la época post-Warhol, un movimiento simple como descruzar las piernas tendrá más significado que todas las páginas juntas de "La guerra y la paz"."

J. G. Ballard



"Era una mujer asombrosa... Una solterona empedernida, no muy aficionada a los hombres, pero muy aficionada al sexo. Increíblemente realista en todo, pero especialmente en cuanto al sexo. En muchos aspectos vivía como un hombre: consíguete un amante, jódelo, sácale todo el sexo que puedas y después tíralo."

J. G. Ballard


“Esa imagen de la propia muerte que todos los hombres guardan en un sitio secreto del corazón (lógicamente – pues no hay propósito más sombrío que el de la vida-, uno debería decir todas las mañanas a los amigos: lamento tu irrevocable muerte, como si sufrieran de un mal incurable...).”

J. G. Ballard


"Estamos construyendo cárceles en el mundo entero y las llamamos urbanizaciones de lujo."

J. G. Ballard



"¿Has visto la bomba atómica? -Durante un minuto entero, Basie. Una luz blanca, más fuerte que el sol, cubrió Shanghái. Supongo que Dios quería ver todo."

J. G. Ballard


"La ciencia es la pornografía última, una actividad analítica cuyo objeto principal es aislar objetos y hechos de sus contextos en el tiempo y el espacio. Lo que la ciencia comparte con la pornografía es esta misma obsesión: la actividad específica de ciertas funciones cuantificadas."

J. G. Ballard


“La creencia religiosa exige un vasto esfuerzo de compromiso imaginativo y emocional, lo que es bastante difícil si uno todavía esta atontado por las pastillas de la noche anterior.”

J. G. Ballard


"La poderosa energía del siglo veinte, capaz de poner al planeta en una nueva órbita alrededor de una estrella más feliz, era consumida en la preservación de esta inmensa pausa inmóvil."

J. G. Ballard


“La vida en el rascacielos comenzaba a parecerse al mundo exterior: la misma crueldad implacable enmascarada por una serie de convenciones corteses.”

J. G. Ballard



“La vida es en sí misma una especie de enfermedad.”

J. G. Ballard



“Las artes y la delincuencia siempre han florecido juntas.”

J. G. Ballard




"Las marcas triangulares del coche se habían formado con la muerte de una criatura anónima, de identidad desvanecida, inscrita abstractamente en la geometría del vehículo. ¿Cuánto más misteriosas podían ser nuestras propias muertes, y las de los afamados y poderosos?"

J. G. Ballard



"Las perversiones son algo completamente neutral, despojado de todo indicio de psicopatología; de hecho, la mayor parte de las que yo he probado están fuera de época. Necesitamos inventar una serie de perversiones sexuales imaginarias, sólo para mantenernos activos..."

J. G. Ballard


"(...) Los cadáveres yacían en las calles del centro de Shanghái, regados con lágrimas por campesinas a las que nadie prestaba atención en medio del tumulto de transeúntes."

J. G. Ballard



“Los funerales celebran el cruce de otra frontera, en muchos sentidos el más formal y prolongado de todos.”

J. G. Ballard



“Los únicos filósofos auténticos que hoy quedan son los policías.”

J. G. Ballard



“Me palmeé los bolsillos buscando un cigarrillo, el mejor antídoto para tanto ejercicio y tanta salud.”

J. G. Ballard



"No dudaba cuál era la real. La guerra real era todo lo que había visto por sí mismo desde la invasión japonesa de China en 1937, los viejos campos de batalla de Hungjao y Lunghua donde los huesos de los muertos insepultos se elevaban cada primavera hasta la superficie de los arrozales. La guerra real eran los miles de refugiados chinos que morían de cólera entre las sólidas estacadas de Pootung, y las cabezas ensangrentadas de los soldados comunistas clavados en picas a lo largo del Bund. En la guerra de verdad nadie sabía de qué lado estaba, y no había banderas, comentaristas ni vencedores. En guerra de verdad no había enemigos."


J. G. Ballard


“No hay Mesías capaz de competir con la hora de la siesta.”

J. G. Ballard


"Parecían prosperar mediante un rápido cambio de amistades, una continua falta de lealtad hacia los demás y unas vidas que se bastaban por completo a sí mismas y nunca eran decepcionantes porque no necesitaban nada."

J. G. Ballard



"(...) Pero ¿Cómo se estimula a la gente, cómo se le da una cierta sensación de comunidad? Un mundo tumbado de espaldas es vulnerable a cualquier depredador astuto. La política es un pasatiempo para una casta profesional, al resto no nos entusiasma. La creencia religiosa exige un vasto esfuerzo de compromiso imaginativo y emocional, lo que es bastante difícil si uno todavía está atontado por las pastillas de la noche anterior. Sólo queda una cosa capaz de estimular a la gente: amenazarla y obligarla a actuar."

J. G. Ballard


"Presumí que se trataba de uno de esos jóvenes ambiciosos cada vez más frecuentes en la profesión, oportunistas que adoptan una máscara de rebeldía muy a la moda y tratan a los pacientes con franca hostilidad. Mi breve estadía en el hospital me había convencido de que la profesión médica era una puerta abierta a todos los resentidos."

J. G. Ballard



“Primero intentaría matarlo, pero si fallaba lo alimentaría y se daría a él, lo amamantaría devolviéndolo a un primitivo estado infantil y hasta era posible que llegara a tenerle afecto. Luego, en cuanto se durmiese, lo degollaría. La sinopsis del matrimonio ideal.”

J. G. Ballard


"Sabía que estaba al mismo tiempo despierto y dormido, soñando con la guerra y soñado por la guerra."

J. G. Ballard


"Se había borrado del pequeño mundo del centro de detención, que había maculado durante unas pocas semanas, para emerger nuevamente del caparazón, como un parásito marino, cuando llegara al terreno más fértil de los campos de prisioneros."

J. G. Ballard



"Se ponía a los muertos en el suelo, y luego se les echaba encima tierra suelta. Las lluvias de los meses del monzón alisaban las pequeñas elevaciones y marcaban el contorno de los cuerpos, como si ese diminuto cementerio junto al aeródromo militar hiciera todo lo posible para resucitar a unos pocos entre los millones que habían muerto en la guerra. Aquí y allí emergían de las tumbas un brazo o un pie, miembros de personas de sueño agitado que se movían debajo de los acolchados parduscos."

J. G. Ballard


"Si el futuro iba a estar construido de algo, iba a ser de una serie de elementos proporcionados por el consumismo."

J. G. Ballard


“Todo puede aprenderse, especialmente las cosas peligrosas.”

J. G. Ballard



“Todos los siquiatras son incompetentes.”

J. G. Ballard




“Una norma de vida: si puedes oler a ajo, todo anda bien.”

J. G. Ballard


"Una vez más, contempló el ideograma de Whitby. Estaba cubierto de hojas húmedas y de trozos de papel, pero los contornos se apreciaban claramente. Cubría casi todo el suelo de la piscina, y a primera vista parecía representar un enorme disco solar, con cuatro proyecciones laterales romboides, un tosco mandala Jungiano. Preguntándose qué habría inducido a Whitby a grabar el dibujo antes de su muerte, Powers observó algo que se movía a través de los escombros en el centro del disco. Un animal cubierto por un caparazón de concha negro, de un pie de longitud, aproximadamente, estaba hociqueando en el lodo, arrastrándose sobre unas cansadas patas. Su caparazón era articulado y recordaba vagamente el de un armadillo. Al llegar al borde del disco se detuvo y vaciló, y luego retrocedió de nuevo hacia el centro, al parecer poco deseoso o incapaz de cruzar el angosto surco. Powers miró a su alrededor y luego se dirigió hacia una de las casetas que rodeaban la piscina. Entrando en ella, arrancó una pequeña taquilla de madera, destinada a guardarla ropa de los bañistas, de la oxidada abrazadera que la mantenía sujeta a la pared. Cargado con ella descendió la escalerilla de metal que conducía al fondo de la piscina y avanzó prudentemente por el resbaladizo suelo en dirección al animal. Éste trató de alejarse, pero a Powers no le resultó difícil capturarlo. Utilizó la tapadera para levantarlo hasta la caja. El animal pesaba tanto como un ladrillo. Powers golpeó su macizo caparazón con los nudillos, observando la cabeza triangular que asomaba por el borde como la de una tortuga, y las recias membranas entre los primeros dedos de las patas delanteras. Contempló los ojillos que parpadeaban ansiosamente, mirándole desde el fondo de la caja."

J. G. Ballard
Las voces del tiempo



"Valórate más. Ser hiperrealista en todo parece una excusa demasiado simple."

J. G. Ballard


"Vaughan se empeñaba una y otra vez en preparar un catálogo aterrador de desastres automovilísticos imaginarios y heridas insensatas: pulmones de hombres de edad traspasados por la manija de una portezuela, senos de mujeres jóvenes empalados en el eje del volante, mejillas de hermosos adolescentes perforadas por las aletas cromadas de las luces interiores. Para Vaughan estas heridas eran como las claves de una nueva sexualidad, nacida de una tecnología perversa. Las imágenes de estas heridas le colgaban en la galería de la mente como reses expuestas en un matadero."

J. G. Ballard


"Vivimos en un mundo gobernado por ficciones de toda índole: la producción en masa, la publicidad, la política conducida como una rama de la publicidad, la traducción instantánea de la ciencia y la tecnología en imaginería popular, la confusión y confrontación de identidades en el dominio de los bienes de consumo, la anulación anticipada, en la pantalla de TV, de toda reacción personal a alguna experiencia."


J. G. Ballard



"Y a pesar de la abundante provisión de comics de Batman, la atmósfera es bastante puritana."

J. G. Ballard