"Cual campo que presenta la batalla a otro enemigo campo armado y fiero, o cual el que a batir va la muralla del que en el campo le huyó primero así, vestidos de menuda malla, contra uno solo sale un pueblo entero, y aunque no al son de cajas alistados, en orden salen por la puerta armados."

Estacio





"De tantas amenazas ofendidos, ya con rabia y furor llegan a asirse, con piernas y con brazos atrevidos, queriendo en fiera lucha preferirse; ya con desnudas manos desasidos, con tanta prisa llegan a herirse, que no el granizo de la nube espesa con tanta furia baja y tanta priesa."

Estacio



“De ti, furia, de ti justicia espero, si no la hay en los dioses soberanos: mueve el infierno en mi venganza fiera contra estos insolentes dos hermanos; y la corona que manché primero con sangre de mi padre, tú en tus manos recibe, y con veneno del infierno pon en ella discordia y odio eterno.”

Estacio


“Dioses cuyo deseo es salvar los audaces navíos y amainar los crueles peligros del ventoso ponto, alisad suavemente el mar y haced vuestra asamblea plácida a mis plegarias; y que, ante mi ruego, el oleaje, apaciguado, no alborote. Una prenda grande y preciada encomiendo a tus profundidades, Neptuno.”

Estacio



“El lugar del palacio más oculto están los sacerdotes ocupando, y en los altares, con divino culto, está el fuego sagrado humeando, en otra parte el mujeril tumulto la deseada fiesta celebrando, con mayor gravedad y más decoro hace (corona casta) alegre coro.”

Estacio



“El miedo fue lo primero que dio en el mundo nacimiento a los dioses.”

Estacio



“El recuerdo de aquel día me invita a acallar tu desgracia con mi canto. El lamento que ahora te ofrezco fue un día mi propio lamento.”

Estacio



“El torpe miedo vuela, el suelo cubre silencio, obscuridad, horror y espanto; y ya con ronco son, confusa y ciega, la tempestad amenazando llega.”

Estacio



“La crueldad de la guerra induce a la paz.”

Estacio


La Tebaida

Puesto que yo cantar no he merecido
triunfante a Italia tremolar banderas,
dos veces al flamenco, y dos vencido
al que del Istro ocupa las riberas,
ni al godo rebelado, compelidodejar al monte,
habitación de fieras,ni cuando tiernos años,
raro ejemplodefendieron de Júpiter el templo.
Y tú, gloria de Italia, que a su fama
nuevo esplendor y nueva luz aumentas,
y al valor de tu padre, que te llama,
no menos digno hijo te presentas;de ti,
que de su estirpe clara rama,
en las hazañas imitarle intentas,
imperio eterno Roma se desea
y que un monarca solo en ti posea.
Y aunque, señor, te ofrezcan las estrellas
lugar entre los rayos que despiden,
y porque quepa tu grandeza entre ellas
la suya estrechen si a la tuya impiden,
y aunque por digno de sus luces bellas
con la región los cielos te conviden
de lluvias libre, y donde, por sublime,
ni el rayo abrasador ni Bóreas gime.

Estacio



“Ningún ruido en las ciudades ni en el campo oía; sólo se hace de la tierra dueño, lleno de olvido y de silencio el sueño.”

Estacio


"No cabe demora cuando el lienzo se adapta a un diseño marcado. Acudieron brazos innumerables: a éstos les toca cortar troncos y cepillar vigas; a aquéllos, asentar los cimientos en el suelo. Se cuecen las porciones húmedas de la tierra como protección contra el mal tiempo y defensa frente
a las heladas, mientras la roca indómita se funde en el horno curvo. Pero -¿cómo· no?- la tarea más importante es romper por fuerza las rocas que cierran el paso y las piedras que resisten al hierro. Entonces, en persona el propio patrono del lugar, el héroe de Tirinto ", suda, depuestas sus armas, Y con su doble hacha robusta cava el suelo deforme, mientras el ciclo plomizo se cubre con las sombras de la noche: devuelve el eco la opulenta Capri con sus verdes Taurúbulas" y retorna a la tierra la ingente resonancia de los mares. No no truena con tal fuerza el Etna con sus yunques batidos cuando Brontes y Estéropes " los hieren, ni es más rudo el fragor que escapa de los antros de Lemnos cuando Múlciber cincela entre llamas la égida y ofrenda sus castos presentes a Palas. Decrecen las rocas y, cuando regresan los obreros, a la luz rosada se admiran ante su obra. Apenas jadea el verano del año siguiente, y ya la tirintia deidad, enriquecida, contempla las olas desde su grandiosa altura, desafía al templo cercano de su madrastra e invita a Palas a un santuario digno de ella.
Ya dan sus señales las turbas pacificas; ya humea la arena ardiente con los sagrados juegos atléticos. Tales honores no los desdeñaría ni el Júpiter de Pisa" ni la divinidad de la frondosa Cirra". Nada es triste en estos parajes: atrás el plorante Istmo; atrás la feroz Nemea": aquí es un niño más afortunado el que ofrece el sacrificio."

Publio Papinio Estacio
Silvas


“No fue ilustre, es verdad, placidísimo anciano, la línea de tu estirpe, ni tu árbol genealógico se remonta a ancestros lejanos, pero tu enorme fortuna compensó tu linaje y ocultó la bajeza de tus padres.”

Estacio



“Otro en desnudo altar incienso ofrece no menos de los dioses recibido; que mucho un limpio corazón merece, y siempre de los dioses es oído.”

Estacio




"(...) Parece que el lugar insidioso fue de Natura para engaños hecho, ciego, inútil, oculto y temeroso, sólo para asechanzas de provecho, a un lado el monte es áspero y fragoso, y entre sus peñas va un camino estrecho, debajo un campo llano y apacible a las faldas se ve del monte horrible."

Estacio



“¿Qué hay en la tierra o el cielo que no esté sujeto a la ley de la obediencia? Todos los seres reciben órdenes y, a su vez, gobiernan sobre otros. Cada tierra tiene su rey respectivo.”

Estacio



“¿Qué pena, qué castigo habrá que cuadre a éste, de los hombres monstruo fiero, temerario homicida de su padre, aunque de su corona el heredero?”

Estacio


“¿Quién abrió una ruta por el mar virgen y fuera del alcance de los desgraciados mortales, quién exiló hacia las olas a los piadosos hijos de la tierra firme y los arrojó al voraz piélago, con audaz inventiva?”

Estacio



“Si la inocencia, pues, a nadie excusa, a ejecutar comienza tu deseo.”

Estacio



“Y apenas al enigma obscuro y ciego el engañado huésped dado había no acertada respuesta, cuando luego pagaba al monstruo fiero su osadía; por los ojos echando vivo fuego con uñas y con dientes lo hería; o bajaba escapando de sus brazos, por las penas haciéndose pedazos.”

Estacio


"Y tú, como piloto descuidado, que en medio del mar Jonio mal seguro, cuando más lo alborota el Austro airado en el cielo poniendo un velo obscuro, reposa y el timón deja olvidado, sin prevenir remedio al mal futuro ¿Tan descuidado duermes, olvidando las armas que te están amenazando?"

Estacio


“Ya nadie ves igual, todos menores son cuantos acompañan tu persona; tuyo es todo el gobierno y sus favores, sola tu frente ciñe real corona; mas ya comienza a haber nuevos rumores; que el vulgo, que a sus reyes no perdona si una vez pierde el miedo y la vergüenza del nuevo rey a murmurar comienza.”

Estacio