"A esta espiral autorreforzante de retroalimentación institucional negativa la designaré con su equivalente clásico griego y la llamaré Némesis médica. Los griegos veían dioses en las fuerzas de la naturaleza. Para ellos Némesis representaba la venganza divina que caía sobre los mortales que usurpaban los privilegios que los dioses guardaban celosamente para sí mismos. Némesis era el castigo inevitable por los intentos de ser un héroe en lugar de ser un humano. Como la mayoría de los nombres griegos abstractos, Némesis adquirió la forma de una divinidad. Representaba la respuesta de la naturaleza a hybris: la arrogancia del individuo que busca adquirir los atributos de un dios. Nuestra hybris higiénica contemporánea ha conducido al nuevo síndrome de Némesis médica." 

Ivan Illich



“A medida que el tratamiento curativo se concentra cada vez más en afecciones para las que resulta ineficaz, costoso y doloroso, la medicina ha empezado a mercantilizar la prevención. El concepto de morbidez se ha ampliado para cubrir riesgos pronosticados. Junto con la asistencia a los enfermos, la asistencia a la salud se ha convertido en una mercancía, en algo por lo que uno paga en vez de algo que uno hace. Cuanto más alto es el sueldo que paga la compañía o más elevada la categoría de un aparathick, más se gastará en mantener bien aceitada esa valiosa pieza de la maquinaria. Los costos de mantenimiento de la mano de obra altamente capitalizada son la nueva medida de status entre quienes ocupan los peldaños superiores. La gente se mantiene a la altura de sus vecinos emulando sus ‘chequeos’ o check.ups, expresión inglesa que ha ingresado en los diccionarios franceses, serbios, españoles, malayos y húngaros. Se convierte a la gente en paciente sin estar enferma. Así, la medicalización de la prevención es otro síntoma importante de la yatrogénesis social. Tiende a transformar la responsabilidad personal por mi futuro en mi administración por parte de alguna agencia.”


Ivan Illich


“Actualmente, cuando se incluye la defensa contra la muerte de la seguridad social, el culpable acecha en el seno de la sociedad. El culpable puede ser el enemigo de clase que priva al trabajador de suficiente asistencia médica, el doctor que se niega a hacer una visita nocturna, la empresa multinacional que eleva el precio de los medicamentos, el gobierno capitalista o revisionista que ha perdido el control sobre sus curanderos o el administrador que contribuye a adiestrar médicos en la Universidad de Delhi y luego los vacía en Londres. Se está modernizando la tradicional cacería de brujas a la muerte de un jefe de tribu. Por cada muerte prematura o clínicamente innecesaria, puede encontrarse alguien o alguna entidad que irresponsablemente demoró o impidió una intervención médica. Gran parte del progreso de la legislación social durante la primera mitad del siglo XX habría sido imposible sin el empleo revolucionario de esa imagen de la muerte industrialmente cincelada. No pudo haber surgido el apoyo necesario para agitar en favor de esa legislación ni haberse despertado sentimientos de culpa suficientemente fuertes para lograr su promulgación. Pero la demanda de una alimentación médica igual tendiente a una clase igual de muerte ha servido también para consolidar la dependencia de nuestros contemporáneos respecto de un sistema industrial en expansión sin límites.”


Ivan Illich


"Al hacer que los hombres abdiquen de la responsabilidad de su propio desarrollo, la escuela conduce a muchos a una especie de suicidio espiritual."


Ivan Illich



"Al rebasar sus límites críticos, un sistema de asistencia a la salud basado en médicos y otros profesionales resulta patógeno por tres motivos: inevitablemente produce daños clínicos que superan sus posibles beneficios; no puede sino resaltar, en el acto mismo de oscurecerlas, las condiciones políticas que hacen insalubre la sociedad; y tiene a mistificar y a expropiar el poder del individuo para sanarse a sí mismo y modelar su ambiente. Los sistemas médico y paramédico sobre la metodología y la tecnología de la higiene son un notorio ejemplo del mal uso político que se hace de los avances médicos para fortalecer al crecimiento industrial más bien que el personal. Tal medicina es sólo un ardid para convencer a quienes se sienten hartos y cansados de la sociedad, de que son ellos los enfermos e impotentes que necesitan de una reparación técnica."


Ivan Illich



“Anteriormente la medicina moderna sólo controlaba un mercado limitado; en la actualidad ese mercado ha perdido toda frontera. Gente no enferma ha llegado a depender de la asistencia profesional en aras de su salud futura. El resultado es una sociedad morbosa que exige la medicalización universal y una institución médica que certifica la morbidez universal. En una sociedad morbosa predomina la creencia de que la mala salud definida y diagnosticada es infinitamente preferible a toda otra forma de etiqueta negativa o a la falta de toda etiqueta. Es mejor que la desviación criminal o política, mejor que la pereza, mejor que la ausencia deliberada del trabajo.” 


Ivan Illich



"Así como los negocios son los negocios, la acumulación inacabable de dinero, así la guerra es el matar, la acumulación inacabable de cuerpos muertos."


Ivan Illich




“Cada sociedad tiene su ‘nosología’ –o clasificación de enfermedades- característica. El alcance de las condiciones clasificadas como enfermedad, y el número y las especies de enfermedades enlistadas cambian con la historia. La nosología oficial o médica reconocida en una sociedad puede estar desajustada en un alto grado con respecto a la percepción de la enfermedad compartida por una o varias clases de sociedad.” 


Ivan Illich





“Cada vez más personas saben subconscientemente que están hartas de sus empleos y de sus pasividades ociosas, pero desean que se les mienta y se les diga que una enfermedad física las releva de toda responsabilidad social y política. Quieren que su médico actúe como abogado y sacerdote. Como abogado, el médico exceptúa al paciente de sus deberes normales y lo habilita para cobrar del fondo de seguros que le obligaron a formar. Como sacerdote, el médico se convierte en cómplice del paciente creando el mito de que éste es una víctima inocente de mecanismos biológicos y no un desertor perezoso, voraz o envidioso de una lucha social por el control de los instrumentos de producción. La vida social se transforma en una serie de concesiones mutuas de la terapéutica: medicas, psiquiátricas, pedagógicas o geriátricas. La demanda de acceso al tratamiento se convierte en un deber político, y el certificado médico en un poderoso recurso para el control social.”


Ivan Illich



"Ciertos medicamentos forman hábito, otros son mutilantes y otros mutágenos, aunque quizá sólo en combinación con colorantes de alimentos o insecticidas. En algunos pacientes, los antibióticos alteran la flora bacteriana normal e inducen una superinfección, permitiendo a organismos más resistentes proliferar e invadir al huésped. Otros medicamento contribuyen a criar cepas de bacterias resistentes. Así, tipos sutiles de intoxicación se han difundido aún más rápidamente que la desconcertante variedad y ubicuidad de las panaceas."


Ivan Illich


“Como mercancías, los medicamentos recetados se comportan en forma diferente de casi todos los otros artículos; son productos que el consumidor directo rara vez selecciona para sí mismo.”


Ivan Illich



“Como todos los demás principales rituales de la sociedad industrial, la medicina adopta en la práctica la forma de un juego. La función principal del médico pasa a ser la de un árbitro. Es el agente o representante del cuerpo social, que tiene el deber de asegurar que todos jueguen conforme a las reglas. Por supuesto, las reglas prohíben abandonar el juego y morir de cualquier manera que no haya sido especificada por el árbitro. La muerte ya no ocurre sino como profecía del hechicero que se realiza por sí misma.” 



Ivan Illich



“Con el desarrollo del sector de servicios terapéuticos de la economía, una proporción creciente de la gente ha llegado a ser considerada como desviada de alguna norma deseable y, por tanto, como clientes que pueden ahora ser sometidos a tratamiento para acercarlos a la norma establecida de salud, o concentrados - en algún ámbito especial construido para atender su desviación.” 


Ivan Illich



“Con el surgimiento de la civilización médica y los gremios curativos, los médicos se distinguieron de los charlatanes y los sacerdotes por conocer los límites de su arte. Hoy día la institución médica está reclamando de nuevo el derecho de practicar curas milagrosas. La medicina mantiene su autoridad sobre el paciente incluso cuando la etiología es incierta, el pronóstico desfavorable y el tratamiento de naturaleza experimental. El intento de realizar un ‘milagro médico’ es la mejor defensa contra el fracaso, puesto que los milagros pueden esperarse pero, por definición, no pueden garantizarse. El monopolio radical sobre la asistencia a la salud que el médico contemporáneo reclama la fuerza ahora a reasumir funciones gobernantes sacerdotales y que sus ancestros abandonaron al especializarse como técnicos. La medicalización del milagro proporciona una ulterior perspectiva de la función social de la asistencia terminal. El paciente es atado y controlado como un astronauta y luego se le exhibe por televisión. Estas heroicas hazañas sirven como danzas propiciatorias para millones y como liturgias en las cuales las esperanzas reales de una vida autónoma se transmutan en la falsa idea de que los médicos nos proporcionarán salud del espacio exterior.”


Ivan Illich



"Con la escolaridad no se fomenta ni el deber ni la justicia porque los educadores insisten en aunar la instrucción y la certificación. El aprendizaje y la asignación de funciones sociales se funden en la escolarización. Y no obstante, aprender significa adquirir una nueva habilidad o entendimiento, mientras la promoción depende de la opinión que otros se hayan formado. El aprender es con frecuencia el resultado de una instrucción, pero el ser elegido para una función o categoría en el mercado del trabajo depende cada vez más sólo del tiempo que se ha asistido a un centro de instrucción."


Ivan Illich




"Con la transformación del médico de un artesano que ejerce una habilidad en individuos a quienes conoce personalmente, en un técnico que aplica normas científicas a toda clase de pacientes, el mal ejercicio profesional adquirió un rango anónimo, casi respetable."


Ivan Illich




“Conforme más y más gente de edad adquiere el derecho a la asistencia profesional, declinan las oportunidades de envejecer con independencia.”


Ivan Illich

“Cuando la civilización médica cosmopolita coloniza cualquiera cultura tradicional, transforma la experiencia del dolor. El mismo estímulo nervioso que llamaré ‘sensación de dolor’ dará por resultado una experiencia distinta, no sólo según la personalidad sino según la cultura. Esta experiencia, totalmente distinta de la sensación dolorosa, implica un desempeño humano único llamado sufrimiento. La civilización médica, sin embargo, tiende a convertir el dolor en un problema técnico y priva así al sufrimiento de su significado personal intrínseco. La gente desaprende a aceptar el sufrimiento como parte inevitable de su enfrentamiento consciente con la realidad y aprende a interpretar cada dolor como un indicador de su necesidad de comodidades o de mimos.”


Ivan Illich




“Culpar a la industria farmacéutica de la adicción a los medicamentos prescritos es por tanto tan irrelevante como culpar a la Mafia del uso de drogas ilegales. La actual pauta de consumo excesivo de medicamentos- sean remedio efectivo o anodino, ya sea prescritos o parte de la dieta cotidiana, gratuitos comprados o robados- sólo puede explicarse como resultado de una creencia que hasta ahora se ha desarrollado en cada cultura donde  el mercado para bienes de consumo  ha alcanzado un volumen crítico. Esta pauta es consecuente con la ideología de cualquier sociedad orientada hacia el enriquecimiento sin límites, sin importar que su producto industrial se destine a la distribución por los cálculos de los planeadores o por las fuerzas del mercado. En tal sociedad, la gente llega a creer que en la asistencia a la salud, como en todos los otros campos de avance, la tecnología puede usarse para cambiar la condición humana de acuerdo a casi cualquier diseño.”


Ivan Illich



“Curiosamente la muerte se convirtió en el enemigo que habría que derrotar precisamente en el momento en que apareció en escena la megamuerte. No sólo es nueva imagen de la muerte ‘innecesaria’, sino también nuestra imagen del fin del mundo. La muerte, el fin de mi mundo, y el Apocalipsis, el fin del mundo, están íntimamente relacionados; nuestra actitud hacia ambos ha sido sin duda profundamente afectada por la situación atómica. El Apocalipsis ha dejado de ser simplemente una conjetura mitológica y se ha convertido en una contingencia real. En lugar de deberse a la voluntad de Dios o a la culpa del hombre, o a las leyes de la naturaleza, Armagedón se ha convertido en una consecuencia posible de la decisión directa del hombre. Tanto las bombas de cobalto como las de hidrógeno crean la ilusión de un control sobre la muerte. Los rituales sociales medicalizados representan un aspecto del control social por medio de la guerra autofrustrante contra la muerte.”


Ivan Illich




“De un encuentro que dura toda la vida, la muerte se ha convertido en el acontecimiento de un momento. La muerte aquí llega a ser el punto en que termina el tiempo lineal, medido por el reloj, y la eternidad encuentra al hombre, mientras que durante la Edad Media la eternidad había sido, junto con la presencia de Dios, inmanente en la historia. El mundo ha dejado de ser un sacramento de esta presencia; con Lutero se convirtió en el lugar de corrupción que Dios salva. La proliferación de relojes simboliza este cambio en la conciencia. Con el predominio del tiempo seriado el interés por su medición exacta y el reconocimiento de la simultaneidad de sucesos, se fabrica un nuevo armazón para reconocer la identidad personal. Ésta se busca en referencia a una sucesión de acontecimientos más que la integridad del curso de la vida de uno. La muerte deja de ser el fin de un todo y se transforma en una interrupción de la sucesión.”

Ivan Illich




"Debemos redescubrir la distinción entre expectativas y esperanzas."

Ivan Illich


“Desde los años sesenta un ciudadano sin un status médico reconocido ha llegado a ser una excepción. Una condición fundamental del control político contemporáneo es el condicionamiento de la gente para que crean que tal status es necesario no sólo para el bien de su propia salud sino también para la ajena.”


Ivan Illich



“Después de la Reforma, la muerte europea pasó a ser y continuó siendo macabra. Simultáneamente se multiplicaron las prácticas médicas populares, destinadas todas ellas a ayudar a la gente a recibir su muerte con dignidad como individuos. Se idearon nuevos ardides supersticiosos para que pudiera uno reconocer si su enfermedad requería la aceptación de la muerte que se acercaba o alguna clase de tratamiento. Si la flor arrojada a la fuente del santuario se hundía, era inútil gastar dinero en remedios. La gente trataba de estar lista para la llegada de la muerte, de tener bien aprendidos los pasos para la última danza. Se multiplicaron los remedios contra una agonía dolorosa, pero en su mayoría aún tenían que aplicarse bajo la dirección consciente del moribundo que desempeñaba un nuevo papel y lo hacía con plena conciencia. Los hijos podían ayudar a morir a la madre o al padre, pero a condición de que no los retuvieran llorando. Se suponía que una persona habría de indicar cuándo quería que la bajaran de su lecho a la tierra que pronto habría de cubrirla, y cuándo habrían de iniciarse las oraciones. Pero los circunstantes sabían que tenían que tener las puertas abiertas para facilitar la llegada de la muerte, evitar ruidos para no asustarla y, finalmente, apartar respetuosamente sus ojos del moribundo para dejarlo solo durante ese acontecimiento sumamente personal.” 


Ivan Illich




“(Después de la Revolución Francesa) podía hacerse un juicio adverso acerca de los padecimientos de los pobres, y las afecciones de las que siempre habían muerto pudieron definirse como enfermedades no tratadas. No importaba en lo absoluto que el tratamiento que pudieran proporcionar los médicos para esos males tuviese algún efecto sobre la evolución de la enfermedad; la falta de ese tratamiento comenzó a significar que estaban condenados a morir de una muerte no natural, idea que correspondía a la imagen burguesa del pobre como ignorante e improductivo. De ahora en adelante la capacidad de morir de una muerte ‘natural’ quedaba reservada a una clase social; los que podían pagar para morir como pacientes. La salud se convirtió en el privilegio de esperar una muerte oportuna, independientemente de los servicios médicos que se necesitaran para ese propósito. En una época anterior, la muerte llevaba el reloj de arena. En los grabados de madera, tanto el esqueleto como el observador sonríen sarcásticamente cuando la víctima rechaza la muerte. Ahora la clase media se apoderó del reloj y empleaba médicos para decirle a la muerte cuándo había de sonar la hora. La Ilustración atribuyó un nuevo poder al médico, sin ser capaz de verificar si éste había adquirido o no alguna nueva influencia sobre el desenlace de las enfermedades peligrosas.”


Ivan Illich




“Dondequiera que ha penetrado la civilización médica metropolitana, se ha trasplantado una imagen nueva de la muerte. En la medida en que esta imagen depende de las nuevas técnicas y de sus correspondientes ethos, su carácter es supranacional. Pero esas mismas técnicas no son culturalmente neutrales; adoptaron una forma concreta dentro de las culturas occidentales y expresaron un ethos occidental. La imagen de la muerte que tiene el hombre blanco se ha difundido con la civilización médica y ha sido una fuerza importante de la colonización cultural. La imagen de una 'muerte natural', una muerte que llega bajo la asistencia médica y nos encuentra en buena salud y avanzada edad, es un ideal bastante reciente.” 


Ivan Illich




"Durante las últimas generaciones el monopolio médico sobre la asistencia a la salud se ha expandido sin freno y ha coartado nuestra libertad con respecto a nuestro propio cuerpo. La sociedad ha transferido a los médicos el derecho exclusivo de determinar qué constituye la enfermedad, quién está enfermo o podría enfermarse, y qué cosa se hará a estas personas. La desviación es ahora 'legítima' sólo cuando merece y en última instancia justifica las interpretaciones médicas. El compromiso social de proveer a todos los ciudadanos de las producciones casi ilimitadas del sistema médico amenaza con destruir las condiciones ambientales y culturales necesarias para que la gente viva una vida autónoma saludable. Esta tendencia debe reconocerse y eventualmente invertirse."


Ivan Illich



"El currículum se ha empleado siempre para asignar el rango social. En ocasiones podía ser prenatal: el karma le adjudica a uno a determinada casta y el linaje a la aristocracia. El currículum podía adoptar la forma de un ritual, de ordenaciones sacras y secuenciales, o bien podía consistir en una sucesión de hazañas guerreras o cinegéticas, o bien las promociones ulteriores podían depender de una serie de previos favores regios. La escolaridad universal tenía por objeto el separar la adjudicación de funciones de la historia personal de cada cual: se ideó para dar a todos una oportunidad igual de obtener cualquier cargo. Aún ahora muchos creen erróneamente que la escuela asegura el que la confianza pública dependa de unos logros sobresalientes en el saber. Pero en vez de haber igualado las posibilidades, el sistema escolar ha monopolizado su distribución."

Ivan Illich


“El desarrollo de una tal capacidad para objetivizar el dolor es uno de los resultados de enseñanza médica sobreintensiva. A menudo su entrenamiento suele capacitar al médico para concentrarse en aquellos aspectos del dolor corporal que son accesibles al manejo de un extraño: el estímulo, o incluso el nivel de ansiedad del paciente. La preocupación se limita al tratamiento de la entidad orgánica, que es el único asunto susceptible de verificación operacional. El desempeño personal de sufrir escapa a tal control experimental y por ello se le relega en la mayoría de los experimentos que se hacen sobre el dolor.”


Ivan Illich

"El desempleo es la triste ociosidad del hombre que, al revés de Aristóteles, cree que hacer cosas, o trabajar, es virtuoso y que la ociosidad es mala. El desempleo es la experiencia del hombre que ha sucumbido a la ética protestante. Según Weber, el hombre necesita el ocio para poder trabajar. Según Aristóteles, el trabajo es necesario para poder tener ocio."


Ivan Illich



"El dolor, las disfunciones, las incapacidades y la angustia resultantes de la intervención médica técnica rivalizan actualmente con la morbilidad debida a los accidentes del tráfico y de la industria, e incluso a las actividades relacionadas con la guerra, y hacen del impacto de la medicina una de las epidemias de más rápida expansión de nuestro tiempo. Entre los perjuicios homicidas institucionales, sólo la malnutrición moderna lesiona a más gente que la enfermedad yatrogénica en sus diversas manifestaciones."


Ivan Illich


“El dolor requiere métodos de control por el médico más que una actitud que podría ayudar a la persona que lo sufre a tomar bajo su responsabilidad su experiencia. La profesión médica juzga cuales dolores son auténticos, cuales tienen una base física y cuales una base psíquica, cuales son imaginarios y cuales son simulados. La sociedad reconoce y aprueba este juicio profesional. La compasión pasa a ser una virtud anticuada. La persona que sufre un dolor cuenta cada vez con menos contexto social que pueda darle significación a la experiencia que a menudo lo abruma.”


Ivan Illich


“El dominio de la industria ha desbaratado y a menudo disuelto la mayor parte de los lazos más tradicionales de solidaridad. Los rituales impersonales de la Medicina Industrializada crean una falsa unidad de la humanidad. Relacionan a todos sus miembros con un modelo idéntico de muerte ‘deseable’ proponiendo la muerte en el hospital como meta del desarrollo económico. El mito del progreso de todos los pueblos hacia la misma clase de muerte disminuye la sensación de culpa de parte de los ‘poseedores’ transformando las repugnantes muertes de los ‘desposeídos’ en el resultado del actual subdesarrollo, que debiera remediarse mediante una mayor expansión de las instituciones médicas.”


Ivan Illich




“El eclipse del componente moral explícito en el diagnóstico médico ha dotado así de poder totalitario a la autoridad asclepiádea.”

Ivan Illich



“El espíritu de empresa y el capitalismo en ascenso favorecieron al jefe que había tenido tiempo de acumular capital y experiencia. Los caminos habían mejorado: un general enfermo de gota podía ahora dirigir una batalla desde su vagón, y diplomáticos decrépitos podían viajar de Londres a Viena o a Moscú. Los estados naciones centralizados aumentaron la necesidad de contar con escribas y con una burguesía más extensa. La nueva y pequeña clase de viejos tenía mayores perspectivas de supervivencia porque su vida en el hogar, en la calle y en el trabajo se había hecho físicamente menos exigente. El envejecimiento se había convertido en una forma de capitalizar la vida. Los años pasados en el escritorio, el mostrador o la banca escolar, comenzaron a ganar interés en el mercado. Los jóvenes de clase media, dotados o no, fueron enviados por primera vez a la escuela permitiendo así que los viejos continuaran en el trabajo. La burguesía que podía permitirse la eliminación de la ‘muerte social’ evitando la jubilación, creó la ‘niñez’ para mantener bajo control a sus jóvenes.” 


Ivan Illich


“El hombre debe escoger entre ser rico en cosas o en la libertad de usarlas.”

Ivan Illich


"El mayor obstáculo en el camino de una sociedad que educa verdaderamente lo definió muy bien un amigo mío, negro de Chicago, quien me dijo que nuestra imaginación estaba 'totalmente escuelada'. Permitimos al Estado verificar las deficiencias educativas universales de sus ciudadanos y establecer un organismo especializado para tratarlos. Compartimos así la ilusión de que podemos distinguir entre qué es educación necesaria para otros y qué no lo es, tal como generaciones anteriores establecieron leyes, las cuales definían qué era sagrado y qué profano."


Ivan Illich



“El moderno temor a la muerte no higiénica hace que la vida aparezca como una carrera hacia la embollada terminal y ha quebrantado en forma única la confianza personal. Ha fomentado la creencia de que el hombre de hoy ha perdido la autonomía de reconocer cuándo ha llegado su hora y tomar la muerte en sus propias manos.”


Ivan Illich


"El morir y la muerte han venido a quedar bajo la administración institucional del médico y de los empresarios de pompas fúnebres." 


Ivan Illich


"El poder profesional es el resultado de la delegación política de la autoridad autónoma a las ocupaciones de la salud, realizada durante nuestro siglo por otros sectores de la burguesía universitaria. Dicho poder no puede ser ahora revocado por aquellos que lo concedieron, sólo puede deslegitimizarlo el acuerdo popular sobre su malignidad. La automedicación del sistema médico no puede sino fracasar. Si el público, empavorecido por revelaciones sangrientas, se viera conminado a conceder más apoyo a un aumento de control experto sobre expertos en la producción de la asistencia a la salud, esto sólo intensificaría la asistencia enfermante. Se debe entender que lo que ha transformado la asistencia a la salud en una empresa productora de enfermedades es la propia intensidad de una dedicación ingenieril que ha reducido la sobrevivencia humana, de un buen desempeño del organismo, al resultado de una manipulación técnica."


Ivan Illich



"El que todos tengan iguales oportunidades de educarse es una meta deseable y factible, pero identificar con ello la escolaridad obligatoria es confundir la salvación con la iglesia. La escuela ha llegado a ser la religión del proletariado modernizado, y hace promesas huecas a los pobres de la era tecnología. La nación-estado la ha adoptado, reclutando a todos los ciudadanos dentro de un currículum graduado que conduce a diplomas consecutivos no desemejantes a los rituales de iniciación y promociones hieráticas de antaño. El Estado moderno se ha arrogado el deber de hacer cumplir el juicio de sus educadores mediante vigilantes bien intencionados y cualificaciones exigidas para conseguir trabajos, de modo muy semejante al seguido por los reyes españoles que hicieron cumplir los juicios de sus teólogos mediante los conquistadores y la Inquisición."


Ivan Illich




"El resultado del proceso de producción de un currículum se asemeja a cualquier otro artículo moderno de primera necesidad. Es un paquete de significados planificados, una mercancía cuyo 'atractivo equilibrado' la hace comercializable para una clientela lo bastante grande como para justificar su elevado coste de producción. A los consumidores-alumnos se les enseña a ajustar sus deseos a valores comercializables. De modo que se les hace sentirse culpables si no se comportan de conformidad con las predicciones de la investigación sobre consumidores mediante la consecución de grados y diplomas que les colocará en la categoría laboral que se les ha inducido a esperar."

Ivan Illich


"El saber global de una sociedad florece cuando al mismo tiempo se desarrolla el saber adquirido espontáneamente y el saber recibido de un maestro; entonces el rigor y la libertad se conjugan armoniosamente. La extensión del campo del equilibrio del saber no puede llegar hasta el infinito; lleva en sí su propio límite. Este campo es optimizable, no es indefinido. Primero, porque el tiempo de la vida de un hombre es limitado. Segundo --y esto es inexorable--porque la especialización de la herramienta y la división del trabajo están en interacción, y requieren, más allá de un punto determinado, una superprogramación del operador y del cliente. La mayor parte del saber de cada uno es pues efecto de la voluntad y del poder de otro. La cultura puede florecer en innumerables variedades, pero hay barreras materiales que no puede bordear.
¿Dentro de qué ambiente nace el niño de las ciudades? Dentro de un conjunto complejo de sistemas que significan una cosa para quienes los conciben y otra para quienes los emplean. Colocado en contacto con miles de sistemas, colocado en sus terminales, el hombre de las ciudades sabe servirse del teléfono y de la televisión, pero no sabe cómo funcionan. La adquisición espontánea del saber está confinada a los mecanismos de ajuste a un confort masificado. El hombre de las ciudades cada vez tiene menos posibilidad de hacer las cosas a su antojo. Hacer la corte, la comida y el amor se convierten en materia docente. Desviado por y hacia la educación, el equilibrio del saber se degrada. La gente aprende lo que se le ha enseñado, pero ya no sabe por sí misma. Siente la necesidad de ser educada. El saber es pues un bien, y como todo bien puesto en el mercado, está sujeto a la escasez. Ocultar la naturaleza de esta escasez, es la función bastante costosa de una educación multiforme. La educación es la preparación programada para la "vida activa", a través de la ingurgitación (engullir, tragar) de instrucciones masivas y estandarizadas, producidas por la escuela.
Pero la educación es también la ramificación continua sobre el flujo de las informaciones mediatizadas sobre lo que pasa: es el "mensaje" de cada bien manufacturado. A veces el mensaje está escrito sobre el envoltorio, se lee por fuerza. Si el producto es más elaborado, su forma, su color, las asociaciones provocadas, dictan al usuario la forma de empleo. Particularmente, la educación es permanente, como medicina de temporada, para el administrador, el policía y el obrero calificado, periódicamente sobrepasados por las innovaciones de su ramo. Cuando la gente se agota y debe volver sin cesar a los bancos de la escuela para recibir un baño de saber y seguridad, cuando el analista debe ser reprogramado para cada nueva generación de computadores, es que la educación realmente es un bien sujeto a la escasez. Es entonces cuando la educación se convierte en la cuestión, más candente para la sociedad y, al mismo tiempo, la más mistificante."

Iván Illich
La convivencialidad



"El sexismo es una indignidad específicamente moderna."

Ivan Illich


"El sistema escolar de hoy en día desempeña la triple función que ha sido común a las iglesias poderosas a lo largo de la historia. Es simultáneamente el depósito del mito de la sociedad, la institucionalización de las contradicciones de este mito, y el lugar donde ocurre el ritual que reproduce y encubre las disparidades entre el mito y la realidad. El sistema escolar, y en particular la universidad, proporciona hoy grandes oportunidades para criticar el mito y para rebelarse contra las perversiones institucionales. Pero el ritual que exige tolerancia para con las contradicciones fundamentales entre mito e institución para todavía por lo general sin ser puesto en tela de juicio, pues ni la crítica ideológica ni la acción social pueden dar a luz una nueva sociedad. Sólo el desencanto con el ritual social central, el desligarse del mismo, y reformarlo pueden llevar a cabo un cambio radical."


Ivan Illich



"El sufrimiento, la sanación y el morir eran artes con las que las culturas tradicionales equipaban a cada persona. La empresa médica moderna está organizada para matar el dolor, eliminar la enfermedad y abolir la necesidad del arte del sufrimiento y del morir. El dolor ahora está separado de cualquier contexto que pudiera darle significado y se ha convertido en un problema técnico que debe ser solucionado por el médico... En las culturas tradicionales el dolor era parte de la participación del hombre en un universo dañado. Su significado era cósmico y mítico, y no individual ni técnico."

Ivan Illich

Conversación con Sam Keen, Psychology today


“El surgimiento de una profesión conglomerada de la salud ha hecho infinitamente elástica la función de paciente. La certificación médica del enfermo ha sido sustituida por la presunción burocrática del administrador de la salud que clasifica a las personas según el grado y clase de sus necesidades terapéuticas. La autoridad médica se ha extendido a la asistencia supervisada de la salud, la detección precoz, los tratamientos preventivos y cada vez más al tratamiento de los incurables. Anteriormente la medicina moderna sólo controlaba un mercado limitado; en la actualidad ese mercado ha perdido toda frontera. Gente no enferma ha llegado a depender de la asistencia profesional en aras de su salud futura. El resultado es una sociedad morbosa que exige la medicalización universal y una institución médica que certifica la morbidez universal.”


Ivan Illich

"El 'transporte' que se apoya en nuevos coches y supercarreteras atiende a la misma necesidad institucionalmente envasada de comodidad, prestigio, velocidad y utillaje, independientemente de que sus componentes los produzca o no el Estado. El aparato de la 'atención médica' define una especie peculiar de salud, ya sea el individuo o el Estado quien pague el servicio. La promoción graduada a fin de obtener diplomas ajusta al estudiante para ocupar un lugar en la misma pirámide internacional de mano de obra cualificada, independientemente de quien dirija la escuela." 


Ivan Illich




“El uso religioso de la técnica médica ha llegado a prevalecer sobre su propósito técnico, y la frontera entre el médico y el empresarios mortuorio se ha borrado. Las camas están llenas de cuerpos muertos ni muertos ni vivos. El médico conjurador se percibe a sí mismos como un administrador de crisis. En forma insidiosa provee a cada ciudadano en su última hora un encuentro con el opaco sueño de poder infinito de la sociedad. Como cualquier administrador de crisis bancarias, estatales o psiquiátricas, planea estrategias que se derrotan a sí mismas y ordena recursos que, en su inutilidad y futileza, parecen tanto más grotescos. En el último momento, promete a cada paciente ese derecho a la prioridad absoluta del que la mayoría de la gente se considera indigna. La ritualización de la crisis, rasgo general de una sociedad morbosa, consigue tres cosas para el funcionario médico. Le provee una licencia que por lo común sólo los militares pueden reclamar. Bajo la tensión de la crisis, el profesional que se supone al mando puede fácilmente considerarse inmune a las reglas comunes de justicia y decencia.”

Ivan Illich



"El valor de la escolarización de un hombre es función del número de años que ha permanecido en escuelas y de la carestía de éstas. La ley no obliga a conducir y en cambio obliga a ir a la escuela."


Ivan Illich


“En la actualidad una porción creciente de todo dolor es producida por el hombre, efecto colateral de estrategias para la expansión industrial. El dolor ha dejado de concebirse como un mal ‘natural’ o ‘metafísico’. Es una maldición social, y para impedir que las ‘masas’ maldigan a la sociedad cuando están agobiadas por el dolor, el sistema industrial les despacha matadores médicos. Así, el dolor se convierte en una demanda de más drogas, hospitales, servicios médicos y otros productos de la asistencia impersonal, corporativa, y en el apoyo político para un ulterior crecimiento corporativo, cualquiera que sea su costo humano, social o económico. El dolor se ha vuelto un asunto político que hace surgir entre los consumidores de anestesia una demanda creciente de insensibilidad, desconocimiento e incluso inconsciencia artificialmente inducidos.”


Ivan Illich



“En la forma de su cuerpo ‘Todohombre’ lleva su propia muerte consigo y baila con ella en el curso de su vida. Al terminar la Edad Media, la muerte residente se encara con el hombre; cada muerte viene con el símbolo del rango correspondiente a su víctima: para el rey una corona, para el campesino una horquilla. Después de bailar con los ancestros muertos sobre sus tumbas, la gente pasaba a representar un mundo en el que cada quien baila durante la vida abrazando su propia mortalidad. La muerte no se representaba como una figura antropomórfica sino como una autoconsciencia macabra, una sensación constante del sepulcro abierto. No es todavía el hombre esqueleto del siglo siguiente a cuya música bailarán pronto hombres y mujeres durante el otoño de la edad Media, sino más bien el propio yo envejeciendo y pudriéndose de cada uno.” 


Ivan Illich


“En la mayoría de las sociedades hay ciertas personas que asignan papeles a los que se salen de lo común; de acuerdo con la prescripción social prevaleciente, suelen ser aquellas que poseen un conocimiento especial acerca de la naturaleza de la desviación: ellos deciden si el desviado está poseído por un espíritu, dirigido por un dios, infectado por un veneno, castigado por sus pecados o si ha sido víctima de la venganza de un brujo. El agente que reparte estas etiquetas no tiene necesariamente que ser comparable con la autoridad médica: puede tener poder jurídico, religioso o militar. Al nombrar al espíritu que subyace la desviación, la autoridad coloca al desviado bajo el control del lenguaje y de las costumbres y lo convierte, de una amenaza en un apoyo del sistema social. Socialmente, la etiología se cumple por sí misma: si se piensa la posesión divina, el dios habla en el ataque epiléptico.”


Ivan Illich

“En la mayoría de los casos, lo mejor que puede hacer un médico docto y consciente es convencer al paciente de que puede vivir con su impedimento, tranquilizarlo con la idea de una eventual recuperación o que habrá morfina disponible cuando la necesite, hacer por él lo que su abuela hubiera hecho, y dejar el resto en manos de la naturaleza.”


Ivan Illich


“En las portadas de los primeros cincuenta años del grabado en madera predominan los hombres esqueletos, así como en la actualidad predominan las mujeres desnudas en las portadas de las revistas. La muerte sostiene el reloj de arena o toca el reloj del campanario. Muchos badajos tenían forma de hueso. La nueva máquina, que puede hacer el tiempo de igual longitud, día y noche, también pone a toda la gente bajo la misma ley. En la época de la Reforma, la supervivencia después de la muerte ha dejado de ser una continuación transfigurada de la vida aquí abajo y se ha convertido o en un castigo terrible en forma del infierno o en una dádiva totalmente inmerecida de Dios en el cielo. La gracia interna se había transformado en justificación por la sola fe. Así, durante el siglo XVI la muerte deja de concebirse primordialmente como un tránsito al mundo siguiente y se pone de relieve la terminación de esta vida. La tumba abierta se destaca y parece mucho mayor que las puertas del cielo o del infierno y el encuentro con la muerte llega a ser más cierto que la inmortalidad, más justo que reyes, papas o hasta Dios. Más que objetivo de la vida se ha convertido en la terminación de la vida.” 


Ivan Illich



“En las sociedades industriales avanzadas, los enfermos son identificados una vez más como poseedores de un cierto nivel de productividad que les habría sido negado en una etapa anterior de industrialización. Ahora que todo el mundo tiende a ser paciente en algún respecto, el trabajo asalariado adquiere características terapéuticas. La educación sanitaria el asesoramiento higiénico, los exámenes y las actividades de mantenimiento de la salud, a lo largo de toda la vida, pasan a ser parte inherente de las rutinas de la fábrica y la oficina. Las relaciones terapéuticas se infiltran en las relaciones de producción y les dan color. El Homo sapiens, que despertó al mito en una tribu y creció a la política como ciudadano, se entrena ahora para purgar cadena perpetua en un mundo industrial. La medicalización de la sociedad industrial lleva su carácter imperialista a la plena fructificación.” 


Ivan Illich




“En toda sociedad la imagen dominante de la muerte determina el concepto predominante de salud. Una imagen tal, la anticipación culturalmente condicionada de un suceso cierto en una fecha incierta, está moldeada por estructuras institucionales, mitos profundamente arraigados y el carácter social que predomina. La imagen que una sociedad tiene de la muerte revela el nivel de independencia de su pueblo, sus relaciones interpersonales, su confianza en sí mismo y la plenitud de su vida.”


Ivan Illich



“En todos los países, los médicos trabajan cada vez más en dos grupos de adictos: aquellos para los que recetan medicamentos, y aquellos que sufren las consecuencias. Cuanto más rica es la colectividad, mayor es el porcentaje de sus pacientes que pertenecen a ambos grupos.”

Ivan Illich
 


"En un sentido fundamental, las escuelas han dejado de ser dependientes de la ideología profesada por cualquier gobierno u organización de mercados. Otras instituciones pueden diferir de un país a otro: la familia, el partido, la Iglesia, la prensa. Pero el sistema escolar tiene por doquier la misma estructura, y en todas partes el currículum oculto tiene el mismo efecto. De modo invariable, modela al consumidor que valoriza los bienes instituciones sobre los servicios no profesionales de un prójimo. El currículum oculto de la escolarización inicia en todas partes la ciudadano en el mito de que algunas burocracias guiadas por el conocimiento científico son eficientes y benevolentes. Por doquiera, este mismo currículum inculca en el alumno el mito de que la mayor producción proporcionará una vida mejor. Y por doquiera crea el hábito -que se contradice a sí mismo- de consumo de servicios y de producción enajenante, la tolerancia ante la dependencia institucional, y el reconocimiento de los escalafones institucionales. El currículum oculto sustenta la tolerancia ante la dependencia institucional, el reconocimiento por los profesores y cualquiera que sea la ideología preponderante. En otras palabras, las escuelas son fundamentalmente semejantes en todos los países, sean éstos fascistas, democráticos o socialistas, grandes o pequeños, ricos o pobres. La identidad del sistema escolar nos obliga a reconocer la profunda identidad en todo el mundo, del mito, del modo de producción y del método de control social, pese a la gran variedad de mitologías en las cuales encuentra expresión el mito. En vista de esta identidad, es ilusorio pretender que las escuelas son, en algún sentido profundo, unas variables dependientes. Esto significa que el esperar un cambio social o económico concebido convencionalmente, es también una ilusión. Más aún, esta ilusión concede a la escuela -el órgano de reproducción de la sociedad de consumo- una inmunidad casi indiscutida." 

Ivan Illich



“En una sociedad donde la mayoría de la gente sufre una desviación certificada, el ambiente para tal mayoría desviada llegará a parecer un hospital. Pasar la vida en un hospital es obviamente malo para la salud. Una vez organizada una sociedad de tal modo que la medicina puede transformar a las personas en pacientes porque son nonatos, recién nacidos, menopáusicos o se hallan en alguna ‘edad de riesgo’, la población pierde inevitablemente parte de su autonomía, que pasa a manos de sus curanderos. La ritualización de las etapas de la vida no es nada nuevo; lo nuevo es su intensa medicalización.”


Ivan Illich
“Es una fortuna que pueda atenuarse algo del dolor que sufren los viejos. Pero desdichadamente la mayoría de los tratamientos para los ancianos que requieren intervención especializada no sólo suelen acrecentar su dolor, sino que cuando son eficaces, también lo prolongan.”


Ivan Illich

“Hasta épocas recientes la medicina intentaba reforzar lo que ocurre en la naturaleza. Fomentaba la tendencia de las heridas a sanar, de la sangre a cuajar y de las bacterias a ceder antes la inmunidad natural. Ahora la medicina trata de instrumentar los sueños de la razón. (…) Las terapias inducen al organismo a interactuar con moléculas o con máquinas en formas que no tienen precedente en la evolución. Los trasplantes implican la obliteración inmediata de defensas inmunológicas programadas genéticamente.”


Ivan Illich

"(...) Hasta hace un par de siglos, las cárceles servían como un medio para detener a las personas hasta que eran sentenciadas, mutiladas, muertas o exiliadas, y en ocasiones eran usadas deliberadamente como una forma de tortura. Sólo recientemente hemos comenzado a pretender que el encerrar a la gente en jaulas tendrá un efecto benéfico sobre su carácter y comportamiento. Ahora, más que unos pocos están empezando a entender que la cárcel incrementa tanto la calidad de los criminales como su cantidad, y que de hecho a menudo los crea a partir de unos simples inconformistas. No obstante, es mucho menor el número de los que al parecer entiende el que las clínicas psiquiátricas, hogares de reposo y orfanatos hacen algo muy parecido. Estas instituciones proporcionan a sus clientes la destructiva autoimagen del psicótico, del excedido en años, o del niño abandonado, y proveen la justificación lógica para la existencia de profesiones completas, tal como las cárceles proporcionan ingresos para guardianes."

Ivan Illich



"Incluso los críticos aparentemente radicales del sistema escolar no están dispuestos a abandonar la idea de que tienen una obligación para con los jóvenes, especialmente para con los pobres, la obligación de hacerlos pasar por un proceso, sea mediante amor o sea mediante odio, para meterlos en una sociedad que necesita especialización disciplinada por parte tanto de sus productores como de sus consumidores y asimismo necesita el pleno compromiso de todos ellos con la ideología que antepone a todo crecimiento económico."


Ivan Illich



"Instrucción es la selección de circunstancias que facilitan el aprendizaje. Las funciones se asignan fijando un currículum de condiciones que el candidato debe satisfacer para pasar la valla. La escuela vincula la instrucción -pero no el aprendizaje- con estas funciones. Esto no es ni razonable ni liberador. No es razonable porque no liga unas cualidades o competencias sobresalientes a las funciones por desempeñar, sino el proceso mediante el cual se supone que habrán de adquirirse dichas cualidades. No libera ni educa porque la escuela reserva la instrucción para aquellos cuyos pasos en el aprendizaje se ajusten a unas medidas aprobadas de control social."

Ivan Illich



“Irónicamente, los desórdenes asintomáticos graves que sólo este tipo de filtraje puede descubrir entre los adultos frecuentemente son enfermedades incurables cuyo tratamiento precoz sólo agrava el estado físico del paciente. En cualquier caso, transforma a gente que se siente sana en pacientes ansiosos por un veredicto.”
Ivan Illich



“La actitud empresarial hacia la elaboración de adultos económicamente productivos ha hecho de la muerte en la infamia un escándalo, de la incapacitación por enfermedad temprana una vergüenza pública. De la malformación congénita no corregida un espectáculo intolerable, y de la posibilidad del control natal eugenésico un tema favorito de los congresos internacionales en los años setenta.”

Ivan Illich
"La adicción social, o escalada, consiste en la tendencia a prescribir un tratamiento intensificado si unas dosis menores no han rendido los resultados deseados. La adicción psicológica, o habituamiento, se produce cuando los consumidores se envician con la necesidad de una cantidad cada vez mayor de del proceso o producto."


Ivan Illich



"La alternativa a la dependencia respecto de las escuelas no es el uso de recursos públicos para algún nuevo dispositivo que 'haga' aprender a la gente; es más bien la creación de un nuevo estilo de relación educativa entre el hombre y su medio. Para propiciar este estilo será necesaria una modificación de consumo de las actitudes hacia el desarrollarse, de los útiles disponibles para aprender, y de la calidad y estructura de la vida cotidiana."


Ivan Illich



“La burocracia higiénica detiene a los padres frente a la escuela y al menos frente a la corte, y expulsa del hogar al anciano. Al convertirse en un sitio especializado, la escuela, el trabajo o el hogar se vuelven inadecuados para la mayoría de la gente. El hospital, la catedral moderna, domina este hierático ambiente de devotos de la salud. De Estocolmo a Wichita las torres del centro médico imprimen en el paisaje la promesa e un conspicuo abrazo final. La vida del poder y del rico se transforma en un peregrinaje a través de chequeos y de clínicas, de regreso hacia el pabellón donde comenzó. Así la vida se reduce a un ‘lapso’, a un fenómenos estadístico que, para bien o para mal, ha de planearse y configurarse institucionalmente. Este lapso de vida se inicia con el chequeo prenatal, cuando el médico decide si el feto y cómo habrá de hacerlo, y termina con una señal en un diagrama para ordenar que la resurrección se suspenda. Entre el parto y el final, este paquete de asistencia biomédica se ajusta mejor en una ciudad construida como matriz mecánica. En cada etapa de su vida la gente es inhabilitada específicamente para su edad. Los viejos son el ejemplo más obvio: son víctimas de tratamientos calculados para una condición incurable.”

Ivan Illich





“La búsqueda de la salud se ha convertido en el principal factor patógeno.”


Ivan Illich



“La capacidad para sobrevivir por más tiempo, la renuncia a jubilarse antes de la muerte y la demanda de asistencia médica para una afección incurable se unieron para dar lugar a un nuevo concepto de la enfermedad: el tipo de salud al que podía aspirar la vejez. En los años inmediatamente anteriores a la Revolución Francesa ésa había llegado a ser la salud de los ricos y los poderosos; en el transcurso de una generación se pusieron de moda las enfermedades crónicas entre los jóvenes y pretenciosos, los rasgos del tísico pasaron a ser el signo de la sabiduría prematura, y la necesidad de viajar a climas cálidos una exigencia del genio. La asistencia médica para afecciones prolongadas, aunque pudieran conducir a una muerte inoportuna, llegó a ser una marca de distinción.”


Ivan Illich


“La carga principal de los padecimientos humanos está constituida por enfermedades agudas o benignas, que posee sus propios límites o que se controlan por unas cuantas docenas de intervenciones rutinarias. Dentro de una amplia gama de afecciones, aquellas que reciben menos tratamiento son probablemente las que evolucionan mejor.” 


Ivan Illich



“La categoría de enfermo del siglo XX se ha vuelto inadecuada para describir lo que ocurre en un sistema médico que reclama autoridad sobre personas que aún no están enfermas, sobre personas que razonablemente no pueden esperar alivio, y aquellas para quienes los médicos no tienen un tratamiento más eficaz que el que podrían ofrecer sus tíos o tías. La experta selección de unos cuantos recipientes de mimos institucionales fue un modo de usar la medicina para el propósito de estabilizar una sociedad industrial: Aseguraba el acceso fácilmente regulado de los anormales a niveles anormales de fondos públicos. Mantenidos dentro de ciertos límites, durante la primera parte del siglo XX los mimos otorgados a los desviados ‘fortalecieron’ la cohesión de la sociedad industrial. Pero rebasado un punto crítico, el control social ejercido a través del diagnóstico de necesidades ilimitadas destruyó su propio fundamento. Ahora se presupone que el ciudadano está enfermo mientras no se le compruebe sano. En una sociedad triunfalmente terapéutica, todo el mundo puede convertirse en terapeuta y convertir a alguien más en su cliente.” 


Ivan Illich



“La compatibilidad irracional hipnotiza a unos cómplices que están dedicados a una exploración mutuamente expediente y disciplinada. Es la lógica creada por la conducta burocrática. Y se convierte en la lógica de una sociedad que exige que los administradores de sus instituciones educativas sean considerados públicamente responsables de la modificación del comportamiento que producen en sus clientes."


Ivan Illich



“(…) La creciente dependencia del habla socialmente aceptable con respecto al lenguaje especial de una profesión elitista convierte la enfermedad en un instrumento de dominación de clase. Así, el burócrata y el universitario se hacen colegas de su médico en el tratamiento que éste les dispensa, mientras el obrero es puesto en su sitio como un siervo que no habla el idioma del amo.”


Ivan Illich




“La creencia de la gente en que sólo llamando al médico puede enfrentarse a la enfermedad hace más daño a la salud del que los médicos podrían jamás lograr imponiendo sus servicios a la ciudadanía.”


Ivan Illich

“La crisis contemporánea de la sociedad industrial no puede ser comprendida sin hacer distinción entre la agresión intencionalmente explotadora de una clase contra otra y la inevitable predestinación a la ruina en cualquier intento desproporcionado para transformar la condición humana: nuestro predicamento no puede ser comprendido sin hacer distinción entre la violencia creada por el hombre y la envidia destructora del cosmos; entre la servidumbre del hombre al hombre y el avasallamiento del hombre a sus dioses que por supuesto son sus instrumentos. Némesis no puede ser reducida a un problema que sea de la competencia de ingenieros o de dirigentes políticos.”


Ivan Illich



“La dependencia es siempre dolorosa, y sobre todo para los viejos. Los privilegios o la pobreza de la vida alcanzan un clímax en la vejez moderna. Sólo los muy ricos y los muy independientes pueden escoger evitar esa medicalización del período final a la que los pobres deben someterse y que se hace más intensa y universal conforme la sociedad en que vive se hace más rica.”


Ivan Illich


"La desescolarización de la sociedad implica el reconocimiento de la naturaleza ambivalente del aprendizaje. La insistencia en la sola rutina podría ser un desastre; igual énfasis debe hacerse en otros tipos de aprendizaje. Pero si las escuelas son el lugar inapropiado para aprender una destreza, son lugares aún peores para adquirir una educación. La escuela realiza mal ambas tareas, en parte porque no distingue entre ellas. La escuela es ineficiente para instruir en destrezas por ser curricular. En la mayoría de las escuelas, un programa cuyo objetivo es mejorar una habilidad está siempre concatenado a otra tarea no pertinente. La historia está amarrada al derecho de usar el patio de juegos."


Ivan Illich




"La disensión enmascara la contradicción inherente en la idea misma de la escuela. Los sindicatos establecidos de profesores, los brujos de la tecnología y los movimientos de liberación escolar refuerzan el compromiso de la sociedad entera con los axiomas fundamentales de un mundo escolarizado, más o menos del modo en que muchos movimientos pacifistas y de protesta refuerzan el compromiso con sus miembros -sean negros, mujeres, jóvenes o pobres- con la búsqueda de justicia mediante el crecimiento del ingreso nacional bruto."


Ivan Illich



"La educación incidental ya no puede regresar a las formas que el aprendizaje adoptó en la aldea o en la ciudad medieval. La sociedad tradicional se asemeja más a un grupo de círculos concéntricos de estructuras significativas, mientras el hombre moderno debe aprender el cómo hallar significación en muchas estructuras con las que está relacionado de manera sólo marginal. En la aldea, el lenguaje, la arquitectura, el trabajo, la religión y las costumbres familiares eran compatibles entre sí, se explicaban y reforzaban mutuamente. El desarrollarse en una implicaba un desarrollo en las otras. Incluso el aprendizaje especializado era el subproducto de actividades especializadas, tales como la fabricación de zapatos o el canto de los salmos. Si un aprendiz no llegaba jamás a ser maestro o erudito, contribuía sin embargo a la fabricación de zapatos o a hacer solemnes los servicios litúrgicos. La educación no competía en tiempo ni con el trabajo ni con el ocio. Casi toda la educación era compleja, vitalicia y no planificada." 


Ivan Illich


"La enseñanza, la transportación, el sistema legal, la agricultura moderna y la medicina, sirven igualmente para ilustrar cómo trabaja la frustración engendrada. Más allá de cierto punto, la degradación de aprender en el resultado de la enseñanza intencional inevitablemente confecciona una nueva clase de impotencia en la mayoría pobre con un nuevo tipo de estructura de clase que discrimina contra ellos. Todas las forma de enseñanza obligatoria planeadas tienen esos defectos secundarios implícitos, sin que importe cuánto dinero, cuánta buena voluntad, el crecimiento político o la retórica pedagógica son gastadas para llevarlas a la práctica; no importa que el mundo esté abarrotado de salones de clase o si él mismo se transforma en uno de ellos."


Ivan Illich



"La epistemología médica es mucho más importante para la solución sana de esta crisis que la biología o la tecnología médica. Esa epistemología tendrá que aclarar la condición lógica y la naturaleza social del diagnóstico y la terapéutica, primordialmente en las enfermedades físicas por oposición a las mentales. Toda enfermedad es una realidad creada socialmente. Su significado y la reacción que evoca tienen una historia. El estudio de esa historia puede permitirnos entender el grado en el que somos prisioneros de la ideología médica en que fuimos formados.
Recientemente una serie de autores ha tratado de quitar la condición de “enfermedad” a la desviación mental. Paradójicamente, han hecho más y no menos difícil el plantear la misma clase de cuestión acerca de las enfermedades en general. Leifer, Goffmann, Szasz, Laing y otros, todos ellos están interesados en la génesis política de las enfermedades mentales y en su uso con fines políticos. Para aclarar su punto de vista, todos ellos contrastan la enfermedad mental “irreal” con la enfermedad física “real”. Según ellos, el lenguaje de las ciencias naturales que actualmente se aplica a todas las afecciones que estudian los médicos sólo corresponde a la enfermedad física. Esta se confina en el cuerpo y se halla en un contexto anatómico, fisiológico y genético. La existencia “real” de esas afecciones puede confirmarse mediante mediciones y experimentos, sin referencia alguna a un sistema de valores. Nada de esto se aplica a la enfermedad mental: su situación como “enfermedad” depende totalmente del juicio psiquiátrico. El psiquiatra actúa como el agente de un medio social, ético y político. Las mediciones y los experimentos en esos estados “mentales” sólo pueden realizarse dentro de la estructura de coordenadas ideológicas que derivan su estabilidad del prejuicio social general del psiquiatra. Se culpa a la vida de que las enfermedades prevalezcan en una sociedad alienada, pero si bien la reconstrucción política podría eliminar muchas de las enfermedades psíquicas, simplemente proporcionaría tratamientos técnicos mejores y más equitativos para los que están físicamente enfermos.
Esta posición antipsiquiátrica, que da legitimidad a la condición apolítica de la enfermedad física negando el carácter de enfermedad a las desviaciones mentales, es una posición minoritaria en el Occidente, aunque parece acercarse a una doctrina oficial en la China moderna, donde la enfermedad mental se percibe como un problema político. Los políticos maoístas toman a su cargo a los que sufren desviaciones psicóticas. Bermann informa que los chinos se oponen a la práctica rusa revisionista de despolitizar la desviación de los enemigos de clase encerrándolos en hospitales y tratándolos como si tuvieran una enfermedad análoga a una infección. Los chinos pretenden que sólo el procedimiento opuesto puede dar resultados: la reeducación intensiva política de gente que actualmente son, tal vez inconscientemente, enemigos de clase. Su autocrítica los hará políticamente activos y por ende saludables. Aquí nuevamente, la insistencia en la naturaleza primordialmente no clínica de la desviación mental refuerza la creencia de que otra clase de enfermedad es una entidad material."

Iván Illich
Némesis médica


"La escuela es el más grande y más anónimo de todos los patrones. De hecho es el mejor empleo de un nuevo tipo de empresa, sucesora del gremio, de la fábrica y de la sociedad anónima. Las empresas multinacionales que han dominado la economía están siendo complementadas ahora, y puede que algún sean suplantadas por organismos de servicio con planificación supranacional. Estas empresas presentan sus servicios de manera que hacen que todos los hombres se sientan obligados a consumirlos. Se rigen por una normativa internacional, redefiniendo el valor de sus servicios periódicamente y por doquiera a un ritmo aproximadamente parejo."

Ivan Illich

"La escuela forma a un estudiante pasivo y competitivo que lo único que le interesa es escalar en la esfera social para poder llegar a tener mansiones lujosas y derrochar el dinero en esos centros del consumismo llamados centros comerciales. El estudiante se moldea así un mundo diferente en su mente donde el ansia de comprar y convertir en mercancía su conocimiento es requisito para pertenecer a la moderna sociedad."

Ivan Illich



“La escuela es la agencia de publicidad que le hace creer a uno que necesita la sociedad tal como está.” 


Ivan Illich



"La escuela funde el crecimiento en humillante dependencia de un maestro con el crecimiento en el vano sentimiento de omnipotencia que es tan típico del alumno que quiere ir a enseñar a todas las naciones a salvarse. El ritual está moldeado según los severos hábitos de trabajo de los obreros de la construcción, y su finalidad es celebrar el mito de un paraíso terrestre de consumo sin fin, que es la única esperanza del desagraciado y el desposeído."


Ivan Illich



"La escuela inicia asimismo el Mito de Consumo Sin Fin. Este mito moderno se funda en la creencia de que el proceso produce inevitablemente algo de valor y que, por consiguiente, la producción produce necesariamente demanda. La escuela nos enseña que la instrucción produce aprendizaje. La existencia de las escuelas produce la demanda de escolaridad. Una vez que hemos aprendido a necesitar la escuela, todas nuestras actividades tienden a tomar forma de unas relaciones de clientes respecto de otras instituciones especializadas. Una vez que se ha desacreditado al hombre o a la mujer autodidactos, toda actividad no profesional se hace sospechosa. En la escuela se nos enseña que el resultado de la asistencia es un aprendizaje valioso; que el valor del aprendizaje aumenta con el monto de la información de entrada; y, finalmente, que este valor puede medirse y documentarse mediante grados y diplomas. De hecho, el aprendizaje es la actividad humana que menos manipulación de terceros necesita. La mayor parte del aprendizaje no es la consecuencia de una instrucción. Es más bien el resultado de una participación no estorbada en un entorno significativo. La mayoría de la gente aprende mejor 'metiendo la cuchara', y sin embargo la escuela les hace identificar su desarrollo cognoscitivo personal con una programación y manipulación complicadas." 


Ivan Illich




"La escuela no es de ningún modo, por cierto, la única institución moderna cuya finalidad primaria es moldear la visión de la realidad en el hombre. El currículum escondido de la vida familiar, de la conscripción militar, del llamado profesionalismo o de los medios informativos desempeña un importante papel en la manipulación institucional de la visión del mundo que tiene el hombre, de sus lenguajes y de sus demandas. Pero la escuela esclaviza más profunda y sistemáticamente (...)" 


Ivan Illich



"La escuela no sólo es la Nueva Religión Mundial. Es también el mercado de trabajo de crecimiento más veloz del mundo. La tecnificación de los consumidores ha llegado a ser el principal sector del crecimiento de la economía. Conforme el coste de la producción disminuye en las naciones ricas, se produce una concentración creciente de capital y trabajo en la vasta empresa de equipar al hombre para un consumo disciplinado." 


Ivan Illich



“La escuela parece estar eminentemente dotada para ser la Iglesia Universal de nuestra cultura en decadencia (...)  La escuela sirve eficazmente como generadora y sostén del mito social del progreso debido a que posee la estructura de un juego ritual de promociones graduales (...) La escuela es un rito iniciatorio que introduce al neófito a la carrera sagrada del consumo progresivo (...) El universitario titulado ha sido escolarizado para cumplir un servicio de reclutamiento entre los ricos de la tierra (...) La universidad moderna ha alienado su oportunidad de proporcionar sencillamente un marco para encuentros autónomos y anárquicos, orientados pero no planificados, entusiastas. En cambio, ha elegido convertirse en gerente de un proceso que fabrica los productos llamados investigación y docencia.”


Ivan Illich



“La escuela sirve como una eficaz creadora y preservadora del mito social debido a su estructura como juego ritual de las promociones graduadas. La introducción a este ritual es mucho más importante que el asunto enseñado o el cómo se enseña. Es el juego mismo el que escolariza, el que se mete en la sangre y se convierte en hábito. Se inicia a una sociedad entera en el Mito del Consumo Sin Fin de servicios."


Ivan Illich



“La expectativa de vida en el instante del nacimiento ha aumentado enormemente. Sobreviven muchos más niños, no importa cuán enfermizos sean y necesitados de un ambiente especial y de cuidados especiales.”


Ivan Illich





“La falta de voluntad del paciente para morir a solas lo ata a una dependencia patética. Ha perdido ya la fe en su habilidad para morir, forma terminal que la salud puede adoptar, y ha convertido en importante tema de debate el derecho a que lo maten profesionalmente.”


Ivan Illich


“La falacia de que la sociedad está atrapada para siempre en la edad de los medicamentos es uno de los dogmas que han lastrado la elaboración de políticas médicas: está de acuerdo con el hombre industrializado. Este ha aprendido tratar de comprar todo lo que se le antoja. No llega a ningún lado sin transportes ni educación; su ambiente le ha hecho imposible, no importa cuál sea ni por qué motivo, es una última oportunidad de afirmar un dominio sobre sí mismo, de interferir en su propio cuerpo más que dejar que otros interfieran. La invasión farmacéutica lo lleva a una medicación, indicada por él o por alguien más, que reduce su capacidad para enfrentarse con un cuerpo que él aún puede cuidar.”


Ivan Illich



 “La función del médico se ha vuelto confusa. Las profesiones de la salud han llegado a amalgamar los servicios clínicos, la ingeniería de salud pública, y la medicina científica. El médico trata con clientes que simultáneamente desempeñan diversos papeles durante cada uno de sus contactos con la institución sanitaria. Se les transforma en pacientes a quienes la medicina examina y repara, en ciudadanos administrados cuya conducta saludable es guiada por una burocracia médica, y en conejillos de Indias en los que la ciencia médica experimenta sin cesar. El poder asclepiádeo de conferir el papel de enfermo se ha disuelto por las pretensiones de prestar una asistencia sanitaria totalitaria. La salud ha cesado de ser un don innato que se supone en posesión de todo ser humano mientras no se demuestre que está enfermo, y se ha convertido en una meta cada vez más distante a la que uno tiene derecho en virtud de la justicia social.”


Ivan Illich



“La función negativa de dinero es la de indicar la devaluación de los bienes y servicios que no pueden comprarse. Mientras más alto sea el precio que se fija al bienestar mayor será el prestigio político de una expropiación de la salud personal.”


Ivan Illich



"La guerra moderna se ha convertido en una empresa sumamente profesional cuyo negocio es matar. Ha llegado al punto en que su eficiencia se mide en recuento de cuerpos. Sus capacidades pacificadoras dependen de su poder para convencer a amigos y enemigos de la ilimitada potencia letal de la nación. Las balas y los productos químicos modernos son tan eficaces que si unos elementos por valor de escasos centavos son adecuadamente entregados al 'cliente' a que se destinan, matan o mutilan infaliblemente. Pero los costos de entrega aumentan vertiginosamente; el coste de un vietnamita muerto subió de 360 000 dólares en 1967 a 450.000 dólares en 1969. Sólo unas economías a una escala cercana al suicidio de la raza harían económicamente eficiente el arte militar moderno. Se está haciendo más obvio el efecto boomerang en la guerra: cuanto mayor es el recuento de cuerpos de vietnamitas muertos, tantos más enemigos consigue Estados Unidos por todo el mundo; asimismo, tanto más debe gastar Estados Unidos en crear otra institución manipulativa -motejada cínicamente de 'pacificación'- en un vano intento por absorber los efectos secundarios de la guerra."


Ivan Illich



“La historia de la muerte natural es la historia de la medicalización de la lucha contra la muerte.”


Ivan Illich



"(...) La institucionalización de los valores conduce inevitablemente a la contaminación física, a la polarización social y a la impotencia psicológica: tres dimensiones en un proceso de degradación global y de miseria modernizada. (...) Este proceso de degradación se acelera cuando unas necesidades no materiales son transformadas en demanda de bienes; cuando a la salud, a la educación, a la movilidad personal, al bienestar o a la cura psicológica se las define como el resultado de servicios o de 'tratamientos'."


Ivan Illich



"La instrucción libre y rutinaria es una blasfemia subversiva para el educador ortodoxo. Ella desliga la adquisición de destrezas de la educación 'humana', que la escuela empaca conjuntamente, y fomenta así el aprendizaje sin título o permiso no menos que la enseñanza sin título para fines imprevisibles." 


Ivan Illich


"La laicización del templo de Esculapio podría llevar a deslegitimar los dogmas religiosos de la medicina moderna a los que las sociedades industriales, de izquierda a derecha, se adhieren ahora." 


Ivan Illich



"La libertad se reduce a la elección entre unas mercancías envasadas."


Ivan Illich



"(...) La mayoría de los enormes gastos médicos actuales en rápido aumento se destinan a diagnósticos y tratamientos cuya eficacia es en el mejor de los casos dudosa."


Ivan Illich

“La medicalización de la asistencia terminal no sólo ritualiza sueños macabros sino que extiende la licencia profesional para actos obscenos: la escalada de tratamientos terminales libra al médico de toda necesidad de probar la eficacia técnica de los recursos que maneja. No hay límites a su poder de exigir cada vez más y más. Finalmente, la muerte del paciente coloca al médico más allá de todo control y toda crítica potenciales. En la última mirada del paciente y en la perspectiva de toda la vida de los ‘morituri’ no sabe la esperanza, sólo la última expectativa del médico.”


Ivan Illich


“La medicalización de la sociedad ha traído consigo el fin de la época de la muerte natural. El hombre occidental ha perdido el derecho de presidir su acto de morir. La salud, o sea el poder autónomo de afrontar la adversidad, ha sido expropiada hasta el último suspiro. La muerte técnica ha ganado su victoria sobre el acto de morir. La muerte mecánica ha vencido y destruido a todas las demás muertes.”


Ivan Illich



“La medicalización priva a cualquier cultura de la integración de su programa para enfrentar el dolor.” 


Ivan Illich



“La muerte aprobada socialmente ocurre cuando el hombre se ha vuelto inútil no sólo como productor, sino también como consumidor. Es el punto en que un consumidor, adiestrado a alto costo, debe finalmente ser cancelado como pérdida total. La muerte ha llegado a ser la forma última de resistencia del consumidor.” 


Ivan Illich



“(…) La muerte medicalizada tiene una función diferente en las sociedades altamente industrializadas y en los países principales rurales. Dentro de una sociedad industrial, la intervención médica en la vida diaria no cambia la imagen predominante de la salud y la muerte, sino más bien la atiende. Difunde la imagen de la muerte que tiene la élite medicalizada a las masas y la reproduce para las generaciones futuras. Pero cuando se aplica la ‘prevención de la muerte’ fuera de un contexto cultural en el que los consumidores se preparan religiosamente para las muertes en el hospital, la expansión de la medicina basada en el hospital constituye inevitablemente una forma de intervención imperialista. Se impone una imagen sociopolítica de la muerte; se priva a la gente de su visión tradicional de lo que constituye la salud y la muerte. Se disuelve la imagen de sí misma que da cohesión a su cultura y los individuos atomizados pueden ser incorporados en una masa internacional de consumidores de salud altamente ‘socializados’. La expectativa de la muerte medicalizada pesca al rico con ilimitados pagos de seguros y tienta al pobre con una dorada trampa mortal. Las contradicciones del individualismo burgués se corroboran por la incapacidad de la gente para morir con alguna posibilidad de adoptar una actitud realista frente a la muerte.”


Ivan Illich





“La ‘muerte natural’ apareció entonces en los diccionarios. Una gran enciclopedia alemana publicada en 1909 la define por medio del contraste: ‘la muerte anormal se opone a la muerte natural porque es resultado de enfermedades, violencias o trastornos mecánicos y crónicos’. Un prestigiado diccionario de conceptos filosóficos expresa que ‘la muerte natural llega sin enfermedad previa, sin causa específica definible’. Fue este concepto macabro aunque alucinante de la muerte el que llegó a entrelazarse con el concepto del progreso social. Pretensiones, legalmente válidas, a la igualdad en la muerte clínica diseminaron las contradicciones del individualismo burgués entre la clase trabajadora. El derecho a una muerte natural fue formulado como demanda de igual consumo de servicios médicos, más que como liberación de los males del trabajo industrial o como nuevas libertades y poderes para la autoasistencia. Este concepto sindicalista de una ‘muerte clínica igual’ es pues el inverso del ideal presupuesto en la Asamblea Nacional de París en 1792, es un ideal profundamente medicalizado.”


Ivan Illich



“La muerte se ha desvanecido hasta convertirse en una figura metafórica y las enfermedades mortíferas han ocupado su lugar. La fuerza general de la naturaleza que se había celebrado como ‘muerte’ se convirtió en una multitud de causas específicas de defunción clínica. Actualmente vagan por el mundo muchas ‘muertes’. En las bibliotecas privadas de médicos de fines del siglo pasado hay numerosas ilustraciones de libros que muestran al doctor luchando a la cabecera de su paciente contra enfermedades personificadas. La esperanza que tenían los médicos de controlar el desenlace de enfermedades específicas dio lugar al mito de que tenían poder sobre la muerte. Los nuevos poderes atribuidos a la profesión dieron lugar a la nueva posición social del clínico.”


Ivan Illich



"La Nueva Iglesia Mundial es la industria del conocimiento, proveedora de opio y banco de trabajo durante un número creciente de años de la vida de un individuo. La desescolarización es por consiguiente fundamental para cualquier movimiento de liberación del hombre."


Ivan Illich



"La organización de la economía entera hacia la consecución del mejor-estar es el obstáculo mayor al bienestar."


Ivan Illich



"La paradoja de las escuelas es evidente: el gasto creciente hace aumentar su destructividad en su propio país y en el extranjero. Esta paradoja debe convertirse en tema de público debate. Se reconoce de manera general hoy por hoy que el medio ambiente físico quedará destruido dentro de poco por la contaminación bioquímica a menos que invirtamos las tendencias actuales de producción de bienes físicos. Debería reconocerse asimismo el que la vida social y personal están igualmente amenazada por la contaminación del Ministerio de Salud, Educación y Bienestar, subproducto inevitable del consumo obligatorio y competitivo del bienestar." 


Ivan Illich



"(...) La práctica de la medicina fomenta las dolencias reforzando a una sociedad enferma que anima a sus miembros a convertirse en consumidores de medicina curativa, preventiva, industrial y ambiental. Por una parte los seres defectuosos sobreviven en números cada vez mayores y sólo están en condiciones de vivir bajo la asistencia institucional, mientras por otra parte los síntomas certificados médicamente exceptúan a la gente del trabajo industrial y así la apartan de la lucha política por la transformación de la sociedad que la ha enfermado. El segundo plano de yatrogénesis se manifiesta en diversos síntomas de sobremedicalización social que equivalen a lo que he llamado la expropiación de la salud."


Ivan Illich




"La represión será considerada como un empeño de misioneros por apresurar la venida del Mesías mecánico. Más y más países recurrirán a la tortura pedagógica puesta ya en práctica en Brasil y Grecia. Esta tortura pedagógica no se usa para extraer información o para satisfacer las necesidades psíquicas de unos sádicos. Se apoya en el terror aleatorio para romper la integridad de toda una población y convertirla en un material plástico para las enseñanzas inventadas por tecnócratas. La naturaleza totalmente destructiva y en constantes progreso de la instrucción obligatoria cumplirá cabalmente su lógica final a menos que comencemos a librarnos desde ahora de nuestra ubris pedagógica, nuestra creencia de que el hombre puede hacer lo que no puede Dios, a saber, el manipular a otros para salvarlos."


Ivan Illich



“La Revolución Francesa marcó una breve interrupción en la medicalización de la muerte. Sus ideólogos creían que la muerte inoportuna no atacaría a una sociedad construida sobre su triple ideal. Pero la apertura del ojo clínico del médico lo llevó a mirar la muerte con una nueva perspectiva. Mientras los mercaderes del siglo XVIII habían determinado la imagen de la muerte con ayuda de los charlatanes que empleaban y pagaban, ahora los clínicos comenzaron a dar forma a la visión del público. Hemos visto a la muerte convertirse del llamamiento de Dios en un acontecimiento 'natural' y después en una ‘fuerza de la naturaleza’; en una mutación ulterior se convierte en acontecimiento ‘inoportuno’ a menos que llegue a quienes están sanos y viejos. Ahora pasó a convertirse en el desenlace de enfermedades específicas certificadas por el médico.”


Ivan Illich



"La sabiduría institucional nos dice que los niños necesitan la escuela. La sabiduría institucional nos dice que los niños aprenden en la escuela. Pero esta sabiduría institucional es en sí el producto de las escuelas, porque el sólido sentido común nos dice que sólo a niños se les puede enseñar en la escuela. Sólo segregando a los seres humanos en la categoría de la niñez podremos someterlos alguna vez a la autoridad de un maestro de escuela."


Ivan Illich


"La suma total de impedimentos físicos debidos solamente a esta sustitución de la leche materna por alimentos comerciales para bebés resulta difícil de equilibrar con los beneficios derivados de la intervención médica curativa en las enfermedades infantiles y de la corrección quirúrgica de defectos natales que van desde el labio leporino hasta los defectos cardíacos."


Ivan Illich

"La tecnología proporciona al hombre tiempo discrecional que puede llenar ya sea haciendo, ya sea actuando. Toda nuestra cultura tiene abierta ahora la opción entre un triste desempleo o un ocio feliz. Depende del estilo de institucional que la cultura elija. Esta elección habría sido inconcebible en una cultura antigua fundada en la agricultura campesina o en la esclavitud. Ha llegado a ser inevitable para el hombre postindustrial." 


Ivan Illich



“La única palabra con que los griegos designaban ‘medicamento’ –pharmakon- no distinguía entre el poder de sanar y el poder de matar.”


Ivan Illich


"La universidad moderna confiere el privilegio de disentir a aquellos que han sido comprobados y clasificados como fabricantes de dinero o detentadores de poder en potencia. A nadie se le conceden fondos provenientes de impuestos para que tengan así tiempo libre para autoeducarse o el derecho de educar a otros, a menos que al mismo tiempo puedan certificarse sus logros. Las escuelas eligen para cada nivel superior sucesivo a aquellos que en las primeras etapas del juego hayan demostrado ser buenos riesgos para el orden establecido."

Ivan Illich



"La yatrogénesis estructural afecta ya todas las relaciones sociales. Es el resultado de la colonización internalizada de la libertad a través de la afluencia. En los países ricos la colonización médica ha alcanzado proporciones morbosas; los países pobres siguen rápidamente los mismos pasos. (La sirena de una sola ambulancia puede destruir actitudes samaritanas en todo un pueblo). Este proceso, que llamaré la 'medicalización de la vida', merece una atención política articulada. La medicina podría ser un blanco principal para la acción política que se propone una inversión de la sociedad industrial. Sólo la gente que ha recobrado la capacidad de proporcionarse asistencia mutua y ha aprendido a combinarla con la destreza en el uso de la tecnología contemporánea, podría también limitar el modo industrial de producción en otras áreas de importancia."


Ivan Illich

"Las burocracias del bienestar social pretenden un monopolio profesional, político y financiero sobre la imaginación social, fijando normas sobre qué es valedero y qué es factible. Este monopolio está en las raíces de la modernización de la pobreza. Cada necesidad simple para la cual se halla una respuesta institucional permite la invención de una nueva clase de pobres y una nueva definición de la pobreza." 


Ivan Illich




“Las culturas tradicionales afrontan el dolor, la invalidez y la muerte interpretándolos como retos que solicitan una respuesta por parte del individuo sujeto a tensión; la civilización médica los transforma en demandas hechas por los individuos a la economía y en problemas que pueden eliminarse por medio de la administración o de la producción. Las culturas son sistemas de significados, la civilización cosmopolita un sistema de técnicas. La cultura hace tolerable el dolor integrándolo dentro de un sistema significativo: la civilización cosmopolita aparta el dolor de todo contexto subjetivo o intersubjetivo con el fin de aniquilarlo. La cultura hace tolerable el dolor interpretando su necesidad; sólo el dolor que se percibe como curable es intolerable.”


Ivan Illich

“Las culturas tradicionales y la civilización tecnológica parten de postulados contrarios. En toda cultura tradicional la psicoterapia, los sistemas de creencia y las drogas que se necesitan para contrarrestar la mayor parte del dolor están implícitos en la conducta cotidiana y reflejan la convicción de que la realidad es dura y la muerte inevitable. En la distopía del siglo XX, la necesidad de soportar la realidad dolorosa, interior o exterior, se interpreta como una falla del sistema socioeconómico, y el dolor se trata como una contingencia emergente que requiere de intervenciones extraordinarias.”


Ivan Illich



"Las escuelas pretenden desglosar el aprendizaje en 'materias', para incorporar en el alumno un currículum hecho con estos ladrillos prefabricados, y para medir el resultado con una escala internacional. Las personas que se someten a la norma de otros para la medida de su propio desarrollo personal pronto se aplican el mismo cartabón a sí mismos. Ya no es necesario ponerlos en su lugar, pues se colocan solos en sus casilleros correspondientes, se comprimen en el nicho que se les ha enseñado a buscar y, en el curso de este mismo proceso, colocan asimismo a sus prójimos en sus lugares, hasta que todo y todos encajan. Las personas que han sido escolarizadas hasta su talla dejan que la experiencia no mensurada se les escape entre los dedos. Para ellas, lo que no puede medirse se hace secundario, amenazante. No es necesario robarles su creatividad. Con la instrucción, han desaprendido a 'hacer' lo suyo o a 'ser' ellas mismas, y valoran sólo aquello que ha sido fabricado o podría fabricarse. Una vez que se ha escolarizado a las personas con la idea de que los valores pueden reproducirse y medirse, tienden a aceptar toda clase de clasificaciones jerárquicas. Existe una escala para el desarrollo de las naciones, otra para la inteligencia de los nenes, e incluso el avance hacia la paz puede medirse según un recuento de personas. En un mundo escolarizado, el camino hacia la felicidad está pavimentado con un índice de precios para el consumidor."


Ivan Illich



"(...) Las llamadas profesiones de la salud tiene un efecto aún más profundo, que culturalmente niega la salud en la medida en que destruyen el potencial de las personas para afrontar sus debilidades humanas, su vulnerabilidad y su singularidad en una forma personal y autónoma. El paciente en las garras de la medicina contemporánea es sólo un ejemplo de la humanidad atrapada en sus técnicas perniciosas."


Ivan Illich

“Las poderosas drogas médicas destruyen con facilidad el patrón históricamente enraizado que adapta cada cultura a sus venenos; por lo común ellas causan más daño que provecho a la salud, y en última instancia establecen una nueva actitud en la cual el cuerpo se percibe como una máquina regida por conmutadores mecánicos y manipuladores.”


Ivan Illich

“Las sociedades primitivas concebían la muerte como resultado de una intervención por un agente extraño. No atribuían personalidad a la muerte. La muerte es el resultado de la intención maligna de alguno. Ese alguno que causa la muerte puede ser un vecino que, por envidia, lo mira a uno con mal de ojo, o podría ser una bruja, un ancestro que venía a recogerlo a uno, o el gato negro que se atravesaba en su camino. Durante todo el medioevo cristiano y musulmán, la muerte continuó considerándose como el resultado de una intervención deliberada y personal de Dios. En el lecho de muerte no aparece la figura de 'una' muerte, sino sólo la de un ángel y un demonio luchando por el alma que escapa de la boca de la mujer moribunda. Apenas durante el siglo XV estuvieron las condiciones propicias para que cambiara esta imagen, y apareciera la que más tarde se llamaría la 'muerte natural'. La danza de los muertos representa esa situación. La muerte puede entonces convertirse en una parte inevitable, intrínseca de la vida humana, más que en la decisión de un agente extraño. La muerte se vuelve autónoma y durante tres siglos coexiste, como agente distinto, con el alma inmortal, la divina providencia, los ángeles y los demonios.” 


Ivan Illich



"Los caminos que son genuinamente para todo servicio, son verdaderos servicios de utilidad pública. Las supercarreteras son cotos privados, cuyo coste se le ha encajado parcialmente al público."


Ivan Illich



“Los efectos de la droga tienen grandes variaciones, dependiendo de las ideas y creencias acerca de la droga, y del control que quien la usa ejerce sobre ella.”


Ivan Illich


"(...) Los fabricantes de automóviles producen simultáneamente tanto los coches como la demanda de coches. Asimismo producen la demanda de carreteras de varias vías, puentes y campos petrolíferos."


Ivan Illich
"Los innovadores educacionales siguen suponiendo que las instituciones educativas funcionan como embudos para los programas que ellos envasan. Para los fines de mi argumento da lo mismo el que estos embudos tengan la forma de un aula, de un transmisor de TV, o de una 'zona liberada'. Es igualmente ajeno al asunto el si los envases suministrados son ricos o pobres, calientes o fríos, duros y mensurables (como Matemáticas III), o imposibles de evaluar (como la sensibilización). Lo que interesa es que se suponga que la educación es el resultado de un proceso institucional dirigido por el educador. Mientras las relaciones continúen siendo aquellas existentes entre un proveedor y un consumidor, el trabajo de investigación sobre educación continuará siendo un proceso circular. Acumulará pruebas científicas en apoyo de la necesidad de más paquetes educativos y de su despacho más mortalmente exacto a cada cliente, tal como cierta rama de las ciencias sociales puede probar la necesidad del despacho de un mayor tratamiento militar."


Ivan Illich



"Los límites a la asistencia profesional a la salud son un tema político que crece con rapidez. A qué intereses servirán dicho límites dependerá en gran parte de quién tome la iniciativa de formular que son necesarios: gente organizada para una acción política que desafíe el poder profesional cimentado en el statu quo, o las profesiones de la salud decididas a expandir más aún su monopolio."


Ivan Illich




"Los métodos que hoy se utilizan para producir energía, en su creciente mayoría agotan los recursos y contaminan el ambiente. Al ritmo actual de su utilización, el carbón, el petróleo, el gas natural y el uranio serán consumidos dentro del horizonte temporal de tres generaciones y entretanto, habrán cambiado tanto al ser humano como a su atmósfera de forma definitiva. Para transportar a un solo hombre en un Volkswagen una distancia de 500 km se queman los mismos 175 kg de oxígeno que un individuo respira en todo un año. Las plantas y las algas reproducen suficiente oxígeno para los tres mil millones de hombres que existen. Pero no pueden reproducirlo para un mundo automovilizado, cuyos vehículos queman cada uno por lo menos catorce veces más oxígeno del que quema un individuo."


Ivan Illich



“Los padres industriales, forzados a procrear mano de obra para un mundo en el que no encaja nadie que no haya sido aplastado y moldeado por 16 años de educación formal, se sienten impotentes para atender personalmente a su prole, y desesperados, la anegan de medicinas.”


Ivan Illich

"Los pobres siempre han sido socialmente impotentes. El apoyarse cada vez más en la atención y el cuidado institucionales agrega una nueva dimensión a su indefensión: la impotencia psicológica, la incapacidad de valerse por sí mismos. Los campesinos del altiplano andino son explotados por el terrateniente y el comerciante -una vez que se asientan en Lima llegan a depender, además, de los jefazos políticos y están desarmados por su falta de escolaridad. La pobreza moderna conjuga la pérdida del poder sobre las circunstancias con una pérdida de la potencia personal. Esta modernización de la pobreza es un fenómeno mundial y está en el origen del subdesarrollo contemporáneo. Adopta aspectos diferentes, por supuesto, en países ricos y países pobres."


Ivan Illich



“Los procedimientos médicos se vuelven magia negra cuando, en vez de movilizar los poderes de autocuración, transforman al hombre enfermo en un yerto y mistificado voyeur de su propio tratamiento. Los procedimientos médicos se hacen religión malsana cuando se les realiza como rituales que enfocan toda la expectativa del enfermo en la ciencia y sus funcionarios, en vez de darle valor para buscar una interpretación poética a su dificultad o para encontrar un ejemplo admirable en alguna persona –vecina o muerta hace tiempo- que aprendió a sufrir. Los procedimientos médicos multiplican la dolencia por degradación moral cuando aíslan al enfermo en un ambiente profesional en vez de proporcionar a la colectividad los motivos y las disciplinas que acrecientan la tolerancia social hacia los afligidos. Los estragos mágicos, los daños religiosos y la degradación moral generados bajo el pretexto de un empeño biomédico son mecanismos cruciales que contribuyen a la yatrogénesis social. A todos los amalgama la medicalización de la muerte.”


Ivan Illich

"Los profesores de habilidades se hacen escasos por la creencia en el valor de los títulos. La certificación es una manera de manipular el mercado y es concebible sólo para una mente escolarizada. La mayoría de los profesores de artes y oficios son menos diestros, tiene menor inventiva y son menos comunicativos que los mejores artesanos y maestros." 


Ivan Illich




"Los rituales pueden ocultar a sus participantes incluso discrepancias y conflictos entre principio social y organización social. Mientras un individuo no sea explícitamente consciente del carácter ritual del proceso a través del cual fue iniciado a las fuerzas que moldean su cosmos, no puede romper el conjuro y moldear un nuevo cosmos. Mientras no nos percatemos del ritual a través del cual la escuela moldea al consumidor progresivo -el recurso principal de la economía- no podemos romper el conjuro de esta economía y dar forma a una nueva." 


Ivan Illich



"Los valores institucionalizados que infunde la escuela son valores cuantificados. La escuela inicia a los jóvenes en un mundo en el que todo puede medirse, incluso sus imaginaciones y hasta el hombre mismo. Pero el desarrollo personal no una entidad mensurable. Es crecimiento en disensión disciplinada, que no puede medirse respecto de ningún cartabón, de ningún currículum, ni compararse con lo logrado por algún otro. En ese aprendizaje uno puede emular a otros sólo en el empeño imaginativo, y seguir sus huellas más bien que remendar sus maneras de andar. El aprendizaje que yo aprecio es una recreación inmensurable." 


Ivan Illich



“Más allá de cierta invasión al presupuesto, el dinero que expande los controles médicos sobre el espacio, los horarios, la educación, la dieta o el diseño de máquinas y de bienes desatarán inevitablemente una “pesadilla forjada de buenas intenciones”. Tal vez el dinero amenace siempre a la salud. Demasiado dinero la corrompe. Después de cierto punto, lo que puede producir dinero o lo que el dinero puede comprar restringe el campo de la ‘vida’ libremente elegida. No sólo la producción sino también el consumo recalcan la escasez de tiempo, espacio y elección.”

Ivan Illich
"Más allá de cierto nivel de energía, usada para la aceleración de cualquier persona en el tráfico, la industria del transporte inmoviliza, esclaviza a la mayoría de pasajeros sin nombre y brinda sólo discutibles ventajas marginales a una élite olímpica. Ningún nuevo combustible, tecnología o control público puede preservar a la creciente movilización social de producir creciente apresuramiento, programación, parálisis e injusticia. Más allá de cierto nivel de la inversión capital en la agricultura y preparación de alimentos, la desnutrición debe llegar a ser penetrante; la ilusión verde despedaza el hígado de los consumidores más efectivamente que los buitres de Zeus. Ningún manejo biológico puede evitar ese resultado. Más allá de cierto punto, la producción y distribución de la atención médica producen más dolencias de las que pueden curar. El seguro social garantiza una penosa supervivencia más efectiva y democráticamente que los más despiadados dioses."


Ivan Illich





“Mediante la medicalización de la muerte, la asistencia a la salud se ha convertido en una religión monolítica mundial cuyos dogmas se enseñan en escuelas obligatorias y cuyas normas éticas se aplican a una reestructuración burocrática del ambiente: la sexualidad pasó a ser un tema del programa y en obsequio de la higiene se prohíbe que dos usen la misma cuchara. La lucha contra la muerte, que domina el estilo de vida de los ricos, se traduce por los organismos de desarrollo en una serie de reglas mediante las cuales se obligará a los pobres de la tierra a portarse bien.”


Ivan Illich


"Muchos de lo que se autodenominan revolucionarios son víctimas de la escuela. Incluso ven la 'liberación' como el producto de algo institucional. Sólo al librarse uno mismo de la escuela se disipa esa ilusión. El descubrimiento de que la mayor parte del aprendizaje no requiere enseñanza no puede ser ni manipulado ni planificado. Cada uno de nosotros es responsable de su propia desescolarización, y sólo nosotros tenemos el poder de hacerlo. No puede excusarse a nadie si no logra liberarse de la escolarización. El pueblo no pudo liberarse de la Corona sino hasta que al menos algunos de ellos se hubieron liberado de la Iglesia establecida. No pueden liberarse del consumo progresivo hasta que no se liberen de la escuela obligatoria." 


Ivan Illich

“Muchos estudiantes, en especial los que son pobres, saben intuitivamente qué hacen por ellos las escuelas. Los adiestran a confundir proceso y sustancia. Una vez que estos dos términos se hacen indistintos, se adopta una nueva lógica: cuanto más tratamiento haya, tanto mejor serán los resultados. Al alumno se le 'escolariza' de ese modo para confundir enseñanza con saber, promoción al curso siguiente con educación, diploma con competencia, y fluidez con capacidad para decir algo nuevo. A su imaginación se la 'escolariza' para que acepte servicio en vez de valor. Se confunde el tratamiento médico tomándolo por cuidado de la salud, el trabajo social por mejoramiento de la vida comunitaria, la protección policial por tranquilidad, el equilibrio militar por seguridad nacional, la mezquina lucha cotidiana por trabajo productivo. La salud, el saber, la dignidad, la independencia y el quehacer creativo quedan definidos como poco más que el desempeño de las instituciones que afirman servir a estos fines, y su mejoramiento se hace dependiente de la asignación de mayores recursos a la administración de hospitales, escuelas y demás organismos correspondientes.” 


Ivan Illich




“No podemos comprender plenamente la estructura profundamente arraigada de nuestra organización social a menos que veamos en ella un exorcismo, de múltiples caras, de todas las formas de muerte maligna. Nuestras principales instituciones constituyen un programa de defensa gigantesco que hace la guerra en nombre de la ‘humanidad’ contra entidades y clases relacionadas con la muerte. Es una guerra total. En esta lucha se han alistado no sólo la medicina, sino también la asistencia social, el socorro internacional y los programas de desarrollo. Se han unido a la cruzada las burocracias ideológicas de todos los colores. La revolución, la represión e incluso las guerras civiles e internacionales se justifican a fin de derrotar a los dictadores o capitalistas a quienes puede culparse de la creación desenfrenada y la tolerancia de la enfermedad y la muerte.” 


Ivan Illich



"No podemos iniciar una reforma de la educación a menos que entendamos primero que ni el aprendizaje individual ni la igualdad social pueden acrecentarse mediante el ritual de la escolarización. No podremos ir más allá de la sociedad de consumo a menos que entendamos primero que las escuelas públicas obligatorias reproducen inevitablemente dicha sociedad, independientemente de lo que se enseñe en ellas." 

Ivan Illich



"(...) No puede acreditarse al ejercicio profesional de los médicos la eliminación de antiguas formas de mortalidad o morbilidad, ni tampoco se le puede culpar por la mayor expectativa de una vida que transcurre sufriendo las nuevas enfermedades. Durante más de un siglo, el análisis de las tendencias patológicas ha mostrado que el ambiente es el determinante primordial del estado de salud general de cualquier población."


Ivan Illich
"No sólo en Argentina, sino también en México o en Brasil, el ciudadano medio define una educación adecuada según las pautas estadounidenses, aun cuando la posibilidad de lograr esa prolongada escolarización esté restringida a una diminuta minoría. En estos países la mayoría ya está enviciada con la escuela, es decir, han sido 'escolarizados' para sentirse inferiores respecto del que tiene una mejor escolaridad. Su fanatismo en favor de la escuela hace posible el explotarlos por partida doble: permite aumentar la asignación de fondos públicos para la educación de unos pocos y aumentar la aceptación del control social de parte de la mayoría. Es paradójico que la creencia en la escolarización universal se mantenga más firme en los países en que el menor número de personas ha sido -y será- servido por las escuelas. Sin embargo, en América Latina la mayoría de los padres y de los hijos podrían seguir aún senderos diferentes hacia la educación. La proporción del ahorro nacional invertido en escuelas y maestros tal vez sea mayor que en los países ricos, pero estas inversiones son totalmente insuficientes para atender a la mayoría haciendo posible siquiera cuatro años de asistencia a la escuela." 


Ivan Illich




" 'Norma' en latín significa 'escuadra', la escuadra del carpintero. Hasta los años 1830 y siguientes, la palabra inglesa 'normal' significaba tenerse en ángulo recto. Durante los años cuarenta llegó a designar cosas que se ajustaban a un tipo común. En los ochenta, en los Estados Unidos, pasó a significar el estado o condición habitual, no sólo de cosas, sino también de personas. En Francia la palabra fue traspuesta de la geometría a la sociedad. École Normal designó a la escuela donde se formaban los maestros para el Imperio."


Ivan Illich



"(…) Otra gran ilusión en que se apoya el sistema escolar es aquella de que la mayor parte del saber es el resultado de la enseñanza. La enseñanza puede, en verdad, contribuir a ciertos tipos de aprendizaje en ciertas circunstancias. Pero la mayoría de las personas adquieren la mayor parte de su conocimiento fuera de la escuela, y cuando este conocimiento se da en ella, sólo es en la medida en que, en unos cuantos países ricos, la escuela se ha convertido en su lugar de confinamiento durante una parte cada vez mayor de sus vidas."


Ivan Illich

“(...) Para la mayoría de los seres humanos, el derecho a aprender se ve restringido por la obligación de asistir a la escuela.” 


Ivan Illich



“(…) Parece como si el dolor fuera ahora sólo esa parte del sufrimiento humano sobre la cual la profesión médica pueda pretender competencia o control. No hay precedente histórico de la situación contemporánea en que la experiencia del dolor físico personal es modelada por el programa terapéutico diseñado para destruirla.” 


Ivan Illich


"Pero el crecimiento concebido como un consumo sin términos -el progreso eterno- no puede conducir jamás a la madurez. El compromiso con un ilimitado aumento cuantitativo vicia la posibilidad de un desarrollo orgánico."


Ivan Illich


" 'Salud' es, después de todo, una palabra cotidiana que se usa para designar la intensidad con que los individuos hacen frente a sus estados internos y sus condiciones ambientales. En el Homo Sapiens, 'saludable' es un adjetivo que califica acciones éticas y políticas. Al menos en parte, la salud de una población depende de la forma en que las acciones políticas condicionan el medio y crean aquellas circunstancias que favorecen la confianza en sí, la autonomía y la dignidad para todos, especialmente los débiles. En consecuencia, los niveles de salud serán óptimos cuando el ambiente favorezca una capacidad de enfrentamiento, autónomo, personal y responsable. Los niveles de salud sólo pueden declinar cuando la sobrevivencia llega a depender más allá de cierto punto de la regulación heterónoma (dirigida por otros) de la homeostasis del organismo. Más allá de un nivel crítico de intensidad, la asistencia institucionalizada a la salud -no importa que adopte la forma de cura, prevención, o ingeniería ambiental- equivale a la negación sistemática de la salud."


Ivan Illich



"Si no ponemos en tela de juicio el supuesto de que el conocimiento valedero es una mercancía que en ciertas circunstancias puede metérsele a la fuerza al consumidor, la sociedad se verá cada día más dominada por siniestras seudoescuelas y totalitarios administradores de la información. Los terapeutas pedagógicos drogarán más a sus alumnos a fin de enseñarles mejor, y los estudiantes se drogarán más a fin de conseguir aliviarse de las presiones de los profesores y de la carrera por los diplomas. Ejércitos cada día mayores de burócratas presumirán de pasar por maestros. El lenguaje del escolar ya se lo ha apropiado el publicista. Ahora el general y el policía tratarán de dignificar sus profesiones disfrazándose de educadores. En una sociedad escolarizada, el hacer guerras y la represión civil encuentran una justificación racional educativa. La guerra pedagógica al estilo de Vietnam se justificará cada vez más como la única manera de enseñar a la gente el valor superior del progreso inacabable."


Ivan Illich

"Sin duda que no sólo el maestro, sino también el impresor y el farmacéutico protegen sus oficios mediante el espejismo público de que el adiestramiento para aprenderlos es muy costoso."


Ivan Illich



"Sólo al desviar los dólares que ahora afluyen a las instituciones que actualmente tratan la salud, la educación y el bienestar social podrá detenerse el progresivo empobrecimiento que ahora proviene del aspecto paralizante de las mismas."


Ivan Illich


“Sin duda es verdad que una percepción social medicalizada refleja una realidad que está determinada por la organización de una producción a base de capital intensivo, y que su correspondiente pauta social de familias nucleares, de agencias de beneficencia y de naturaleza contaminada es lo que degrada el hogar, el vecindario y el ambiente. Pero la medicina no se limita a reflejar la realidad; refuerza y reproduce el proceso que mina los dichos sociales dentro de los cuales se ha desarrollado el nombre. La clasificación médica justifica el imperialismo de los artículos comerciales, como los ‘baby foods’ sobre la leche materna y los hospicios de ancianos sobre un rincón en el hogar. Al convertir al recién nacido en un paciente hospitalizado hasta que se le certifique sano, y al definir las quejas de la abuela como necesidad de tratamiento más que de respeto paciente, la empresa médica no sólo crea una legitimidad biológicamente formulada para el hombre-consumidor sino también nuevas presiones para una escalada de la megamáquina. La selección genética de aquellos que encajan en la máquina es el próximo paso lógico del control médicosocial.”


Ivan Illich



"Tan persuasivo es el poder de las instituciones que nosotros mismos hemos creado, que ellas modelan no sólo nuestras preferencias sino también nuestra visión de lo posible. No podemos hablar de medios modernos de transporte sin referimos a los automóviles y aviones. Nos sentimos impedidos para tratar el problema de la salud sin implicar automáticamente la posibilidad de prolongar indefinidamente una vida enferma. Hemos llegado a ser por completo incapaces de pensar en una educación mejor, salvo en términos de escuelas aún más complejas, y maestros entrenados durante un período más largo. El horizonte de nuestra facultad creadora está bloqueado por gigantescas instituciones que producen servicios carísimos."


Ivan Illich



"Tanto el pobre como el rico dependen de escuelas y hospitales que guían sus vidas, forman su visión del mundo y definen para ellos qué es legítimo y qué no lo es. Ambos consideran irresponsable el medicamentarse uno mismo, y ven a la organización comunitaria, cuando no es pagada por quienes detentan la autoridad, como una forma de agresión y subversión. Para ambos grupos, el apoyarse en el tratamiento institucional hace sospechoso el logro independiente."


Ivan Illich



“Toda sociedad necesita para ser estable, la desviación certificada. Las personas de aspecto extraño o conducta rara son subversivas hasta que sus rasgos comunes han recibido un nombre formal y su alarmante conducta se ha clasificado en un casillero reconocido. Al asignarles un nombre y un papel, los excéntricos misteriosos e inquietantes se domestican, convirtiéndose en excepciones previsibles a las que se puede mimar, evitar, reprimir o expulsar.”


Ivan Illich


“Todas las medidas que se tomen para el cambio que no consideren la respuesta del corazón humano, son o perversas o ingenuas.”

Ivan Illich


"Todos los educadores están prontos a conspirar para extender los muros del aula y agrandarla, con la meta de transformar la cultura completa en una escuela."


Ivan Illich


"Todos los planificadores futuristas de hoy tratan de hacer económicamente factible lo técnicamente posible, negándose a la vez a enfrentar las consecuencias sociales inevitables: el creciente anhelo de todos los hombres por bienes y servicios que seguirán siendo privilegio de unos pocos. Creo que un futuro deseable depende de nuestra deliberada elección de un vida de acción en vez de una vida de consumo, de que engendremos un estilo de vida que nos permita ser espontáneos, independientes y sin embargo relacionarnos uno con otro, en vez de mantener un estilo de vida que sólo nos permite hacer y deshacer, producir y consumir -un estilo de vida que es sólo una estación en el camino hacia el agotamiento y la contaminación del entorno. El futuro depende más de nuestra elección de instituciones que mantengan una vida de acción y menos de que desarrollen nuevas ideologías y tecnologías. Necesitamos un conjunto de pautas que nos permitan reconocer aquellas instituciones que apoyan el desarrollo personal en vez del enviciamiento, como también la voluntad de dedicar nuestros recursos tecnológicos preferiblemente a dichas instituciones de desarrollo."


Ivan Illich



"Todos miden su éxito por el fracaso de los demás."

Ivan Illich



“Un monopolio radical cala más hondo que el de cualquier corporación o cualquier gobierno. Puede tomar muchas formas. Cuando las ciudades se construyen alrededor de los vehículos, devalúan los pies humanos; cuando las escuelas acaparan el aprendizaje, devalúan al autodidacta, cuando los hospitales reclutan a todos aquellos en condición crítica, imponen a la sociedad una nueva forma de morir. Los monopolios ordinarios acorralan al mercado; los monopolios radicales inhabilitan a la gente para hacer y crear cosas por sí misma. El monopolio comercial restringe el flujo de mercancías; el monopolio social, más insidioso, paraliza la producción de valores de uso no comerciales. Los monopolios radicales violan aún más la libertad y la independencia. Imponen en toda la sociedad la sustitución de valores de uso por mercancías, remodelando el ambiente y ‘apropiándose’ aquellas características generales que permitieron a la gente enfrentarlo por sí misma. La educación intensiva destruye al labrador de subsistencia, y el despliegue de la policía mina el autocontrol de la comunidad. La maligna propagación de la medicina tiene resultados comparables: convierte el cuidado mutuo y la automedicación en delitos o fechorías. Igual que la yatrogénesis clínica se hace médicamente incurable cuando alcanza una intensidad crítica y a partir de entonces sólo puede revertirse por un descenso de la empresa, así la yatrogénesis social sólo puede revertirse por medio de una acción política que cercene la dominación profesional. Un monopolio radical se alimenta de sí mismo. La medicina yatrogénica refuerza una sociedad morbosa donde el control social de la población por parte del sistema médico se erige como actividad económica primordial. Sirve para legitimar componendas sociales en las que mucha gente no encaja. Cataloga a los impedidos como ineptos y genera una tras otra nuevas categorías de pacientes. La gente airada, enferma y menoscabada por su labor y su ocio industriales sólo puede escapar viviendo bajo supervisión médica, y con ellos se le seduce o se le descalifica de la lucha política por un mundo más sano.”


Ivan Illich



"Un tercio de la humanidad sobrevive en un nivel de desnutrición que en otros tiempos habría sido letal, mientras que cada vez más gente rica absorbe siempre más tóxicos y mutágenos en sus alimentos."

Ivan Illich

"Una economía de bienes duraderos es exactamente lo contrario de una economía fundada en la obsolescencia programada."


Ivan Illich




"Una manera de llenar el tiempo disponible es estimular mayores demandas de consumo de bienes y, simultáneamente de producción de servicios. Lo primero implica una economía que proporciona una falange cada vez mayor de cosas siempre novedosas que pueden hacerse, consumirse y someterse a reciclaje. Lo segundo implica el vano intento de 'hacer' acciones virtuosas, haciendo aparecer como tales los productos de las instituciones de 'servicios'. Esto conduce a la identificación de la escolaridad con la educación, del servicio médico con la salud, del mirar programas con la recreación, de la velocidad con la locomoción eficaz. La primera opción lleva ahora el apodo de desarrollo."


Ivan Illich



"Una vez que un hombre o una mujer ha aceptado la necesidad de la escuela, es fácil presa de otras instituciones. Una vez que los jóvenes han permitido que sus imaginaciones sean formadas por la instrucción curricular, están condicionados para las planificaciones institucionales de toda especie. La 'institución' les ahoga el horizonte imaginativo. No pueden ser traicionados, sino sólo engañados en el precio, porque se le ha enseñado a reemplazar la esperanza por las expectativas. Para bien o para mal, ya no serán cogidos de sorpresa por terceros, pues se les ha enseñado qué pueden esperar de toda otra persona que ha sido enseñada como ellos. Esto es válido para el caso de otra persona o de una máquina."


Ivan Illich




"Una vez que una sociedad ha convertido ciertas necesidades básicas en demandas de bienes producidos científicamente, la pobreza queda definida por normas que los tecnócratas cambian a su tamaño. La pobreza se refiere entonces a aquellos que han quedado cortos respecto de un publicitado ideal de consumo en algún aspecto importante."


Ivan Illich



“Una vez que una sociedad se organiza para una cacería preventiva de enfermedades, otorga proporciones epidémicas a la diagnosis. Este triunfo último de la cultura terapéutica convierte la independencia del individuo sano en una intolerable forma de desviación. A la larga, la actividad principal de tal sociedad de sistemas dirigidos por dentro conduce a la promoción fantasmal de la expectativa de vida como una mercancía. Al equiparar al hombre estadístico con hombres biológicamente únicos se crea una demanda insaciable de recursos finitos. El individuo se subordina a las ‘necesidades’ mayores de la sociedad como todo, los procedimientos preventivos se hacen obligatorios y el derecho del paciente a negar consentimiento a su propio tratamiento se desvanece al argumentar el médico que debe someterse a la diagnosis, ya que la sociedad no puede permitirse la carga de procedimientos curativos que serían incluso más costosos.” 


Ivan Illich