"¡Cuál tu congoja sería!¡Cuál tu dolor y amargura! Y no hubo humana criatura que te ayudase a sentir. Se malogró tu esperanza; y cuando sola te viste también mísera caíste, como árbol cuya raíz en la tierra ya no afianza su pompa y florido ornato: nada supo el mundo ingrato de tu constancia infeliz. Naciste humilde, y oculta como diamante en la mina, la belleza peregrina de tu noble alma quedó. El desierto la sepulta, tumba sublime y grandiosa, do el héroe también reposa que la gozó y admiró. El destino de tu vida fue amar, amor tu delirio, amor causó tu martirio, te dio sobrehumano ser; y amor, en edad florida, sofocó la pasión tierna, que omnipotencia de eterna, trajo consigo al nacer."

Esteban Echeverría
La cautiva


“Democracia no es una forma de gobierno, sino la esencia misma de todos los gobiernos republicanos o instituidos para el bien de la comunidad o de la asociación. La democracia es el régimen de la libertad fundado en la igualdad de clases.”

José Esteban Echeverría Espinosa


“Hacer obrar a un pueblo en contra de las condiciones particulares de su ser como pueblo libre, es malgastar su actividad, es desviarlo del progreso y es encaminarlo al retroceso...”

Esteban Echeverría



“La fórmula única, definitiva, fundamental de nuestra existencia como pueblo libre, es Mayo, Progreso, Democracia.”

Esteban Echeverría


"La gloria es distinta. La gloria es como planta perenne, cuyo verdor nunca amarillea. La gloria echa raíces tan profundas, que llegan al corazón de la tierra, y se levanta a las nubes incontrastable como el cedro del Líbano.
La gloria prende y se arraiga en todos los corazones: la gloria es el himno perpetuo de alabanza que consagra un pueblo o la humanidad reconocida al ingenio, a la virtud y al heroísmo.
La gloria es la riqueza del grande hombre adquirida con el sudor de su rostro.
Grande hombre es aquel que, conociendo las necesidades de su tiempo, de su siglo, de su país, y confiando en su fortaleza, se adelanta a satisfacerlas; y a fuerza de tesón y sacrificios, se labra con la espada o la pluma, el pensamiento o la acción, un trono en el corazón de sus conciudadanos o de la humanidad.
Grande hombre, es aquel cuya vida es una serie de hechos y triunfos, de ilusiones y desengaños, de agonías y deleites inefables, por alcanzar el alto bien prometido a sus esperanzas.
Grande hombre, es aquel cuya personalidad, es tan vasta, tan intensa y activa, que abraza en su esfera a todas las personalidades humanas, y encierra en sí mismo -en su corazón y cabeza- todos los gérmenes inteligentes y afectivos de la humanidad.
Grande hombre, es aquel que el dedo de Dios señala entre la muchedumbre para levantarse y descollar sobre todos por la omnipotencia de su genio.
El grande hombre puede ser guerrero, estadista, legislador, filósofo, poeta, hombre científico.
Sólo el genio es supremo después de Dios. La supremacía del genio constituye su gloria, y el apoteosis de la razón. El genio es la razón por excelencia."

Esteban Echeverría
El dogma socialista de la juventud argentina



“La libertad es el derecho que cada hombre tiene para emplear sin traba alguna sus facultades en el conseguimiento de su bienestar y para elegir los medios que puedan servirle a este objeto.”

Esteban Echeverría


"Las campanas comenzaron a tocar rogativas por orden del muy católico Restaurador, quien parece no las tenía todas consigo. Los libertinos, los incrédulos, es decir, los unitarios, empezaron a amedrentarse al ver tanta cara compungida, oír tanta batahola de imprecaciones. Se hablaba ya como de cosa resuelta de una procesión en que debía ir toda la población descalza y a cráneo descubierto, acompañando al Altísimo, llevado bajo palio por el obispo, hasta la barranca de Balcarce, donde millares de voces conjurando al demonio unitario de la inundación debían implorar la misericordia divina.
Feliz, o mejor, desgraciadamente, pues la cosa habría sido de verse, no tuvo efecto la ceremonia, porque bajando el Plata la inundación se fue poco a poco escurriendo en su inmenso lecho sin necesidad de conjuro ni plegarias.
Lo que hace principalmente a mi historia es que por causa de la inundación estuvo quince días el matadero de la Convalecencia sin ver una sola cabeza vacuna, y que en uno o dos, todos los bueyes de quinteros y aguateros se consumieron en el abasto de la ciudad. Los pobres niños y enfermos se alimentaban con huevos y gallinas, y los gringos y herejotes bramaban por el beef-steak y el asado. La abstinencia de carne era general en el pueblo, que nunca se hizo más digno de la bendición de la Iglesia, y así fue que llovieron sobre él millones y millones de indulgencias plenarias. Las gallinas se pusieron a seis pesos y los huevos a cuatro reales y el pescado, carísimo. No hubo en aquellos días cuaresmales promiscuaciones ni excesos de gula, pero en cambio se fueron derechito al cielo innumerables ánimas y acontecieron cosas que parecen soñadas.
No quedó en el matadero ni un solo ratón vivo de muchos millares que allí tenían albergue. Todos murieron de hambre o ahogados en sus cuevas por la incesante lluvia. Multitud de negras rebusconas de achuras, como los caranchos de presa, se desbandaron por la ciudad como otras tantas harpías prontas a devorar cuanto hallaran comible. Las gaviotas y los perros, inseparables rivales suyos en el matadero, emigraron en busca de alimento animal. Porción de viejos achacosos cayeron en consunción por falta de nutritivo caldo; pero lo más notable que sucedió fue el fallecimiento casi repentino de unos cuantos gringos herejes que cometieron el desacato de darse un hartazgo de chorizos de Extremadura, jamón y bacalao y se fueron al otro mundo a pagar el pecado cometido por tan abominable promiscuación."

Esteban Echeverría
El matadero


“Los esclavos o los hombres sometidos al poder absoluto no tienen patria, porque la Patria no se vincula a la tierra natal sino en el libre ejercicio de los derechos Ciudadanos.”

Esteban Echeverría