"Como seres humanos, es natural que miremos hacia adelante. Nuestros ojos están naturalmente ubicados para mirar hacia delante. En este sentido, estamos hechos para avanzar hacia una meta."




Ikeda Daisaku


"Con amor y paciencia, nada es imposible."




Ikeda Daisaku

“El diálogo, la confianza y la colaboración se encuentran arraigadas en la competición humana, una competición en el dominio de uno mismo. Ésta es la base sobre la cual se puede construir una sociedad global, una civilización global para el siglo XXI.”

Ikeda Daisaku


"La determinación para ganar es la mejor parte de ganar."



Ikeda Daisaku


“La vida está llena de un potencial verdaderamente insondable (...) en la mayoría de casos, lo que llamamos limitaciones no son más que la decisión de imponernos limitaciones a nosotros mismos.”

Ikeda Daisaku


"Las personas necesitan tomar consciencia de una realidad muy simple: no tenemos mas opción que compartir este planeta, esta pequeña esfera azul que flota en el inmenso espacio con todos nuestros compañeros 'pasajeros' a bordo."



Ikeda Daisaku


"Nadie nace odiando a otros."



Ikeda Daisaku


  
Oda a la paz, cimiento de la felicidad perdurable


"Para vivir con esperanza, 
necesitamos tener paz. 
Para tener vidas dichosas, 
debemos impedir la guerra, 
a toda costa.

El propósito de la existencia 

es ser feliz. 
El propósito de la existencia 
es combatir y vencer 
la negrura del sufrimiento.

Los que infligen 

sufrimiento y dolor a los demás 
son infelices por dentro. 
Mas los que triunfan 
sobre sí mismos 
conquistan la felicidad.

Yo también 

soy de los que avanzan 
al ritmo de la esperanza: 
¡avanzo 
con deleite y vigor! 
¡No seré vencido! 
¡No me rendiré!

Hay algo 

más vasto aún 
que el extenso firmamento: 
¡mi vida!

Hay algo 

más profundo 
que el océano insondable: 
¡tu vida!

Hay algo 

más preciado 
que la opulenta riqueza 
del orbe infinito: 
¡nuestra vida!

Por eso, 

no permitamos 
los actos aberrantes 
que la vida lesionan: 
luchemos con bravura 
contra las fuerzas tenebrosas 
que buscan destruirla.

Nada es tan brutal 

como la guerra. 
Nada es tan cruel…

¿Cuántas lágrimas 

han derramado las madres? 
¿Cuántas juventudes 
han sido tronchadas? 
¿Cuántos niños 
vieron enmudecer 
su risa cristalina?

¡Cambiemos la historia! 

¡Transformemos la época! 
¡Acerquemos a los pueblos! 
Si llega el invierno, 
¿podrá faltar mucho 
para que llegue el calor vernal? 
Es hora de entonar 
a viva voz 
un himno a la primavera de la paz.

Cuanto más negra es la oscuridad, 

más se aproxima el día… 
Es hora de tañer, 
con todas nuestras fuerzas, 
las campanas que anuncian 
la aurora de la paz.

En el cielo hay caminos, 

caminos de aves, 
por donde ellas echan a volar. 
En el mar hay senderos, 
senderos de peces, 
por donde se lanzan a nadar. 
En el cielo hay rutas, 
órbitas celestes, 
por donde transitan los astros. 
Y también hay una vía, 
la de los principios humanos, 
que los hombres debemos respetar. 
Esa vía no es más 
que el recto camino de la paz.

Comencemos 

por aquello que podamos hacer. 
Avancemos, 
aunque sólo sea un palmo.

¡Escalemos esa montaña, 

crucemos este río! 
¡Lancémonos a campo traviesa 
y remontemos las sierras! 
¡Corramos a ese pueblo 
y dialoguemos con los amigos!

¡Nunca nos ha de faltar 

la luminosa confianza 
de que, algún día, 
magníficos amigos de pensamiento afín 
seguirán las sendas 
que hoy abrimos!

¡Si no tienen esperanzas, 

háganlas surgir! 
Si el mundo que los rodea 
es siniestro, 
¡sean ustedes el Sol 
que lo ilumine!

La felicidad 

no es algo que debamos perseguir. 
Es ella la que nos alcanza 
cuando vivimos 
con valentía y tenacidad. 
De la misma manera, 
la paz llega a los seres humanos 
cuando vivimos basados 
en sabiduría y en firmes principios.

La paz 

no es algo lejano. 
Paz es cuidar y valorar 
a cada persona. 
Es brindar alegría 
a nuestra madre, 
y no hacerla sufrir nunca. 
Es salir al encuentro 
de los que son distintos. 
Es tener la sabiduría 
de buscar el acercamiento 
después de una disputa.

Y es proteger 

nuestro hermoso ambiente natural. 
Es fomentar 
una cultura exuberante. 
Es negarnos a construir nuestra dicha 
sobre la desventura de los semejantes. 
Es compartir con los demás 
sus pesares y sus dichas.

Los que pueden 

hacer felices a sus amigos 
son expertos en el 
arte de la felicidad. 
Los que pueden 
expandir la paz en sus comunidades 
son embajadores de la paz.

Parte de la lucha por la paz 

es negarse a tolerar 
la prepotencia. 
Parte de la lucha por la paz 
es negarse a aceptar 
la discriminación. 
Parte de la lucha por la paz 
es no condonar 
las calumnias y mentiras. 
Parte de la lucha por la paz 
es poner límite 
a la arrogancia del poderoso. 
La esencia de la contienda 
por la paz 
es repudiar absolutamente, 
rotundamente, 
la violencia 
en cualquiera de sus formas.

No permanezcan en silencio. 

Hablen con valor. 
La paz se propaga 
allí donde resuenan 
las voces en el canto. 
La paz se ahonda 
mediante el diálogo de amistad. 
La paz perdura 
cuando queremos aprender 
el uno del otro.

La lid entre la felicidad 

y la desdicha 
es la historia misma 
de la existencia humana. 
La lucha entre la guerra y la paz 
es la historia misma 
de la humanidad. 
Y el poder de la verdad y la justicia 
para lograr la eterna victoria 
yace en cada uno de nosotros.

Alguien sabio dijo, una vez: 

“¡Cuando no sepas qué rumbo escoger, 
elige el del mayor desafío!”. 
Las dificultades 
cultivan nuestra templanza. 
Los problemas nos motivan 
a ser más sabios. 
El dolor nos vuelve 
compasivos con los demás. 
Y así, los que más han sufrido 
pueden llegar a ser los más felices.

Las flores sonríen. 

La brisa murmura dulcemente, 
y la Luna vela por nuestro bien… 
La vibrante energía 
de un espíritu fuerte y auténtico 
conquista la amistad del universo 
y convierte a cualquiera en aliado.

¡Niños del mundo! 

El planeta es uno solo. 
Somos todos hermanos 
de una misma familia global: 
¡vivamos juntos, entonces, 
en paz y en armonía!

¡Vamos, 

avancemos hacia el mañana…! 
Estrechemos la mano de la persona 
que tenemos a nuestro lado. 
Mirémosla a los ojos 
y emprendamos juntos un diálogo franco. 
Cantemos al unísono 
un himno alborozado… 
Ese es el primer gran paso 
hacia la paz.

Construyamos una tierra de paz. 

Conectémonos con otros 
que también la ansían y la aman. 
La paz es la luz brillante 
que busca la humanidad. 
La paz es el camino seguro 
hacia una vida 
de dignidad 
y de humanismo genuino.

¡Paz! 

¡Paz! 
¡Aquí yace el cimiento 
de una dicha humana perdurable 
y el gozo de la auténtica 
victoria humana!"

Ikeda Daisaku



“Si el enemigo definitivo es la deshumanización, la solución definitiva debe ser la revitalización de la humanidad. La fuente para ello debe ser una filosofía del humanismo.”

Ikeda Daisaku




"Si los seres humanos siguen esclavizados por la codicia, la ignorancia y el egoísmo, si se odian y se siguen matando y si el espíritu de la humanidad se convierte en un negro tumor canceroso los hombres destruirán no sólo a los otros seres vivos sino incluso a la Naturaleza misma rompiendo así el lazo vital que nos une al Cosmos. Nuestro planeta quedará desértico y moribundo, y la humanidad se verá separada de sus raíces. Somos libres de elegir el camino que deseamos emprender y la capacidad de elegir lo correcto es innata en cada hombre. El dilema es saber cómo desarrollar la sabiduría potencial inherente a nuestra fuerza vital de manera que actúe a favor de la vida y de la creatividad en el universo. Así, si un ser humano es capaz de amar y confiar no podrá influir sobre otro y menos sobre la vida humana en su totalidad si la fuerza que lo motiva es débil. Por el contrario, si un individuo posee una fuerte motivación pero lo asalta la duda, la desconfianza y el antagonismo hacia los otros corre el riesgo de destruirse a sí mismo y, quizás, a la humanidad como un todo. La filosofía de la unidad entre la existencia subjetiva y el ambiente objetivo constituirá la gran filosofía práctica y salvadora de la humanidad cuando hayamos descubierto el modo de emplear nuestra fuerza vital para crear y hacer progresar la vida tanto a nivel humano como cósmico así como el modo de vivir en verdadera armonía con el Universo."

Ikeda Daisaku



"Todo se reduce a la esperanza."


Ikeda Daisaku

"Un compromiso con los derechos humanos no puede ser fomentada simplemente con la transmisión de conocimiento. La acción y experiencia juegan un rol crucial en el proceso de aprendizaje."



Ikeda Daisaku


"Una persona que, sin importar que tan desesperada está la situación, le da esperanza a otros, es un verdadero líder."




Ikeda Daisaku


"Una persona sinceramente feliz es aquella que ha hecho a otros felices."




Ikeda Daisaku




Viajero

"Viajero,

¿de dónde vienes?
¿Y a dónde vas?
La luna se ha escondido,
y el sol todavía no ha salido.
En la oscuridad que precede al amanecer
avanzo
en busca de luz.
Para dispersar las oscuras nubes de mi mente,
para buscar un gran árbol que la tormenta no derribó,

surjo de la tierra."


Ikeda Daisaku