“El herrero torna las tenazas, trabaja en las ascuas, le da forma con
los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre,
y le faltan las fuerzas; no bebe agua y se desmaya. El carpintero tiende la
regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el
compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo
en su casa. Corta cedros y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles
del bosque; planta pino que se críe con la lluvia. De él se sirve luego el
hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno
y cuece panes; hace además un dios, y lo adora: fabrica un ídolo y se arrodilla
delante de él. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne,
prepara un asado y se sacia: después se calienta y dice: ¡ah! me he calentado,
he visto el fuego; y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra
delante de él, lo adora y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú.
No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón
para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento
para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé
carne y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de
un tronco de árbol?”
Isaías 44:
12-19
"¡Hay de los que ponen malo por bueno, oscuridad
por luz, amargo por dulce!"
Isaías 5: 20
Mira,
yo no te olvido...
En las palmas
de mis manos
te tengo
tatuada.
Isaías 49,
15-16
"No recordéis lo de antaño, no penséis en lo
antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está
brotando ¿no lo notáis?"
Isaías
43: 18-19
"Porque todos aquellos que crean en el Señor verán sus fuerzas renovadas. Se elevarán con sus alas como águilas; correrán y no sentirán la fatiga; caminarán y no serán débiles."
Isaías