"Creo que debe ser pasada la medianoche, porque he cumplido mi primer sueño."

George Farquhar
Tomada del libro El fin del principio de Adam Frank, página 148


"¡El diablo posee a este hombre! Lucha, ama y bromea con el mismo hábito. Supongo que ésta es la cuerda que los pícaros trajeron para mí.
El destino de la picaresca. Una cuerda para someter al ahorcado. No es más que un hecho luctuoso y un tanto escandaloso, si así han de concluir mis aventuras y ser este lazo mi verdugo, pero espero que haya algo más en perspectiva.
[...]
No soy un dios sino un mísero necesitado que sólo dispone de una media y un escandaloso deseo de alcanzar fortuna, pero he sucumbido a la belleza de la mente y como fiel siervo antepongo vuestro interés al mío.
He soñado con un pobre marinero y con la imagen de un puerto que me daba una calurosa bienvenida para despertar luego envuelto en tormentas. Mejor rezar, pero, ¿quién eres?
Hermano para el hombre cuyo título usurpé, extraño a su honor y fortuna.
[...]
Una acción generosa se hace merecedora de otra. El honor de este caballero le obligó a no ocultarme nada. La justicia me compromete a su vez a no ocultarle nada. De modo que se ha convertido en aquél cuya personalidad pensaba falsificar, en el verdadero Señor Vizconde de Aimwell y le deseo un dichoso Señorío. El sacerdote puede marcharse y si a mí Señor le complacen las nupcias, éstas serán celebradas con todo boato ante la faz del mundo."

George Farquhar
La estratagema de los petimetres


“En toda liturgia no existe una oración contra los malos maridos.”

George Farquhar


"Lejos quedaron aquellos días en los que todo príncipe, barón o monasterio podían rodearse de gruesos muros que, si no eran totalmente inexpugnables, al menos eran capaces de forzar una considerable delación para el agresor. Atrás quedaron también aquellas fechas en las que las armas más eficaces y contundentes podían ser confeccionadas por el herrero del pueblo. En cambio, el progreso tecnológico asociado a la milicia derivó en una nueva situación bélica que demandaba la combinación de las finanzas, la burocracia y la tecnocracia.
[...]
Este hombre no es más que un hombre, el país puede prescindir de él, aunque el ejército idolatre estar a su lado; su naturaleza es la propia de un granadero. Su altura es de cinco pies y diez pulgadas. Boxearía o lucharía contra cualquier hombre del país o bailaría toda la noche en Chelshire. Cada sábado se emborracha y golpea a su mujer.
[...]
¿De qué me sirve conservar mis piernas y brazos si pierdo mi libertad? A causa de las heridas, habré de arrastrar la indeseada gota, despedirme de unos impuestos adecuados para mi subsistencia. Lo cierto es que mi libertad y la esperanza de llegar a ser general son bienes más anhelados por mí que un estipendio de 1.200 libras al año, pero por el amor renunciaría a mi libertad y por la belleza a mi ambición. Prefiero obedecer a comandar todo un ejército."

George Farquhar
El reclutador


"No hay nada tan escandaloso como los harapos, ni crimen más vergonzoso que la pobreza."

George Farquhar


"Tenemos la cabeza para ganar dinero y el corazón para gastarlo."

George Farquhar