“Es el más noble de los sentimientos
y es siempre el más humilde.
Crece al amparo del desinterés,
se nutre brindándose y
florece cada día con la comprensión.
Su sitio está junto al amor, y
únicamente los honrados pueden tener amigos,
porque a la amistad,
el más ligero de los cálculos le lesiona.
Como es un bien reservado a los elegidos,
resulta el sentimiento más
incomprendido y el peor interpretado.
No admite sombras ni dobleces,
rusticidades ni renunciamientos;
exige, en cambio, sacrificio y valor,
comprensión y verdad.
¡Verdad! sobre todas las cosas.”

H. E. Ratti