"Ahora siento verdadera curiosidad por saber quién es más fuerte: si yo o yo."

Johann Nestroy



"Georg (sintiéndose fortalecido tras las últimas palabras pronunciadas) regresa al palacio.
Titus. Sabes que puede ser muy desagradable.
Georg. No sólo será engorroso, desde luego.
Titus. Supongámoslo, ¿qué haríamos entonces?
Georg. Cada día es errabundo.
Titus. Olvido el derecho que me asiste.
Georg. Necesitamos ayuda.
Titus. ¿Por qué no pedirla, entonces?
Georg. (Llamando a la puerta del jardinero)¡Jardinero!
Jardinero. ¿Qué sucede?
Georg. (Abriendo la puerta) Necesitamos quedarnos aquí un tiempo.
El jardinero. (Desde el interior) ¡Muy bien!
Titus. (A Georg) Eres un hombre muy galante.
Georg. ¡Absolutamente no! En un cuarto de hora dispondremos de la ropa necesaria (se aleja del castillo)."

Johann Nestroy
El talismán



"Gigl. (Saliendo de casa). Infeliz, corres furioso hacia tu perdición.
Thekla. (Con miedo) ¿Quién eres?
Gigl. Todos caminamos pero sólo los más inteligentes perseveran. Ya es demasiado tarde para arrepentimientos.
Schnoferl (saliendo de la casa) Señorita Thekla, veo que los ánimos están muy caldeados y espero que pueda protegerme contra el primer ataque de furia.
Thekla. ¡Cielo santo!
La esposa de Erbsenstein. (A Thekla) Señorita, el recrudecimiento de la ira conlleva el ulterior arrepentimiento del corazón.
Thekla. (Besa la mano a la esposa de Erbsenstein) Señora.
Schnoferl. (Desconcertado) Gigl.
Gigl. (Igualmente sorprendido) Schnoferl.
La esposa de Erbsenstein. (A Thekla) Creo que puedo haber contribuido a hacerle daño. Permítame ahora ser el celoso guardián de su ser. (Se funden en un abrazo)
Schnoferl. (Aparte) La mujer es una estrella de primera magnitud, capaz de maquinar la más cruenta de las venganzas y ser ídolos en el bosque sagrado de los sentimientos.
La esposa de Erbsenstein. (Hablando a Thekla) ¿Por qué te esfuerzas?
Schnoferl. (Estupefacto) El amor es hermoso.
Gigl. Thekla, querida Thekla.
La mujer de Erbsenstein (A Thekla) ¡Adelante!
Thekla. Recuerdo las palabras de mi padre cuando regresó, con mortal palidez, en la aciaga noche y dijo estar perdido. Quizás no haya manera de escapar.
La esposa de Erbsenstein. ¡Pobre!
Schnoferl. ¿Acaso no soy una buena persona? Estoy convencido de que su padre es inocente.
La esposa de Erbsenstein. ¿Cómo demostrárselo al mundo?
Gigl. El inocente no necesita al mundo.
La esposa de Erbsenstein. Hablemos de nuevo al alba.
Gigl. Si el padre ha robado, ¿qué será de su hija?
Thekla. El señor Schnoferl me prometió desvelarme importantes descubrimientos hoy. "

Johann Nestroy
La chica de los suburbios



"(Klaus, Cecilia y Sigmund vienen) (Cecilia lleva un sombrero de paja color verde y oculta su cara con un velo)
Klaus. (A Cecilia) Estás temblando.
Sigmund. Teme la guerra.
Klaus. (A Cecilia) ¿Te preocupa que nos veamos obligados a luchar?
Sigmund. ¡No! Ella no teme a nada más que a su padre.
Klaus. Ahora mismo no hay nada cortés y decente que yo pueda hacer. Espero no despertarme solo por la noche.
Sigmund. (Silenciosamente cambia unas palabras con Cecilia)¿Me preguntas las razones de esta actitud?
Klaus. Debe haber una razón importante. El miedo es al fin y al cabo como un hechizo, la llave que abre la cerradura. (Saca un trozo de tiza de su bolsillo y escribe en la puerta de entrada)
Cecilia. (Aparte, a Sigmund) No tengo miedo a la muerte.
Sigmund. ¡Cálmate!
Klaus. (Escribiendo)La navidad nos pertenece."

Johann Nestroy
El remanso de la libertad



“La censura es la menor de dos hermanas ignominiosas: la mayor se llama inquisición.”

Johann Nestroy