Al besar sus labios

Al besar sus labios, (pues hallé tal gracia)
creí oler un jardín de dulces flores:
que delicados aromas esparcen en su torno
para que las damas de sus amantes la cámaras decoren.
Sus labios olían como los alhelíes,
sus mejillas frescas como rosas rojas
sus cejas de nieve como capullos de campánula
sus ojos amados como templados claveles.
Su regazo hermoso como un lecho de fresas,
su cuellos, como un ramo de aguileñas,
sus pechos, como azucenas ante de nacer las hojas,
sus pezones como jazmines jóvenes floridos
Tan fragantes flores dan los armónicos olores,
pero su dulce aroma a todas excedía.

Edmund Spencer


Con mi amor ausente, voy de un sitio a otro,
como el joven venado sin la cierva.
¿Dónde la vi por última ocasión?
Su imagen todavía está en mi mente.
Rastreo en todas partes sus pisadas,
visito los lugares donde estuvo;
pero en ningún rincón la puedo hallar,
aunque todo está lleno de sus pasos.
Así, cuando mis ojos fijo, inmóviles,
ellos se vuelven vagos hacia mí;
y cuando espero ver su claro cuerpo,
me hallo a mí mismo en fantasías vanas.
Luego, cesen mis ojos de buscarla;
así la miraré en mi pensamiento. 

Edmund Spencer



FELICES VOSOTRAS HOJAS, CUANDO ESAS MANOS DE LIRIO…

Felices vosotras hojas, cuando esas manos de lirio,
que sostienen mi vida con su poder de causar muerte,
os cojan y os ciñan con las bandas suaves del amor,
como a cautivos que ante el vencedor tiemblan.

Y felices versos, a los que con luz de estrellas,
esos ojos de lámpara a veces se dignen mirar
y leer las penas de mi espíritu angustiado,
escritas con lágrimas en el cerrado libro del corazón sangrante.

Y felices rimas bañadas en el sagrado arroyo,
del Helicón de donde brota,
cuando contemples esa bendita mirada de mi Ángel,
a mi alma largo tiempo le faltó alimento, a mi cielo júbilo.

Hojas, versos y rimas, buscan agradar tan sólo a ella,
pues si a ti te agradan, por nadie más cuidados tengo.

Edmund Spencer



“La mente es la que hace bueno o malo,
feliz o desdichado, rico o pobre.”

Edmund Spencer


"La función de educar es el proceso de preparar al hombre para una vida completa".

Edmund Spencer


“Sólo cuando el genio va del brazo de la ciencia, se pueden esperar los mejores resultados.”

Edmund Spencer



UN DÍA ESCRIBÍ SU NOMBRE ENTRE LA ARENA…

Un día escribí su nombre entre la arena,
pero vinieron las olas y se lo llevaron;
de nuevo lo escribí por vez segunda,
pero llegó la marea y de mis penas hizo presa.

—Hombre vano —ella me dijo—, que en vano pretendes
inmortalizar así a una mortal criatura,
porque yo misma como esta he de arruinarme
y también mi nombre de igual modo ha de borrarse.

—No será así —dije yo—, deja que cosas más bajas cuenten
con volverse polvo, pero tú por la fama has de vivir:
mis versos tus virtudes raras habrán de hacer eternas,
y en los cielos escribir tu nombre glorioso.

Allí donde la muerte somete a todo el mundo,
vivirá nuestro amor, y renovará vida futura.

Edmund Spencer