"Amando, se poseen todas las primaveras."

Juana de Ibarbourou


"Amémonos. La noche clara, aromosa y mística tiene no sé qué suave dulzura cabalística. Somos grandes y solos sobre el haz de los campos y se aman las luciérnagas entre nuestros cabellos, con estremecimientos breves como destellos de vagas esmeraldas y extraños crisolampos."

Juana de Ibarbourou


Amor

El amor es fragante como un ramo de rosas.
Amando, se poseen todas las primaveras.
Eros trae en su aljaba las flores olorosas
de todas las umbrías y todas las praderas.

Cuando viene a mi lecho trae aroma de esteros,
de salvajes corolas y tréboles jugosos.
¡Efluvios ardorosos de nidos de jilgueros,
ocultos en los gajos de los ceibos frondosos!

¡Toda mi joven carne se impregna de esa esencia!
Perfume de floridas y agrestes primaveras
queda en mi piel morena de ardiente transparencia

perfumes de retamas, de lirios y glicinas.
Amor llega a mi lecho cruzando largas eras
y unge mi piel de frescas esencias campesinas.

Juana de Ibarbourou



"Así, cuando yo muera, he de ser a tu lado una pequeña llama de dulzura infinita para tus largas noches de amante desolado."

Juana de Ibarbourou


"Cierva y can, astro y flor, agua viva que glisa a tus pies, mi alma es para ti, amor."

Juana de Ibarbourou


"Crecí para ti. Tálame. Mi acacia implora a tus manos su golpe de gracia."

Juana de Ibarbourou


"El amor es fragante como un ramo de rosas."

Juana de Ibarbourou


El fuerte lazo

Crecí
para ti.
Tálame. Mi acacia
implora a tus manos su golpe de gracia.

Florí
para ti.
Córtame. Mi lirio
al nacer dudaba ser flor o ser cirio.

Fluí
para ti.
Bébeme. El cristal
envidia lo claro de mi manantial.

Alas di
por ti.
Cázame. Falena,
rodeé tu llama de impaciencia llena.

Por ti sufriré.
¡Bendito sea el daño que tu amor me dé!
¡Bendita sea el hacha, bendita la red,
y loadas sean tijeras y sed!

Sangre del costado
manaré, mi amado.
¿Qué broche más bello, qué joya más grata,
que por ti una llaga color escarlata?

En vez de abalorios para mis cabellos
siete espinas largas hundiré entre ellos.
Y en vez de zarcillos pondré en mis orejas,
como dos rubíes, dos ascuas bermejas.

Me verás reír
viéndome sufrir.
Y tú llorarás.
Y entonces… ¡más mío que nunca serás!

Juana de Ibarbourou



"Espera, no te duermas. Esta noche somos acaso la raíz suprema de donde debe germinar mañana el tronco bello de una raza nueva."

Juana de Ibarbourou



"Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca y se vuelva mustia la corola fresca. Hoy, y no mañana. Oh amante, ¿no ves que la enredadera crecerá ciprés?"

Juana de Ibarbourou



La higuera

"Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.

En mi quinta hay cien árboles bellos,
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.

En las primaveras,
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.

Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se viste...

Por eso,
cada vez que yo paso a su lado,
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
«Es la higuera el más bello
de los árboles todos del huerto».

Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!

Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
¡Hoy a mí me dijeron hermosa!"

Juana de Ibarbourou

"La niñez es la etapa en que todos los hombres son creadores."

Juana de Ibarbourou



"Llueve, llueve, llueve, y voy, senda adelante, con el alma ligera y la cara radiante, sin sentir, sin soñar, llena de la voluptuosidad de no pensar."

Juana de Ibarbourou



"Lo quiero con la sangre, con el hueso, con el ojo que mira y el aliento, con la frente que inclina el pensamiento, con este corazón caliente y preso, y con el sueño fatalmente obseso de este amor que me copa el sentimiento."

Juana de Ibarbourou



"¿Me amarás? Murmuraste. Lenta y grave vibró en mis labios la promesa suave de la dulce, la amable moabita. Y fue como un ¡amén! En ese instante el toque de oración que alzó vibrante la rítmica campana de la ermita."

Juana de Ibarbourou


"Me verás reír viéndome sufrir. Y tú llorarás. Y entonces... ¡más mío que nunca serás!"

Juana de Ibarbourou


Melancolía

La sutil hilandera teje su encaje oscuro
con ansiedad extraña, con paciencia amorosa.
¡Qué prodigio si fuera hecho de lino puro
y fuera, en vez de negra la araña, color rosa!

En un rincón del huerto aromoso y sombrío
la velluda hilandera teje su tela leve.
En ella sus diamantes suspenderá el rocío
y la amarán la luna, el alba, el sol, la nieve.

Amiga araña: hilo cual tú mi velo de oro
y en medio del silencio mis joyas elaboro.
Nos une, pues, la angustia de un idéntico afán.

Mas pagan tu desvelo la luna y el rocío.
¡Dios sabe, amiga araña, qué hallaré por el mío!
¡Dios sabe, amiga araña, qué premio me darán!

Juana de Ibarbourou



"¡Mentira! No tengo ni dudas, ni celos, ni inquietud, ni angustias, ni penas, ni anhelos. Si brilla en mis ojos la humedad del llanto, es por el esfuerzo de reírme tanto..."

Juana de Ibarbourou


"Mi casa tan lejos del mar
Mi vida tan lenta y cansada.
¡Quién me diera tenderme a soñar
una noche de luna en la playa!

Morder musgos rojizos y ácidos
y tener por fresquísima almohada
un montón de esos curvos guijarros
que ha pulido la sal de las aguas.

Dar el cuerpo a los vientos sin nombre
bajo el arco del cielo profundo
y ser toda una noche, silencio,
en el hueco ruidoso del mundo."



Juana de Ibarbourou





"Mi vida es de tu vida tributaria, ya te parezca tumulto, o solitaria, como una sola flor desesperada."

Juana de Ibarbourou


"No acaricies mis senos. Son de greda los senos que te empeñas en ver como lirios morenos."

Juana de Ibarbourou



"¡No pretendas ahora que ría! ¡Tú no sabes en qué hondos recuerdos estoy abstraída!"

Juana de Ibarbourou


Noche de lluvia

Llueve... espera, no duermas.
Estate atento a lo que dice el viento,
y a lo que dice el agua que golpea
con sus dedos menudos en los vidrios.
Todo mi corazón se vuelve oídos
para escuchar a la hechizada hermana
que ha dormido en el cielo,
que ha visto el sol de cerca,
y baja ahora elástica y alegre de la mano del viento,
igual que una viajera que torna
de un país de maravilla.
Cómo estará de alegre el trigo, amante.
Con qué avidez se esponjará la hierba,
cuántos diamantes colgarán ahora
del ramaje profundo de los pinos.
Espera, no te duermas.
Escuchemos el ritmo de la lluvia.
Apoya entre mis senos tu frente taciturna.

Juana de Ibarbourou


"¡Oh, déjame que guste el dulzor del momento fugitivo e inquieto! ¡Oh, deja que la rosa desnuda de mi boca se te oprima a los labios!"

Juana de Ibarbourou


"Porque ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece."

Juana de Ibarbourou



"Que no sienten vergüenza del sexo sin celajes y a quienes nadie osara fabricarles ropajes."

Juana de Ibarbourou



"¿Qué perfume usas? Y riendo le dije: ¡Ninguno, ninguno! Te amo y soy joven, huelo a primavera..."

Juana de Ibarbourou



"Tengo sed otra vez, amado mío. Dame tu beso fresco tal como una piedrezuela del río."


Juana de Ibarbourou




"Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.

Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.

Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.

Ahora, que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.

Ahora que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida aprisa.

Después... ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.

¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!

Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.

Hoy, y no mañana. Oh amante, ¿No ves
que la enredadera crecerá ciprés?"

Juana de Ibarbourou



"Tu beso fue en mis labios de un dulzor refrescante. Sensación de agua viva y moras negras me dio tu boca amante."

Juana de Ibarbourou




"Y te di la miel, del panal moreno que finge mi piel."

Juana de Ibarbourou