"A Carla le gustaba ser enfermera, aunque seguía sintiéndose frustrada porque no le hubiesen permitido estudiar para ser médico. Con tantos jóvenes en el ejército, la actitud para con las estudiantes de medicina había cambiado y cada vez había más mujeres en la facultad de medicina. Carla podía haber vuelto a solicitar la beca, pero su familia era tan extremadamente pobre que dependía incluso de sus magros ingresos. Su padre no tenía trabajo, su madre daba clases de piano y Erik enviaba a casa cuanto podía de la asignación que recibía del ejército. La familia llevaba años sin pagar a Ada.
Ada era estoica por naturaleza, y para cuando llegaron a casa empezaba ya a superar el disgusto. Fue a la cocina, se puso el delantal y empezó a preparar la cena; la cómoda rutina pareció consolarla.
Carla no cenaría en casa. Había quedado. Tenía la sensación de estar abandonando a Ada en un momento triste para ella, y se sentía algo culpable, pero no lo bastante para sacrificar sus planes.
Se puso un vestido de tenis que le llegaba por las rodillas y que había confeccionado cortando el dobladillo deshilachado de un vestido viejo de su madre. No iba a jugar al tenis, sino a bailar, y su intención era parecer norteamericana. Se pintó los labios, se maquilló y se cepilló el pelo desafiando la preferencia del gobierno por las trenzas.
El espejo le devolvió la imagen de una chica moderna, guapa y con aire retador. Sabía que su confianza en sí misma y su templanza ahuyentaban a muchos chicos. A veces deseaba ser seductora, además de competente, algo que su madre siempre había conseguido sin esfuerzo, pero ella no era así. Hacía mucho tiempo que había dejado de intentar ser cautivadora; solo le hacía sentirse tonta. Los chicos tenían que aceptarla como era.
A algunos los asustaba, pero a otros los atraía, y en las fiestas solía acabar rodeada de varios admiradores. A ella le gustaban los chicos, especialmente cuando dejaban de intentar impresionar a la gente y empezaban a hablar con normalidad. Sus predilectos eran los que la hacían reír. Hasta el momento no había tenido ningún novio formal, aunque había besado a unos cuantos.
Acabó de vestirse con una chaqueta deportiva de rayas que había comprado en un puesto ambulante de ropa de segunda mano. Sabía que a sus padres no les gustaría su aspecto y que intentarían obligarla a cambiarse con el argumento de que era peligroso cuestionar los prejuicios nazis, así que tenía que salir de la casa sin que la vieran. Sería fácil. Su madre estaba dando una clase de piano; Carla oía las vacilantes notas de su alumno. Su padre estaría leyendo el periódico en la misma sala, pues no podían permitirse caldear más de una estancia. Erik siempre estaba fuera, con el ejército, aunque en ese momento estaba destinado cerca de Berlín y pronto volvería de permiso."

Ken Follett
El invierno del mundo


 “Cuando me documentaba para mi anterior novela, ‘La caída de los gigantes’ me impactó darme cuenta de que la Primera Guerra Mundial fue una guerra que nadie quería. Ningún líder europeo de ninguno de los dos bandos tenía intención de que sucediera. El espantoso pensamiento que se me ocurrió fue: ¿podría volver a ocurrir. De esas “decisiones ingenuas que pueden llevar a una conclusión terrorífica” surgió ‘Nunca’."

Ken Follett


“El mundo se ha convertido en un lugar muy peligroso.”

Ken Follett


“El Nacionalismo y el populismo es bastante agresivo y belicoso. Los nacionalistas y populistas son los que siempre dicen: “Debemos luchar, debemos ser fuertes, no debemos aceptar ningún insulto ni ataque, no nos bajamos de un enfrentamiento”. Es esa gente que siempre quiere pelear. Lo hacen porque no se quieren ver débiles. Brexit era así, decían: ¿Por qué debemos hacer lo que nos dicen Bruselas? La respuesta es que es beneficioso, pero ellos no entienden eso.”

Ken Follett


"En la novela popular, en general, y en el suspense en especial, lo más importante es que la historia no deje nunca de moverse, de cambiar. Cada pocas páginas debe ocurrir algo, un giro grande o pequeño, que cambie el problema al que se enfrentan los personajes. Algunos de esos giros pueden estar dentro de las expectativas, pueden ser anhelados o temidos por los lectores. Otros deberían ser completamente sorprendentes. Lo importante es que la sensación de suspense no se devalúe hasta la última página."

Ken Follett



“La idea de Europa es muy sólida. Europa ha hecho que todos seamos más ricos. Ahora es muy improbable que haya una guerra entre europeos. Es impensable y es gracias a la Unión Europea. Estamos tan contentos vendiéndonos unos a los otros las cosas que fabricamos que sería de locos meternos en una guerra.”

Ken Follett

“La ficción tiene que ser bastante lógica, porque si no, los lectores deben decir que eso es imposible que pase. Hay milagros, sorpresas, terremotos, meteoritos que caen del cielo. No puedes hacer nada de eso en una novela. Todo tiene que ser razonable y creíble.”

Ken Follett


"La vida se estaba moviendo demasiado deprisa para que él pudiera asimilar todos los cambios. Era como encontrarse montado sobre un caballo desbocado. Todo ocurría con tanta rapidez que no se tenía tiempo para reaccionar ante los acontecimientos, y todo cuanto podía hacer era resistir a pie firme e intentar conservar la cordura."

Ken Follett
Los Pilares de la Tierra


"¿Para qué sirve la cultura? ¿Por qué leemos novelas, por qué escuchamos música, por qué vamos a los museos a ver inturas y a los teatros? ¡Por el placer! De hecho, la cultura está condenada cuando se convierte en una obligación aburrida. No me cabe duda de que la principal función de una novela es proporcionar placer. Todo lo demás, ilustrarnos sobre el pasado, ilustrarnos, ampliar nuestras mentes... Todo eso está bien, pero es el bonus."

Ken Follett


"Se dice siempre que el buen villano de una novela debe tener algunas cualidades que lo rediman y lo salven. La verdad es que estoy bastante en desacuerdo con esa idea."

Ken Follett


"Siempre tuve mucho interés por la ciencia. En la universidad escribí mi tesis doctoral sobre las revoluciones científicas. Las personas creativas imaginamos nuevos mundos. Pero son los científicos los que de verdad crean mundos nuevos, así que son una referencia muy buena para los novelistas. Una de las claves que hay que tener en cuenta cuando se escribe ficción, cuando se trabaja con la imaginación, es no perder la relación con la realidad. De hecho, cuanto más fantástica es una historia, más importante es que haya una verosimilitud al presentar los hechos."

Ken Follett





 “Sigo sin comprender por qué la gente vota a líderes que lo que hacen es acercarse más al fascismo. Me deja patidifuso.”

Ken Follett


 “Soy un demócrata y creo en la libertad. La mayoría de mis libros se tratan de personas peleando por obtener la libertad. La era de la eternidad era sobre los derechos civiles en los 60. He escrito mucho sobre esto. Es fácil distinguir mis ideas, donde simpatizo, y siempre es con la libertad. Los jóvenes dicen que no vale la pena involucrarse en política, porque nada se puede cambiar. Eso es un error. Por ejemplo, el voto para las mujeres. Por mucho tiempo la idea de que las mujeres votaran se consideraba una tontera, pero las mujeres lucharon por muchos años y ganaron. Ahora, en la mayoría de los países democráticos, las mujeres pueden votar. Creo que los gobiernos tratan de quitarle a la gente el derecho a decidir, pero al final la gente siempre gana.”

Ken Follett