“Las almas de segunda categoría, incapaces de amar a Dios directamente, o sea, de hallar la verdad, crear belleza o hacer el bien por sí mismas, creen que la solución consiste en amar a alguien en quien luzca un reflejo de la verdad, la belleza o el bien. La mayoría de hombres necesita un culto en dos etapas. La muchedumbre de los adoradores quiere un intermediario entre ellos y Dios.” 

Jules Renan