"No quiero ser un hombre común. Tengo derecho a ser excepcional si es que puedo serlo. Busco la oportunidad, no la seguridad. No me someteré a la humillación de que el estado me mantenga. Quiero correr el riesgo deliberadamente: soñar y construir, fracasar y tener éxito. Me niego a canjear mi iniciativa por una pensión. Prefiero los riesgos de la vida a la existencia garantizada, las emociones de la realización a la calma chicha de la utopía. No venderé mi libertad por una pitanza ni mi dignidad por un plato de lentejas. Mi patrimonio es el derecho de pensar y actuar por mí mismo, de gozar de los beneficios de mi obra. Todo esto es lo que significa ser hombre."

Dean Alfange