El lebrel del cielo

"Le huía noche y día
a través de los arcos de los años,
y le huía a porfía
por entre los tortuosos aledaños
de mi alma, y me cubría
con la niebla del llanto
o con la carcajada, como un manto.

He escalado esperanzas,
me he hundido en el abismo deleznable,
para huir de los Pasos que me alcanzan:
persecución sin prisa, imperturbable,
inminencia prevista y sin contraste.
Los oigo resonar... y aún más fuerte
una Voz que me advierte:
-"Todo te deja, porque me dejaste".

Golpeaba las ventanas
que ofrecen al proscrito sus encantos
y temblando de espanto
pensaba que el Amor que me persigue,
si al final me consigue,
no dejará brillar más que su llama;
y si alguna ventana se entreabría,
el soplo de su acceso la cerraba.
El miedo no alcanzaba
a huir cuanto el Amor me perseguía.

Me evadí de este mundo;
violé la puerta de oro de los cielos,
pidiendo amparo a sus sonoros velos,
y arranqué notas dulces y un profundo
rumor de plata al astro plateado.
Al alba dije "Ven”; "ven", a la tarde,
"escondedme de aqueste Enamorado
de miedo que me aguarde".
Tenté a sus servidores,
y sólo hallé traición en su constancia.
Para Él la fe; de mí perseguidores
con falsa rectitud y leal falacia.

Pedí volar a todo lo ligero,
asiéndome a las crines del pampero,
y aunque se deslizaba
por la azul lejanía,
y el trueno hacía resonar su carro,
y zapateaba el rayo,
el miedo no alcanzaba
a huir cuanto el Amor me perseguía.
Persecución sin prisa, imperturbable,
majestuosa inminencia. En las veredas
dejan los Pasos que la Voz me hable:
- "Nada te hospedará si no me hospedas"

Ya no busco mi sueño interrogando
un rostro de hombre o de mujer, mas quedan
los ojos de los niños esperando:
hay algo en ellos para mí de veras.
Y cuando mi ansiedad se prometía
el dulce despertar de una respuesta,
los ángeles venían
y los llevaban por la senda opuesta.
"Venid (clamaba), dadme la frescura
de la Naturaleza
que guardan vuestros labios de pureza;
dejadme juguetear en las alturas;
habitar el palacio
azul de vuestra Madre, cuyas trenzas
vagan por el espacio,
y beber como un llanto de ambrosía
el rocío del día."

Y al fin lo conseguí: fui recibido
En su dulce amistad, y abrí el sentido
de los matices de la faz del cielo,
de la nube naciente entre los velos
de la espuma del mar. Nací con ella
para morir con todo lo escondido.
Me conformé a sus huellas.
Supe caer cuando la tarde cae
al encender sus lámparas de duelo,
y reír con la aurora de ojos suaves,
y llorar con la lluvia de los cielos,
y hacer mi corazón del sol gemelo.

Pero ¡qué inútilmente!
Imposible entender lo que otro siente.
Las cosas hablan un lenguaje arcano,
incomprensible; es un silencio vano
para mi inteligencia. Aunque pudiera
prenderme de sus pechos como un niño,
seguiría mi sed de otro cariño.
Y noche a noche afuera
oigo los Pasos que me dan alcance
con medida carrera,
deliberado avance,
majestad inminente,
que deja oír la Voz de la otra parte:
- "Nada podrá llegar a contentarte
mientras no me contentes."

Espero el golpe de tu amor, inerme.
Pieza a pieza rompiste mi armadura.
De rodillas estoy, y dudo al verme
despierto y despojado.
La fuerza juvenil de mi locura
sacudió las columnas de las horas,
y mi vida es un templo desplomado;
montón de años, multitud de escombros
el ayer y el ahora.
Los sueños mismos se han evaporado,
y mis días son polvo.
Las fantasías con que ataba el mundo
me abandonan : son cuerdas muy delgadas
para alzar una tierra recargada
por el dolor profundo.
¡ Ay! que tu amor es hierba de dolores
que sólo deja florecer sus flores.
¡Oh imaginero eterno, es suficiente!
Tú quemas el carbón con que dibujas.
Mi juventud es fuga de burbujas;
mi corazón la fuente
quebrada,
donde no queda nada
del llanto de mi mente.

¡Sea! mas ¿qué amargura
si la pulpa es amarga, me deparan
las heces? Lo vislumbro en la fisura
del telón de las nubes que rasgara_
el sonar de las trompas celestiales.
Aun sin poder reconocer sus reales,
su púrpura, su cetro, su guarida,
le conozco y le entiendo. Se apresura;
quiere mi corazón, quiere mi vida,
quiere mi podredumbre,
quiere mi oscuridad para su lumbre.

Ya la persecución está lograda.
Y la Voz como un mar en torno fluye:
-¿Crees que la tierra gime destrozada?
Todo te huye, porque tú me huyes.

¡Extraña, fútil cosa, miserable!
dime, ¿cómo podrías ser amada?;
¿no he hecho ya demasiado de tu nada
para hacerte sin mérito, aceptable?
Pizca de barro, ¿acaso tú no sabes
cuán poco amor te cabe?
¿Quién hallarás que te ame? Solamente
yo, que cuanto te pido te he quitado,
para que me lo pidas de prestado
y lo dé misericordiosamente.

Lo que tú crees perdido está en mi casa
levántate, toma mi mano y pasa.
Los Pasos se han quedado junto al vano.
Acaso ¡oh tú, tiniebla que me ofusca
seas sólo la sombra de Su mano!
-"Oh loco, ciego, enfermo que te abrasas,
pues buscas el amor, a mí me buscas,

y lo rechazas cuando me rechazas."

Francis Thompson


En Ninguna Tierra Extraña

"Si el pez no emprende vuelo para hallar su elemento
ni el águila naufraga para el aire encontrar.
¿por qué entonces pedimos al móvil firmamento
nos diga si Tu aliento cubre su inmensidad?

No es donde se oscurecen los remotos sistemas
ni donde Te supone nuestra imaginación. . .
dentro de nuestras almas cerradas y blasfemas
se oye el rumor pausado de Tus alas, Señor.

nos diga si Tu aliento cubre su inmensidad?"

Francis Thompson


"Nada comienza, ni nada termina
que no se pague con gemidos.
Porque nacemos en el dolor de otro
y perecemos en pura soledad."

Francis Thompson



"No sólo del Hombre cíclico
Disciernes aquí el plan,
No sólo del Hombre cíclico, sino del Yo cíclico,
No solamente de Mortalidades aparece
De los grandes años el reflejo,
Sino del año de tu propio seno, que describe aún
Círculos cada vez más amplios
Hacia la remota conclusión, por cuyo intermedio,
Coronado, el no consumado amor
Cantará en su propia pira funeraria."

Francis Thompson



Obsesión celestial


"Lo abandoné en la noche y en el día;
Lo abandoné en el arco de los años;
Lo abandoné en el ciego laberinto
de mi propia memoria; y en medio de las lágrimas,
y detrás de las risas me escondía.

Esperanzas fugaces vislumbré de lo alto;
pero rápidamente me vi precipitado
a las sombras siniestras,
a las profundidades abismales
para huir de esos Pies
que todas mis jornadas perseguían.

Y aquí su descripción de Dios:

Pero en persecución lenta y tranquila,
con paso imperturbable, majestuoso,
caminaban los Pies, siempre constantes.
Y una Voz, más constante todavía
que los serenos Pies, me repetía.
“Todo a ti te traiciona, porque Me traicionaste".

De aquí pasaré a:

“Nada quiere albergarte, porque tú no Me albergas;
 todo de ti se evade, porque tú no Me llevas".

Y la descripción de nuestra vida:

En la loca aventura de juveniles fuerzas
sacudí las columnas de mis horas más bellas
y entre mi propia vida me sepulté;
sangrante y mancillado
emerjo de las ruinas de mis años perdidos;
en los escombros yace mi juventud doliente;
y mis días crujientes, en humo evaporados
se esparcen y se rompen, Como el sol en un río.

La incesante búsqueda se aproxima al final:

Esa Voz me rodea como un mar tempestuoso.

Y la voz dice, en conclusión:

“¿Está la tierra acaso fragmentada,
 sin piedra sobre piedra, destrozada?
¡Todas las cosas huyen de tu alcance
porque de Mí te fuiste! Vil quimera;
acción inútil, vana, lastimera.
¡No encontrarás quién quiera prodigarte
un amor que mitigue tus faenas!
¡El vacío será tu recompensa!”.
"Para lograr amor es necesario
algo que tú nos has hecho: merecerlo.
Barro humano. De todo lo creado
la más fútil arcilla. ¿No sabíasque
no has ganado méritos eternos?
¿De quién esperarás amor sincero?
Sólo de Mi; tan sólo Yo lo entrego”.

Y lo siguiente, que nos trae consuelo:

"Todo te lo quité, no para herirte
sino porque en Mis brazos lo buscaras.
Todo lo que creíste
perdido entre tus sueños infantiles,
lo tengo en Mis moradas.
Levántate. Mi mano te sostiene.
¡Ven a mi casa!".

La respuesta del alcohólico (y del no alcohólico) es:

A mi lado resuena Su pisada;
¿es acaso mi sombra,la sombra
de Su mano protectoraque
se extiende cuidando mi jornada?

Y la respuesta de Dios:

"Ven, tú, el más amado,
el más débil, el más acongojado.
No busques más: ¡Yo soy El que buscabas!


No busques más: ¡Yo soy El que buscabas!"


Francis Thompson




"Por la voluntad inmortal,
unidas están todas las cosas,
cercanas o lejanas,
aparentes u ocultas.la tengo
No puedes arrancar un capullo
sin perturbar a una estrella."

Francis Thompson


“Sois vosotros, son vuestras caras extrañadas que pasan junto a las maravillas sin darse cuenta.”

Francis Thompson


"Solo te sentirás bendito
Cuando Dios te obligue
A ser libre
Y sus alas te cubran."


Francis Thompson



“Todas las cosas por un poder inmortal cerca o lejos ocultamente están unidas entre si, de tal modo que no puedes agitar una flor sin trastornar una estrella.” 



Francis Thompson