"Como Simone de Beauvoir, pienso que la libertad se conjuga en singular, y tengo la sensación de que la mayoría de los movimientos feministas tienden a agrupar a todas las mujeres sin distinción, en vez de apostar por la singularidad de cada una de ellas."

Julia Kristeva



"Creo que uno de los rasgos más significativos de nuestra civilización es que ha intentado imaginar al individuo desde la relación de amor, cara a cara con el otro."

Julia Kristeva



"Cuando un paciente va al psicoanalista, surge lo que Freud denomina la transferencia: una reproducción de viejas situaciones de amor. Gracias a este proceso, el individuo pone sus cartas sobre la mesa, lo que, por así decirlo, le permitirá renacer: como alguien más abierto y con más posibilidades."

Julia Kristeva




"El amor es el cenit de la subjetividad."

Julia Kristeva



"El exilio es el asesinato de la lengua materna."

Julia Kristeva





"El individualismo occidental es también un valor importante que se puede capitalizar positivamente, y mientras nosotros nos lamentamos por nuestros excesos individualistas, los japoneses, por ejemplo, se sienten disminuidos por su falta."

Julia Kristeva



"El joven moderno necesita ideales y, en una sociedad en crisis, no sólo europea, sino mundial, nadie se los propone. Porque los ideales han desaparecido. No es como en nuestra generación, cuando teníamos la suerte o la desgracia de creer en el Che Guevara o en un futuro mejor. Los jóvenes actuales no tienen ese simulacro de religión que eran las ideologías. Ante esa ausencia, se encuentran tironeados entre carnadas tóxicas como la droga o el vandalismo, enfermedades psicosomáticas o la tentación religiosa, que provoca el espejismo de una solución."

Julia Kristeva



"El texto poético es producido en el movimiento complejo de una afirmación y de una negación simultánea de otro texto."

Julia Kristeva



"En el amor se apela al hombre en su ser más primitivo, a sus cimientos más profundos y al mismo tiempo a su ideal. Nos enamoramos de alguien porque esa persona responde a nuestra necesidad narcisista, a algo primitivo que ya habitaba en nuestra infancia, algo anterior al lenguaje. Al mismo tiempo, esa otra persona responde al más ambicioso de nuestros proyectos, a nuestros ideales, a lo más sublime. El amor se sitúa siempre entre estos dos polos. Por ello, todo nuestro ser puede realizarse a través de él. Si estamos enamorados, nos encontramos en una situación de receptividad, de creatividad."

Julia Kristeva



"En la transferencia el analista pone en juego la disolución de su propio saber tal como el paciente lo presupone, y tal como él mismo lo introdujo en una determinada cura. Cada nuevo análisis modifica -o debería modificar- por lo menos algunas de las convicciones que el analista tenía sobre la dinámica del psiquismo antes de escuchar al analizando que viene a confiarle su palabra. Al final de la cura, el análisis conduce al destronamiento de la persona del analista por la disolución del vínculo transferencial."

Julia Kristeva




"Escribir sobre la melancolía solo tendría sentido para aquellos a quienes la melancolía satura o si el escrito viniera de la melancolía. Trato de hablarles de un agobio de tristeza, de un dolor intransmisible que nos absorbe a veces, y a menudo, perdurablemente, al punto de hacernos perder el gusto por toda palabra, por todo acto, el gusto mismo por la vida."

Julia Kristeva



"Finalmente, el viaje hacia los orígenes es más importante que los orígenes mismos."

Julia Kristeva





"(...) Hemos enterrado el amor en lo inconfesable, en aras del placer, del deseo, cuando no de la revolución, la evolución, la ordenación, la gestión, en una palabra, en aras de la Política. Antes de descubrir bajo los escombros de estas construcciones ideológicas pero ambiciosas, a menudo exorbitantes, a veces generosas, que eran intentos desmesurados o tímidos destinados a saciar una sed de amor."

Julia Kristeva



"La experiencia amorosa une indisolublemente lo simbólico (lo prohibido, discernible, pensable), lo imaginario (lo que el Yo representa para sustentarse y agrandarse) y lo real (ese imposible donde los afectos aspiran a todo y donde no hay nadie que tenga en cuenta el hecho de que yo no soy más que una parte)."

Julia Kristeva



"(...) La experiencia analítica saca a la superficie la libido subyacente a las demandas o a las aspiraciones en apariencia más humildes o más purificadas. La sexualidad previamente reprimida, que comprende también la pulsión de muerte, demuestra ser el modo carnal entre la circulación bioenergética y sus inscripciones neurológicas (el "mapa neuronal" imaginado por los científicos) y las inscripciones y representaciones psíquicas."

Julia Kristeva






"La novela es un género dialógico, como lo escribió Mijail Bajtine. En otras palabras, establece un diálogo con los géneros anteriores, como los escritos de los trovadores o la cultura del carnaval."

Julia Kristeva



"La sexualidad, así comprendida como trama indisoluble de excitabilidad y de significancia en la relación de un sistema abierto con otro, de un ser vivo parlante con otro ser vivo parlante, no se resume sin embargo en el erotismo de las novelas rosas o las revistas pornográficas. El análisis va a hablar de una sexualidad infantil, pero de modo aun más paradójico, va a perseguir las huellas de la libido precisamente allí donde el llamado erótico al otro está enmudecido: en el narcisismo."

Julia Kristeva





"¿Pero la función del analista no es acaso la de escuchar todas las demandas, no para responderlas -es cierto- pero sí para desplazarlas, esclarecerlas, disolverlas?"

Julia Kristeva



"Por lo tanto, insisto en que la función del analista es la de despertar lo imaginario y de posibilitar la existencia del mundo de las ilusiones."

Julia Kristeva
Al comienzo era el amor. Psicoanálisis y fe, pág. 16



"Quien no está enamorado ni se psicoanaliza, está muerto"
Julia Kristeva
Entrervista en el suplemento del periódico El País 



"Se comprende entonces que, si el objetivo de la identificación proyectiva es desprenderse de la parte indeseable del self—amenazante porque la ha desintegrado la pulsión de muerte, y esto en beneficio de una inversión de las identidades—, lleva a destruir el objeto, a vaciarlo para poseerlo. Pero cuando la identificación proyectiva pone en el otro las partes buenas del yo frágil para protegerlas, puede conducir a una idealización del objeto que, por su carácter excesivo, lleva a su vez a la desvalorización del yo. En ambos casos, la identificación proyectiva rige a una estructura narcisista, puesto que el objeto es internalizado y privado de sus cualidades propias externas, mientras la identidad se asegura con el apuntalamiento del otro. En este sentido, la “estructura narcisista” según Melanie Klein se basa en ese reflujo del objeto en el self, lo que empobrece al yo, lo hace incapaz de amor y transferencia, lo reduce a la condición de “simple cáscara que alberga a sus objetos internos”. La estructura narcisista se diferencia entonces de los “estados narcisistas”, que son estados de identificación con un objeto ideal interno, y recordaría el autoerotismo de Freud. Si la escisión original es el primer paso en la diferenciación, la identificación proyectiva es el primer paso de la conexión con el mundo exterior. Esta etapa puede ser dolorosa e insatisfactoria si fracasa como defensa, pero si se instala como proyección de un yo frágil, se eterniza como estructura psicótica.
Estos múltiples valores de la identificación proyectiva hacen de ella una noción de doble empleo. Por una parte, describe los estados patológicos, en especial la psicosis maníaco-depresiva, o el delirio somático. Pero, por otro lado, el juego perpetuo de la proyección-introyección constituye lo que Florence Guignard denomina “una respiración psíquica”, a tal punto este campo es normal, e incluso universal. Como dice esta autora, sólo la problemática del duelo y de las identificaciones edípicas logradas se sustrae a la influencia de la identificación proyectiva. De hecho, la hipótesis kleiniana de una identificación proyectiva en el lactante es indemostrable, salvo si se admite con Bion, que toda vida psíquica se origina gracias a la ayuda de otra vida psíquica, la cual utiliza su identificación proyectiva para “ensoñar” la existencia de un psiquismo en el recién nacido. Llevando este razonamiento al extremo, se dirá que, en suma, la identificación proyectiva de la madre (y del analista) confirma la normalidad (o la anormalidad) de la identificación proyectiva como campo universal estimulador del psiquismo; desde luego, los síntomas psicóticos, por otra parte, endurecen su lógica, para convertir ese campo en un generador de síntomas."

Julia Kristeva
El genio femenino. La vida, la locura, las palabras



"Ser psicoanalista es saber que todas las historias terminan hablando de amor."

Julia Kristeva



"Sólo conocemos al otro cuando lo amamos."

Julia Kristeva





"Sólo somos personas cuando nos situamos frente a otro, nunca de forma aislada. Lo que nos convierte en personas es el vínculo con el otro, la relación de amor."

Julia Kristeva



"Somos humanos precisamente porque somos capaces de idealizar. Es eso lo que nos permite hablar. Si no amamos a nadie, no hablamos. La relación de amor es la condición de nuestra capacidad para el habla. Si se niega esto, se destruye no sólo a las personas, sino también la posibilidad humana, su condición de hablante."

Julia Kristeva



"Soy una ciudadana europea, de origen búlgaro, de nacionalidad francesa, que se considera una intelectual cosmopolita."

Julia Kristeva


"Todo texto se construye como un mosaico de citas, todo texto es absorción y transformación de otro texto."

Julia Kristeva


"Venido de la sombría y calurosa tierra de España (El burlador de Sevilla de Tirso de Molina data de 1630), atraviesa la ligereza del aire y de la voz italiana (Convitato di pietra de Cicognini, 1650) y dirige a las mujeres y al cielo (como debe ser en la dulce Francia: Don Juan de Molière, 1665) guiños tan irónicos como fascinados: don Juan seductor, malvado, ridículo, irresistible, es sin duda la figura más perfectamente ambigua -la más perfecta- que nos haya legado la leyenda occidental a propósito de la sexualidad masculina. Ha habido que esperar hasta Mozart, que en 1787 crea en Praga su ópera bufa Don Juan, para que la temible seducción del noble español se libere de la condena moral que la ha acompañado, probablemente desde su nacimiento, en la calurienta imaginación de los oscuros precursores de Tirso de Molina, y encuentre en la música el lenguaje directo del erotismo amoral. Puede entonces resonar en el mundo entero como un himno a la libertad. "Pèntiti, scellerato. / No, vecchio infatuato! / Péntiti. / No. / Si. / No."
Sin embargo aquí no nos interesa el alcance social y político de don Juan, que anuncia la Revolución francesa. ¿No es su ateísmo una posible consecuencia de su erotismo? Más intrínsecamente pertinente para nuestro tema es la posición de Kierkegaard, que aclara la musicalidad esencial de este erotismo: la "genialidad eroticosensual" procedente (según el filósofo danés) del cristianismo es esta "abstracción" suprema que sólo puede expresarse por medio de la música."

Julia Kristeva
Historias de amor



"Vértigo de identidad, vértigo de palabras: el amor es, a escala individual, esa súbita revolución, ese cataclismo irremediable del que no se habla mas que después."

Julia Kristeva
Fragmento de Historias de amor