A galopar

Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.

¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
A corazón suenan, resuenan, resuenan,
las tierras de España, en las herraduras.

Galopa, jinete del pueblo
caballo de espuma
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo
que la tierra es tuya.

¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

Rafael Alberti


A la acuarela

"A ti, límpida, inmaculada, expandida, 
jubilosa, mojada, transparente. 
Para el papel, su abrevadora fuente, 
agua primavera, lluvia florida.

A ti, instantánea rosa sumergida, 
líquido espejo de mirar corriente. 
Para el pincel, su caballera ardiente, 
fresca y mitigadora luz bebida.

A ti, ninfa de acequias y atanores, 
alivio de la sed de los colores, 
alma ligera, cuerpo de de premura.

Llorada de tus ojos, corres, creces, 
feliz te agotas, cantas, amaneces. 

A ti, río hacia el mar de la Pintura."

Rafael Alberti




“A la soledad me vine
por ver si encontraba el río
del olvido.
Y en la soledad no había
más que soledad sin río…”

Rafael Alberti



“A ti, fingida realidad del sueño.
A ti, materia plástica palpable.
A ti, mano, pintor de la Pintura.”

Rafael Alberti


"A ti, maravillosa disciplina,
media, extrema razón de la hermosura
que claramente acata la clausura
viva en la malla de tu ley divina.
A ti, cárcel feliz de la retina,
áurea sección, celeste cuadratura,
misteriosa fontana de mesura
que el Universo armónico origina."

Rafael Alberti
A la pintura

“A través de los siglos, por la nada del mundo, yo, sin sueño, buscándote.”

Rafael Alberti


"... al bajar un declive del terreno surgió una puertecilla...
Por allí se penetraba al santuario más hermoso de todo el arte español...
Parecía que las rocas bramaban. Allí, en rojo y negro, amontonados, lustrosos por las 
filtraciones de agua, estaban los bisontes, enfurecidos o en reposo.
Un temblor milenario estremecía la sala.
era como el primer chisquero español, abarrotado
de reses bravas pugnando por salir. ni vaqueros ni mayorales
se veían por los muros. Mugían solas, barbadas y terribles bajo aquella oscuridad de siglos."
Abandoné la cueva cargado de ángeles, que solté ya en la luz, viéndolos remontarse entre la lluvia, rabiosas las pupilas."

Rafael Alberti
La arboleda perdida
recuerdos 1928




Alba de noche oscura

"Sobre la luna inmóvil de un espejo,
celebra una redonda cofradía
de verdes pinos, tintos de oro viejo,
la transfiguración del rey del día.

La plata blanda, ayuna del reflejo,
muere ya. Del cristal -lámina fría-
dice la voz del vaho en agonía:
-Doró mi lengua el sol, ¿de qué me quejo?

La puertas del ocaso, ya cerradas,
tapina de luto el campo. Negros perros,
a lo que nadie sabe, ocultos, gritan.

Decapitando sueños, fatigadas,
sobre el túmulo alto de los cerros
las estrellas del valle se marchitan."


Rafael Alberti



“Alma en pena: el resplandor sin vida, tu derrota.”

Rafael Alberti


Amaranta

Rubios, pulidos senos de Amaranta,
por una lengua de lebrel limados
pórticos de limones desviados
por el canal que asciende a tu garganta.

Rojo, un puente de rizos se adelanta
e incendia tus marfiles ondulados.
Muerde, heridor, tus dientes desangrados,
y corvo, en vilo, al viento te levanta.

La soledad, dormida en la espesura
calza su pie de céfiro y desciende
del olmo alto al mar de la llanura.

Su cuerpo en sombra, oscuro, se le enciende,
y gladiadora, como un ascua impura
entre Amaranta y su amador se tiende.

Rafael Alberti



“Ángeles buenos o malos, que no sé, te arrojaron a mi alma.”

Rafael Alberti



Canción 37

"Creemos el hombre nuevo
cantando.
El hombre nuevo de España,
cantando.

El hombre nuevo del mundo,
cantando.

Canto esta noche de estrellas
en que estoy solo, desterrado.

Pero en la tierra no hay nadie
que esté solo si está cantando.

Al árbol lo acompañan las hojas,
y si está seco ya no es árbol.

Al pájaro, el viento, las nubes,
y si está mudo ya no es pájaro.

Al mar lo acompañan las olas
y su canto alegre los barcos.

Al fuego, la llama, las chispas
y hasta las sombras cuando es alto.

Nada hay solitario en la tierra.
Creemos el hombre nuevo cantando."


Rafael Alberti



Canción de amor

"Amor, deja que me vaya,
déjame morir, amor.
Tú eres el mar y la playa.
Amor.
Amor, déjame la vida,
no dejes que muera, amor.
Tú eres mi luz escondida.
Amor.
Amor, déjame quererte.
Abre las fuentes, amor.
Mis labios quieren beberte.
Amor.
Amor, está anocheciendo.
Duermen las flores, amor,
y tú estás amaneciendo.
Amor."


Rafael Alberti


“…Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre…”


Rafael Alberti



Canto, río, con tus aguas


"Canto, río, con tus aguas:
De piedra, los que no lloran.
De piedra, los que no lloran.
De piedra, los que no lloran.

Yo nunca seré de piedra.
Lloraré cuando haga falta.
Lloraré cuando haga falta.
Lloraré cuando haga falta.

Canto, río, con tus aguas:
De piedra, los que no gritan.
De piedra, los que no ríen.
De piedra, los que no cantan.

Yo nunca seré de piedra.
Gritaré cuando haga falta.
Reiré cuando haga falta.
Cantaré cuando haga falta.

Canto, río, con tus aguas:
Espada, como tú, río.
Como tú también, espada.
También, como tú, yo, espada.

Espada, como tú, río,
blandiendo al son de tus aguas:

De piedra, los que no lloran.
De piedra, los que no gritan.
De piedra, los que no ríen.
De piedra, los que no cantan."


Rafael Alberti


“Carcelera, toma la llave,
que salga el preso a la calle.

Que vean sus ojos los campos
y, tras los campos, los mares,
el sol, la luna y el aire…”


Rafael Alberti




“Ciudades sin respuesta, ríos sin habla, cumbres sin ecos, mares mudos.”

Rafael Alberti


“…Contra una mina una sirena choca
Y un arcángel se hunde, indiferente…”


Rafael Alberti




“…Creyó que el mar era el cielo
que la noche, la mañana
se equivocaba..”

Rafael Alberti



“… Cuando saben a azufre los vientos
y las bocas nocturnas a hueso, vidrio y alambre.
Oídme…”


Rafael Alberti


“Cuando tú, al mirarme en la nada, inventaste la primera palabra. Entonces, nuestro encuentro.”

Rafael Alberti


“Cúbreme, amor, el cielo de la boca
con esa arrebatada espuma extrema,
que es jazmín del que sabe y del que quema,
brotado en punta de coral de roca…”


Rafael Alberti


"Decido cuál será el tamaño de las figuras que aparecerán en el primer plano de la pintura. Divido la estatura de ese hombre en tres partes, que serán proporcionales a la medida comúnmente llamada «braccio»; pues, como puede verse por la relación entre sus extremidades, tres «braccia» son más o menos la estatura media del cuerpo de un hombre. La ubicación adecuada del punto céntrico no debe ser más alta con respecto a la línea de base que la estatura del hombre que será representado en el cuadro. Enseguida dibujo una línea a través del punto céntrico, y esta línea constituye para mí un límite o frontera, que ninguna cantidad excede. Por eso un hombre dibujado a más distancia es bastante más pequeño que los más cercanos."

Rafael Alberti
Acerca de la superficie que me propongo pintar


"Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte."


Rafael Alberti



“Dejé por ti todo lo que era mío. Dame tú, Roma, a cambio de mis penas, tanto como dejé para tenerte.”

Rafael Alberti



“Dentro del pecho se abren corredores anchos, largos, que sorben todos los mares.”

Rafael Alberti


Elegía del cometa Halley

"Ya era yo lo que no era,
Cuando apareció el cometa.
Del mar de Cádiz, Sofía,
Saltaba su cabellera.
¡Ay, quien se la peinaría!
Con un escarpidor fino,
Salí a la ribera mía.
¡Suéltate la cauda, madre,
que se la peine Sofía!
¡Ya era yo lo que no era!
Nací para ser marino
Y no para estar clavado
En el tronco de este árbol.
Dadme un cuchillo.
¡Por fin, me voy de viaje!
-¿Al mar, a la luna, al monte?
-¡Qué sé yo!¿Nadie lo sabe!

¡Dadme un cuchillo!"



Rafael Alberti


"Es natural que los que comen del bolsillo de la patria la amen como a su vida, es decir, como a su pan. Creen amar a su patria, más lo que aman es su pan."

Rafael Alberti



“Fue cuando comprobé que murallas se quiebran con suspiros y que hay puertas al mar que se abren con palabras.”

Rafael Alberti




“Fue cuando la flor del vino se moría en penumbra y dijeron que el mar la salvaría del sueño.”

Rafael Alberti




"Fue la más bella edad del corazón."

Rafael Alberti
Retornos del amor en una azotea



"Gira más deprisa el aire.
El mundo, con ser el mundo,
en la mano de una niña cabe.
¡Campanas!
Una carta del cielo bajó un ángel."

Rafael Alberti



Hace falta estar ciego

"Hace falta estar ciego,
tener como metidas en los ojos raspaduras de vidrio,
cal viva,
arena hirviendo,
para no ver la luz que salta en nuestros actos,
que ilumina por dentro nuestra lengua,
nuestra diaria palabra.

Hace falta querer morir sin estela de gloria y alegría,
sin participación de los himnos futuros,
sin recuerdo en los hombres que juzguen el pasado sombrío de la tierra.

Hace falta querer ya en vida ser pasado,
obstáculo sangriento,
cosa muerta,
seco olvido."

Rafael Alberti


“Hubieras visto llorar sangre a las yedras cuando el agua más
triste se pasó toda la noche velando a un yelmo ya sin
alma…”


Rafael Alberti


“Hubo luz que trajo
por hueso una almendra amarga…”




“La ciudad es como una casa grande.”

Rafael Alberti


"La libertad no la tienen los que no tienen su sed."

Rafael Alberti


La paloma

Se equivocó la paloma
se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur
creyó que el trigo era agua,
se equivocaba.

Creyó que el mar era el cielo
que la noche, la mañana,
se equivocaba,
se equivocaba.

Que las estrellas, rocío
que la calor, la nevada,
se equivocaba,
se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa
que tu corazón, su casa,
se equivocaba,
se equivocaba.

Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.

Creyó que el mar era el cielo
que la noche, la mañana
se equivocaba,
se equivocaba.

Que las estrellas, rocío
que la calor, la nevada,
se equivocaba,
se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa
que tu corazón, su casa,
se equivocaba,
se equivocaba…

Rafael Alberti


 “La paz que es lucha encendida,
vuelo por una paloma
sol y tierra sin herida.”


Rafael Alberti




“La pena inmensa de los años de pérdida, del desarraigo, y del peregrinar para nosotros españoles del exilio, y la inmensa alegría de comprobar una vez más, que el dolor y en tierras lejanas puede surgir una flor maravillosa y trágica, que aún en otra lengua se alimentó siempre con la savia de su pueblo. Esa eres tú, María; tu presencia en la escena española será como un fuerte viento purificador.”

Rafael Alberti



“La vida es como un limón, que te tiren a la mar exprimido y seco.”

Rafael Alberti



“Las palabras abren puertas sobre el mar.”

Rafael Alberti


"Lo primero que pido a la poesía de ahora es que tenga un acento nuevo, y dentro de ese acento nuevo, que refleje muy directamente, pero de una manera nueva y no afianzándose en lo fácil, lo que sucede. A mí me parece que la realidad, lo que pasa, es cosa digna de ser recogida."

Rafael Alberti
Babelia, 12-12-92


Lo que dejé por ti

Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.

Rafael Alberti



“Madrid, corazón de España,
late con pulsos de fiebre.
Si ayer la sangre le hervía,
hoy con más calor le hierve…”

Rafael Alberti


“…Más en esas astillas vagabundas que se consumen sin fuego,
en esas ausencias hundidas que sufren los muebles desvencijados,
no a mucha distancia de los nombres y signos que se enfrían en las paredes.
Buscad, buscadlos…” 


Rafael Alberti


“Me marché con el puño cerrado...
Vuelvo con la mano abierta.”

Rafael Alberti


"Mi alma es sólo un cuerpo que fallece por fundirse y rozarse con los objetivos vivos y difuntos."

Rafael Alberti


“…Ni sol, luna, ni estrellas,
ni el repentino verde
del rayo y el relámpago,
ni el aire. Sólo nieblas…”


Rafael Alberti


“Nunca escribió su sombra la figura de un hombre.”

Rafael Alberti



“Pero tú, despertando,
me hundiste en tus ojos.”

Rafael Alberti


“…Pero vino la paz. Y era un olivo
de interminable sangre por el campo…”


Rafael Alberti




“Porque Picasso ha venido al mundo para sacudirlo, volverlo del revés y ponerle otros ojos.”

Rafael Alberti


“…¡Qué negra quedó la mar!
¡La noche qué desolada!…”


Rafael Alberti



“…Quien el corazón de España
quiere asomarse, que llegue.
¡Pronto!…”


Rafael Alberti


Sabes tanto de mí

"Sabes tanto de mí, que yo mismo quisiera
repetir con tus labios mi propia poesía,
elegir un pasaje de mi vida primera:
un cometa en la playa, peinado por Sofía.

No tengo que esperar ni que decirte espera
a ver en la memoria de la melancolía,
los pinares de Ibiza, la escondida trinchera,
el lento amanecer sin que llegara el día.

Y luego amor, y luego, ver que la vida avanza
plena de abiertos años y plena de colores,
sin final, no cerrada al sol por ningún muro.

Tú sabes bien que en mí no muere la esperanza,
que los años en mí no son hojas, son flores,

que nunca soy pasado, sino siempre futuro."

Rafael Alberti



“¡Sal, hortelana, del mar,
flotando, sobre tu huerto,
desnuda para llorar
por el marinero muerto!”


Rafael Alberti


“Se equivocó la paloma
se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur
creyó que el trigo era agua,
se equivocaba…”


Rafael Alberti



“Seriamente, en tus ojos era la mar dos niños que me espiaban, temerosos de lazos y palabras duras.”

Rafael Alberti



“Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.

   Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.

   ¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!”

Rafael Alberti


“…Te vi flotar a ti, flor de agonía, flotar sobre tu mismo espíritu.
(Alguien había jurado que el mar te salvaría del sueño.)
Fue cuando comprobé que murallas se quiebran con suspiros
y que hay puertas al mar que se abren con palabras.”


Rafael Alberti





“Tiemblos de farolillos de verbena y músicas de los quioscos y encendidos árboles remontaban y súbitos diluvios de cometas veloces que vertían en sus ojos fugaces resplandores. Fue la más bella edad del corazón.”

Rafael Alberti


“… Tres largas calles salen a buscarme.
No estoy.”


Rafael Alberti


“Tú no te irás, mi amor, y si te fueras, aun yéndote, mi amor, jamás te irías.”

Rafael Alberti


“¡Vendo nubes de colores:
 las redondas, coloradas,

 para endulzar los calores!…”

Rafael Alberti





“Vengo herido, marinera,
que un jirón de tu bordado
haga que yo no me muera.”

Rafael Alberti


“Vino el que yo quería
el que yo llamaba.
No aquel que barre cielos sin defensas.
luceros sin cabañas,
lunas sin patria,
nieves. …”


Rafael Alberti





“Y el mar fue y le dio un nombre y un apellido el viento y las nubes un cuerpo y un alma el fuego.”

Rafael Alberti


“Y por desconocida las almas conocidas te mataron. No la mía.”

Rafael Alberti


“… Y tú, mínima estrella perdida que me abres
las íntimas ventanas de mis noches más jóvenes,
nunca cierres tu lumbre…”


Rafael Alberti



“Ya sabéis que mi boca es un pozo de nombres de números y letras difuntos.”

Rafael Alberti


"Ya se ha encontrado
con el caballo el toro
que lo ha matado.
Y quién diría
que ya no hay más tristeza
que la alegría."

Rafael Alberti


"Yo no quiero morir en tierra: me da un pánico terrible. A mí, que me encanta volar en avión, y ver pasar las nubes, me gustaría que un día el aparato en que viajo se perdiera y no volviera. Y que me hicieran un epitafio los ángeles. o el viento."

Rafael Alberti


“Yo nunca seré de piedra, lloraré cuando haga falta, gritaré cuando haga falta, reiré cuando haga falta, cantaré cuando haga falta.”

Rafael Alberti



“Yo te arrojé de mi cuerpo, yo, con un carbón ardiendo. Vete.”

Rafael Alberti


“Yo vine hasta ti,
gacela del alba.
Tú no me esperabas…”


Rafael Alberti



“Zarparé, al alba, del Puerto,
hacia Palos de Moguer,
sobre una barca sin remos.
De noche, solo, ¡a la mar!
y con el viento y contigo!…”


Rafael Alberti