"Al fin sé qué es la dicha, sólo ahora revestí de sangre y carne la antiquísima sentencia: La dicha reside en cumplir el deber... y cuanto más difícil fuere el deber, mayor será la dicha."

Nikos Kazantzakis



"Ama al hombre, pues él eres tú."

Nikos Kazantzakis



"¡Atrévete, no temas...!
¡Quién juega, gana o pierde;
quien ama, vive o muere!
¡Cuándo decidas algo, sin miedo, ve adelante!
¡Da riendas sueltas a tu mocedad anhelante...!
¡Desdichado el que no tiene en sí mismo la fuente de la dicha
¡Desdichado el que quiere agradar a los demás!
¡Desdichado el que no entiende que esta vida y la otra, no son sino una...!"

Nikos Kazantzakis



"Cada cual descendió a lo más profundo de sí , contempló su propia alma y se estremeció. ¡Cuántas muertes, cuántas infamias, cuántas vergüenzas bullen en lo más profundo de nuestro ser. Nos conservamos honrados porque tenemos miedo. Nuestros infames deseos permanecen durante toda nuestra vida ocultos, insatisfechos, furiosos, emponzoñándonos la sangre. Pero nos contenemos, engañamos a la gente y morimos honrados y virtuosos. Para el público no hemos obrado nunca mal en toda nuestra vida. Pero a Dios, a El, no se le engaña."

Nikos Kazantzakis
Cristo de nuevo crucificado, pág. 174



"-¿Cómo se debe amar a Dios, padre mío?
-Amando a los hombres, hijo mío.
-¿Y cómo se debe amar a los hombres?
-Esforzándose en guiarlos por el buen camino
-¿Y cuál es el buen camino?
-El que sube"

Nikos Kazantzakis
Cristo de nuevo crucificado, pág. 306


"Desdichado del hombre que no ve más que la máscara. Desdichado del hombre que no ve más que lo que ella oculta. El único hombre dotado de visión verdadera ve en el mismo momento, y en un solo relámpago de luz, la hermosa máscara y el rostro terrible que detrás de ella se oculta. Feliz el hombre que detrás de su frente crea la máscara y el rostro, en una síntesis que la naturaleza aún desconoce. Sólo él puede tocar con dignidad y gracia la doble flauta de la vida y de la muerte."

Nikos Kazantzakis
El jardín de rocas



"Difícil combate el arte, elevado, peligroso equilibrio sobre el abismo: ¡Tened cuidado! Ni a la derecha, en el abismo de la verdad, ni a la izquierda en el abismo de la falsedad; bailad derecho en la cuerda alta de la libertad, sobre el caos."

Nikos Kazantzakis
Página 18 Buda, by Lohlé-Lumen, 1995



“Durante nuestra vida, nosotros dos no hemos perseguido sino una sola cosa; una visión cruel, sanguinaria, indestructible: la substancia... Yo no he hablado nunca de los detalles de la vida cotidiana; son caracolas vacías.”

Nikos Kazantzakis



“El comunismo no es para mí sino el precursor de la salvación. El comunismo no responde a mi corazón.”


Nikos Kazantzakis



"El hombre perfecto es aquel cuyo corazón y cuyo espíritu están en perfecta armonía; el orden perfecto es el que tiene el corazón como base y el espíritu como director."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 157



"¡El mundo es un río y se vierte en la fosa de tu ojo!"

Nikos Kazantzakis



"—El mundo no está podrido —aulló—, son los señores los que apestan. ¡Es por la cabeza por donde empieza a podrirse el pescado! Levantemos al pueblo y ataquémosles, incendiemos sus castillos, quememos sus ropas de seda, acabemos con las plumas que llevan en la cabeza. Esa es la verdadera cruzada. Su destrucción es el único medio de liberar el Santo Sepulcro. ¿Qué Santo Sepulcro? El desdichado pueblo que se siente crucificado todos los días. La resurrección del pueblo, eso es lo que llamo yo la Resurrección de Cristo. — ¡El pueblo tiene hambre! —exclamó Gennadio. Excitado—. No tiene fuerzas para estar en pie. Que coma primero, para readquirir fuerzas. Ni siquiera se da cuenta de que abusan de él; abridle los ojos."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 226-227



"El placer no es un goce corporal, la satisfacción recíproca de los dos sexos, ni es camaradería de tales disparates. El placer es una mantis religiosa, una lucha despiadada, un odio irreductible de los dos sexos, de las dos fuerzas cósmicas en guerra -la que se eleva y la que desciende- que engendran el Universo."

Nikos Kazantzakis


"El sol había alcanzado Kastellos e inundado los tejados. Desbordaba y se extendía por las callejuelas en pendiente, por las que suben, por las que bajan, y mostraba sin la menor piedad la pura realidad del pueblo. Un pueblo áspero de color ceniza; casas de piedra seca, puertas vergonzosas – para entrar había que curvarse, y en el interior, la oscuridad."

Nikos Kazantzakis
Los hermanos enemigos


“El tiempo ha llegado a ser para mí el bien supremo. Cuando veo a los hombres pasearse, vagar o malgastar el tiempo en discusiones vanas, me dan deseos de ir a una esquina a tender la mano como un mendigo: Dadme una limosna, buenas personas; dadme un poco del tiempo que perdéis, una hora, dos horas, lo que queráis.”

Nikos Kazantzakis



“El tiempo no es un campo que se mida por codos; no es un mar que se mida por millas; es el latido de un corazón.”

Nikos Kazantzakis


"El verdadero santo es el que ha renunciado a todos los goces de la tierra... y a todos los goces del cielo."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 14



"En alguna parte, el mar suspiraba."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 438


“En este momento, no hay otra salvación. Debemos movilizar todos nuestros recursos para combatir la mentira, el odio, la pobreza y la injusticia. Debemos llevar la virtud a este mundo.”

Nikos Kazantzakis


"Has dicho, y es verdad, que el hombre es una bestia salvaje -decíase-. Sí, pero hace lo que quiere. Toma el camino que quiere. La puerta del infierno y la del paraíso se tocan, y el hombre entra por la que quiere. El diablo, en cambio, no puede entrar sino al infierno y el Angel al paraíso; mientras que el hombre, ¡adonde quiere!"

Nikos Kazantzakis
Cristo de nuevo crucificado, pág. 97


"Hay en este mundo una ley secreta—si no existiera, el mundo se habría perdido hace miles de años—cruel e inviolable; el Mal siempre triunfa al principio, pero al final es derrotado."

Nikos Kazantzakis



“Hay una sola mujer en el mundo. Una mujer, con muchos rostros.”

Nikos Kazantzakis


“Hemos visto el círculo más elevado de poderes en espiral. Le hemos puesto de nombre a este círculo Dios. Podríamos haberle puesto cualquier otro nombre que quisiéramos: abismo, misterio, oscuridad absoluta, luz absoluta, materia, espíritu, esperanza última, desesperanza última, silencio. Pero no olvidar jamás, somos nosotros quienes le ponemos el nombre.”

Nikos Kazantzakis



"Hijos míos, ¡romped los barrotes de hierro de la necesidad! Sacaos vuestra camisola de tierra. Liberad al alma de las varetas de la carne. Todas las cosas son un sueño, el dolor no existe, la fealdad y la muerte no existen. Un juego la vida, un juego la muerte, ¡juguemos un poco!"

Nikos Kazantzakis
Buda, Prólogo


“La belleza es despiadada. No la miras vos, te mira ella y no perdona.”

Nikos Kazantzakis



"—La locura, hermano Maseo, es la sal que impide que se pudra la sensatez."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 309



"La vida es una enfermedad curable."

Nikos Kazantzakis


“Las personas necesitan un poco de locura, de otro modo nunca se atreven a cortar la soga y liberarse.”

Nikos Kazantzakis



“Las puertas del cielo y el infierno son adyacentes e idénticas.”

Nikos Kazantzakis
La última tentación de Cristo



"Lo sé, Señor, el pensamiento equilibrado es la virtud superior y la nobleza del dios y del hombre."

Nikos Kazantzakis
Buda


"Los esclavos, que se hicieron musulmanes, hostigaron a los monjes para conseguir víveres y dinero. Las tribus salvajes de beduinos los atacaron para saquearlos. El gran portal permaneció cerrado y los monjes llegaban al jardín por un camino subterráneo. Las puertas de hierro bajas y los pasillos oscuros existen todavía. La entrada y la salida se encontraban a una altura de siete anas. Por estas aberturas izaban o hacían descender hombres y objetos con la ayuda de una polea.
Ahora los tiempos heroicos ya han pasado. Los esclavos se han dulcificado algo y los beduinos han abandonado sus ataques. El gran portal está siempre abierto.
El anciano sigue hablando. Emocionado, escucho esta débil luz de ultratumba que anima las murallas bizantinas y puebla el aire de santos y mártires. A mi lado el efebo cretense escucha la admirable leyenda dorada, en éxtasis y pálido. Abajo, en el patio, los monjes charlan tranquilamente. Otros vigilan y pesan el maíz que han traído los árabes. Por la puerta abierta de la cocina se ve una mesa llena de grandes y brillantes langostas coloradas. Fueron pescadas la vigilia en el golfo de Akaba. El padre Pahomios, sentado en el umbral de su celda y envuelto en una manta, está ocupado dibujando una gran concha.
Vuelvo a encontrar el ritmo familiar de la vida monástica, y esto agita mi corazón.
Me levanto y bajo a la gran terraza. Los padres recogen la nieve, hacen bolas y se divierten como niños. Están contentos porque ha nevado y así la hierba brotará en el desierto. Los carneros y las cabras comerán y los hombres tendrán su subsistencia.
Algunos esclavos vienen a sentarse al pie del monasterio. Fuman y hablan ruidosamente y se acompañan con grandes ademanes. Llegan mujeres con los pies desnudos, envueltas en grandes milayas negras y sucias. A partir de la nariz, la parte inferior de su rostro está cubierta de pequeñas cadenas adornadas con monedas de plata y conchas. Sus cabellos, atados en un moño puntiagudo sobre la frente, sobresalen como el pomo de una silla de montar. Cada una de ellas abre rápidamente su milaya y saca una criatura que deposita sobre las piedras."

Nikos Kazantzakis
Del monte Sinaí a la isla de Venus



“Los mejores profesores son aquellos que saben transformarse en puentes, y que invitan a sus discípulos a franquearlos.”

Nikos Kazantzakis


"Me encontré con él por primera vez en el Pireo. Había bajado yo al puerto para embarcarme con destino a Creta. Era un amanecer luminoso. Soplaba fuertemente el Siroco: hasta el cafetín portuario llegaban las salpicaduras del oleaje. Las puertas vidrieras estaban cerradas, el local olía a emanaciones humanas y a infusión de salvia. Afuera hacía frío, el aliento empañaba los vidrios. Cinco o seis marineros, que habían estado en vela toda la noche, abrigados con blusas de piel de cabra bebían café o salvia y contemplaban el mar a través de los turbios cristales. Los peces, aturdidos por la violencia del oleaje, se habían refugiado en aguas tranquilas de las profundidades y esperaban que arriba renaciera la calma. Los pescadores aglomerados en los cafés aguardaban también que amainara la borrasca y que los peces, tranquilizados, asomaran a la superficie y mordieran los anzuelos. Los lenguados, racazos y rayas, regresaban de sus expediciones nocturnas. Amanecía."

Nikos Kazantzakis
Zorba el griego


“Me recuerdo claramente. Antes de experimentar compasión por los hombres, experimenté en mí mismo la vergüenza. Tenía vergüenza de ver el sufrimiento de los hombres y de esforzarme por transformar todo ese horror en un espectáculo efímero y vano.”

Nikos Kazantzakis



“Mi alma entera es un grito, y toda mi obra es el comentario sobre ese grito.”

Nikos Kazantzakis


"—Nada está más cerca de nosotros que el cielo. La tierra está bajo nuestros pies y caminamos sobre ella, pero el cielo está en nosotros."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 10


"Nadie puede entrar al cielo si anteriormente no ha vencido en la tierra y nadie puede vencer aquí si no lucha contra el mundo con ímpetu, con paciencia y sin descanso."

Nikos Kazantzakis
Cristo de nuevo crucificado



"Ninguna otra cosa existe en este mundo sino el corazón del hombre: ni dioses ni demonios."

Nikos Kazantzakis
Buda


"No debemos amar a los hombres, sino a la llama que no es humana y que los hace arder. No debemos luchar por la humanidad, sino por la llama que transforma en fuego a esta paja húmeda, inquieta, ridícula, a la que llamamos Humanidad."

Nikos Kazantzakis



“No espero nada. No temo nada. Soy libre.”

Nikos Kazantzakis




"No hay que decir más de lo que se puede soportar."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 317





“No le dejes a la muerte más que un castillo incendiado.”

Nikos Kazantzakis
Zorba el griego

  

“No se trata de un triunfo definitivo, sino de una lucha sin fin.”

Nikos Kazantzakis



"Noble es el que tiene grandes pasiones y puede dominarlas; y rey es quien las domina para un gran objetivo."

Nikos Kazantzakis
Buda


"Nos hicieron entrar en la sacristía y nos mostraron orgullosamente los tesoros del monasterio, el cráneo de San Baudilio el Magno, la mandíbula de Teodoro el Estratelato, el brazo izquierdo de San Juan Crisóstomo y una multitud de osamentas. Nos abrieron, también, el relicario famoso, todo adornado de piedras preciosas y de perlas; había dentro un gran trozo de la verdadera cruz. La voz del monje temblaba de emoción y yo pensaba en la palabra de un verdadero cristiano: «Todos los trozos de madera son madera de la verdadera cruz, pues de cada uno de ellos puede hacerse una cruz». Luego nos mostraron la túnica de oro de Nicéforo Focas, bordada de rosas y lises; y su corona de oro engastada de piedras rojas y verdes; y el Evangelio escrito de su mano… Luego una cantidad de viejos registros roídos por los gusanos…
Mi amigo y yo admirábamos, lanzábamos algunos gritos, pero nada de todo esto conmovía nuestro corazón. Más profundamente que de otra cosa, con mayor reconocimiento, me recuerdo de esto: el perfume de dos nísperos en flor, a la entrada de la biblioteca; todo mi cuerpo se estremecía de alegría al aspirar el perfume del níspero que tanto me agrada, dulce, picante, más embriagador que el vino y la mujer; y que todos los esplendores del mundo.
Al día siguiente, antes del amanecer, salimos para la cumbre del Athos. La campana no había tocado aún en el patio, los pájaros aún no se habían despertado, el cielo estaba muy puro, lechoso, y el lucero del alba brillaba a lo lejos, hacia el Oriente, como un serafín con sus seis alas.
El padre Lucas, bajito, con sus piernas arqueadas, antiguo contrabandista, iba delante y nos señalaba el camino.
Por momentos, se detenía y se ponía a hablarnos de mares, de fiestas, de disputas con los turcos. Toda su vida pasada en el mundo permanecía en él como una leyenda, como si hubiera transcurrido su otro universo, más salvaje y peligroso, lleno de gritos, de blasfemias, de mujeres. Él contaba su leyenda, la revivía y se regocijaba. Había renunciado a todo lo que había sido su vida pasada, pero le había traído todo consigo, envuelto en su sotana."

Nikos Kazantzakis
Carta al Greco



"¡Oh Entendimiento, dios nacido último, ojo puro, infalible! De nuevo se rebelaron los elementos, rompieron las cadenas, se espantaron por el caos y derribaron las fronteras de la lógica. Señor, se embriagaron y se extraviaron las certezas; se adornaron los números con plumas suntuosas, cual papagayos. Clamo, ordeno, pero mi voz rebota sobre el caos y me golpea como una piedra. Sostengo en mis manos las grandes llaves de la lógica, pero cierro, descierro y desordeno el aire; ¡baja, Entendimiento todopoderoso, y pon orden en el caos!"

Nikos Kazantzakis
pág. 165 Buda


"—Padre Francisco —le dije besándole las manos—, déjame recoger leña para encenderte fuego. —Da la vuelta al mundo, y si encuentras fuego en todas las chozas y en todas las pobres cabañas, vuelve y enciende mi chimenea. Mientras haya en la tierra un solo hombre tiritando de frío, quiero tiritar con él."


Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 390



“Para que una civilización se mantenga en un nivel elevado, debe establecer la armonía entre el espíritu y el alma. Esta síntesis debe ser el fin supremo de la lucha actual de la humanidad.”

Nikos Kazantzakis


“Para triunfar, primero debemos creer que podemos.”

Nikos Kazantzakis



"Predicad con palabras si podéis. Pero predicad sobre todo con vuestra vida y vuestras obras. ¿Qué hay por encima de la palabra? La acción. ¿Y por encima de la acción? El silencio. Subid hasta el último escalón de la escalera que lleva a Dios. Predicad primero con palabras, después con actos y entrad por fin en el silencio sagrado que rodea al Señor."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 311





“Qué difícil, qué extremadamente difícil para el alma separarse de su cuerpo el mundo: de montañas, mares, ciudades, gente. El alma es un pulpo y ésos son sus tentáculos... Ninguna fuerza sobre la tierra es tan imperialista como el alma humana. Ocupa y a su vez es ocupada, pero siempre considera demasiado estrecho su imperio. Sofocándose, desea conquistar el mundo para respirar libremente.”

Nikos Kazantzakis




"— ¿Qué es el Amor, hermanos? —nos decía abriendo los brazos como para abrazarnos—. El Amor es más que la compasión y la bondad, pues en la compasión hay dos partes: el que sufre y el que compadece. En la bondad, también: el que da y el que recibe. Pero en el Amor sólo hay una persona: ambas partes se han fundido en una sola y nunca se separarán. Él tú y el yo desaparecen, porque Amar significa desaparecer."


Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 433


"¿Qué es realmente Dios y la vida eterna en el Paraíso? El Paraíso es este fuego, y Dios es esta danza, y no duran un instante, sino que perduran para siempre."

Nikos Kazantzakis
The Fraticides



“¡Qué extraña máquina es el hombre! Usted le mete pan, vino, pescado y rábanos, y salen suspiros, risas y sueños.”

Nikos Kazantzakis




"— ¡Qué prodigio, hermano León! —me decía—. Los hombres ¿son ciegos e insensibles para no ver los milagros cotidianos? Qué gran misterio es el racimo! Lo comemos y nos sentimos refrescados; lo apretamos y se convierte en vino; bebemos el vino y perdemos la razón. Entonces, unas veces vemos cómo Dios se engrandece y queremos abrazar a todos los hombres, o bien nos enfurecemos y nos ponemos a matarlos."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 311





“¡Sed sencillos y buenos! ¡Amad a los hombres, amad a los animales y a las plantas. Amad la naturaleza; ¡no la violentéis!”

Nikos Kazantzakis





"Sobre la tierra y el cielo no hay nada más parecido a Dios que el alma del hombre."

Nikos Kazantzakis



"Sólo existe un amor, siempre el mismo, sea cual fuere su objeto: una mujer, un hijo, una madre, la patria, una idea, Dios. Obtener una victoria, siquiera en la etapa más baja del amor, es abrir el camino que lleva al cielo."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 13


"Sólo mirando lo visible puedo imaginar lo invisible."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 42



“Soy el hombre más sencillo que existe, pero cuando siento un "grito" en mí, no acepto transformarlo en una "vocecilla" para complacer a los mudos y a los tartamudos. Pues yo no deseo agradar a nadie, ni tener discípulo ni ser discípulo. He venido a este mundo por algunos instantes y quiero lanzar un grito y partir. Nada más.”


Nikos Kazantzakis



“Tenemos el deber, más allá de nuestras preocupaciones personales, más allá de nuestros hábitos cómodos, de fijarnos un objetivo por sobre nosotros mismos, y esforzarnos por alcanzarlo, desdeñando las risas, el hambre y la muerte. No sólo alcanzarlo. Un alma altiva cuando alcanza su objetivo, lo desplaza aún más lejos. No alcanzarlo, sino no detenernos nunca en nuestra ascensión. Es el único medio de dar nobleza y unidad a la vida.”

Nikos Kazantzakis



"¡Toda virtud posee dos cabezas: una plena de luz; la otra toda tinieblas!"

Nikos Kazantzakis


"Todas las flores ríen, porque Dios se ha hecho lluvia y llueve sobre el mundo."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 3




“Todo en el mundo tiene un significado oculto.”

Nikos Kazantzakis


“Todo hombre tiene un grito que lanzar antes de morir, su grito. Hay que darse prisa para tener tiempo de lanzarlo. Ese grito puede dispersarse, ineficaz, en el aire; puede no hallarse ni en la tierra ni en el cielo un oído que lo escuche; poco importa. No eres un carnero, eres un hombre; y hombre quiere decir algo que no está cómodamente instalado, sino que grita. ¡Grita tú, pues! ¡Mi alma íntegra es un grito y mi obra íntegra es la interpretación de ese grito!”

Nikos Kazantzakis



“Todos estos días actuaron con responsabilidad y seriedad sobre la cuestión.”

Nikos Kazantzakis



"Tú posees tu pincel y tus colores, pinta el paraíso, y entra en él."
Nikos Kazantzakis


"—Un canario es como un alma humana —murmuró Francisco—. Ve los barrotes que lo aprisionan, pero no desespera, canta. Canta y, tú verás, hermano León, un día su canto romperá los barrotes."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 50



"Un gusano horrible y sucio duerme en las entrañas de cada ser humano, aun en el ermitaño más casto... Inclinaos, murmurad a ese gusano: « ¡Te quiero!», y en seguida le nacerán alas y se convertirá en mariposa... Me prosterno ante el poder infinito del Amor."

Nikos Kazantzakis
El pobre de Asís, pág. 226-227




“Un sólo deseo me embarga: el de descubrir lo que se oculta tras lo visible, de horadar el misterio que me da la vida y me la quita, y de saber si una presencia invisible e inmutable se oculta más allá del flujo incesante del mundo.”

Nikos Kazantzakis



“Una vez más comprendí hasta qué punto la felicidad terrena está hecha a la medida del hombre. No es un ave rara a la que debemos perseguir un momento en el cielo y al siguiente en nuestra mente. La felicidad es un ave doméstica que se encuentra en el patio de nuestra propia casa.”

Nikos Kazantzakis


"Y yo me esfuerzo en descubrir cómo hacer una señal a mis compañeros..., cómo decir a tiempo una simple palabra, una contraseña, como hacen los conspiradores unidos, fusionemos nuestros corazones, creemos un solo cerebro y corazón para la Tierra, demos un significado humano al sobrehumano combate."

Nikos Kazantzakis