"A las dos de la tarde del día siguiente monté en un coche, diciendo que volvería a la hora de cenar. No llevaba conmigo ningún equipaje; tenía en la mano mi abanico, y mi hija el suyo. Mi hijo y un amigo llevaban en los bolsillos lo necesario para unos días de viaje. Al bajar por la avenida de Coppet, abandonando aquel castillo que había llegado a ser para mí como un antiguo y buen amigo, estuve a punto de desmayarme. Mi hijo mayor me tomó la mano y me dijo: «Madre mía, piensa que vas a Inglaterra». Estas palabras me reanimaron. Sin embargo, estábamos aproximadamente a dos mil leguas de una meta a la que hubiésemos llegado rápidamente por el camino natural; pero, al menos, cada paso me acercaba a ella. A pocas leguas de allí envié a un criado a mi casa para avisar de que no volvería hasta el día siguiente, y continué mi camino día y noche, hasta una granja más allá de Berna, donde había citado a un amigo que se prestaba a acompañarme. Allí sería también donde me separaría de mi hijo mayor, educado hasta los catorce años siguiendo el ejemplo de mi padre, a quien se parece bastante.
De nuevo me faltó el ánimo. Aquella Suiza, todavía tan en calma, y siempre bella, y aquellos habitantes, que saben ser libres por sus virtudes, aun a pesar de haber perdido la independencia política, detenían mis pasos. Todo en aquel país parecía decirme que no lo abandonara. Aún estaba a tiempo de volver; todavía no había hecho nada irreparable. Aunque el gobernador sólo me había prohibido viajar por Suiza, yo sabía que era por temor de que me fuese más lejos. Aún no había traspasado la barrera a partir de la cual ya no me sería posible regresar; este pensamiento me atormentaba."

Germaine de Staël
Diez años de destierro


"Al inteligente se le puede convencer; al tonto, persuadir"

Anne-Louise Germaine Necker, Baronesa de Staël Holstein conocida como Madame de Staël o Madame Necker



“Amar es lo más hermoso de la vida y ha de ser nuestro patrimonio y nuestra recompensa en la eternidad.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël
Madame Necker


"Ante las gentes de espíritu ligero nos avergonzamos de mostrar afectos profundos."

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël



“Aspirar es privilegio de mujer.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël


“Conocer a otra persona perfectamente sería objeto de estudio para una vida entera. ¿Qué es lo que se entiende por conocer a los hombres? Conocerlos, entra en lo posible; pero comprenderlos, solamente puede hacerlo Dios.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël



"Cuando uno escribe para satisfacer la inspiración interior del alma, uno da a conocer por lo escrito, aun sin quererlo, hasta la más mínima fibra de su ser y de su pensamiento."

Germaine de Staël
De la literatura




"Cuando uno se halla habituado a una dulce monotonía, ya nunca ni por una sola vez, apetece ningún género de distracciones, con el fin de no llegar a descubrir que se aburre todos los días."

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël


“El amor es un símbolo de eternidad. Barre todo sentido del tiempo, destruyendo todo recuerdo de un principio y todo temor a un fin.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël



“El amor, que no es más que un episodio en la vida de los hombres, es la historia entera de la vida de las mujeres.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël



“El desengaño camina sonriendo detrás del entusiasmo.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël



"El dolor siempre cumple lo que promete."

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël


"El duque de Melzi, que ha sido durante un tiempo vicepresidente de la República cisalpina, era uno de los hombres más distinguidos que Italia, tan fecunda en este tipo de personalidades, haya producido. Hijo de madre española y de padre italiano, unía a la dignidad de una nación la vivacidad de la otra y no sé si cabría hallar, incluso en Francia, un hombre más sobresaliente por su conversación y talento ni más perspicaz a la hora de juzgar a cuantos desempeñaban algún papel político en Europa. El Primer Cónsul se vio obligado a emplearle porque tenía un enorme crédito político entre sus conciudadanos y nadie ponía en duda su amor a la patria. A Bonaparte no le gustaban los hombres desinteresados y con principios inquebrantables, de modo que se propuso buscar algún modo de corromper a Melzi.
Cuando se hubo hecho coronar rey de Italia en 1805, Bonaparte se presentó ante el cuerpo legislativo y dijo a la Asamblea que quería dar una propiedad considerable al duque de Melzi para demostrarle el reconocimiento público hacia su persona: con ello pretendía hacerle perder popularidad. Hallándome a la sazón en Milán, por la tarde encontré a un M. de Melzi desesperado por la jugarreta pérfida de Bonaparte, de la cual no le había avisado. Como Bonaparte se hubiera irritado ante un rechazo, aconsejé a M. de Melzi destinar todas las rentas de la propiedad que le acababa de llover del cielo a un establecimiento público. Mi idea le pareció muy bien y, al día siguiente, mientras paseaba con Bonaparte, le hizo saber su intención. Bonaparte le cogió del brazo y le gritó: «¡Eso que me decís es una idea de Madame de Staël! Estoy seguro. ¡Pero no os entreguéis a esta filantropía romancesca del siglo XVIII! Solo hay una cosa que merezca hacerse en este mundo: adquirir cada día más riqueza y más poder. Todo lo demás son quimeras». Muchos dirán que tenía razón, pero yo creo que la historia demostrará que, al establecer esta doctrina, al apartar a los hombres del honor en todo salvo en el campo de batalla, estaba preparando a sus partidarios a abandonarle en cuanto cesara de ser el más fuerte. También puede enorgullecerse de tener más discípulos fieles a su sistema que servidores devotos de su infortunio. Consagraba su política con el fatalismo, única religión compatible con la devoción a la fortuna, y como su prosperidad no cesaba de crecer, acabó por convertirse en el sumo sacerdote o el ídolo de su propio culto, en el cual creía como si sus deseos fueran presagios y sus proyectos oráculos."

Germaine de Staël
Consideraciones sobre la Revolución Francesa






“El hombre que se tiene por más independiente del mundo aún es esclavo del aire que respira.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël
Madame Necker



“El talento no impide tener manías, pero las hace más notables.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël



"Elegimos nuestras amistades; el amor nos lo da Dios."

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël


"Inocencia en el genio y candor en el poder, ambas nobles cualidades."

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël



La libertad es incompatible con el amor. un amante es siempre un esclavo.

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël




"La mayor desgracia es merecer la desgracia."

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël



“Las mujeres no miden jamás los sacrificios; ni los suyos, no los de los demás.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël



"Las palabras ofenden más que los actos; el tono, más que las palabras, y el gesto, más que el tono."

Anne Louise Germaine de Staël



"No confíes en la gratitud. El amor no opera movido por el agradecimiento."

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël




"No recibimos elogio mayor que el ser amados."

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël




"¿Qué es la felicidad sino el desarrollo de nuestras facultades?"

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël



"Rezar juntos, en cualquier lengua, siguiendo cualquier rito, constituye la más conmovedora fraternidad de esperanza y simpatía que los hombres puedan convenir en este mundo."

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël


“Se demuestra tener carácter cuando se puede dominar el carácter propio.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël
Madame Necker


“Ser totalmente comprensivo le hace a uno indulgente.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël


"Sin embargo, Oswald era sensible y dócil, aunque voluble y de pasiones fuertes; reunía mil cualidades buenas, pero la desgracia y el arrepentimiento le habían hecho temer su suerte, pareciéndole que podría endulzarla no exigiendo nada de ella. Esperaba hallar en el exacto cumplimiento de todas sus obligaciones, y en su indiferencia ante los placeres, una seguridad contra las penas que atormentaban su corazón; se asustaba al considerar lo que había pasado, y le parecía que ninguna cosa de este mundo valía bastante para exponerse a nuevos sentimientos; pero cuando una persona es tan sensible al pesar, ¿qué clase de vida le podrá liberar de él? Creía Lord Nelvil que podría dejar Escocia sin pena alguna, pues que en ella vivía sin ningún placer, pero la funesta imaginación de las personas sensibles no se halla formada de este modo: no conocía los vínculos que le apegaban a los mismos parajes que más daño le hacían, como eran los de la casa de su padre. Había en ella ciertos cuartos y sitios a los que no podía acercarse sin estremecerse todo; y, sin embargo, cuando se decidió a separarse de ellos, se consideró en mayor soledad aún. Parecía secársele el corazón, y ya no podía derramar lágrimas cuando se hallaba afligido; ni podía renovar aquellas circunstancias que dependen del sitio mismo, y que tan profundamente le enternecían: sus recuerdos no eran animados y vivos; ninguna relación tenía con los objetos que le rodeaban; no por esto pensaba menos en aquel al que de continuo lloraba, pero le costaba más trabajo el recordar su imagen.
Reprochábase también algunas veces haber abandonado unos parajes en los que su padre había vivido, como si aún permaneciese en ellos y le echase de menos, acusándole de que le hubiese dejado; y así Oswald se decía a sí mismo:
«Cuando vivía mi padre, ¿un concurso de inauditas circunstancias ha debido de persuadirle que yo había correspondido mal a su cariño, y que era como rebelde a mi patria, a la voluntad paterna y a los más nobles vínculos que hay en la tierra?»."

Germaine de Staël
Corinne o Italia



“Yo me allegro de no haber sido hombre, porque entonces hubiera tenido que casarme con una mujer.”

Anne Louise Germaine de Staël
Madame de Staël