“Al interpretar los experimentos fuimos muy cautelosos, en parte porque la serie de pruebas todavía no estaba totalmente terminada (duraron varias semanas). Pero nuestra cautela no se debía a desconfianza en nuestros resultados. En efecto, yo había comprobado nuestra conclusión, ya que habíamos identificado como lantano un producto de decaimiento de uno de nuestros isótopos de radio, lo cual significaba que el padre debía ser radio y no bario. Nuestra excesiva cautela se debía, sobre todo, al hecho de que, como químicos, no nos atrevíamos a anunciar un descubrimiento revolucionario en física.”

Otto Hahn




“Como resultado de trabajar con sustancias tan tóxicas nuestras mentes se nublaron tanto que perdimos todo escrúpulo.”

Otto Hahn




“Durante la Primera Guerra Mundial mi coronel me presentó a un oficial superior con las palabras: "En la vida civil el teniente Hahn es profesor y descubrió el mesotorio". El oficial contestó: "Entiendo que el teniente Hahn es químico: ¿pero qué tiene que hacer con animales antediluvianos?”

Otto Hahn




“El ambiente en el instituto de Rutherford era de lo más estimulante. Rutherford todavía no se había vuelto mundialmente famoso como para atraer muchos alumnos.”

Otto Hahn



“El resultado final de mi trabajo fue, por lo tanto, no la preparación de un estado puro, de quizás 9 mg de radio, sino el descubrimiento de un nuevo "radioelemento" que producía la emanación del torio pero que era más fuertemente radiactivo que el torio conocido. Llamé a la sustancia radiotorio. ¿Cómo vino a dar esta sustancia a la muestra de radio? La explicación es que la muestra no se extrajo de una veta de uranio puro, sino de una veta llamada torianita, que existe en Ceilán (hoy Sri-Lanka) y que contiene además de uranio un alto porcentaje de torio. Hablando estrictamente, el descubrimiento del radiotorio fue sólo un asunto de suerte.”

Otto Hahn




“En aquellos días no se permitía a las mujeres trabajar en el Instituto Fischer. Cuando le planteé la colaboración a Emil Fischer, le otorgó un permiso a la señorita Meitner para que trabajase conmigo en la carpintería de la planta baja del instituto, en donde se llevaban a cabo las medidas de radiactividad: le solicitó, sin embargo, que no entrase a los cuartos de estudio del piso superior ya que sentaría un mal precedente.”

Otto Hahn




“Hoy la guerra no es la continuación de la política por otros medios. En una guerra de bombardeo no hay vencedores ni vencidos.”

Otto Hahn




“(...) Nuestros enemigos habían copiado nuestros métodos y, como se perfeccionaron rápidamente en este tipo de guerra, nos convertimos paulatinamente en receptores del ataque y fuimos dejando de ser los agresores.”

Otto Hahn



“Os suplico que os intereséis por esos sagrados edificios significativamente llamados laboratorios. Solicitad que sean multiplicados y completados. Son los templos del futuro, de las riquezas y del bienestar.”

Otto Hahn



“(...) Otro factor que se debe considerar es que nosotros, como observadores del frente, pocas veces vimos los efectos directos de nuestras armas. En general, todo lo que sabíamos era que el enemigo había abandonado las posiciones que se habían bombardeado con granadas de gas.”

Otto Hahn




“Todos mis intentos de separar uno del otro los dos "elementos", radio, y mesotorio, fallaron. Resultaba tan imposible como separar el radiotorio del torio. El parecido químico entre las sustancias era evidentemente mayor que el que hay, por ejemplo, entre las tierras raras; nadie aún había pensado, sin embargo, en la posible existencia de los isótopos.”

Otto Hahn




“Yo sabía que la Convención de la Haya prohibió el uso de veneno en la guerra. No sabía los detalles de los términos de la Convención, pero sabía de estaba prohibición.”

Otto Hahn