“Así como la polilla arruina la ropa, de la misma manera la envidia consume al hombre.”

San Juan Crisóstomo


"El Señor pasa ahora a otra comparación más alta: vosotros sois la luz del mundo (Mt 5, 14). Nuevamente se nos habla del mundo; no de una sola nación, ni de veinte ciudades, sino de la tierra entera. Se nos habla de una luz inteligible, mucho más preciosa que los rayos del sol, como también la sal había que entenderla espiritualmente. Y pone primero la sal, luego la luz, para que te des cuenta de la utilidad de las palabras enérgicas y el provecho de una enseñanza seria. Ella nos ata fuertemente y no nos permite disolvernos. Ella nos hace abrir los ojos, llevándonos como de la mano a la virtud.
(...)
Después de haberles mostrado su propio poder, el Señor les exige franqueza y libertad, diciéndoles: nadie enciende una lámpara y la pone debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los de la casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, a fin de que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos (Mt 5, 15-16). Es como si les dijera: yo he encendido la luz; pero que siga ardiendo, depende ya de vuestro afán apostólico. Y eso no sólo para alcanzar vuestra propia salvación, sino también la de aquellos que han de gozar de su resplandor, y ser así conducidos como de la mano hacia la verdad. Si vosotros vivís con perfección, como conviene a los que han recibido la misión de convertir a todo el mundo, las calumnias no podrán echar ni una sombra sobre vuestro resplandor."

San Juan Crisóstomo
Como sal y como luz



“Es una cosa tan buena la virtud, que hasta sus mismos enemigos la aplauden y la admiran.”

San Juan Crisóstomo


“La misericordia imita a Dios y desilusiona a Satanás.”

San Juan Crisóstomo



"La risa y el habla jocosa no parecen ser pecados conocidos, pero conducen a esos pecados. La risa suele abrir el camino al discurso loco, y el discurso loco a acciones más locas todavía. A menudo, de las palabras y la risa proceden las burlas y los insultos; y de las burlas e insultos, los golpes y las heridas; y de los golpes y la heridas, las carnicerías y el asesinato. Si quieres entonces aprovechar un buen consejo, evita no sólo las palabras locas, y los actos locos; o los golpes, heridas y muertes, sino también la misma risa intempestiva."

San Juan Crisóstomo





"Nada nos asemeja tanto a Dios como estar siempre dispuestos a perdonar."


San Juan Crisóstomo



"Ninguno diga: Dispongo sólo de un talento, no puedo lograr nada. También con un solo talento puedes obrar de modo meritorio."

San Juan Crisóstomo



"No es más justo quien es mayor en honor, sino quien es más justo ése es mayor."

San Juan Crisóstomo