Alma, buscarte has de mí

Alma, buscarte has en Mí,
y a Mí buscarme has en ti.

De tal suerte pudo amor,
alma, en mí te retratar,
que ningún sabio pintor
supiera con tal primor
tal imagen estampar.

Fuiste por amor criada
hermosa, bella, y así
en mis entrañas pintada,
si te perdieres, mi amada,
Alma, buscarte has en mí.

Que yo sé que te hallarás
en mi pecho retratada,
y tan al vivo sacada,
que si te ves te holgarás,
viéndote tan bien pintada.

Y si acaso no supieres
dónde me hallarás a Mí,
No andes de aquí para allí,
sino, si hallarme quisieres,
a mí buscarme has en ti.

Porque tú eres mi aposento,
eres mi casa y morada,
y así llamo en cualquier tiempo,
si hallo en tu pensamiento
estar la puerta cerrada.

Fuera de ti no hay buscarme,
porque para hallarme a mí,
bastará sólo llamarme,
que a ti iré sin tardarme
y a mí buscarme has en ti.

Santa Teresa de Jesús




“Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos.”

Teresa de Cepeda y Ahumada
Santa Teresa de Jesús


"¡Ay que larga es esta vida!
¡qué duros estos destierros!
¡esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida me causa dolor tan fiero,
que me muero porque no muero."

Santa Teresa de Jesús


Caminemos para el cielo

La pobreza es el camino
el mismo por donde vino
nuestro Emperador al suelo,
hijos del Carmelo.

Caminemos, caminemos,
Caminemos para el cielo
Hijos del Carmelo
Caminemos caminemos
para el cielo

No dejar de nos amar
nuestro Dios y nos llamar,
sigámosle sin recelo,
hijos del Carmelo.

Vámonos a enriquecer
a donde nunca ha de haber
pobreza ni desconsuelo,
hijos del Carmelo.

Hermanos, si así lo hacemos
los contrarios venceremos
y a la fin descansaremos
con el que hizo tierra y cielo,
hijos del Carmelo.

Santa Teresa de Jesús



"Consideremos nuestra alma como un castillo totalmente construido en un diamante del más puro cristal, en el cual hay muchas estancias."

Santa Teresa de Jesús
Castillo interior



“De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor.”

Santa Teresa de Jesús


Dichoso el corazón enamorado

Dichoso el corazón enamorado
que en sólo Dios ha puesto el pensamiento,
por Él renuncia todo lo criado,
y en Él halla su gloria y su contento.
Aún de sí mismo vive descuidado,
porque en su Dios está todo su intento,
y así alegre pasa y muy gozoso
las ondas de este mar tempestuoso.

Santa Teresa de Jesús


Dilectus Meus Mihi

Ya toda me entregué y di
y de tal suerte he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor,
mi alma quedó caída.
Y cobrando nueva vida,
de tal manera he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.

Tiróme con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedo hecha
una con su Criador.
Yo ya no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí,
y yo soy para mi Amado. 

Santa Teresa de Jesús





"El amor perfecto tiene esta fuerza: que olvidamos nuestro contento para contentar a quien amamos."

Santa Teresa de Jesús



“El verdadero señorío es no poseer nada.”

Santa Teresa de Jesús



"En cada cosita que Dios crió hay más de lo que se entiende, aunque sea una hormiguita."

Santa Teresa de Jesús



"En la oración de la unión, el alma está totalmente despierta para Dios, pero totalmente dormida para las cosas de este mundo... Así hace Dios cuando eleva a un alma a la unión con él: suspende la acción natural de todas sus facultades. Ni ve ni oye ni comprende mientras esté unida a Dios. Pero este tiempo es siempre corto... Dios se establece a sí mismo en el interior de esta alma de tal forma, que cuando vuelve a sí misma es totalmente imposible que dude que ha estado en Dios y Dios en ella."

Santa Teresa de Jesús


"En las cosas que no le van ni le vienen, no sea curiosa en hablarías ni preguntarlas."

Santa Teresa de Jesús


"Entiendan todos que el verdadero amor de Dios no consiste en lloros, ni en aquella suavidad y ternura que usualmente anhelamos, sólo porque nos consuelan, sino en servir a Dios en la justicia, fortaleza de alma y humildad."

Santa Teresa de Jesús



"Es gran bien tener deseos, ya que no pueden ser grandes las obras."

Santa Teresa de Jesús



"Es para mí una alegría oír sonar el reloj; veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco más cerca de Dios."

Santa Teresa de Jesús



“He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz.”

Santa Teresa de Jesús


"La mudanza de la vida y de los manjares me hizo daño a la salud, que, aunque el contento era mucho, no bastó. Comenzáronme a crecer los desmayos y diome un mal de corazón tan grandísimo, que ponía espanto a quien le veía, y otros muchos males juntos, y así pasé el primer año con harta mala salud, aunque no me parece ofendí a Dios en él mucho. Y como era el mal tan grave que casi me privaba el sentido siempre y algunas veces del todo quedaba sin él, era grande la diligencia que traía mi padre para buscar remedio; y como no le dieron los médicos de aquí, procuró llevarme a un lugar adonde había mucha fama de que sanaban allí otras enfermedades, y así dijeron harían la mía. Fue conmigo esta amiga que he dicho que tenía en casa, que era antigua. En la casa que era monja no se prometía clausura.
Estuve casi un año por allá, y los tres meses de él padeciendo tan grandísimo tormento en las curas que me hicieron tan recias, que yo no sé cómo las pude sufrir; y en fin, aunque las sufrí, no las pudo sufrir mi sujeto, como diré.
Había de comenzarse la cura en el principio del verano, y yo fui en el principio del invierno. Todo este tiempo estuve en casa de la hermana que he dicho que estaba en la aldea, esperando el mes de abril, porque estaba cerca, y no andar yendo y viniendo.
Cuando iba, me dio aquel tío mío que tengo dicho que estaba en el camino, un libro: llámase Tercer Abecedario, que trata de enseñar oración de recogimiento; y puesto que este primer año había leído buenos libros (que no quise más usar de otros, porque ya entendía el daño que me habían hecho, no sabía cómo proceder en oración ni cómo recogerme, y así holguéme mucho con él y determinéme a seguir aquel camino con todas mis fuerzas. Y como ya el Señor me había dado don de lágrimas y gustaba de leer, comencé a tener ratos de soledad y a confesarme a menudo y comenzar aquel camino, teniendo a aquel libro por maestro. Porque yo no hallé maestro, digo confesor, que me entendiese, aunque le busqué, en veinte años después de esto que digo, que me hizo harto daño para tornar muchas veces atrás y aun para del todo perderme; porque todavía me ayudara a salir de las ocasiones que tuve para ofender a Dios."

Santa Teresa de Jesús
Libro de la vida



"La tierra que no es labrada llevará abrojos y espinas aunque sea fértil; así el entendimiento del hombre."

Santa Teresa de Jesús




“La tierra que no es labrada llevará abrojos y espinas aunque sea fértil; así es el entendimiento del hombre.”

Santa Teresa de Jesús



"La verdad padece, pero no perece."

Santa Teresa de Jesús



“La vida es una mala noche en una mala posada.”

Santa Teresa de Jesús



"Lee y conducirás, no leas y serás conducido."

Santa Teresa de Jesús


Nada te turbe

Nada te turbe;
nada te espante;
todo se pasa;
Dios no se muda,
la pacïencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene,
nada le falta.
Solo Dios basta.

Eleva tu pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
''nada te turbe.''

A JesuCristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
''nada te espante.''

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
''todo se pasa.''

Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
''Dios no se muda.''

Ámala cual merece
bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin ''la paciencia.''

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
''todo lo alcanza.''

Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
''quien a Dios tiene.''

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios tu tesoro
''nada le falta.''

Id, pues, bienes del mundo;
id dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
''solo Dios basta.''

Santa Teresa de Jesús


"No piense, aunque parezca que sí, que está ya ganada la virtud, si no la experimenta con su contrario."

Santa Teresa de Jesús



"No son buenos los extremos aunque sea en la virtud."

Santa Teresa de Jesús



“Nunca porfiar mucho en cosas que va poco.”

Santa Teresa de Jesús


Oración

Nada te turbe;
nada te espante;
Todo se pasa;
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene,
nada le falta.
Sólo Dios basta.

Gloria a Dios Padre,
gloria a Dios Hijo,
igual por siempre
gloria al Espíritu.
Amén. 

Santa Teresa de Jesús




"Porque este cuerpo tiene una falta; que mientras más le regalan más necesidades descubre."

Santa Teresa de Jesús


"Puede el alma en este estado hacer muchos actos para determinarse a obrar mucho por Dios y despertar el amor; otros, para ayudar a crecer las virtudes a lo que dice un libro llamado Arte para servir a Dios, que es muy bueno y apropiado para los que están en ese estado."

Santa Teresa de Jesús



“¡Qué disparate huir de la Luz para andar siempre tropezando!”

Santa Teresa de Jesús



"Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta."

Santa Teresa de Jesús



"Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor."

Santa Teresa de Jesús


"Si Satanás pudiese amar dejaría de ser diablo."

Santa Teresa de Jesús



"Son tan oscuras de entender estas cosas interiores, que a quien tan poco sabe como yo, forzado habrá de decir muchas cosas superfluas y aun desatinadas para decir alguna que acierte. Es menester tenga paciencia quien lo leyere, pues yo la tengo para escribir lo que no sé; que, cierto algunas veces tomo el papel como una cosa boba, que ni sé qué decir ni cómo comenzar. Bien entiendo que es cosa importante para vosotras declarar algunas interiores, como pudiere; porque siempre oímos cuán buena es la oración, y tenemos de constitución tenerla tantas horas, y no se nos declara más de lo que podemos nosotras; y de cosas que obra el Señor en un alma declárase poco, digo sobrenatural. Diciéndose y dándose a entender de muchas maneras, sernos ha mucho consuelo considerar este artificio celestial interior tan poco entendido de los mortales aunque vayan muchos por él. Y aunque en otras cosas que he escrito ha dado el Señor algo a entender, entiendo que algunas no las había entendido como después acá, en especial de las más dificultosas. El trabajo es que para llegar a ellas -como he dicho- se habrán de decir muchas muy sabidas porque no puede ser menos para mi rudo ingenio."

Santa Teresa de Jesús
Las Moradas




"... venga lo que viniere, y dejarse en las manos de Dios e ir adonde nos llevaren, de grado, pues os llevan aunque os pese. Y en tanto extremo, que muy muchas veces querría yo resistir, y pongo todas mis fuerzas, en especial algunas que es en público y otras hartas en secreto, temiendo ser engañada. Algunas podía algo, con gran quebrantamiento: como quien pelea con un jayán fuerte, quedaba después cansada; otras era imposible, sino que me llevaba el alma y aun casi ordinario la cabeza tras ella, sin poderla tener, y algunas toda el cuerpo, hasta levantarle. 5. Esto ha sido pocas, porque como una vez fuese adonde estábamos juntas en el coro y yendo a comulgar, estando de rodillas, dábame grandísima pena, porque me parecía cosa muy extraordinaria y que había de haber luego mucha nota; y así mandé a las monjas (porque es ahora después que tengo oficio de Priora), no lo dijesen. Mas otras veces, como comenzaba a ver que iba a hacer el Señor lo mismo (y una estando personas principales de señoras, que era la fiesta de la vocación, en un sermón), tendíame en el suelo y allegábanse a tenerme el cuerpo, y todavía se echaba de ver. Supliqué mucho al Señor que no quisiese ya darme más mercedes que tuviesen muestras exteriores; porque yo estaba cansada ya de andar en tanta cuenta y que aquella merced podía Su Majestad hacérmela sin que se entendiese. Parece ha sido por su bondad servido de oírme, que nunca más hasta ahora lo he tenido; verdad es que ha poco. 6. Es así que me parecía, cuando quería resistir, que desde debajo de los pies me levantaban fuerzas tan grandes que no sé cómo lo comparar, que era con mucho más ímpetu que estotras cosas de espíritu, y así quedaba hecha pedazos; porque es una pelea grande y, en fin, aprovecha poco cuando el Señor quiere, que no hay poder contra su poder. Otras veces es servido de contentarse con que veamos nos quiere hacer la merced y que no queda por Su Majestad, y resistiéndose por humildad, deja los mismos efectos que si del todo se consintiese."

Santa Teresa de Jesús


“Vivir la vida de tal suerte que viva quede en la muerte.”

Santa Teresa de Jesús


Vivo sin vivir en mí

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puse en él este letrero:
que muero porque no muero.

Esta divina prisión
del amor con que yo vivo
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga.
Quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo, el vivir
me asegura mi esperanza.
Muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte,
vida, no me seas molesta;
mira que sólo te resta,
para ganarte, perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero,
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba
es la vida verdadera;
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva.
Muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios, que vive en mí,
si no es el perderte a ti
para mejor a Él gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.

Santa Teresa de Jesús


"Vi a mi lado a un ángel que se hallaba a mi izquierda, en forma humana. Confieso que no estoy acostumbrada a ver tales cosas, excepto en muy raras ocasiones. Aunque con frecuencia me acontece ver a los ángeles, se trata de visiones intelectuales, como las que he referido más arriba… El ángel era de corta estatura y muy hermoso; su rostro estaba encendido como si fuese uno de los ángeles más altos que son todo fuego. Debía ser uno de los que llamamos querubines… Llevaba en la mano una larga espada de oro, cuya punta parecía un ascua encendida. Me parecía que por momentos hundía la espada en mi corazón y me traspasaba las entrañas y, cuando sacaba la espada, me parecía que las entrañas se me escapaban con ella y me sentía arder en el más grande amor de Dios. El dolor era tan intenso, que me hacía gemir, pero al mismo tiempo, la dulcedumbre de aquella pena excesiva era tan extraordinaria, que no hubiese yo querido verme libre de ella."

Santa Teresa de Jesús



“Yo estoy quietamente extasiada, cuando observo que al llegar a este estado, el alma no tiene más éxtasis.”

Santa Teresa de Jesús