"Cada alma es en sí misma una sociedad secreta."

Marcel Henri Jouhandeau


"Como no tenemos nada más precioso que el tiempo, no hay mayor generosidad que perderlo sin tenerlo en cuenta."

Marcel Henri Jouhandeau


"Conocer el amor no es amor. El amor no se conoce."

Marcel Henri Jouhandeau


"El corazón tiene sus cárceles que la inteligencia no abre."

Marcel Henri Jouhandeau


"El escudo real de cada uno es a su cara."

Marcel Henri Jouhandeau


"El infierno no es obra de Dios, sino del hombre."

Marcel Henri Jouhandeau
Tomada del libro El libro del cielo y del infierno de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, página 39



"El mal es lo que no perdonamos a nosotros mismos."

Marcel Henri Jouhandeau



"El momento sólo tiene un lugar estrecho entre la esperanza y el dolor, y este es el lugar de la vida."

Marcel Henri Jouhandeau



"La modestia es una especie de orgullo de la modestia."

Marcel Henri Jouhandeau



"La santidad no puede ser más que la altura de la delicadeza."

Marcel Henri Jouhandeau




"La sinceridad absoluta sólo puede conducir a la inmovilidad o la locura."

Marcel Henri Jouhandeau


"La vida en última instancia, es sólo un hábito que usted tiene que perder, después de todos los demás."

Marcel Henri Jouhandeau


"Los réprobos están sentados como héroes o como reyes, sobre un trono de fuego cada uno, en su constancia eterna y serán siempre lo que no podrá someterse."

Marcel Henri Jouhandeau
Tomada del libro El libro del cielo y del infierno de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, página 37


"No es del todo imposible que un diálogo sin palabras se establezca entre dos desconocidos sentados frente a frente, durante un viaje, o entre dos paseantes que se cruzan al azar. El intercambio fugitivo permanece a veces como un estado de inquietud o se manifiesta en una expresión del rostro: un gesto de simpatía o de hostilidad predecibles. Si uno de los dos paseantes es un cualquiera y el otro un quienquiera se adivina lo que puede pasar, pero si «cualquiera» se cruza con el maníaco, el obsesionado, el «aislado» que soy yo, nadie sabe cómo me afecta mirarle, ni el desacierto del que voy a ser objeto por su parte, si es que hay algún hombre en el mundo susceptible de la misma curiosidad que yo y capaz de responder a ella. Pero, si, con la complicidad del Cielo o del Infierno, el milagro se produjera y aquel que compartiera mi idea fija viniera a mi encuentro, podríamos creer, por un instante, que el mundo entero está construido como nosotros, y entonces ¡craso error! nos dejaríamos llevar por un ensueño excepcional.
Sobre todo, habría que evitar vivir con los demás como si fueran otros yo, pero eso es exactamente lo que hago.
Sin duda, yo sólo sería verosímil en un mundo en el que todos sufrieran la misma locura que yo. Y lo que me pierde es concebir, a veces, como real el mundo quimérico en el que me siento solo. Me bastaría con aceptar el sentimiento de mi excepción entre los hombres para salvarme humanamente, porque así habría descubierto la hipocresía que convendría adoptar, que es una forma de la sabiduría, a no ser que la única sabiduría que pueda conocer no sea sino una forma viable de mi locura."

Marcel Jouhandeau
De la abyección



"Para apoyar su propia historia, cada uno agrega a ella un poco de leyenda."

Marcel Henri Jouhandeau



“Si no sabes llevar tu pecado no es culpa de tu pecado, si reniegas de tu pecado tu pecado no es indigno de ti, sino tú de él.”

Marcel Henri Jouhandeau


"Si un hombre no comprende el infierno, no comprende su propio corazón."

Marcel Henri Jouhandeau
Tomada del libro El libro del cielo y del infierno de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, página 37




"Siempre es más religioso que lo que usted piensa."

Marcel Henri Jouhandeau