“Con el dinero sólo se compra lo que se vende.”

Robert G. Ingersoll


"Con jabón, el bautismo es algo bueno."


Robert G. Ingersoll


“Creo en la religión de la humanidad. Es mucho mejor amar a nuestros semejantes que amar a dios. A aquellos los podemos ayudar; no podemos ayudar a éste.”

Robert G. Ingersoll


“Cuando la ciencia estaba en su infancia, la religión trató de estrangularla en su cuna.”

Robert G. Ingersoll


“Denme la tormenta y la tempestad del pensamiento y la acción, más que la calma chicha de la ignorancia y la fe.”

Robert G. Ingersoll


"Dicen que el futuro eterno de un hombre depende de sus creencias. Yo lo niego. Una conclusión a la cual se ha arribado honestamente a través de la mente no puede ser un crimen; y el hombre que dice que lo es no lo piensa así. El dios que lo castiga como un crimen es simplemente un tirano infame. En cuanto a mí, preferiría mil veces ir a mi perdición y sufrir sus tormentos con los grandes y valientes pensadores del mundo que ir al cielo y tener por compañía a un dios que condena a sus hijos por una creencia honesta."


Robert G. Ingersoll




“Discutir con un hombre que ha renunciado al uso de la razón, es como darle medicina a un muerto.”

Robert G. Ingersoll


“El hombre no puede salirse de la naturaleza ni siquiera con el pensamiento más arriba de lo que la naturaleza no puede elevarse, más abajo no puede caer.”

Robert G. Ingersoll



“El hombre piensa, debe utilizar todos sus sentidos; debe examinar; debe razonar. El hombre que no puede pensar es menos que un hombre; el hombre que no quiere pensar es un traidor a sí mismo; el hombre que teme pensar es un esclavo de la superstición.”

Robert G. Ingersoll



“El hombre que no piensa por sí mismo es un esclavo. Y un traidor a sí mismo y al resto de la Humanidad.”

Robert G. Ingersoll



“El humano tiene que aprender a confiar en sus propias fuerzas. La lectura de biblias no lo va a proteger de las ráfagas invernales, sino las casas, el fuego y las ropas. Para impedir el hambre un arado vale lo que un millón de sermones.”

Robert G. Ingersoll



"El otro día un caballero me estaba contando sobre un caso de providencia especial. Él lo 
conocía. Había sido partícipe de él. Hacía unos años, estaba por subir a un barco cuando 
resultó demorado. No fue, y el barco se perdió con todos los que estaban a bordo. "¡Sí!", dije 
yo, "¿Cree usted que la gente que se ahogó creía en la providencia?". Pensemos en el infinito egoísmo de tal doctrina. He aquí un hombre que se salva de subir a un barco de quinientos 
pasajeros y ellos se van al fondo del mar; padres, madres, niños, y amorosos esposos y 
esposas esperan en las costas. ¡He aquí un pobre diablo que no fue! Y él cree que Dios, el Ser Infinito, interfirió en su pobre y reseca vida a su favor, y dejó que todos los demás murieran. Esto es providencia. ¿Por qué la providencia permite todos los crímenes? ¿Por qué son 
protegidos los golpeadores de mujeres, y por qué las esposas y niños quedan indefensos, si la mano de Dios está sobre todos nosotros? ¿Quién protege a los locos? ¿Por qué la 
providencia permite la locura? Pero la iglesia no puede renunciar a la providencia. Si tal cosa no existe, no sirven las plegarias, ni la adoración, ni las iglesias, ni los sacerdotes."


Robert G. Ingersoll







"En la naturaleza no existen ni premios ni castigos. Sólo existen consecuencias."

Robert Green Ingersoll



“En la república de la mediocridad, el genio es peligroso.”

Robert Green Ingersoll



"En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias."

Robert G. Ingersoll


“En tanto todas las preguntas sean respondidas con la palabra dios, la investigación científica es simplemente imposible.”

Robert G. Ingersoll


"La felicidad no es una recompensa, es una consecuencia. Sufrir no es un castigo, es un resultado."

Robert G. Ingersoll


"Las ciencias no son sectarias. Las personas no se persiguen unas a otras por cuenta de desacuerdos en matemática. Las familias no se dividen acerca de la botánica, y la astronomía no tiende a hacer a un hombre odiar a su padre y a su madre. Nos perseguimos unos a otros sobre lo que desconocemos."

Robert G. Ingersoll



"La cólera es una ráfaga de viento que apaga la lámpara de la inteligencia".

Robert Green Ingersoll




“La felicidad no es un premio, sino una consecuencia. El sufrimiento no es un castigo, sino un resultado.”

Robert G. Ingersoll


“La Iglesia ha sido la enemiga del progreso por el motivo de que se ha esforzado por impedir que los seres humanos piensen por sí mismos. Impedir el pensamiento es impedir todo progreso excepto en la dirección de la fe.”

Robert G. Ingersoll


“La ignorancia es la tierra en que crece la creencia en milagros.”

Robert G. Ingersoll


"La investigación honesta es absolutamente imposible en el ámbito de cualquier iglesia, en razón de que, si uno cree que la iglesia está en lo correcto, no investiga, y si cree que está errada, la iglesia lo investiga a uno."


Robert G. Ingersoll



“La prueba más grande de valor en este mundo es saber sobrellevar una derrota sin perder el ánimo.”

Robert G. Ingersoll


"La religión de Jesucristo, según la predica su iglesia, causa guerra, derramamiento de sangre, odio, y falta de caridad. ¿Por qué? Porque, dicen ellos, una cierta creencia es necesaria para la salvación. No dicen que si te comportas bien irás allí; no dicen que si pagas tus deudas y amas a tu esposa y a tus hijos y eres bueno con tus amigos, tu prójimo y tu país irás allí. Todo esto no te servirá de nada; tienes que creer una cierta cosa. No importa cuán malo seas, puedes ser perdonado instantáneamente; y no importa cuán bueno seas, si no crees en aquello que no puedes entender, en el día del juicio no quedará nada por hacer más que condenarte..."


Robert G. Ingersoll



“La religión no admite, no puede admitir, un hombre libre. Solamente acepta el homenaje de los postrados, y desprecia las ofrendas de los que se alzan erguidos.”

Robert G. Ingersoll



“La religión no mantiene a nadie. Tiene que ser mantenida. No produce trigo ni maíz; no ara la tierra; no derriba bosques. Es una mendiga perpetua. Vive del trabajo de otros, y luego tiene la arrogancia de pretender que ayuda al que da.”

Robert G. Ingersoll



“La salvación por la esclavitud carece de todo valor. Salvar de la esclavitud es de un valor inestimable.”

Robert G. Ingersoll



“La Universidad es un lugar donde se pulen las piedras y se empañan los diamantes.”

Robert G. Ingersoll



“La verdadera civilización es aquella en la que todo el mundo da a todos los demás todos los derechos que reclama para sí mismo.”

Robert G. Ingersoll



“Las ciencias no son sectarias. Las personas no se persiguen unas a otras por cuenta de desacuerdos en matemática. Las familias no se dividen acerca de la botánica, y la astronomía no tiende a hacer a un hombre odiar a su padre y a su madre. Nos perseguimos unos a otros sobre lo que desconocemos.”

Robert G. Ingersoll


“Las manos que ayudan son más nobles que los labios que rezan.”

Robert G. Ingersoll



“Los creyentes en milagros nunca deberían tratar de explicarlos. No hay más que una forma de explicar algo, y es demostrarlo por medios naturales. El momento en que uno explica un milagro, ya desaparece.”

Robert G. Ingersoll



"Los sacerdotes dicen que nos enseñan la caridad. Es natural. Viven de limosnas. Todos los limosneros enseñan que los otros deben dar." 

Robert G. Ingersoll



“Nada más evidente que el hecho de que cada nación da a su dios las características propias, y que cada individuo da a su dios sus peculiaridades personales.”

Robert G. Ingersoll



“Ningún dios ha sido más adelantado que la época que lo creó.”

Robert G. Ingersoll


"Nuestra ignorancia es Dios; lo que conocemos es ciencia."


Robert G. Ingersoll


"Por lo que sé, la única prueba de la otra vida es, en primer lugar, que no hay ninguna prueba, y, en segundo lugar, que lamentamos mucho que no la haya y que ojalá la hubiera."

Robert G. Ingersoll
Tomada del libro Por qué creemos en cosas raras de Michael Sherme, página 123




"Quitemos de la iglesia lo milagroso, lo sobrenatural, lo incomprensible, lo irrazonable, lo imposible, lo incognoscible, lo absurdo, y no queda nada sino un vacío."


Robert G. Ingersoll


“Se ha demostrado que... El universo es infinito. Si un universo infinito fue hecho de un dios infinito, ¿cuánto queda del dios?”

Robert G. Ingersoll



"Se nos cuenta en el Pentateuco que Dios, el padre de todos nosotros, entregó a miles de vírgenes, después de haber matado a sus padres, sus madres y sus hermanos, para satisfacer la brutal lujuria de hombres salvajes. Si hay algún dios, rezo para que él escriba en este libro, a un lado de mi nombre, que yo negué por él esta mentira."


Robert G. Ingersoll



"Si Cristo de hecho dijo "No he venido a traer la paz sino la espada", ésta es la única profecía del Nuevo Testamento que se ha cumplido literalmente."


Robert G. Ingersoll



"Si todos los huesos de todas las víctimas de la Iglesia Católica pudieran ser apilados juntos, se levantaría un monumento más alto que las pirámides..."


Robert G. Ingersoll





“Siempre que un hombre cree que ha recibido la verdad exacta de dios, no hay en él un espíritu de transigencia. Le falta la modestia que nace de las imperfecciones de la naturaleza humana; tiene la arrogancia de la certidumbre teológica y la tiranía que nace de la certeza inherente a la ignorancia.”

Robert G. Ingersoll



“Todo lo que hay de bueno en nuestra civilización es resultado del comercio, el clima, el suelo, la situación geográfica, la industria, la inventiva, el descubrimiento, el arte y la ciencia.”

Robert G. Ingersoll



“Un creyente es un pájaro enjaulado; un libre pensador es un águila surcando los cielos.”

Robert G. Ingersoll



“Un dios honrado es la obra más noble del hombre.”

Robert G. Ingersoll


“Sólo hay una blasfemia, que es la injusticia.”

Robert G. Ingersoll


“Un Dios honesto es la más grande obra del hombre.”

Robert G. Ingersoll


“Yo prefiero no hacer a nadie responsable. Prefiero decir: Si hay que vestir al desnudo, el hombre debe vestirlo; si el hambriento desfallece, el hombre debe alimentarlo. Prefiero confiar en la empresa humana, en la inteligencia humana, en el corazón y el cerebro humanos. No hay evidencia de que Dios haya intervenido jamás en los asuntos del hombre.”

Robert G. Ingersoll