“Cuando querer (apego) y aborrecer están ambos ausentes
todo se vuelve claro y sin disfraces.
Pero haz la más leve distinción,
y cielo y tierra quedan infinitamente separados...
Enfrentar lo que agrada con lo que desagrada,
ésa es la enfermedad de la mente...
Permanecer sereno en la unidad de todo
y esas ideas erróneas cesarán por sí mismas.”

Sengstan 
(Un de los primeros maestros zen)