¿A dónde?

Oigo el crujido de las rocas
entre el pequeño arrollo
que nace y toma la bifurcación
del maravilloso valle. No sé
qué me pasó. No sé quién me dio
el consejo. Tuve que bajar
con mi bastón el descenso de los
siglos y por siglos de arroyos escuchar
cada vez un murmullo más fresco y brillante.
El sonido embriaga mi mente, probablemente
es el canto de las sirenas en cada
arroyo claro. 

Johann Ludwig Wilhelm Müller


"Cuando un vicio te suelte de sus garras no digas: "Lo he dejado"."

Wilhelm Muller



El matiz pernicioso

Me gusta salir del mundo hacia
el bosque verde. Quiero que todas
las hojas recojan cada rama, que
toda la hierba llore la pálida muerte.
El verde es el color que siempre miro,
que fue corrompido por el orgullo
del hombre. La lluvia grita día y
noche adiós, en medio de la tormenta.
Escucha los ecos del bosque, que tu
frente descanse en la cinta verde
que sale de tu mano. 

Wilhelm Müller


El músico de Praga

Con el violín bohemio
sobre su espalda viajan
los músicos de Praga a través
de la ampulosa tierra.
Hacen una reverencia a su santo
patrono Nepomuceno, y recitan con
esmero sus oraciones.
Viajan con las bolsas vacías,
pero llenas de amor. Si la mujer
no puede cantar, la dejan en casa.
Sus ojos húmedos no importan porque
nada es más bello que la libertad.
Saben que nunca se puede mirar hacia
atrás. Sienten la brisa de la mañana
en el país extranjero y su música
susurra. 

Wilhelm Müller



Petrificado

Busco en vano en la nieve
Las huellas de sus pasos
Allí por donde, juntos,
Cruzábamos el prado.
Quiero besar el suelo,
Traspasar hielo y nieve
Hasta alcanzar la tierra
Con lágrima ardientes.
¿Dónde encontrar un pétalo,
Dónde una hierba verde?
Las flores están muertas
Y el prado palidece.
¿No hay por aquí el más leve
Recuerdo que llevarme?
¿Quién me hablará de ella
Cuando mi dolor calle?
Su imagen se refleja
En mi pecho menguante;
¡si el pecho se deshiela
Derretirá su imagen!

Wilhelm Müller