“Aunque la creencia en la suerte es la base del hábito de los juegos de azar, no es el único elemento que entra en el hábito de apostar. La apuesta sobre el resultado de las contiendas deportivas basadas en la fuerza y en la habilidad se funda en otro móvil distinto, sin el cual la creencia en la suerte difícilmente podría ser una característica prominente de la vida deportiva. Este otro motivo es el deseo del presunto ganador, o del partidario del presunto ganador, de aumentar el ascendiente de su bando a costa del perdedor.”

Thorstein Veblen



“Cuanto más eficaces sean los trabajadores en su dominio de los recursos tecnológicos involucrados, cuanto mayor sea la facilidad con que son capaces de ponerlos en práctica, tanto más productivos serán los procesos en los cuales los trabajadores utilizan los bienes de capital de su empleador.”

Thorstein Veblen



De todas las cosas despreciables que existen, la más despreciable es un hombre que aparece como sacerdote de Dios y es sacerdote de su propia comodidad y ambiciones.

Thorstein Veblen



“Desde el punto de vista estético, el mejor de los objetos de uso es el artículo simple y no adornado. Pero, como el canon pecuniario que regula la reputación repudia en los artículos apropiados para el consumo individual lo que no sea costoso, hay que buscar la satisfacción de nuestro deseo de cosas bellas por medio de un compromiso. Se eluden los cánones de belleza mediante algún arbitrio que dé pruebas de un gasto derrochador que realce la reputación, a la vez que se hace frente a las demandas de nuestro sentido crítico de lo útil y lo bello o, al menos, a las de algún hábito que ha llegado a ocupar el lugar de ese sentido.”

Thorstein Veblen




Dondequiera que existe la institución de la propiedad privada, aunque sea en forma poco desarrollada, el proceso económico presenta como característica una lucha entre los hombres por la posesión de bienes.

Thorstein Veblen



“Durante toda la evolución del gasto ostensible, tanto de bienes como de servicios o de vida humana, se da el supuesto obvio de que para que un consumo pueda mejorar de modo eficaz la buena fama del consumidor, tiene que ser de cosas superfluas. Para producir buena reputación, ese consumo tiene que ser derrochador.”

Thorstein Veblen




“El consumo ostensible de bienes valiosos es un medio de aumentar la reputación del caballero ocioso. Al acumularse en sus manos la riqueza, su propio esfuerzo no bastaría para poner de relieve por este método su opulencia. Recurre, por tanto, a la ayuda de amigos y competidores ofreciéndoles regalos valiosos, fiestas y diversiones caras.”

Thorstein Veblen



El punto de vista particular o la especial característica que se toma como definitiva en la clasificación de los hechos de la vida depende del interés en consideración al cual se trata de hacer la discriminación de los hechos.

Thorstein Veblen


“En cualquier comunidad donde los bienes se poseen por separado, el individuo necesita para su tranquilidad mental poseer una parte de bienes tan grande como la porción que tienen otros con los cuales está acostumbrado a clasificarse; y es en extremo agradable poseer algo más que ellos.”

Thorstein Veblen



“En la cultura depredadora, el trabajo se asocia en los hábitos de pensamiento de los hombres con la debilidad y la sujeción a un amo. Es, en consecuencia, una marca de inferioridad y viene por ello a ser considerada como indigna de un hombre que ocupa una buena posición.”

Thorstein Veblen



“En la medida en que la eficiencia industrial hace posible procurarse los medios de vida con menos esfuerzo, las energías de loe miembros industriosos de la comunidad se van ligando a la consecución de un resultado superior en cuanto a gasto ostensible, en vez de retardarse adoptando un ritmo más cómodo. La tensión no se debilita al aumentar la eficiencia industrial y hacer posible una tensión más ligera, sino que el incremento del producto se emplea para hacer frente a esa necesidad, cuya capacidad de expansión no tiene límites.”

Thorstein Veblen



“La clase ociosa (…) ocupa la cabeza de la estructura social debido a su reputación; y su manera de vida y sus pautas de valor proporcionan, por tanto, la norma que sirve a toda la comunidad para medir la reputación. Las clases más bajas de la escala social se ven obligadas a observar esos patrones de conducta con un cierto grado de aproximación. En las comunidades civilizadas modernas, las líneas de demarcación entre las clases sociales se han hecho vagas e inestables y, dondequiera que esto ocurra, la norma que gradúa la reputación, impuesta por la clase superior, extiende su influencia coactiva a lo largo de  la estructura social hasta los estratos más bajos, sin tener que salvar para ello sino obstáculos muy ligeros. El resultado es que los miembros de cada estrato aceptan como ideal de decoro el esquema general de la vida que está en boga en el estrato superior más próximo y dedican sus energías a vivir con arreglo a ese ideal.”

Thorstein Veblen



“La historia de la vida de la raza ha sido la historia de la vida de las comunidades humanas, de mayor o menor tamaño, con mayor o menor solidaridad de grupo y con mayor o menor continuidad cultural a través de generaciones sucesivas. Los fenómenos de la vida humana sólo se presentan bajo esta forma.”

Thorstein Veblen




La inversión es una transacción pecuniaria, y su objetivo es la ganancia pecuniaria, ganancia en términos de valor y propiedad.

Thorstein Veblen



La posesión de riqueza, que en un principio era valorada simplemente como prueba de eficiencia, se convierte, en el sentir popular, en cosa meritoria en sí misma. La riqueza es ahora intrínsecamente honorable y honra a su poseedor.

Thorstein Veblen


“La propensión a la emulación- a la comparación valorativa. Es muy antigua y constituye un rasgo omnipenetrante de la naturaleza humana. Con excepción del instinto de la propia conservación, la propensión emulativa es probablemente el más fuerte, persistente y alerta de los motivos económicos propiamente dichos.”

Thorstein Veblen



La riqueza invertida es capital, una magnitud pecuniaria medida en términos de valor y determinada con respecto a su magnitud que proviene de estimar la ganancia esperada de la propiedad de esta riqueza invertida.

Thorstein Veblen



Las personas sufren un grado considerable de privaciones de las comodidades o de las cosas necesarias para la vida, con objeto de poderse permitir lo que se considera como una cantidad decorosa de consumo derrochador.

Thorstein Veblen


“Lo que cuenta para el individuo criado en el gran mundo es la estima superior de sus semejantes, la única honorífica. Como la clase rica y ociosa ha crecido tanto, (…) como existe un medio humano suficiente donde hallar la consideración, se tiende, pues, a expulsar del sistema a los elementos inferiores de la población; ya ni siquiera se los quiere como espectadores; ya no se busca hacer que aplaudan ni que palidezcan de envidia.” 

Thorstein Veblen


“Los modales -se nos dice- son, en parte, una estilización de los gestos y en parte supervivencias simbólicas y convencionalizadas que representan actos anteriores de dominio o de servicio o contacto personal. En gran parte son expresión de la relación de status -una pantomima simbólica de dominación por una parte y de subordinación por otra.”

Thorstein Veblen


“Mientras el sistema de status permanece intacto, y mientras la clase ociosa puede emprender otros caminos de actividad no industrial que no sean los de matar el tiempo de un modo derrochador y carente de objeto, no cabe esperar ninguna desviación considerable del esquema general, establecido por la clase ociosa, de lo que es una vida merecedora de buena reputación.”

Thorstein Veblen



No hay en la evolución cultural un punto antes del cual no se produzcan luchas.

Thorstein Veblen




Para ganar y conservar la estima de los hombres no basta con poseer riqueza y poder. La riqueza o el poder tienen que ser puestos de manifiesto, porque la estima sólo se otorga ante su evidencia.

Thorstein Veblen


“Toda clase envidia y trata de emular a la clase situada por encima de ella en la escala social, en tanto que rara vez se compara con las que están por debajo de ella ni con las que se encuentran en una posición mucho más alta que la suya. En otras palabras, ello quiere decir que nuestro patrón de decoro en materia de gastos, como en los demás aspectos donde interviene la emulación, lo establece el uso de quienes se encuentran inmediatamente por encima de nosotros en cuanto a su reputación; hasta que, de este modo, y en especial en toda comunidad en la cual las distinciones de clase son un tanto vagas, todos los cánones de reputación y decoro y todos los patrones de consumo derivan, por gradaciones insensibles, de los usos y los hábitos mentales de la clase social y pecuniaria más elevada: la clase ociosa rica. Es esta clase la que determina, en líneas generales, qué esquema general de vida ha de aceptar la comunidad como decoroso u honorífico.”

Thorstein Veblen