“¿Cuántos Césares y Pompeyos, por la mera inspiración de sus nombres, se han vueltos dignos de ellos? ¿Y cuántos hay que podrían haberse desenvuelto magníficamente en el mundo si sus personalidades y su ánimo no se hubieran hundido en la nada por llamarse Nicodemo?”

Tristram Shandy, vol. I, cap. XIX
Tomado del libro de Robert Louis Stevenson, Memorias para el olvido, pág. 315