“De todo cuanto me mostró Dios
apenas si puedo decir la menor palabra,
no más que la miel que una abeja
puede llevar en su pata
tomándola de un jarro repleto.”

Metchild de Magdeburgo


“¿Quisieras conocerme? Pues échate en el Fuego.
Contempla y disfruta de la naturaleza divina que flota en tu ser.”

Metchild de Magdeburgo


“Señor, puesto que me has quitado
todo lo que yo tenía de Ti, déjame,
por tu gracia, el don que conserva
todo perro por naturaleza: el ser fiel
a Ti en mi angustia, al verme privado
de toda consolación. Eso lo deseo
más fervientemente que tu reino celestial.
Amén.”

Metchild de Magdeberg