Ascensión hacia el reposo


Como es misericordia la locura
y el espacio nos brinda la bienaventuranza,
como es la noche viva, la lluvia silenciosa
que va del corazón del hombre hasta los ojos
en un encendimiento de sombra y hermosura,
como sé que al morir terminará la muerte,
como en el corazón se derrama la sangre
con un rumor de lluvia que ilumina la niebla,
como tengo fe de soñar que te amo,
mi carne será un día como un agua corriente
y mi cuerpo será de silencio amoroso,
de cristal dolorido cuando tú lo iluminas.

Como en la inclinación morena de tus ojos
el silencio vencido se convierte en aroma,
como tengo una voz que se cubre de hierba donde
vuelan las alondras y palabras y lágrimas,
y como en tu cabello despierta la agonía
y la paciencia intacta naufragará en la sangre
porque existe la muerte,
porque la sombra clara se convierte en misterio
y la quietud del mundo colma la transparencia,
porque el último olvido morirá con el hombre,
y tu boca de llanto y amapolas violentas,
y tus brazas de cal y niebla reclinada,
y tus manos delgadas como álamos de espuma,
y mi voz, y mis ojos,
todo será divino al perder la memoria.

Como insiste el dolor, pero no se termina
y es la lenta ascensión de la sangre al reposo,
como es la primavera al donaire
porque llevas el alma derramada en el paso,
como es caridad para mirar tu cuerpo
y es la noche tranquila tu encendida alabanza,
como tú eres el único sufrimiento posible
y la angustia de cal que me quema los ojos,
con humildad, buscando la palabra precisa,
yo te ofrezco la sombra,
la paciencia del mundo donde olvido la espera,
donde olvido esta inmóvil angustia de ser junco
y sentir en las plantas los impulsos del río,
donde puedo creer,
porque marchamos juntos
igual que dos hermanos perdidos en la nieve.

Luis Rosales


Ayer vendrá

La tarde va a morir; en los caminos
se ciega triste o se detiene un aire
bajo y sin luz; entre las ramas altas,
mortal, casi vibrante,
queda el último sol; la tierra huele,
empieza a oler; las aves
van rompiendo un espejo con su vuelo;
la sombra es el silencio de la tarde.
Te he sentido llorar: no sé a quién lloras.
Hay un humo distante,
un tren, que acaso vuelve, mientras dices:
Soy tu propio dolor, déjame amarte.


Luis Rosales



"Dime, ¿sientes aún la antigua herida
cuando el amor te baña en su oleaje
y el beso es luz como el amor es traje
y el labio es sed como la noche es vida?"


Luis Rosales



"El amor siempre llega cuando tienes
una lágrima a punto,
y no la puedes llorar solo."

Luis Rosales
La casa encendida


“La soledad del corazón resuena
desierto ya como un reloj viviente,
como un reloj que late porque siente
la marcha de tu pie sobre la arena…”


Luis Rosales



"La vida que nos toca vivir es absurda, y tan desazonante y presurosa que no nos deja tiempo para estudiar. Es muy posible que dentro de unos años ni siquiera nos deje tiempo para vivir."

Luis Rosales


“Nada me ha engañado tanto como mi sinceridad.”

Luis Rosales

“No es el cuerpo es la carne lo que siento,
la carne silenciosa y sucedida
que me empieza a dictar su propia vida
y me ha legado el cuerpo en testamento.”


Luis Rosales


¡Para toda la vida no!

"He caído tantas veces que el aire es mi maestro; 
sólo puede acabarse lo que al vivir se olvida,
si nuestro amor fue siempre como una despedida,
cuando todo termine quedará lo más nuestro.

Ya he empezado a morir para aprender a verte
con los ojos cerrados y pienso que es mejor,
para toda la vida no basta un solo amor,
tal vez el nuestro sea para toda la muerte."


Luis Rosales


Porque todo es igual y tú lo sabes

Porque todo es igual y tú lo sabes,
has llegado a tu casa y has cerrado la puerta
con aquel mismo gesto con que se tira un día,
con que se quita la hoja atrasada al calendario
cuando todo es igual y tú lo sabes.
Has llegado a tu casa,
y, al entrar,
has sentido la extrañeza de tus pasos
que estaban ya sonando en el pasillo antes de que llegaras,
y encendiste la luz, para volver a comprobar
que todas las cosas están exactamente colocadas, como estarán dentro de un año,
y después,
te has bañado, respetuosa y tristemente, lo mismo que un suicida,
y has mirado tus libros como miran los árboles sus hojas,
y te has sentido solo,
humanamente solo,
definitivamente solo porque todo es igual y tú lo sabes.

Luis Rosales


“Sabes que llega un día en que el suelo que pisas se convierte en pared,
esta es la gran lección
y la medianería que separa los muertos de los vivos…”


Luis Rosales


“…y vi un instante en tus ojos
aquella locura alegre
de los pájaros que viven
su feria sobre la nieve.”


Luis Rosales